La vida y la función necesitan del Cuerpo
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Romanos 12:4-5 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tiene la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo Cuerpo en Cristo; y, miembros cada uno en particular los unos de los otros.
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
Ya hicimos notar que el enfoque de Romanos 12 es la vida del Cuerpo, o sea, la vida corporativa. La vida del Cuerpo es lo práctico de la vida de iglesia. Sin la vida del Cuerpo, la vida de iglesia es sólo un término. La vida de iglesia se realiza, llega a ser real, mediante la práctica de la vida del Cuerpo. Los cristianos de hoy tienen el término “iglesia”, pero carecen de la vida del Cuerpo. En efecto, existe una profunda carencia en la experiencia de muchos cristianos al respecto. De manera que, es necesario que sea recobrada la vida del Cuerpo de Cristo, para que el Señor obtenga la edificación práctica de Su iglesia en la tierra hoy.
La vida del Cuerpo es una vida corporativa. Podemos entender esto al considerar nuestro cuerpo físico, el cual es una entidad corporativa formada por muchos miembros. Todos los miembros tienen su vida y su función en el cuerpo. Si algún miembro llega a separarse o desprenderse del cuerpo, pierde su vida y su función. Ningún miembro puede ser independiente del cuerpo ni llegar a ser individualista. Debemos entender que ninguno de nosotros, los miembros del Cuerpo de Cristo, es una entidad completa. Cada uno de nosotros es simplemente un miembro del Cuerpo. Necesitamos permanecer en el Cuerpo para tener vida y para ejercitar nuestra función. Muchos cristianos carecen de las riquezas de la vida y no pueden funcionar en absoluto, simplemente porque se encuentran desprendidos del Cuerpo. Romanos 12 revela la importancia de la práctica de la vida del Cuerpo. Nos muestra que nosotros somos miembros los unos de otros en un Cuerpo. Nosotros, siendo muchos, somos un solo Cuerpo, una entidad. En el Cuerpo podemos funcionar y expresar a Cristo de una forma corporativa.
SEMANA 1 — DÍA 4
Alimento matutino
Jn. 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en Mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de Mí nada podéis hacer.
Cuando fui a Taiwán por primera vez, pensaba que nada podría lograrse allí. En aquel entonces Taiwán era una isla pequeña y desolada. Un día el Señor me dijo que siguiendo la ruta del tren que salía de Taipéi saliera a visitar a los santos. Después de hacer tal recorrido quedé profundamente impresionado… Tenía la carga y decidí empezar el ministerio allí con una conferencia el 1 de agosto de 1949. Unos cuatrocientos o quinientos cristianos de diferentes denominaciones, que se habían escapado de la China continental a Taiwán, vinieron el primer día de la conferencia. Les dije:“Estamos aquí para servir una sola clase de comida, que es, Cristo. Por favor, entiendan esto claramente. Si quieren otra cosa, están malgastando su tiempo al venir acá”. La mayoría no regresó. Sólo los que verdaderamente buscaban al Señor regresaron.
Apuntamos sus nombres y empezamos a pastorearlos. Distribuimos sus nombres a diferentes hermanos y hermanas para que fueran a visitarles. Desde el principio de la obra en Taiwán, pusimos en práctica el pastoreo. Cuando celebrábamos grandes reuniones evangélicas, apuntábamos quinientos o seiscientos nombres. Luego distribuíamos todos los nombres para que fueran cuidados adecuadamente. La mayoría de la gente quiere que los que les visiten sean personas auténticas y apropiadas. Al visitar las personas debemos ser auténticos al prodigarles cuidado y entonces ellos percibirán que no somos personas vanas. Esta manera de predicar el evangelio, o sea, la de pastorear a las personas al visitarlas hace que dichas personas se sientan queridas. La vida de iglesia en Taiwán empezó con unos trescientos o cuatrocientos creyentes, pero después de cuatro años éramos cuarenta mil. Ellos, en su mayor parte, no fueron salvos directamente por mi ministerio; más bien, fueron salvos por el pastoreo apropiado, por el cuidado adecuado que se les brindó. Todos debemos aprender esto. (Estudio de cristalización del Evangelio de Juan, págs. 142-143)
Lectura para hoy
Antes de ir a Taiwán en 1949 yo estaba en Chifú. Todos los domingos me dedicaba a compartir en las reuniones y, durante la semana, otro hermano mayor y yo salíamos a visitar a los nuevos. Ellos nos recibían calurosamente y solían congregar a su familia cada vez que los visitábamos. En poco tiempo se produjo un verdadero avivamiento en Chifú. Conseguimos predicar el evangelio por todas partes, no sólo mediante mi propia predicación, sino mediante la predicación efectuada por todos los santos.
También tomé la decisión de instalar una cocina en el local de reuniones, e invitaba grupos de veinte o treinta santos a comer juntos para tener comunión. Dentro de un poco más de medio año, había invitado a todos los miembros de la iglesia. En aquel entonces hubo por lo menos quinientos o seiscientos santos en la iglesia en Chifú. Esta clase de pastoreo entusiasmó a toda la iglesia. Espero que los ancianos utilicen el local como comedor e inviten a los santos a venir para tener comunión. Un anciano debe tener contacto con por lo menos una persona diariamente con el propósito de pastorearla. También debemos invitar a la gente a nuestra casa para una comida, y no invitar a los que conocemos bien, sino a los nuevos. El avivamiento de Chifú ocurrió por causa de esta clase de pastoreo. El pastoreo es verdaderamente eficaz…La gente puede ser salva de modo eficaz por medio de los grupos vitales pequeños, y todos los que están en el grupo vital pequeño tienen que ser pastores. Después de poco tiempo, la iglesia será avivada. Ninguna otra manera de proceder es más prevaleciente que el pastoreo.
Tiene que presentarse la enseñanza sana en los grupos vitales para que los santos sean pastoreados. En 1 Timoteo 3:2 Pablo dijo que un anciano debe ser apto para enseñar. Enseñar aquí es similar a la manera en que los padres enseñan a sus hijos. Un anciano debe ser apto para proveer esta clase de enseñanza a los miembros de una iglesia local. Luego, en 5:17 Pablo dijo: “Los ancianos que presiden bien, sean tenidos por doble honor, mayormente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza”.
Espero que oremos diciendo: “Señor, quiero ser avivado. De ahora en adelante quiero ser pastor. Quiero alimentar a la gente, pastorearla y congregarla” … Debemos aprender a alimentar, a pastorear y a hacer que las personas se congreguen. Todas las iglesias deben aprender a reunirse a fin de ser compenetradas. Cuando nos reunimos, las personas son subyugadas, redargüidas, nutridas y alentadas por el Señor. Todas las iglesias que estén en una misma región debieran reunirse periódicamente a fin de que los santos sean pastoreados y animados. (Estudio de cristalización del Evangelio de Juan, págs. 143-144, 145)
Lectura adicional:Estudio de cristalización del Evangelio de Juan, cap. 13
Witness Lee
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¡Jesús es el Señor!
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Romanos 12:4-5 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tiene la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo Cuerpo en Cristo; y, miembros cada uno en particular los unos de los otros.
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
Ya hicimos notar que el enfoque de Romanos 12 es la vida del Cuerpo, o sea, la vida corporativa. La vida del Cuerpo es lo práctico de la vida de iglesia. Sin la vida del Cuerpo, la vida de iglesia es sólo un término. La vida de iglesia se realiza, llega a ser real, mediante la práctica de la vida del Cuerpo. Los cristianos de hoy tienen el término “iglesia”, pero carecen de la vida del Cuerpo. En efecto, existe una profunda carencia en la experiencia de muchos cristianos al respecto. De manera que, es necesario que sea recobrada la vida del Cuerpo de Cristo, para que el Señor obtenga la edificación práctica de Su iglesia en la tierra hoy.
La vida del Cuerpo es una vida corporativa. Podemos entender esto al considerar nuestro cuerpo físico, el cual es una entidad corporativa formada por muchos miembros. Todos los miembros tienen su vida y su función en el cuerpo. Si algún miembro llega a separarse o desprenderse del cuerpo, pierde su vida y su función. Ningún miembro puede ser independiente del cuerpo ni llegar a ser individualista. Debemos entender que ninguno de nosotros, los miembros del Cuerpo de Cristo, es una entidad completa. Cada uno de nosotros es simplemente un miembro del Cuerpo. Necesitamos permanecer en el Cuerpo para tener vida y para ejercitar nuestra función. Muchos cristianos carecen de las riquezas de la vida y no pueden funcionar en absoluto, simplemente porque se encuentran desprendidos del Cuerpo. Romanos 12 revela la importancia de la práctica de la vida del Cuerpo. Nos muestra que nosotros somos miembros los unos de otros en un Cuerpo. Nosotros, siendo muchos, somos un solo Cuerpo, una entidad. En el Cuerpo podemos funcionar y expresar a Cristo de una forma corporativa.
SEMANA 1 — DÍA 4
Alimento matutino
Jn. 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en Mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de Mí nada podéis hacer.
Cuando fui a Taiwán por primera vez, pensaba que nada podría lograrse allí. En aquel entonces Taiwán era una isla pequeña y desolada. Un día el Señor me dijo que siguiendo la ruta del tren que salía de Taipéi saliera a visitar a los santos. Después de hacer tal recorrido quedé profundamente impresionado… Tenía la carga y decidí empezar el ministerio allí con una conferencia el 1 de agosto de 1949. Unos cuatrocientos o quinientos cristianos de diferentes denominaciones, que se habían escapado de la China continental a Taiwán, vinieron el primer día de la conferencia. Les dije:“Estamos aquí para servir una sola clase de comida, que es, Cristo. Por favor, entiendan esto claramente. Si quieren otra cosa, están malgastando su tiempo al venir acá”. La mayoría no regresó. Sólo los que verdaderamente buscaban al Señor regresaron.
Apuntamos sus nombres y empezamos a pastorearlos. Distribuimos sus nombres a diferentes hermanos y hermanas para que fueran a visitarles. Desde el principio de la obra en Taiwán, pusimos en práctica el pastoreo. Cuando celebrábamos grandes reuniones evangélicas, apuntábamos quinientos o seiscientos nombres. Luego distribuíamos todos los nombres para que fueran cuidados adecuadamente. La mayoría de la gente quiere que los que les visiten sean personas auténticas y apropiadas. Al visitar las personas debemos ser auténticos al prodigarles cuidado y entonces ellos percibirán que no somos personas vanas. Esta manera de predicar el evangelio, o sea, la de pastorear a las personas al visitarlas hace que dichas personas se sientan queridas. La vida de iglesia en Taiwán empezó con unos trescientos o cuatrocientos creyentes, pero después de cuatro años éramos cuarenta mil. Ellos, en su mayor parte, no fueron salvos directamente por mi ministerio; más bien, fueron salvos por el pastoreo apropiado, por el cuidado adecuado que se les brindó. Todos debemos aprender esto. (Estudio de cristalización del Evangelio de Juan, págs. 142-143)
Lectura para hoy
Antes de ir a Taiwán en 1949 yo estaba en Chifú. Todos los domingos me dedicaba a compartir en las reuniones y, durante la semana, otro hermano mayor y yo salíamos a visitar a los nuevos. Ellos nos recibían calurosamente y solían congregar a su familia cada vez que los visitábamos. En poco tiempo se produjo un verdadero avivamiento en Chifú. Conseguimos predicar el evangelio por todas partes, no sólo mediante mi propia predicación, sino mediante la predicación efectuada por todos los santos.
También tomé la decisión de instalar una cocina en el local de reuniones, e invitaba grupos de veinte o treinta santos a comer juntos para tener comunión. Dentro de un poco más de medio año, había invitado a todos los miembros de la iglesia. En aquel entonces hubo por lo menos quinientos o seiscientos santos en la iglesia en Chifú. Esta clase de pastoreo entusiasmó a toda la iglesia. Espero que los ancianos utilicen el local como comedor e inviten a los santos a venir para tener comunión. Un anciano debe tener contacto con por lo menos una persona diariamente con el propósito de pastorearla. También debemos invitar a la gente a nuestra casa para una comida, y no invitar a los que conocemos bien, sino a los nuevos. El avivamiento de Chifú ocurrió por causa de esta clase de pastoreo. El pastoreo es verdaderamente eficaz…La gente puede ser salva de modo eficaz por medio de los grupos vitales pequeños, y todos los que están en el grupo vital pequeño tienen que ser pastores. Después de poco tiempo, la iglesia será avivada. Ninguna otra manera de proceder es más prevaleciente que el pastoreo.
Tiene que presentarse la enseñanza sana en los grupos vitales para que los santos sean pastoreados. En 1 Timoteo 3:2 Pablo dijo que un anciano debe ser apto para enseñar. Enseñar aquí es similar a la manera en que los padres enseñan a sus hijos. Un anciano debe ser apto para proveer esta clase de enseñanza a los miembros de una iglesia local. Luego, en 5:17 Pablo dijo: “Los ancianos que presiden bien, sean tenidos por doble honor, mayormente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza”.
Espero que oremos diciendo: “Señor, quiero ser avivado. De ahora en adelante quiero ser pastor. Quiero alimentar a la gente, pastorearla y congregarla” … Debemos aprender a alimentar, a pastorear y a hacer que las personas se congreguen. Todas las iglesias deben aprender a reunirse a fin de ser compenetradas. Cuando nos reunimos, las personas son subyugadas, redargüidas, nutridas y alentadas por el Señor. Todas las iglesias que estén en una misma región debieran reunirse periódicamente a fin de que los santos sean pastoreados y animados. (Estudio de cristalización del Evangelio de Juan, págs. 143-144, 145)
Lectura adicional:Estudio de cristalización del Evangelio de Juan, cap. 13
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