La unión hipostática. Kenosis. Encarnación.

Salmos 1

Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio...
4 Julio 2012
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La unión hipostática es un término técnico que designa la unión de las dos naturalezas, divina y humana, que en la teología cristiana se atribuye a la persona de Jesús.

Un dilema aparente surge cuando la teología cristiana postula a Dios fuera del tiempo y del espacio, quien entra en el tiempo y el espacio para convertirse en humano.

La doctrina de la kénosis apunta a explicar que el Hijo de Dios escogió renunciar en términos de sus atributos divinos, en orden a asumir naturaleza humana.

Desde la encarnación Jesús es simultáneamente verdadero hombre y verdadero Dios.

La kénosis sostiene que estos cambios fueron temporalmente asumidos por Dios en su encarnación.

Cuando Jesús asciende a los cielos después de la resurrección, reasume completamente todos sus atributos divinos.

Encarnación: Acto misterioso de haber tomado carne humana el Verbo Divino en el seno de María.
 
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S. Juan 1
[1] En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. [2] Este era en el principio con Dios. [3] Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. [4] En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
[9] Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
[14] Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
 
S. Mateo 1
[1] Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
[16] y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
 
1 Juan 2
[22] ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. [23] Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. [24] Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. [25] Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna. [26] Os he escrito esto sobre los que os engañan. [27] Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
 
2 Juan 1
[7] Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. [8] Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. [9] Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo. [10] Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! [11] Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.
 
1 Juan 4
[1] Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. [2] En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; [3] y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. [4] Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. [5] Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. [6] Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
 
Romanos 9
[33] como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en él, no será avergonzado.