LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

Nuestra gran diferencias, es que no nos cortamos las venas o ponemos las manos en el fuego por gente detractora de la Biblia.

Si todos estos supuestos cristianos hacen un negocio del evangelio y roban, es porque la gente no conoce la Biblia.

Y asi es el mormonismo, sorprende a los ignorantes.


El autor de este hecho escandaloso, es un tal jorge erdely, prófugo de la justicia.

Y así como ese, hay casos de abuso pastoral que SÍ se han denunciado y tratado bajo los mecanismos adecuados según las circunstancias.

Sin duda habrá mormones honrados que deberían sentirse defraudados por las historias ocultas de su iglesia. Si DABAR estuviese por acá, quizá daría fe de ciertas cosas que tú ignoras.
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

¿Tu crees que yo voy a defender los crimenes como Cash, Benny Hinn, etc etc, etc, y otros comerciantes del evangelio, ........

Lo que si les voy a decir LEAN SUS BIBLIAS, SI ES QUE TIENEN EL ESPIRITU SANTO, si no lo tienen pidanle a Dios su Santo Espiritu para que los libre de falsas doctrinas y de demonios.


Nuestra gran diferencias, es que no nos cortamos las venas o ponemos las manos en el fuego por gente detractora de la Biblia.

Si todos estos supuestos cristianos hacen un negocio del evangelio y roban, es porque la gente no conoce la Biblia.

Y asi es el mormonismo, sorprende a los ignorantes.
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

Lo que si les voy a decir LEAN SUS BIBLIAS, SI ES QUE TIENEN EL ESPIRITU SANTO, si no lo tienen pidanle a Dios su Santo Espiritu para que los libre de falsas doctrinas y de demonios.

podrías hermano enseñarnos como saber si es que tenemos el Espíritu Santo?
para luego saber si hay que pedirlo o no...
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

y yo también conozco casos de esos, el asunto es que cuando sale a luz se toman medidas inmediatas,
existen mecanismos y se efectúan excomuniones cuando se hace necesario
yo he visto este sistema funcionar y funciona...

también conozco los tristes casos que dabar ha traído, sin embargo cuando existe un conocimiento fehaciente de que ha habido una transgresión siempre hay una medida
y hay una autoridad ala que acudir, si los hermanos perfectos de las casitas han sabido reaccionar me alegro pro ellos, pero no me vas a decir que ellos son la cabeza
que rige para el resto de las iglesias... me estas hablando de un mecanismo que se generó a raíz de la necesidad...

sabría un cristiano regular a donde acudir en caso de ver transgresión en su organización?
existe un mecanismo? una persona? un numero de teléfono al cual denunciar estas cosas?

yo he vivido años dentro de un establecimiento cristiano y he sido interprete para pastores americanos, y se como se conducen...
e incluso me ha tocado ser el conducto de una denuncia por malversación de fondos de unos hermanos cristianos ante pastores extranjeros...

cuando yo digo una cosa, la digo por que la se... no por lo que he oído o me encontré en un blog

En eso estamos de acuerdo. ¿Crees luego que Dios está complacido de las organizaciones religiosas susceptibles de corromperse?

Debes comprender que la verdadera iglesia de Cristo NO ES una organización, sino un organismo. Una organización puede degradarse y disolverse; un organismo repara un daño para asegurar que no se pudra por dentro. ¿Entiendes la diferencia?
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

[h=1]La Familia Eterna[/h] [h=2]Robert D. Hales
Of the Quorum of the Twelve Apostles
[/h]
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“El plan del Padre es que el amor y el compañerismo familiares continúen en las eternidades.”
Quisiera dirigirme a todos aquellos que deseen saber acerca de las familias eternas y del hecho de que la familia puede estar junta para siempre. Hace un año, la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días dio una proclamación al mundo concerniente a la familia, en la que se resumen los principios eternos del Evangelio que se han enseñado, según los registros, desde los comienzos de la historia, aun antes de la creación de la tierra.
La doctrina de la familia tuvo su principio con nuestros Padres Celestiales; nuestra aspiración mas elevada es llegar a ser como Ellos. El apóstol Pablo explicó que Dios es el padre de nuestro espíritu (véase Heb. 12:9). En la proclamación, leemos esto: “En la vida premortal, los hijos y las hijas espirituales de Dios lo conocieron y lo adoraron como su Padre Eterno, y aceptaron Su plan por el cual obtendrían un cuerpo físico y ganarían experiencias terrenales para progresar hacia la perfección y finalmente cumplir su destino divino como herederos de la vida eterna”.
La proclamación también reitera al mundo el hecho de que “… el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y … la familia es la parte central del plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos” (“La familia: Una proclamación al mundo”, Liahona, junio de 1996, págs. 10-11).
Desde el principio mismo, Dios estableció a la familia y la hizo eterna. Adán y Eva fueron sellados en su matrimonio por esta vida y por toda la eternidad: “Y así se le confirmaron todas las cosas a Adán mediante una santa ordenanza; y se predicó el Evangelio, y se proclamó un decreto de que estaría en el mundo hasta su fin; y así fue …” (Moisés 5:59).
“Y Adán conoció a su esposa, y de ella le nacieron hijos e hijas, y empezaron a multiplicarse y a henchir la tierra” (Moisés 5:2).
El Salvador mismo habló de este sagrado convenio y promesa del matrimonio cuando les dio autoridad a Sus discípulos de sellar en los cielos los convenios sagrados que se hicieran en la tierra, diciendo: “Y a ti daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” (Mateo 16:19).
En estos, los últimos días, la promesa de la familia eterna se restauró en 1829, cuando se restauraron a la tierra los poderes del Sacerdocio de Melquisedec. Siete años después, en el Templo de Kirtland, se restauraron las llaves para efectuar las ordenanzas selladoras, según esta registrado en Doctrina y Convenios: “… Elías el profeta, que fue llevado al ciclo sin gustar la muerte, se apareció ante nosotros, y dijo:
“He aquí, ha llegado plenamente el tiempo del cual se habló por boca de Malaquías …
“… se entregan en vuestras manos las llaves de esta dispensación …” (D.y C. 110:13-14,16).
La restauración de esas llaves y de esa autoridad del sacerdocio trajo consigo para todos los que sean dignos la oportunidad de recibir las bendiciones de una familia eterna. “Si, el corazón de millares y decenas de millares se regocijara en gran manera como consecuencia de las bendiciones que han de ser derramadas, y la investidura con que mis siervos han sido investidos en esta casa” (D. y C. 110:9).
¿Que promesa contienen esos sellamientos que se efectúan en los templos? El Señor hace un bosquejo de la promesa y de los requisitos en este versículo sagrado: “Y además, de cierto te digo, si un hombre se casa con una mujer por mi palabra, la cual es mi ley, y por el nuevo y sempiterno convenio, y les es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, por conducto del que es ungido, a quien he otorgado este poder y las llaves de este sacerdocio, y se les dice: Saldréis en la primera resurrección, y si fuere después de la primera, en la siguiente resurrección, y heredaréis tronos, reinos, principados, potestades y dominios, toda altura y toda profundidad, entonces se escribirá en el Libro de la Vida del Cordero … y estará en pleno vigor cuando ya no estén en el mundo; y los ángeles y los dioses que están allí les dejaran pasar a su exaltación y gloria en todas las cosas, según lo que haya sido sellado sobre su cabeza, y esta gloria será una plenitud y continuación de las simientes por siempre jamas” (D.y C. 132:19).
Según se nos enseña en ese pasaje de las Escrituras, no existen lazos eternos sólo como resultado de los convenios selladores que hacemos en el templo. Lo que seremos en las eternidades por venir lo determinara la conducta que llevemos en esta vida. A fin de recibir las bendiciones del sellamiento que nuestro Padre Celestial nos ha dado, debemos obedecer los mandamientos y conducirnos de tal forma que nuestra familia quiera estar con nosotros en la eternidad. Las relaciones familiares que tengamos en esta tierra son importantes, pero su importancia es mucho mas grande en relación con el efecto que tengan en las generaciones futuras de nuestra familia, tanto en la vida terrenal como en toda la eternidad.
Por mandamiento divino , se requiere que los cónyuges se amen el uno al otro mas que a cualquier otra persona. El Señor lo dijo claramente: “Amaras a tu esposa con todo tu corazón, y te allegaras a ella y a ninguna otra” (D. y C. 42:22). La proclamación dice: “Por designio divino, el padre debe presidir sobre la familia con amor y rectitud y tiene la responsabilidad de protegerla y de proveerle las cosas necesarias de la vida [véase D. y C. 83:24; 1 Tim. 5:8]. [Por designio divino] la responsabilidad primordial de la madre es criar a los hijos”. Por designio divino, marido y mujer son socios iguales en el matrimonio y en sus responsabilidades de padres. Por mandamiento directo de Dios, “los padres tienen la responsabilidad sagrada … de enseñarles [a sus hijos] a amar y a servirse el uno al otro, de guardar los mandamientos de Dios y de ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan” (“Proclamación …”, cursiva agregada; véase D. y C. 68:25-28; Mosíah 4: 14-15).
Por la importancia que tiene la familia en el plan eterno de la felicidad, Satanás lucha con esfuerzo por destruir la santidad del hogar, por restarle significado a la función del hombre y de la mujer en la sociedad, por incitar a la depravación moral y a las violaciones de la ley de castidad, y por convencer a los padres de que no tienen por que dar prioridad a su función de tener hijos y criarlos.
La unidad familiar es tan fundamental para el plan de salvación que Dios ha advertido “a las personas que violan los convenios de castidad, que abusan de su cónyuge o de sus hijos, o que no cumplen con sus responsabilidades familiares, que un día deberán responder ante Dios [su Hacedor]… la desintegración de la familia traerá sobre el individuo, las comunidades y las naciones las calamidades predichas por los profetas antiguos y modernos” (Liahona, junio de 1996, págs. 1011).
Mientras que nuestra salvación personal se basa en nuestra propia obediencia, es de igual importancia que entendamos que cada uno de nosotros es parte importante e integral de una familia y que las bendiciones mas altas sólo se pueden recibir en el seno de una familia eterna. Cuando la familia funciona de la manera en que Dios lo dispuso, las relaciones que se encuentran en ella son las mas preciadas de la vida terrenal. El plan del Padre es que el amor y el compañerismo familiares continúen en las eternidades. El pertenecer a una familia lleva aparejada la gran responsabilidad de cuidar, amar, elevar y fortalecer a cada uno de sus miembros, a fin de que todos puedan perseverar con rectitud hasta el fin en esta vida y morar juntos por toda la eternidad. No es suficiente que nos salvemos nosotros mismos; dentro de la familia, la salvación de nuestros padres y hermanos es igualmente importante. Si regresamos solos a nuestro Padre Celestial, se nos preguntara: “Donde esta el resto de la familia?” Por eso es que enseñamos el concepto de que la unidad familiar es eterna: la naturaleza eterna de una persona se convierte en la naturaleza eterna de su familia.
Los que están en esta vida muchas veces se preguntan sobre la naturaleza eterna del cuerpo y del espíritu. Todos los que lleguen a vivir en la tierra son miembros de una familia humana e hijos eternos de Dios, nuestro amoroso Padre Celestial. Después de nacer y de gustar la muerte en esta vida, todos seremos resucitados gracias a la Expiación de Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios el Padre. Según la obediencia que demostremos, en forma individual, a las leyes, a las ordenanzas y a los mandamientos de Dios, todo ser mortal podrá tener la bendición de alcanzar la vida eterna, o sea, de volver a vivir en la presencia del Padre Celestial y de Su Hijo Jesucristo, teniendo simiente eterna por siempre jamas. Al entrar en los sagrados convenios de las ordenanzas del templo y guardarlos, las personas pueden regresar a la presencia de Dios y reunirse nuevamente con su familia para la eternidad.
El hogar es el lugar donde se nos educa y se nos prepara para la vida terrenal; también allí nos preparamos para la muerte y para la inmortalidad por la creencia y comprensión que tenemos de que hay vida después de la muerte, no sólo para las personas, en forma individual, sino también para las familias.
Al observar a los miembros de la Iglesia que aplican a si mismos y en su hogar los principios del Evangelio cuando enfrentan la adversidad, aprendemos algunas de las lecciones mas grandiosas de esos principios sobre la naturaleza eterna de la familia. Este año pasado he presenciado las bendiciones de gozo que reciben los que honran y veneran las enseñanzas del Evangelio acerca de la familia eterna en tiempos de adversidad.
Hace unos meses tuve la oportunidad de ir a visitar a un hombre a quien le habían diagnosticado una enfermedad fatal. Como devoto poseedor del sacerdocio, se enfrentaba con la realidad de nuestra condición mortal. Sin embargo, encontró fortaleza en el ejemplo de la oración del Salvador, cuando dijo: “Vosotros, pues, oraréis así: … Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:9-10). Mi amigo cobró valor sabiendo que Jesús, al tener que soportar un dolor y una agonía increíbles en el huerto de Getsemaní, mientras consumaba el sacrificio expiatorio, pronunció estas palabras: “… Padre mío, si no puede pasar de mi esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad” (Mateo 26:42).
Mi amigo pudo aceptar la frase “Hágase tu voluntad” al enfrentar sus propias penosas pruebas y tribulaciones. Siendo un fiel miembro de la Iglesia, se le presentaron serios interrogantes. Conmovedoras en especial fueron sus preguntas: “¿He hecho todo lo que debía para perseverar fielmente hasta el fin? ¿Cómo será la muerte? ¿Estará mi familia preparada para permanecer fiel y ser autosuficiente después que yo ya no este?”
Tuvimos la oportunidad de analizar esas tres preguntas, las que tienen una respuesta clara en la doctrina que enseñó nuestro Salvador. Hablamos de la forma en que había vivido esforzándose por ser fiel, por hacer lo que Dios le pidiera, por ser honrado en sus tratos con los demás y por atender y amar a su familia. ¿No es eso lo que quiere decir perseverar hasta el fin? Hablamos de lo que pasa inmediatamente después de la muerte, de lo que Dios nos ha enseñado sobre el mundo de los espíritus, que es un paraíso, un lugar de felicidad para los que han tenido una vida de integridad. No es nada que debamos temer.
Después de la conversación, llamó a su esposa y a su familia - hijos y nietos- para que se reunieran a fin de enseñarles nuevamente la doctrina de la Expiación de que todos resucitaremos. Todos comprendieron que, tal como el Señor lo ha dicho, aunque haya pesar por la separación temporaria, no hay dolor para los que mueran en el Señor (véase Apoc. 14:13; D. y C. 42:46). La bendición que recibió le prometió consuelo y la seguridad de que todo iría bien, que no tendría dolor, y que dispondría de un poco mas de tiempo con el fin de preparar a su familia para su ausencia, e incluso que sabría de antemano cuando le llegaría el momento de partir. La familia me contó que la noche antes de morir, el les dijo que al otro día se iría; a la tarde siguiente falleció en paz, con sus seres queridos junto a si. Esos son el solaz y el consuelo que recibimos cuando comprendemos el plan del Evangelio y sabemos que la familia es eterna.
Esto que he relatado lo podemos comparar con algo que me ocurrió cuando era un joven de poco mas de veinte años. Mientras prestaba servicio en la Fuerza Aérea, uno de los pilotos de mi escuadrón se estrelló en una misión de capacitación, y murió. Recibí órdenes de acompañar en su ultimo viaje el cuerpo de mi camarada caído, para ser sepultado en Brooklyn, Nueva York. Tuve el honor de estar junto a su familia durante el velorio y el funeral y representar al gobierno en la entrega de la bandera a la desolada viuda, junto a la sepultura. El servicio fúnebre fue tétrico y deprimente; no se hizo mención a su bondad ni a sus logros; nunca se pronunció su nombre. Al finalizar los servicios, la viuda se dirigió a mi y me preguntó: “Bob, que le pasara realmente a Don?” Entonces pude hablarle de la sublime doctrina de la Resurrección y de la realidad de que, si se bautizaban y si se sellaban en el templo por esta vida y toda la eternidad, podrían estar juntos eternamente. El clérigo que estaba a su lado dijo: “Esa es la doctrina mas hermosa que he oído en mi vida”.
La plenitud del Evangelio de Jesucristo brinda gran consuelo en los tiempos terrenales difíciles; lleva luz en donde hay tinieblas y una influencia de calma en donde exista el tumulto; da una esperanza eterna en donde sólo hay desolación. Y es mucho mas que una bella doctrina; es una realidad en nuestra vida el hecho de que, si podemos ser obedientes y obtener las recompensas eternas que Dios nos concede, si nos allegamos a El y abrazamos esa doctrina eterna, seremos bendecidos.
Otro suceso que me ha conmovido recién te mente fue la muerte de un hombre joven, afectado por una dolencia fatal. El sabia desde el principio que la enfermedad lo privaría primero de su destreza manual y le impediría caminar; después progresaría hasta privarlo del habla, y finalmente el sistema respiratorio dejaría de funcionar. Pero también tenía fe en que las familias son eternas, y, sabiendo eso, habló a cada uno de sus hijos en grabaciones de video, para que se miraran después de que ya no estuviera mas con ellos. Preparó los videos para que se los entregaran a sus hijos en momentos importantes y sagrados de su vida, como el bautismo, las ordenaciones del sacerdocio y la boda. Les habló con el amor tierno de un padre que sabe que, aun cuando su familia es eterna, habrá un tiempo en el que no podrá estar con ellos físicamente, aunque espiritualmente nunca se apartara de su lado.
Los ejemplos de fe que demuestran los fieles viudos y viudas, al igual que la de sus hijos, después de la muerte del cónyuge o de uno de los padres, son para todos nosotros una inspiración. Se pueden aprender grandes lecciones al observar su fe y obediencia a medida que se esfuerzan por mantenerse fieles a fin de que puedan estar juntos otra vez como familia por toda la eternidad.
El conocimiento y la comprensión de la doctrina de que Dios vive, de que Jesús es el Cristo y de que tendremos la oportunidad de resucitar y vivir en la presencia de Dios el Padre y de Su Hijo Jesucristo, hace que sea posible soportar sucesos que de otro modo serían trágicos. Esa doctrina brinda un brillo de esperanza a un mundo que, de lo contrario, seria tenebroso y lúgubre; y contesta las sencillas preguntas: de dónde venimos, por que estamos aquí y hacia dónde vamos. Estas son verdades que deben enseñarse y ponerse en practica en nuestros hogares.
Dios vive. Jesús es el Cristo. Por medio de Su Expiación, todos tendremos la oportunidad de resucitar. Esa no es una bendición individual; es mucho mas; es una bendición para cada uno de nosotros y para nuestras familias. Que podamos estar eternamente agradecidos, que podamos vivir en la presencia de Dios el Eterno Padre y Su Hijo, Jesucristo, que podamos estar juntos por todas las eternidades, que podamos comprender el gozo, y que no sólo enseñemos esa doctrina sino también vivamos de acuerdo con ella, personalmente y en el seno familiar. Lo ruego en el nombre de Jesucristo. Amen.
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

[h=1]La cosecha de Dios[/h] [h=2] Por el presidente Dieter F. Uchtdorf
Segundo Consejero de la Primera Presidencia

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En una ocasión, una mujer llamada Christa trabajó para una pequeña compañía de semillas. A ella le gustaba su trabajo y le causaba gran asombro que cada semilla pequeña que vendía tuviera la capacidad de transformarse en algo milagroso: una zanahoria, un repollo (col) o incluso en un poderoso roble.

A Christa le gustaba sentarse frente a la computadora, tomar pedidos y responder preguntas; pero, un día recibió un reclamo que la dejó perpleja.
“Las semillas no sirven”, dijo el cliente. “Las compré hace dos meses y aún no pasa nada”.
“¿Las sembró en tierra buena, les dio suficiente agua y recibieron suficiente sol?”, preguntó Christa.
“No; pero yo hice mi parte”, contestó el cliente; “compré las semillas; después de todo, está garantizado que crecerán”.
“¿Pero no las plantó?”
“¡Claro que no! Eso supondría ensuciarme las manos”.
La respuesta hizo pensar a Christa; decidió que deberían escribirse instrucciones para la siembra, y concluyó que la primera pauta sería: “Tiene que seguir las instrucciones de siembra para que las semillas germinen. No las puede colocar en un estante y esperar que broten”.
No pasó mucho tiempo y recibió otra queja que la desconcertó.
“Las semillas no están dando fruto”, reclamó el cliente.
“¿Las sembró en tierra buena?”, respondió Christa, “¿las regó lo suficiente y les dio suficiente sol?”
“Claro que sí”, insistió el cliente. “Hice todo eso ― exactamente como dice en el paquete; pero no funciona”.
“¿No ha sucedido nada, no han brotado?”
“No ha pasado nada”, dijo el cliente, “las planté según las indicaciones. Esperaba tener tomates para la cena y ahora estoy muy decepcionado”.
“Un momento”, dijo Christa. “¿Está diciendo que sembró las semillas hoy?”
“¡No, qué necedad!”, contestó el cliente, “las planté hace una semana; no esperaba tener tomates el primer día; he sido paciente. Déjeme decirle que las he regado mucho y he esperado mucho desde entonces”.
Christa comprendió que tendría que agregar otra pauta: “Estas semillas se rigen por las leyes de la biología; si las planta en la mañana y espera tener tomates para comer al final de esa semana, se decepcionará. Debe ser paciente y esperar que la naturaleza haga su trabajo”.
Todo iba bien, hasta que Christa recibió otro reclamo.
“Estoy muy decepcionada con sus semillas”, empezó a decir la cliente. “Las planté como se sugería en el paquete; las regué, me aseguré de que recibieran sol y esperé hasta que produjeron la cosecha”.
“Parece que lo ha hecho todo bien”, dijo Christa.
“Todo eso está muy bien”, dijo la cliente, “pero lo que produjeron fueron calabacines”.
“En mis registros figura que ésas fueron las semillas que usted ordenó”, contestó Christa.
“¡Pero yo no quiero calabacines; yo quiero calabazas!”
“No entiendo”.
“Planté las semillas en mi huerto de calabazas, en la misma tierra que produjo calabazas el año pasado; elogié las plantas todos los días, diciéndoles cuán hermosas calabazas llegarían a ser. Pero en vez de calabazas grandes, redondas y anaranjadas, tengo un montón de calabacines largos y verdes”.
Entonces, Christa comprendió que tal vez las pautas no eran precisas y que era necesario dejar claro un principio: “La semilla que se planta y el tiempo de la siembra determinan la cosecha”.
[h=2]La ley de la cosecha[/h] El apóstol Pablo enseñó acerca de la cosecha de Dios:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado, porque todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
“Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
“No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:7–9).
En los últimos tiempos, el Señor nos ha dado sabiduría y visión adicionales en cuanto a esta ley inmutable:
“Hay una ley, irrevocablemente decretada en el cielo antes de la fundación de este mundo, sobre la cual todas las bendiciones se basan;
“y cuando recibimos una bendición de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa” (D. y C. 130:20–21).
Cosechamos lo que sembramos.
La cosecha de Dios es inconcebiblemente gloriosa. Para aquellos que lo honran, Sus abundantes bendiciones vienen en “medida buena, apretada remecida y rebosante… porque con la misma medida con que midiereis, se os volverá a medir” (Lucas 6:38).
Así como las semillas en la tierra requieren esfuerzo y paciencia, así también sucede con muchas de las bendiciones celestiales. No podemos poner nuestra religión en un estante y esperar cosechar bendiciones espirituales. Pero, si plantamos y nutrimos las normas del Evangelio en la vida cotidiana de nuestra familia, hay altas probabilidades de que nuestros hijos crezcan y den fruto espiritual de gran valor para ellos y para las generaciones futuras.
Las respuestas de Dios a nuestras oraciones no siempre vienen de manera inmediata; a veces no parecen venir en absoluto, pero Dios sabe lo que es mejor para Sus hijos. Por cierto, un día veremos con más claridad, y ese día vamos a reconocer la bondad y la generosidad de los cielos.
Mientras tanto, nuestra meta y gran regocijo es seguir el ejemplo de nuestro Señor y Salvador, y llevar una vida buena y noble para que las bendiciones incalculables de la prometida y preciada cosecha de Dios sean nuestras.
Cosechamos lo que sembramos.
Ésa es la ley de los cielos.
Ésa es la ley de la cosecha de Dios.
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

[h=1]La Familia Eterna[/h] [h=2]Robert D. Hales
Of the Quorum of the Twelve Apostles
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“El plan del Padre es que el amor y el compañerismo familiares continúen en las eternidades.”
Quisiera dirigirme a todos aquellos que deseen saber acerca de las familias eternas y del hecho de que la familia puede estar junta para siempre. Hace un año, la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días dio una proclamación al mundo concerniente a la familia, en la que se resumen los principios eternos del Evangelio que se han enseñado, según los registros, desde los comienzos de la historia, aun antes de la creación de la tierra.
La doctrina de la familia tuvo su principio con nuestros Padres Celestiales; nuestra aspiración mas elevada es llegar a ser como Ellos. El apóstol Pablo explicó que Dios es el padre de nuestro espíritu (véase Heb. 12:9). En la proclamación, leemos esto: “En la vida premortal, los hijos y las hijas espirituales de Dios lo conocieron y lo adoraron como su Padre Eterno, y aceptaron Su plan por el cual obtendrían un cuerpo físico y ganarían experiencias terrenales para progresar hacia la perfección y finalmente cumplir su destino divino como herederos de la vida eterna”.
La proclamación también reitera al mundo el hecho de que “… el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y … la familia es la parte central del plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos” (“La familia: Una proclamación al mundo”, Liahona, junio de 1996, págs. 10-11).
Desde el principio mismo, Dios estableció a la familia y la hizo eterna. Adán y Eva fueron sellados en su matrimonio por esta vida y por toda la eternidad: “Y así se le confirmaron todas las cosas a Adán mediante una santa ordenanza; y se predicó el Evangelio, y se proclamó un decreto de que estaría en el mundo hasta su fin; y así fue …” (Moisés 5:59).
“Y Adán conoció a su esposa, y de ella le nacieron hijos e hijas, y empezaron a multiplicarse y a henchir la tierra” (Moisés 5:2).
El Salvador mismo habló de este sagrado convenio y promesa del matrimonio cuando les dio autoridad a Sus discípulos de sellar en los cielos los convenios sagrados que se hicieran en la tierra, diciendo: “Y a ti daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” (Mateo 16:19).
En estos, los últimos días, la promesa de la familia eterna se restauró en 1829, cuando se restauraron a la tierra los poderes del Sacerdocio de Melquisedec. Siete años después, en el Templo de Kirtland, se restauraron las llaves para efectuar las ordenanzas selladoras, según esta registrado en Doctrina y Convenios: “… Elías el profeta, que fue llevado al ciclo sin gustar la muerte, se apareció ante nosotros, y dijo:
“He aquí, ha llegado plenamente el tiempo del cual se habló por boca de Malaquías …
“… se entregan en vuestras manos las llaves de esta dispensación …” (D.y C. 110:13-14,16).
La restauración de esas llaves y de esa autoridad del sacerdocio trajo consigo para todos los que sean dignos la oportunidad de recibir las bendiciones de una familia eterna. “Si, el corazón de millares y decenas de millares se regocijara en gran manera como consecuencia de las bendiciones que han de ser derramadas, y la investidura con que mis siervos han sido investidos en esta casa” (D. y C. 110:9).
¿Que promesa contienen esos sellamientos que se efectúan en los templos? El Señor hace un bosquejo de la promesa y de los requisitos en este versículo sagrado: “Y además, de cierto te digo, si un hombre se casa con una mujer por mi palabra, la cual es mi ley, y por el nuevo y sempiterno convenio, y les es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, por conducto del que es ungido, a quien he otorgado este poder y las llaves de este sacerdocio, y se les dice: Saldréis en la primera resurrección, y si fuere después de la primera, en la siguiente resurrección, y heredaréis tronos, reinos, principados, potestades y dominios, toda altura y toda profundidad, entonces se escribirá en el Libro de la Vida del Cordero … y estará en pleno vigor cuando ya no estén en el mundo; y los ángeles y los dioses que están allí les dejaran pasar a su exaltación y gloria en todas las cosas, según lo que haya sido sellado sobre su cabeza, y esta gloria será una plenitud y continuación de las simientes por siempre jamas” (D.y C. 132:19).
Según se nos enseña en ese pasaje de las Escrituras, no existen lazos eternos sólo como resultado de los convenios selladores que hacemos en el templo. Lo que seremos en las eternidades por venir lo determinara la conducta que llevemos en esta vida. A fin de recibir las bendiciones del sellamiento que nuestro Padre Celestial nos ha dado, debemos obedecer los mandamientos y conducirnos de tal forma que nuestra familia quiera estar con nosotros en la eternidad. Las relaciones familiares que tengamos en esta tierra son importantes, pero su importancia es mucho mas grande en relación con el efecto que tengan en las generaciones futuras de nuestra familia, tanto en la vida terrenal como en toda la eternidad.
Por mandamiento divino , se requiere que los cónyuges se amen el uno al otro mas que a cualquier otra persona. El Señor lo dijo claramente: “Amaras a tu esposa con todo tu corazón, y te allegaras a ella y a ninguna otra” (D. y C. 42:22). La proclamación dice: “Por designio divino, el padre debe presidir sobre la familia con amor y rectitud y tiene la responsabilidad de protegerla y de proveerle las cosas necesarias de la vida [véase D. y C. 83:24; 1 Tim. 5:8]. [Por designio divino] la responsabilidad primordial de la madre es criar a los hijos”. Por designio divino, marido y mujer son socios iguales en el matrimonio y en sus responsabilidades de padres. Por mandamiento directo de Dios, “los padres tienen la responsabilidad sagrada … de enseñarles [a sus hijos] a amar y a servirse el uno al otro, de guardar los mandamientos de Dios y de ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan” (“Proclamación …”, cursiva agregada; véase D. y C. 68:25-28; Mosíah 4: 14-15).
Por la importancia que tiene la familia en el plan eterno de la felicidad, Satanás lucha con esfuerzo por destruir la santidad del hogar, por restarle significado a la función del hombre y de la mujer en la sociedad, por incitar a la depravación moral y a las violaciones de la ley de castidad, y por convencer a los padres de que no tienen por que dar prioridad a su función de tener hijos y criarlos.
La unidad familiar es tan fundamental para el plan de salvación que Dios ha advertido “a las personas que violan los convenios de castidad, que abusan de su cónyuge o de sus hijos, o que no cumplen con sus responsabilidades familiares, que un día deberán responder ante Dios [su Hacedor]… la desintegración de la familia traerá sobre el individuo, las comunidades y las naciones las calamidades predichas por los profetas antiguos y modernos” (Liahona, junio de 1996, págs. 1011).
Mientras que nuestra salvación personal se basa en nuestra propia obediencia, es de igual importancia que entendamos que cada uno de nosotros es parte importante e integral de una familia y que las bendiciones mas altas sólo se pueden recibir en el seno de una familia eterna. Cuando la familia funciona de la manera en que Dios lo dispuso, las relaciones que se encuentran en ella son las mas preciadas de la vida terrenal. El plan del Padre es que el amor y el compañerismo familiares continúen en las eternidades. El pertenecer a una familia lleva aparejada la gran responsabilidad de cuidar, amar, elevar y fortalecer a cada uno de sus miembros, a fin de que todos puedan perseverar con rectitud hasta el fin en esta vida y morar juntos por toda la eternidad. No es suficiente que nos salvemos nosotros mismos; dentro de la familia, la salvación de nuestros padres y hermanos es igualmente importante. Si regresamos solos a nuestro Padre Celestial, se nos preguntara: “Donde esta el resto de la familia?” Por eso es que enseñamos el concepto de que la unidad familiar es eterna: la naturaleza eterna de una persona se convierte en la naturaleza eterna de su familia.
Los que están en esta vida muchas veces se preguntan sobre la naturaleza eterna del cuerpo y del espíritu. Todos los que lleguen a vivir en la tierra son miembros de una familia humana e hijos eternos de Dios, nuestro amoroso Padre Celestial. Después de nacer y de gustar la muerte en esta vida, todos seremos resucitados gracias a la Expiación de Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios el Padre. Según la obediencia que demostremos, en forma individual, a las leyes, a las ordenanzas y a los mandamientos de Dios, todo ser mortal podrá tener la bendición de alcanzar la vida eterna, o sea, de volver a vivir en la presencia del Padre Celestial y de Su Hijo Jesucristo, teniendo simiente eterna por siempre jamas. Al entrar en los sagrados convenios de las ordenanzas del templo y guardarlos, las personas pueden regresar a la presencia de Dios y reunirse nuevamente con su familia para la eternidad.
El hogar es el lugar donde se nos educa y se nos prepara para la vida terrenal; también allí nos preparamos para la muerte y para la inmortalidad por la creencia y comprensión que tenemos de que hay vida después de la muerte, no sólo para las personas, en forma individual, sino también para las familias.
Al observar a los miembros de la Iglesia que aplican a si mismos y en su hogar los principios del Evangelio cuando enfrentan la adversidad, aprendemos algunas de las lecciones mas grandiosas de esos principios sobre la naturaleza eterna de la familia. Este año pasado he presenciado las bendiciones de gozo que reciben los que honran y veneran las enseñanzas del Evangelio acerca de la familia eterna en tiempos de adversidad.
Hace unos meses tuve la oportunidad de ir a visitar a un hombre a quien le habían diagnosticado una enfermedad fatal. Como devoto poseedor del sacerdocio, se enfrentaba con la realidad de nuestra condición mortal. Sin embargo, encontró fortaleza en el ejemplo de la oración del Salvador, cuando dijo: “Vosotros, pues, oraréis así: … Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:9-10). Mi amigo cobró valor sabiendo que Jesús, al tener que soportar un dolor y una agonía increíbles en el huerto de Getsemaní, mientras consumaba el sacrificio expiatorio, pronunció estas palabras: “… Padre mío, si no puede pasar de mi esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad” (Mateo 26:42).
Mi amigo pudo aceptar la frase “Hágase tu voluntad” al enfrentar sus propias penosas pruebas y tribulaciones. Siendo un fiel miembro de la Iglesia, se le presentaron serios interrogantes. Conmovedoras en especial fueron sus preguntas: “¿He hecho todo lo que debía para perseverar fielmente hasta el fin? ¿Cómo será la muerte? ¿Estará mi familia preparada para permanecer fiel y ser autosuficiente después que yo ya no este?”
Tuvimos la oportunidad de analizar esas tres preguntas, las que tienen una respuesta clara en la doctrina que enseñó nuestro Salvador. Hablamos de la forma en que había vivido esforzándose por ser fiel, por hacer lo que Dios le pidiera, por ser honrado en sus tratos con los demás y por atender y amar a su familia. ¿No es eso lo que quiere decir perseverar hasta el fin? Hablamos de lo que pasa inmediatamente después de la muerte, de lo que Dios nos ha enseñado sobre el mundo de los espíritus, que es un paraíso, un lugar de felicidad para los que han tenido una vida de integridad. No es nada que debamos temer.
Después de la conversación, llamó a su esposa y a su familia - hijos y nietos- para que se reunieran a fin de enseñarles nuevamente la doctrina de la Expiación de que todos resucitaremos. Todos comprendieron que, tal como el Señor lo ha dicho, aunque haya pesar por la separación temporaria, no hay dolor para los que mueran en el Señor (véase Apoc. 14:13; D. y C. 42:46). La bendición que recibió le prometió consuelo y la seguridad de que todo iría bien, que no tendría dolor, y que dispondría de un poco mas de tiempo con el fin de preparar a su familia para su ausencia, e incluso que sabría de antemano cuando le llegaría el momento de partir. La familia me contó que la noche antes de morir, el les dijo que al otro día se iría; a la tarde siguiente falleció en paz, con sus seres queridos junto a si. Esos son el solaz y el consuelo que recibimos cuando comprendemos el plan del Evangelio y sabemos que la familia es eterna.
Esto que he relatado lo podemos comparar con algo que me ocurrió cuando era un joven de poco mas de veinte años. Mientras prestaba servicio en la Fuerza Aérea, uno de los pilotos de mi escuadrón se estrelló en una misión de capacitación, y murió. Recibí órdenes de acompañar en su ultimo viaje el cuerpo de mi camarada caído, para ser sepultado en Brooklyn, Nueva York. Tuve el honor de estar junto a su familia durante el velorio y el funeral y representar al gobierno en la entrega de la bandera a la desolada viuda, junto a la sepultura. El servicio fúnebre fue tétrico y deprimente; no se hizo mención a su bondad ni a sus logros; nunca se pronunció su nombre. Al finalizar los servicios, la viuda se dirigió a mi y me preguntó: “Bob, que le pasara realmente a Don?” Entonces pude hablarle de la sublime doctrina de la Resurrección y de la realidad de que, si se bautizaban y si se sellaban en el templo por esta vida y toda la eternidad, podrían estar juntos eternamente. El clérigo que estaba a su lado dijo: “Esa es la doctrina mas hermosa que he oído en mi vida”.
La plenitud del Evangelio de Jesucristo brinda gran consuelo en los tiempos terrenales difíciles; lleva luz en donde hay tinieblas y una influencia de calma en donde exista el tumulto; da una esperanza eterna en donde sólo hay desolación. Y es mucho mas que una bella doctrina; es una realidad en nuestra vida el hecho de que, si podemos ser obedientes y obtener las recompensas eternas que Dios nos concede, si nos allegamos a El y abrazamos esa doctrina eterna, seremos bendecidos.
Otro suceso que me ha conmovido recién te mente fue la muerte de un hombre joven, afectado por una dolencia fatal. El sabia desde el principio que la enfermedad lo privaría primero de su destreza manual y le impediría caminar; después progresaría hasta privarlo del habla, y finalmente el sistema respiratorio dejaría de funcionar. Pero también tenía fe en que las familias son eternas, y, sabiendo eso, habló a cada uno de sus hijos en grabaciones de video, para que se miraran después de que ya no estuviera mas con ellos. Preparó los videos para que se los entregaran a sus hijos en momentos importantes y sagrados de su vida, como el bautismo, las ordenaciones del sacerdocio y la boda. Les habló con el amor tierno de un padre que sabe que, aun cuando su familia es eterna, habrá un tiempo en el que no podrá estar con ellos físicamente, aunque espiritualmente nunca se apartara de su lado.
Los ejemplos de fe que demuestran los fieles viudos y viudas, al igual que la de sus hijos, después de la muerte del cónyuge o de uno de los padres, son para todos nosotros una inspiración. Se pueden aprender grandes lecciones al observar su fe y obediencia a medida que se esfuerzan por mantenerse fieles a fin de que puedan estar juntos otra vez como familia por toda la eternidad.
El conocimiento y la comprensión de la doctrina de que Dios vive, de que Jesús es el Cristo y de que tendremos la oportunidad de resucitar y vivir en la presencia de Dios el Padre y de Su Hijo Jesucristo, hace que sea posible soportar sucesos que de otro modo serían trágicos. Esa doctrina brinda un brillo de esperanza a un mundo que, de lo contrario, seria tenebroso y lúgubre; y contesta las sencillas preguntas: de dónde venimos, por que estamos aquí y hacia dónde vamos. Estas son verdades que deben enseñarse y ponerse en practica en nuestros hogares.
Dios vive. Jesús es el Cristo. Por medio de Su Expiación, todos tendremos la oportunidad de resucitar. Esa no es una bendición individual; es mucho mas; es una bendición para cada uno de nosotros y para nuestras familias. Que podamos estar eternamente agradecidos, que podamos vivir en la presencia de Dios el Eterno Padre y Su Hijo, Jesucristo, que podamos estar juntos por todas las eternidades, que podamos comprender el gozo, y que no sólo enseñemos esa doctrina sino también vivamos de acuerdo con ella, personalmente y en el seno familiar. Lo ruego en el nombre de Jesucristo. Amen.

A ver. ¿Quieres decir que resucitaremos con un cuerpo visible y seguiremos juntos todos los miembros de una familia? O sea: padres, hijos, nietos, biznietos, tataranietos, sobrinos, primos, cuñados, yernos, nueras y cada uno con su propios padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc. ¿Y los que se hayan casado en segundas y terceras nupcias ¿qué? ¿Con qué familia estarán?
¿O solo se unirán padres e hijos del primer matrimonio? Pero es que es que esos hijos también tendrán su propia familia...¡¡¡vaya lío!!!
¿Puedes explicarlo más concretamente en unos pocos renglones?
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA


Con semejantes imágenes no me extraña que muchos se las crean y vivan como les dicen los mormones para alcanzar esas glorias y evitar esos infiernos.
Pero a poco que se razone ¡¡¡son increíbles!!!

 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA


A ver. ¿Quieres decir que resucitaremos con un cuerpo visible y seguiremos juntos todos los miembros de una familia? O sea: padres, hijos, nietos, biznietos, tataranietos, sobrinos, primos, cuñados, yernos, nueras y cada uno con su propios padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc. ¿Y los que se hayan casado en segundas y terceras nupcias ¿qué? ¿Con qué familia estarán?
¿O solo se unirán padres e hijos del primer matrimonio? Pero es que es que esos hijos también tendrán su propia familia...¡¡¡vaya lío!!!
¿Puedes explicarlo más concretamente en unos pocos renglones?

El deseo de Dios es que las familias vivan con El en el más alto reino, que es donde El mora, que es eel reino celestial. Las familias en principio están constituidas por marido, mujer e hijos. Aunque una pareja sin hijos también puede constituir una familia.
Al final todas las familias estarían interconectadas de alguna manera, ya que tu perteneces a la familia de tus Padres y tu tienes tu propia familia. Pienso que a los que no han sido capaces de llegar al reino celestial se les puede visitar. Seguramente, las personas pertenecientes a un reino mayor pueden visitar a aquellas que pertenecen a un reino menor, pero no al revés.

Leete esto:

"Para los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones o SUD), la familia es la parte central del Plan del Creador. En las escrituras, familia se refiere al marido, la mujer y los hijos, también se dice que una familia es constituida por personas que viven en una misma casa bajo una misma cabeza de familia. De igual manera, una familia puede carecer de uno de los padres, de los hijos, e incluso una sola persona puede ser una familia.

Dios instituyó la familia desde la creación del mundo, dando a Adán una compañera que fue Eva, y a quienes dio el mandamiento de multiplicarse y llenar la tierra. (Génesis 1:28)

Nuestro Padre Celestial, por medio de Abraham bendijo todas las familias de la tierra, en Génesis 12:3 leemos: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.

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El Presidente y Profeta actual de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona o SUD) leyó en una reunión general de la Sociedad de Socorro el 23 de Septiembre de 1995 lo que hoy se conoce como: “La Familia: Una proclamación para el mundo”. En esta proclamación, la Primera Presidencia de la Iglesia, declaró que el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es la parte central del Plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos.

Los Mormones creemos que las Familias pueden ser eternas, es parte del plan divino de felicidad, el cual, por medio de las ordenanzas y convenios sagrados del Templo, permite que las relaciones familiares se perpetúen más allá del sepulcro. Por lo tanto, el vínculo familiar y los poderes de la procreación son sagrados, instituidos por Dios para fines eternos.

La importancia que los Mormones damos a la Familia es primordial. Se nos enseña a formar un hogar semejante a un pedacito de cielo, con esto el cometario que recibimos a menudo: “Una casa está hecha de ladrillos y cemento, Un hogar está hecho de amor”.
El Presidente Ezra Taft Benson aconsejó: “Hagan que sea la meta de la familia el estar todos juntos en el reino celestial. Luche porque su hogar sea un pedacito de cielo en la tierra, para que después que esta vida termine, puedan decir: ¡Aquí estamos! Papá, mamá y hermanos, quienes con amor nos tratamos. Cada silla está ocupada, pues todos estamos en casa. Somos todos y aquí estamos”.
En las escrituras se nos aconseja: “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”. (Proverbios 22:6).
La Iglesia Mormona nos enseña la responsabilidad de criar familias celestiales. Los Profetas nos enseñan que los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y se mantienen sobre los principios de la fe, la oración, el arrepentimiento, el perdón, el respeto, el amor, la compasión, el trabajo y las actividades recreativas edificantes.


Cada integrante de la familia debe cumplir su parte de responsabilidad y deber para hacer del hogar un hogar feliz. El padre por designio divino, debe presidir sobre la familia con amor y rectitud y tiene la responsabilidad de protegerla y de proveerle las cosas necesarias de la vida. La madre tiene la responsabilidad primordial de criar a los hijos. Tanto el padre como la madre están obligados a ayudarse mutuamente.
La Primera Presidencia terminó la Proclamación de la Familia con una invitación: “Hacemos el llamado a los ciudadanos responsables y a los representantes de los gobiernos de todo el mundo a fin de que ayuden a promover medidas destinadas a fortalecer la familia y mantenerla como base fundamental de la sociedad”.

Los Mormones nos esforzamos por tener hogares centrados en el Evangelio, esto significa que en el hogar, los integrantes de la familia deben aprender a amar el Evangelio y a ser dignos de participar en las ordenanzas del Sacerdocio. Un lugar donde se fomente la fe en Dios y el amor hacia Él, por el Evangelio Restaurado y por sus semejantes. Un hogar donde more el Espíritu del Señor."

Saludos.
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA


A ver. ¿Quieres decir que resucitaremos con un cuerpo visible y seguiremos juntos todos los miembros de una familia? O sea: padres, hijos, nietos, biznietos, tataranietos, sobrinos, primos, cuñados, yernos, nueras y cada uno con su propios padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc. ¿Y los que se hayan casado en segundas y terceras nupcias ¿qué? ¿Con qué familia estarán?
¿O solo se unirán padres e hijos del primer matrimonio? Pero es que es que esos hijos también tendrán su propia familia...¡¡¡vaya lío!!!
¿Puedes explicarlo más concretamente en unos pocos renglones?

Para formar familias eternas se necesita ser sellado en un templo. Y si sucede que si una persona se ha sellado con dos personas diferentes a lo largo de su vida, pues al final Dios y la persona decidirán como se formarán esas familias. No te se decir.

Saludos.
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

En eso estamos de acuerdo. ¿Crees luego que Dios está complacido de las organizaciones religiosas susceptibles de corromperse?

Debes comprender que la verdadera iglesia de Cristo NO ES una organización, sino un organismo. Una organización puede degradarse y disolverse; un organismo repara un daño para asegurar que no se pudra por dentro. ¿Entiendes la diferencia?

Los organismos también se pudren por dentro sin que se pueda hacer nada desde dentro. El cámcer es un buen ejemplo.
Los organismos no biológicos, también pueden tener su "cáncer".
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

En eso estamos de acuerdo. ¿Crees luego que Dios está complacido de las organizaciones religiosas susceptibles de corromperse?

Debes comprender que la verdadera iglesia de Cristo NO ES una organización, sino un organismo. Una organización puede degradarse y disolverse; un organismo repara un daño para asegurar que no se pudra por dentro. ¿Entiendes la diferencia?

No solo un organismo puede degradarse y disolverse, sino que el hombre también puede hacerlo y aun así es creación de Dios
recuerda que uds enseñan que la iglesia somos todos, y somos todos incorruptibles?
no existe iglesia incorruptible por la misma razón de que esta conformada por hombres...

precisamente por eso que hace falta una organización, un organismo que esté diseñado (por Dios)
para velar y vigilar sobre la decadencia humana... claro! podríamos decir que el E.S. esta ahí en la verdadera iglesia
o podríamos decir que solo basta con dos o tres reunidos en su nombre y no hace falta mas nada...
pero recuerda que la iglesia no es un club de personas perfectas, y para aquellos imperfecciones que en
algún momento podrían convertirse en lobos rapaces hace falta tener una organización... no es la única finalidad
puesto que nosotros decimos que la estructura es imprescindible para el "perfeccionamiento de los santos"
pero yo si considero necesario tener una jerarquía clara y definida que pueda resolver conflictos sin causar divisiones
una jerarquía cuya decisión tenga valor sobre todas las ramas, y que no salgan improvisados por ahi diciendo que son algo que no son...

Hechos 15:24
Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, os han ... que estaban con nosotros, a quienes no les dimos ninguna orden
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA


Con semejantes imágenes no me extraña que muchos se las crean y vivan como les dicen los mormones para alcanzar esas glorias y evitar esos infiernos.
Pero a poco que se razone ¡¡¡son increíbles!!!


en realidad ese video es un fanmade, osea algún entusiasta se jaló el audio de otro lugar
y se hizo una presentación en windowsmoviemaker o similar con imagenes de Google
la verdad que son imágenes bastante cursis, a mi me sorprende que alguien los vea...

las producciones de la iglesia son mucho menos saturadas y mucho mejor realizadas...

 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

no lo leyó ni Smith, ni Abraham, ni Jacob, bi David, ni Salomon....
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

Ellos no tuvieron el nuevo testamento, Smith si lo tuvo el nuevo testamento, ¿no es asi?

no lo leyó ni Smith, ni Abraham, ni Jacob, bi David, ni Salomon....
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA

Ellos no tuvieron el nuevo testamento, Smith si lo tuvo el nuevo testamento, ¿no es asi?

asi es amigo, pero poligamia no es adulterio, ya hemos hablado de eso..
adulterio es cuando le sacas la vuelta a tu mujer con otra con la que NO estas casado..
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA


La poligamia no es adulterio.
¿Pero dónde está escrito que Dios acepta la poligamia?
 
Re: LA UNICA IGLESIA VERDADERA Y VIVIENTE SOBRE LA FAZ DE TODA LA TIERRA


La poligamia no es adulterio.
¿Pero dónde está escrito que Dios acepta la poligamia?

En ningún lugar estimada hermana

pero tome en cuenta de que los cristianos decimos que somos adoptados o injertados a la casa de Israel
de hecho apocalipsis menciona que de los 144mil, cada 12mil pertenecen a cada una de las 12 tribus

Y que mejor ejemplo de poligamia reconocida por Dios, que estas 12 tribus?
no seríamos entonces todos parte de una gran familia polígama?