La singularidad de la Biblia y la importancia de sus profecía
Las personas ateas o incrédulas piensan que Las Santas Escrituras son simplemente un libro más de las muchas enseñanzas o doctrinas religiosas que los hombres se han inventados para poder confiar en poderes de seres espirituales poderosos que puedan favorecerlos y protegerlos en sus luchas y dificultades, creencias tales como la religión islámica, el hinduismo, taoísmo, y tantas otras que forman el pabellón innumerable de religiones y sectas existentes.
Sin embargo, para quienes han llegado a conocerla y entenderla suficientemente bien han descubierto que la Biblia posee una cualidad o singularidad que la diferencia completamente de todas las demás religiones y que acredita su veracidad y la eficacia de sus efectos a perpetuidad. Esta cualidad es el cumplimiento de sus profecías, que se realizan todas al tiempo indicado cumpliendo con todos los detalles la finalidad u objetivo por el cual se dieron. Las profecías bíblicas se han dado para advertir a los seres humanos de acontecimientos futuros que han de afectarles favorables o desfavorablemente según su propio comportamiento y fidelidad hacia su Creador y entre ellos mismos.
Solo Dios, que es el Creador y Hacedor de todas las cosas, puede saber y hacer que se realicen estos acontecimientos futuros, y darlos a conocer con centenares y miles de años de antelación para que las personas sepan y puedan reformar su mal proceder y busquen con suficiente tiempo de anticipación a quien puede protegerlos de las calamidades anunciadas, su propio Creador. Es por eso que Dios los ha dado a conocer por medio de sus profetas, y El mismo, para que no estén en ignorancia y, quienes quieran puedan rectificar a tiempo de evitar su castigo.
Ninguna otra religión, o libro religioso, puede presentar pruebas tan contundentes de la veracidad bíblica que este cumplimiento claro y específico de sus profecías, que todas van dirigidas a dar a conocer a los humanos las consecuencias de sus injusticias, al no querer dejarse dirigir por las justas instrucciones de su Creador. Comenzaron a ser predichas desde el principio de la historia humana, para todos los tiempos, y todas ellas se han ido cumpliendo al tiempo indicado con toda exactitud. Las que se cumplieron en tiempos pasados, podrán ser cuestionadas porque no puede ser probado literalmente su cumplimiento, aunque los historiadores de su tiempo apoyan tales cumplimientos, pero siguen cumpliéndose profecías bíblicas hasta en los tiempos actuales, y éstas no las pueden desmentir nadie. Por lo tanto, todo el que quiera conocer su veracidad no tiene mas que examinar estas profecías y compararlas con los acontecimientos mundiales más destacados que están sucediendo en la actualidad, ahí están las pruebas para quienes quieran comprobarlas.