La santificación en contraste con la fornicación (2)
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
1 Tesalonicenses 4:4-5 Que cada uno de vosotros sepa poseer su propio vaso en santificación y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios.
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
[Parte 2 de 4]
Poseer el vaso de uno es guardarlo, preservarlo. Aquí el apóstol consideró el cuerpo del hombre su vaso, así como David lo hizo en 1 Samuel 21:5. Hablando de lo mismo tocante al uso del cuerpo, tanto Pablo como David consideraban el cuerpo del hombre su vaso. Guardar o preservar el vaso del hombre en santificación y honor, no permitiéndole entregarse a la pasión de la concupiscencia, es lo que salvaguarda de la fornicación.
La santificación alude principalmente a una condición santa delante de Dios y el honor, a una postura respetable delante del hombre. El hombre fue creado en una condición elevada, para el propósito de Dios, y el matrimonio fue ordenado por Dios para la propagación del hombre a fin de cumplir Su propósito. Por lo cual, el matrimonio debe ser honroso (He. 13:4). Abstenerse de la fornicación no es sólo permanecer en una condición santificada delante de Dios, sino también mantener y guardar una posición de honor delante del hombre. Siempre que alguien se involucra en la fornicación, se contamina, y su santificación queda anulada. Además, pierde su honor delante de los hombres. Ni siquiera los incrédulos honran a quienes cometen fornicación. Por tanto, debemos saber cómo poseer, guardar, preservar, nuestro propio cuerpo en santificación para con Dios y en honor delante de los hombres. Debemos ser personas que son santificadas para Dios y que tienen honor delante de los hombres. Para ser tales personas, debemos abstenernos absolutamente de la fornicación y no ceder terreno a la sospecha en este asunto.
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SEMANA 1 — DÍA 6
Alimento matutino
1 Co. 12:31 …Mas yo os muestro un camino aun más excelente.
13:7 [El amor] todo lo cubre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Todos debemos aprender a pastorearnos los unos a los otros.
Que yo los pastoree a ustedes no significa que yo no necesite de su pastoreo; ciertamente necesito que ustedes me pastoreen a mí. Todos tenemos defectos y carencias. Todos tenemos algún defecto. Por lo tanto, tenemos que humillarnos y buscar la gracia de Dios. Esto fortalece nuestro espíritu para que visitemos a la gente y la cuidemos, sin importar si ellos son buenos o malos. Independientemente de lo que sean, debemos ir a visitarlos y persistir en ello… Estoy esforzándome al máximo por ayudar a las iglesias a edificar los grupos vitales, con un espíritu de pastoreo lleno de amor y preocupación para con otros.
Necesitamos tener esta clase de amor e ir a los hermanos que se han enfriado y que piensan que la iglesia los juzga, y hacerles ver que la iglesia no censura a nadie. Al contrario, ella quiere ver que todos regresen. Si todos ellos regresaran, yo lloraría de agradecimiento ante el Señor. El Señor me es testigo de que no juzgo a nadie. No estamos calificados para condenar a nadie. Sin la misericordia del Señor, estaríamos en la misma posición que los santos que no han vuelto. Por lo tanto, debemos amarlos…“El amor cubre todas las transgresiones” (Pr. 10:12). (Una exhortación amorosa a los colaboradores, ancianos y los que aman y buscan al Señor, págs. 32-33)
Lectura para hoy
Al final de 1 Corintios 12 se nos revela que el amor es el camino más excelente (v. 31b). ¿Cómo puede uno ser un anciano …[o] colaborador? El amor es el camino más excelente. ¿Cómo pastoreamos a la gente? El amor es el camino más excelente. El amor es el camino más excelente para que profeticemos y enseñemos a los demás. El amor es el camino más excelente para que obremos y seamos lo que somos.
El amor prevalece. Debemos amar a todos, incluso a nuestros enemigos. Si los colaboradores y los ancianos no aman a los malos, finalmente no tendrán nada que hacer. Debemos ser perfectos como lo es nuestro Padre (Mt. 5:48) y amar a los malos y a los buenos sin distinción. Debemos ser perfectos como lo es nuestro Padre porque somos Sus hijos, pertenecemos a Su especie. Esto es sumamente crucial. ¿Cómo podemos ser colaboradores y ancianos? Lo somos por el amor en todo aspecto. Debemos amar a toda clase de persona. El Señor Jesús dijo que vino a ser Médico, no para los sanos, sino para los enfermos. El Señor dijo: “Los que están fuertes no tienen necesidad de médico, sino los enfermos” (Mt. 9:12).
La iglesia no es una comisaría donde se arresta a las personas ni una corte legal donde se juzga, sino un hogar donde se cultiva a los creyentes. Los padres saben que cuanto peores sean sus hijos, más necesitarán su cuidado. Si nuestros hijos fueran ángeles, no necesitarían que fuéramos sus padres ni que les criáramos. La iglesia es un hogar de amor donde se cría a los hijos. La iglesia también es un hospital donde los enfermos son sanados y se recuperan. Finalmente, la iglesia es una escuela en la cual se enseña y se edifica a los indoctos que no tienen mucho entendimiento. Puesto que la iglesia es un hogar, un hospital y una escuela, los colaboradores y los ancianos deben ser uno con el Señor para cultivar, sanar, recuperar y enseñar a los demás en amor.
Sin embargo, algunas iglesias son comisarías, donde se arresta a los pecaminosos, y cortes legales donde se les juzga. Pablo tenía otra actitud. Él dijo: “¿Quién está débil, y yo no estoy débil?” (2 Co. 11:29a). Cuando los escribas y los fariseos llevaron una mujer adúltera al Señor, Él les dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Jn. 8:7).Después de que todos salieron, el Señor preguntó a la mujer pecaminosa: “Mujer, ¿dónde están los demás? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni Yo te condeno” (vs. 10-11). ¿Quién no tiene pecado? ¿Quién es perfecto? Pablo dijo:“Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles” (1 Co. 9:22). Esto es amor. No debemos considerar que los demás están débiles, y no nosotros. Esto no es amor. El amor cubre y edifica, así que el amor es el camino más excelente para que seamos lo que somos y obremos con miras a la edificación del Cuerpo de Cristo. (Los grupos vitales, págs. 77-78)
Lectura adicional: Los grupos vitales, cap. 8; Una exhortación amorosa a los colaboradores, ancianos y los que aman y buscan al Señor, cap. 2
Witness Lee
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¡Jesús es el Señor!
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
1 Tesalonicenses 4:4-5 Que cada uno de vosotros sepa poseer su propio vaso en santificación y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios.
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
[Parte 2 de 4]
Poseer el vaso de uno es guardarlo, preservarlo. Aquí el apóstol consideró el cuerpo del hombre su vaso, así como David lo hizo en 1 Samuel 21:5. Hablando de lo mismo tocante al uso del cuerpo, tanto Pablo como David consideraban el cuerpo del hombre su vaso. Guardar o preservar el vaso del hombre en santificación y honor, no permitiéndole entregarse a la pasión de la concupiscencia, es lo que salvaguarda de la fornicación.
La santificación alude principalmente a una condición santa delante de Dios y el honor, a una postura respetable delante del hombre. El hombre fue creado en una condición elevada, para el propósito de Dios, y el matrimonio fue ordenado por Dios para la propagación del hombre a fin de cumplir Su propósito. Por lo cual, el matrimonio debe ser honroso (He. 13:4). Abstenerse de la fornicación no es sólo permanecer en una condición santificada delante de Dios, sino también mantener y guardar una posición de honor delante del hombre. Siempre que alguien se involucra en la fornicación, se contamina, y su santificación queda anulada. Además, pierde su honor delante de los hombres. Ni siquiera los incrédulos honran a quienes cometen fornicación. Por tanto, debemos saber cómo poseer, guardar, preservar, nuestro propio cuerpo en santificación para con Dios y en honor delante de los hombres. Debemos ser personas que son santificadas para Dios y que tienen honor delante de los hombres. Para ser tales personas, debemos abstenernos absolutamente de la fornicación y no ceder terreno a la sospecha en este asunto.
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SEMANA 1 — DÍA 6
Alimento matutino
1 Co. 12:31 …Mas yo os muestro un camino aun más excelente.
13:7 [El amor] todo lo cubre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Todos debemos aprender a pastorearnos los unos a los otros.
Que yo los pastoree a ustedes no significa que yo no necesite de su pastoreo; ciertamente necesito que ustedes me pastoreen a mí. Todos tenemos defectos y carencias. Todos tenemos algún defecto. Por lo tanto, tenemos que humillarnos y buscar la gracia de Dios. Esto fortalece nuestro espíritu para que visitemos a la gente y la cuidemos, sin importar si ellos son buenos o malos. Independientemente de lo que sean, debemos ir a visitarlos y persistir en ello… Estoy esforzándome al máximo por ayudar a las iglesias a edificar los grupos vitales, con un espíritu de pastoreo lleno de amor y preocupación para con otros.
Necesitamos tener esta clase de amor e ir a los hermanos que se han enfriado y que piensan que la iglesia los juzga, y hacerles ver que la iglesia no censura a nadie. Al contrario, ella quiere ver que todos regresen. Si todos ellos regresaran, yo lloraría de agradecimiento ante el Señor. El Señor me es testigo de que no juzgo a nadie. No estamos calificados para condenar a nadie. Sin la misericordia del Señor, estaríamos en la misma posición que los santos que no han vuelto. Por lo tanto, debemos amarlos…“El amor cubre todas las transgresiones” (Pr. 10:12). (Una exhortación amorosa a los colaboradores, ancianos y los que aman y buscan al Señor, págs. 32-33)
Lectura para hoy
Al final de 1 Corintios 12 se nos revela que el amor es el camino más excelente (v. 31b). ¿Cómo puede uno ser un anciano …[o] colaborador? El amor es el camino más excelente. ¿Cómo pastoreamos a la gente? El amor es el camino más excelente. El amor es el camino más excelente para que profeticemos y enseñemos a los demás. El amor es el camino más excelente para que obremos y seamos lo que somos.
El amor prevalece. Debemos amar a todos, incluso a nuestros enemigos. Si los colaboradores y los ancianos no aman a los malos, finalmente no tendrán nada que hacer. Debemos ser perfectos como lo es nuestro Padre (Mt. 5:48) y amar a los malos y a los buenos sin distinción. Debemos ser perfectos como lo es nuestro Padre porque somos Sus hijos, pertenecemos a Su especie. Esto es sumamente crucial. ¿Cómo podemos ser colaboradores y ancianos? Lo somos por el amor en todo aspecto. Debemos amar a toda clase de persona. El Señor Jesús dijo que vino a ser Médico, no para los sanos, sino para los enfermos. El Señor dijo: “Los que están fuertes no tienen necesidad de médico, sino los enfermos” (Mt. 9:12).
La iglesia no es una comisaría donde se arresta a las personas ni una corte legal donde se juzga, sino un hogar donde se cultiva a los creyentes. Los padres saben que cuanto peores sean sus hijos, más necesitarán su cuidado. Si nuestros hijos fueran ángeles, no necesitarían que fuéramos sus padres ni que les criáramos. La iglesia es un hogar de amor donde se cría a los hijos. La iglesia también es un hospital donde los enfermos son sanados y se recuperan. Finalmente, la iglesia es una escuela en la cual se enseña y se edifica a los indoctos que no tienen mucho entendimiento. Puesto que la iglesia es un hogar, un hospital y una escuela, los colaboradores y los ancianos deben ser uno con el Señor para cultivar, sanar, recuperar y enseñar a los demás en amor.
Sin embargo, algunas iglesias son comisarías, donde se arresta a los pecaminosos, y cortes legales donde se les juzga. Pablo tenía otra actitud. Él dijo: “¿Quién está débil, y yo no estoy débil?” (2 Co. 11:29a). Cuando los escribas y los fariseos llevaron una mujer adúltera al Señor, Él les dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Jn. 8:7).Después de que todos salieron, el Señor preguntó a la mujer pecaminosa: “Mujer, ¿dónde están los demás? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni Yo te condeno” (vs. 10-11). ¿Quién no tiene pecado? ¿Quién es perfecto? Pablo dijo:“Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles” (1 Co. 9:22). Esto es amor. No debemos considerar que los demás están débiles, y no nosotros. Esto no es amor. El amor cubre y edifica, así que el amor es el camino más excelente para que seamos lo que somos y obremos con miras a la edificación del Cuerpo de Cristo. (Los grupos vitales, págs. 77-78)
Lectura adicional: Los grupos vitales, cap. 8; Una exhortación amorosa a los colaboradores, ancianos y los que aman y buscan al Señor, cap. 2
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