Según reveló la prensa alemana, el Pontífice entregó el pasado 22 de febrero una carta al actual cardenal y Secretario General de la Conferencia Episcopal alemana Karl Lehmann en la que advierte sobre los peligros de la autosecularización de la iglesia de
ese país. (Tercera Digital)
Papa critica con fuerza a la Iglesia Católica alemana
SANTIAGO, marzo 14 .- Cuando el 27 de enero pasado Juan Pablo II anunció el nombramiento de siete nuevos cardenales, que se sumaban a los 37 dados a conocer una semana antes, el hecho sorprendió a los analistas vaticanos. No sólo era la primera vez que un pontífice anunciaba en dos etapas la lista de futuros purpurados, sino que además entre los elegidos aparecía el nombre del arzobispo y secretario general del Episcopado alemán Karl Lehmann, conocido por sus posturas liberales y sus críticas a la línea vaticana. Por eso, algunos medios italianos no dudaron en asegurar que detrás de la designación habían existido presiones de sectores políticos y religiosos germanos.
Un mes y medio después de ese hecho, las revelaciones sobre los pasos seguidos por el Papa tras dar a conocer ese nombramiento continúan. Así, el diario germano Frankfurter Allgemeine Zeitung informó que el mismo día en que Juan Pablo II entregó a Lehmann su birrete cardenalicio -el 22 de febrero pasado- le dio también una carta. En la misiva el Pontífice le hacía serias advertencias sobre las posturas asumidas por la Iglesia católica alemana, asegurando que éstas se alejaban de la línea oficial del Vaticano.
De acuerdo con el periódico, Juan Pablo II destaca en la carta la sólida estructura organizativa de la Iglesia alemana e incluso la entrega de sus miembros a sus obligaciones pastorales. Sin embargo, advierte sobre el número cada vez mayor de personas que están abandonando la religión en ese país o separándose de la línea oficial impuesta por el Vaticano. Esta autosecularización de la Iglesia alemana, señala el Pontífice, amenaza con vaciarla de su sustancia y hacerla perder credibilidad.
Advertencia doctrinaria
En la misiva, según el diario italiano Il Messaggero, el Papa critica la línea asumida por la Iglesia alemana en los seminarios e institutos teológicos de ese país asegurando que no se puede seleccionar a gusto la doctrina. Además, cuestiona severamente el ecumenismo asumido por los prelados alemanes, advirtiendo que si se deja de lado el tema de la verdad sólo se logran éxitos de fachada. Y, por último, critica el excesivo protagonismo de los laicos en la Iglesia alemana, advirtiendo sobre el peligro de la confusión de roles en las liturgias.
La prensa alemana asegura que la carta no sólo estaba dirigida a Lehmann, sino a los ocho cardenales de la Iglesia católica alemana, incluyendo a otro progresista como Walter Kasper -encargado del Consejo Vaticano para el Ecumenismo- y al propio Joseph Ratzinger, una de las figuras más conservadoras del Vaticano. Sin embargo, fue el propio Lehmann, como Secretario General de la Conferencia Episcopal, quien estuvo encargado de distribuir la carta a los demás purpurados y se espera que en los próximos días se realice una discusión general sobre su contenido.
La Iglesia alemana ha asumido en los últimos años una postura progresista en diversos temas, hecho que ha molestado al Vaticano. Una de las mayores polémicas se centró en la decisión de la Conferencia Episcopal de permitir que los sacerdotes asistieran a los consultorios para el aborto que existen en ese país. El Papa obligó entonces al propio Lehmann a revertir esa medida y éste decidió dejarla a discreción de cada obispo.""
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Se pregunta:
¿Se aproxima en Europa una nueva reforma, pero esta vez liderada por los liberales?
¿Serán suficientes las medidas conservadoras de estos últimos años para contener a los liberales?
¿Cuál será la tasa promedio anual de alemanes que abandona le línea vaticana?
¿Qué opinarán los liberales de América, África y Asia?
¿Quien sería el "purpurado" que pasó la carta a la prensa alemana?
¿Tendrán copia de la carta los luteranos?
En Cristo
Rogelio
ese país. (Tercera Digital)
Papa critica con fuerza a la Iglesia Católica alemana
SANTIAGO, marzo 14 .- Cuando el 27 de enero pasado Juan Pablo II anunció el nombramiento de siete nuevos cardenales, que se sumaban a los 37 dados a conocer una semana antes, el hecho sorprendió a los analistas vaticanos. No sólo era la primera vez que un pontífice anunciaba en dos etapas la lista de futuros purpurados, sino que además entre los elegidos aparecía el nombre del arzobispo y secretario general del Episcopado alemán Karl Lehmann, conocido por sus posturas liberales y sus críticas a la línea vaticana. Por eso, algunos medios italianos no dudaron en asegurar que detrás de la designación habían existido presiones de sectores políticos y religiosos germanos.
Un mes y medio después de ese hecho, las revelaciones sobre los pasos seguidos por el Papa tras dar a conocer ese nombramiento continúan. Así, el diario germano Frankfurter Allgemeine Zeitung informó que el mismo día en que Juan Pablo II entregó a Lehmann su birrete cardenalicio -el 22 de febrero pasado- le dio también una carta. En la misiva el Pontífice le hacía serias advertencias sobre las posturas asumidas por la Iglesia católica alemana, asegurando que éstas se alejaban de la línea oficial del Vaticano.
De acuerdo con el periódico, Juan Pablo II destaca en la carta la sólida estructura organizativa de la Iglesia alemana e incluso la entrega de sus miembros a sus obligaciones pastorales. Sin embargo, advierte sobre el número cada vez mayor de personas que están abandonando la religión en ese país o separándose de la línea oficial impuesta por el Vaticano. Esta autosecularización de la Iglesia alemana, señala el Pontífice, amenaza con vaciarla de su sustancia y hacerla perder credibilidad.
Advertencia doctrinaria
En la misiva, según el diario italiano Il Messaggero, el Papa critica la línea asumida por la Iglesia alemana en los seminarios e institutos teológicos de ese país asegurando que no se puede seleccionar a gusto la doctrina. Además, cuestiona severamente el ecumenismo asumido por los prelados alemanes, advirtiendo que si se deja de lado el tema de la verdad sólo se logran éxitos de fachada. Y, por último, critica el excesivo protagonismo de los laicos en la Iglesia alemana, advirtiendo sobre el peligro de la confusión de roles en las liturgias.
La prensa alemana asegura que la carta no sólo estaba dirigida a Lehmann, sino a los ocho cardenales de la Iglesia católica alemana, incluyendo a otro progresista como Walter Kasper -encargado del Consejo Vaticano para el Ecumenismo- y al propio Joseph Ratzinger, una de las figuras más conservadoras del Vaticano. Sin embargo, fue el propio Lehmann, como Secretario General de la Conferencia Episcopal, quien estuvo encargado de distribuir la carta a los demás purpurados y se espera que en los próximos días se realice una discusión general sobre su contenido.
La Iglesia alemana ha asumido en los últimos años una postura progresista en diversos temas, hecho que ha molestado al Vaticano. Una de las mayores polémicas se centró en la decisión de la Conferencia Episcopal de permitir que los sacerdotes asistieran a los consultorios para el aborto que existen en ese país. El Papa obligó entonces al propio Lehmann a revertir esa medida y éste decidió dejarla a discreción de cada obispo.""
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Se pregunta:
¿Se aproxima en Europa una nueva reforma, pero esta vez liderada por los liberales?
¿Serán suficientes las medidas conservadoras de estos últimos años para contener a los liberales?
¿Cuál será la tasa promedio anual de alemanes que abandona le línea vaticana?
¿Qué opinarán los liberales de América, África y Asia?
¿Quien sería el "purpurado" que pasó la carta a la prensa alemana?
¿Tendrán copia de la carta los luteranos?
En Cristo
Rogelio