LA PORNOGRAFIA GALOPANTE

16 Junio 2001
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Me llamó la atención una serie de artículos sobre la pornografía, la cual aparece en la revista evangélica «Conozca». Los escritores (David Argue, Rafael Mendoza, Judy Bartel, Edgardo Muñoz, José Hernández y Cristina Kunsch), son principalmente profesores de seminarios postgraduados, pastores u oficiales de las Asambleas de Dios en varios países. Nos presentan un cuadro gráfico y alarmante de la plaga que amenaza corromper y destruir la familia y la sociedad moderna.
LAS ETAPAS DE LA PORNOADICCION
Según personas que estudian la conducta humana, hay algunas etapas progresivas de la inducción hacia la pornografía. Estas son:

1. La Tentación. La pornografía apela en primer lugar a un instinto vital del ser humano: el deseo sexual. «La lujuria», Argue observa, «te provoca ver lo prohibido. Te sugiere que necesitas experimentar lo excitante, alimentar los deseos carnales y explorar la intimidad. Se te hace creer que necesitas estar informado acerca de lo que ocurre entre los mundanos. Apela a la curiosidad humana». «En segundo lugar», señala Muñoz, «la pornografía apela a la fantasía. El espectador se identifica con los actores al punto de sentirse protagonista. La fantasía posee su área placentera al punto de reconocérsela como mecanismo de defensa. La soledad, la lascivia, el desorden y desajuste mental y la falta de capacidad para relacionarse con otros individuos de la sociedad contribuyen a la tentación. Matrimonios que experimentan aburrimiento en su relación íntima, son tentados a recurrir a este abominable mal para despertar su pasión».

2. El Encuentro. Sucede exactamente como enseña Santiago: Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte. (1:15). Argue elabora «En la pornografía, la muerte se presenta implacable y penetra todo el ser. Le acompaña una actitud diabólica, la cual impacta la mente, el cuerpo y el espíritu, todo a la misma vez». La persona afectada experimenta en su cerebro una reacción química que provoca una variedad de poderosos efectos físicos y mentales. Se establece una unión entre el pecado y una descarga hormonal. «Las imágenes mentales», dice Mendoza, «quedan indeleblemente impresas. Cada vez vuelve el recuerdo con tal fuerza que uno queda incapaz de romper la cadena de sucesos. Va hundiéndose bajo la influencia de estos aterrantes estímulos».

3. La Adicción. Argue nota que la mayoría de las personas no entienden que de acuerdo con las investigaciones hechas por personas que estudian conducta humana, la pornografía es adictiva de la misma forma que lo es la heroína, el «crack», el alcohol y los juegos de azar. El Dr. James McGough de la Universidad de California dice: «Experiencias al momento del despertar emocional o sexual quedan grabadas en la mente por la química epinefrina, y son muy difíciles de borrar». Jesús lo dijo claramente: «Todo el que peca es esclavo del pecado» (Juan 8:34).

4. La Escalada. El mexicano, Rafael Mendoza, la describe así: Debido a que la pornografía involucra estimulación sexual sin satisfacción personal, la búsqueda de placer erótico toma progresivamente una forma más exigente y abusiva. El material viejo ya no es tan estimulante como el nuevo. Se cree estar en necesidad de alimentarse continuamente de emociones mayores y más fuertes. Resulta entonces, viajes cada vez más explícitos y el aumento de la necesidad no tiene fin. Se producen películas con excesiva violencia. Los individuos, ya sean hombres o mujeres, para satisfacer sus bajos deseos carnales y poder lograr una mayor excitación sexual, ven escenas donde individuos golpean salvajemente a hombres, mujeres e incluso niños. Se comete todo tipo de violaciones. Las torturas frecuentes son demandadas por las víctimas y los victimarios. Los actos sadomasoquistas aberrantes conducen a verdaderos asesinatos en tales cintas. Todo esto tiende a corromper cada vez más la mente del porno adicto.

LA COSECHA AMARGA DE LA PORNOGRAFIA
Las consecuencias de la porno adicción no tardan en aparecer.

1. Toda esta inmoralidad penetra en el subconsciente del individuo. Le infecta dañando su conciencia. Tergiversa la realidad. Lo que antes era alarmante y repugnante se hace aceptable. La conciencia se paraliza al punto de tolerar lo inmoral y el peligro se encuentra en la rápida aceptación de los mitos de violación, degradación de la mujer y la perversidad de reacción contra la violencia.

2. Se rompe la comunión con Dios. A la vista del Señor, el fantasear el acto sexual con una mujer que no es su cónyuge, es adulterio (Mateo 5:27). Este grave pecado aleja al porno adicto de su Señor y pronto ese pierde su vitalidad espiritual.

3. El porno adicto se convierte en un esclavo de su pecado. Pensamientos impuros dominan su mente. Al igual que los antediluvianos, todo designio de los pensamientos era de continuo solamente el mal (Génesis 6:5). Jesús dijo claramente: Todo aquel que practica el pecado, esclavo es del pecado (Juan 8:34).

4. La pornografía con frecuencia provoca a su víctima a cometer actos inmorales. Argue señala que «uno no puede sembrar en la mente ideas, imágenes, pensamientos, sugerencias sin poner por obra una manifestación malsana de lo mismo. La impresión produce la expresión: «El hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo» (Lucas 6:45)».

5. La pornografía destruye la familia. El sexo, fuera del matrimonio, no obstante la expresión que tome, se transforma en una fuerza destructora de la familia, la mujer y la sociedad. En el plan de Dios, el amor romántico, incluso el sexo, tiene el sublime propósito de unir a dos personas permanentemente a fin de formar la familia. En contraste la pornografía es un factor potencial de la individualidad. Muñoz observa: «Mientras que la versión ortodoxa del sexo comprende a dos personas que lo realizan de común acuerdo bajo la cúpula del amor, la responsabilidad y el compromiso, la pornografía evita la concordancia entre dos individuos. La cobardía queda en relieve frente al sujeto que sintiéndose incapaz de caminar hacia la inmadurez, opta por el goce solitario sin esfuerzos ni riesgos de fracaso...». La pornografía fomenta el sexo sin amor, ni compromiso ni responsabilidad. El sexo está vinculado estrechamente a la vida, pero el compromiso y la responsabilidad con la vida son nulos». La filosofía de «Playboy» haría de la mujer un mero juguete del varón, un objeto de su pasión nada más. Según Cristina Kunsch, le despojaría de toda dignidad. Argue añade: «Existe el mito de que la expresión pornográfica es buena para el matrimonio que no anda bien en la intimidad. Esto es mentira. Lo que sucede es que el cónyuge viene a ser un objeto de juego y no una persona. Aún comparar al cónyuge con una fotografía pornográfica retocada por un técnico puede ser destructivo. Cuando se tiene problema en la intimidad con la pareja, hay que aprender a amar a la pareja y comunicarse con él o ella. No se puede entregar la vida emocional a cosas chocantes, cosas que pueden hacer más grande el distanciamiento en las relaciones del matrimonio».

La Biblia habla mucho acerca de las implicaciones del sexo caído. Desde el período de Génesis hasta hoy podríamos constatar de cuántas maneras su mal uso se ramifica en traiciones, mentiras, calumnias, sobornos, arrebatos pasionales, violencia, vínculos amorosos rotos, desconfianza en futuras relaciones entre ambos sexos, caída de la autoestima, celos amargos, dificultades en el desempeño de la maternidad o paternidad, búsquedas del amor adulto por caminos equivocados y hasta antinaturales.

MEDIDAS PREVENTIVAS
1. Consejos a los tentados. Con sabiduría el apóstol nos amonesta: No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncielas, porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto (Efesios 5:11-12). Huye también de las pasiones juveniles (2 Timoteo 2:22). La batalla contra la mugre inmoral se desata en la mente (Romanos 8: 5-8). Necesitamos mantener nuestra imaginación protegida, poniendo cuidado sobre nuestros ojos, nuestros pensamientos y controlando los excesos de una imaginación desenfrenada.
Santiago escribe: Resistid al diablo, y él huirá de vosotros (4:7). Si no viene la resistencia en los primeros momentos, la tentación conduce a miradas prolongadas, a más tiempo observando fragmentos de programas pornográficos de la televisión, a fotografías sugestivas, o a secciones de libros y revistas impuras.

2. Consejos a los padres. Judy Bartel señala que los padres, cuyos hijos tienen acceso al Internet en el hogar, deben aprender como prevenir a los jóvenes y niños. Nos da una lista de sugerencias:
a. Los que tienen computador en casa, negocio o iglesia, pueden pedir a un programador que bloquee la entrada al Internet con claves que únicamente personas maduras y de responsabilidad conocen.
b. Hay que mandar revisar los archivos periódicamente para saber qué está guardando en la memoria del computador.
c. Pueden dividirse en grupos dentro del culto de los jóvenes y en las clases de los niños para «chatear», como se dice en ciberidioma, sobre los peligros del Internet y cómo cuidar el espíritu contra una invasión del enemigo.
d. Se puede promover un movimiento cívico para que los negocios públicos de alquiler de computadores por horas tengan la obligación de supervisar a los menores que entran a sus establecimientos.

En si, el computador y el Internet no son malos. Son más bien medios e instrumentos mecánicos de los cuales el enemigo quiere valerse para que tanto niños como también jóvenes caigan en la inmoralidad. Más que nunca tenemos que aprender nosotros y enseñar a los niños y jóvenes la obligación de guardar las puertas de nuestra alma, en especial los ojos y los oídos.

Tenemos que estar prevenidos y armados contra los dardos del enemigo y no permitirle entrar «ni por el Internet ni por ningún otro medio». No aceptemos ni la primera muestra, así sea pagando o gratis.

3. Consejos a la iglesia. Es fundamental, observa Rafael Mendoza, la congregación comprenda que nadie queda inmune a este vicio degradante. Por desgracia existen casos en que algún creyente o hijo de creyente se deja influenciar. Tales víctimas se iniciaron por curiosidad o por juego. Para los tales la iglesia debe proporcionar la ayuda correspondiente. Se tiene que desenmascarar a la pornografía como lo que es: una esclavitud enajenadora de la conciencia. Si no se realiza el cometido ministerial acertada y denodadamente, Dios demandará la falta de responsabilidad.

El pastor juntamente con líderes de la iglesia debe promover campañas de información y formación para que los jóvenes comprendan el propósito de Dios en cuanto a su actitud hacia la pornografía. Tales esfuerzos deben tener el propósito de mostrar la gravedad de la situación social. Se debe confrontar a la juventud con la palabra de Dios.

La gravedad del asunto tiene que comprenderse. Cada hogar de la iglesia tiene que enfrentar los medios visuales e impresos de comunicación. El pastor puede y debe hacer algo para detener el pandemónium. El mensaje desde el púlpito debe incluir un llamado a regresar a Dios como única alternativa.

PASOS PARA SALIR DEL VICIO
¿Cuál es el camino hacia la libertad?. Uno tiene que purificarse y luego seguir andando en lo puro. Para lograr una limpieza tenemos que tomar cinco pasos.

1. Aceptar la verdad de la Palabra de Dios. En oración hay que aceptar la Biblia. Hay que decir: «Si, Señor, he pecado, he tolerado la mugre y he sucumbido ante la tentación. Pero Señor, restablezco mi vida a la pureza por tu Espíritu». Con la ayuda de Cristo no se puede permitir nada más de lo pornográfico en la vida. Tenemos que resistir toda tentación en esta área.

2. Confesar el pecado. Algunas personas caminan muy profundo en el pecado y esperan que se desaparezca del todo en un dos por tres. La cruz es suficiente para redimirnos de todo pecado, pero por medio de un profundo arrepentimiento personal es que Dios trae cambios al alma.

3. Clamar al Señor desde el fondo del alma. Tenemos que examinar cada hecho pecaminoso y arrepentirnos. Hay que recibir el perdón y la misericordia de Dios. Su misericordia es grande y su perdón es inmensurable.

4. Entregar la totalidad de lo que somos a Jesucristo. Esto abarca los pensamientos, la vida sexual y la vida emocional. Él quiere todo lo que somos.

5. Fortalecer el enfoque de la mente. Dice proverbios 23:7 «Tal como piensa en su corazón, así es el hombre». Un ejercicio de ayuda es la lectura del libro de Proverbios buscando muchas referencias a la verdad acerca de la inmoralidad. Hay que fijarse en ellas. Nos incumbe edificar la mente y proteger la vida con la verdad que el Señor tiene para nosotros.

VIVIENDO LA LIBERTAD
Para poder mantenerse puro y limpio, David Argue nos ofrece cuatro consejos.

1. Purificar la vida de toda forma posible. Hay que hacer un inventario completo de la perversión que existe en la vida de uno. Tenemos que estar conscientes de las maneras en que entra la lascivia. Uno ha de entrar en un modo de pensar continuamente en al operación de hacer la limpieza. Si se hace difícil controlar lo que uno ve en la televisión, entonces la solución es no ver nada en ningún canal. Si por ahí se introduce la tentación, hay que deshacerse de todo. Quizá eso parecerá un extremismo, pero Jesús dijo: «Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti, pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno» (Mateo 5:29).

2. Evitar lugares donde se le presenta a uno la tentación de mirar algo de la pornografía. Aléjate de la adúltera; no te acerques a la puerta de su casa, (Proverbios 5:8). De vez en cuando nos toca estar fuera del hogar. Cuando uno está solo en la habitación del hotel, la tentación puede ser prominente. Antes de que uno se siente débil, hay que ser muy listo. Estando a solas en un hotel, uno puede darse cuenta de que la tentación se hace fuerte y por lo tanto hay que hacer una estrategia con la ayuda del Espíritu Santo.
Algo que yo hago al llegar a la habitación es llamar a mi esposa para decirle el número del cuarto en que me encuentro. También le digo: «He desenchufado el televisor». Es que no quiero regresar a mi habitación después de una reunión en un estado de preocupación y cansancio y sentir el deseo de buscar en los canales algo que ayude a sentirme mejor. Quiero que el tiempo en la habitación del hotel sea un retiro seguro donde Dios y yo podamos estar a solas.
Algunas veces traigo fotografías de mi esposa e hijos y las pongo sobre la pantalla del televisor. En otras ocasiones tomo autoridad espiritual sobre la atmósfera del cuarto.

3. Ser lleno del Espíritu. Pablo da este consejo. Como el Espíritu mora en el creyente y como él desea la santidad, él ha de ayudarnos a tener una vida santa. Él fortalecerá nuestra vida y hará que vivamos de una manera piadosa.

4. Orar con frecuencia cuando somos tentados. Hay que rogar al Espíritu Santo que venga a nosotros de una manera nueva para vestirnos de la pureza de Jesucristo.

SER RESPONSABLE A OTRA PERSONA
El que lucha con la pornografía necesita ser responsable a alguien más con quien pueda hablar amplia y abiertamente. Nos hace falta quién ore con nosotros y nos pregunte: «¿Cómo te va hoy?».

La responsabilidad mutua es particularmente primordial para los pastores. Los ministros pueden tener sentimientos de soledad en el ejercicio de sus tareas y no tener en quién confiar. Pero necesitan tener a alguien, la pareja, o una persona cerca de ellos, Proverbios 5:20-21 está dirigido a un joven varón, pera también es para las jovencitas. Es para todos.


pax