
No es la pobreza sinónimo alguno de vida indigna,
No es la pobreza carencia alguna de bienes,
No se renuncia al derecho divino de la vida digna,
No se persigue una vida descuidada e indigna,
No se rechazan en medida alguna los favores con que Dios te ha bendecido.
No renuncias a tus bienes,
Renuncias a la identificación con el materialista sentido de la vida,
No renuncias a la vida digna,
Te rehúsas a escuchar la voz del ego, que cada vez pide más y más para sentirse pleno,
Renuncias a acumular vanas posesiones,
Te conformas solo con lo necesario para suplir las básicas necesidades de la vida.
El pobre no anhela cosas, no persigue triunfos materiales,
El pobre busca la verdad y el amor, un sentido más pleno y verdadero de la vida.
No se descuida el cuerpo, pues este enfermaría,
Se alimenta el mismo de comida, se protege contra el frío y la lluvia,
Contra la contradictorias inclemencias del tiempo,
Más se nutre el corazón con la palabra que da vida.
Pobreza no es enfermedad, es vida.
Pobreza no es prescindir, es gozar sin deseo,
Es abundancia sin anhelo,
Es esperar de Dios lo que mereces, no perseguir con tu trabajo lo que no necesitas.
El pobre no trabaja por dinero,
Trabaja por esparcir semillas en el campo de la vida,
Siembra una vida en el corazón de cada ser vivo,
Para que cada semilla florezca y el hombre se ilumine.
El pobre es rico, más su riqueza no son humanos tesoros escondidos en la arena,
la abundancia de su amor, habla por las riquezas escondidas en su corazón.
Hacerte pobre no es deshacerte de lo que Dios para tu subsistencia te ha dado,
de otro modo esto sería ofender a Dios,
Es hacerte conocedor de que el sustento del hombre, es más que la comida y el vestido,
Es hacerte conocedor de que debes renunciar a ti mismo, para poder experimentar la unidad con todo ser vivo.
¿De qué te sirve abandonarlo todo, sino sientes amor por cada ser vivo?
¡Hipócrita! Más te vale ser Rey en un castillo, pero amar a cada ser al que Dios ha dado la vida.
La pobreza es un medio, no un fin. Un medio para llegar a Dios, más no es el único camino.
Conozco un camino corto y seguro: ¡EL AMOR!
¿De qué te sirve pasar hambre, si hay odio en tu corazón?
Hipócrita, más te vale comerte cien vacas, pero sentir palpitar el amor de Dios en tu corazón,
No es la comida lo que lleva a Dios, sino el sincero altruismo que nace de este amor.
No viste el pobre de harapos, sino de bellas túnicas blancas, de fino lino, acrisoladas,
La pobreza no es apariencia externa, en sencillez y humildad de corazón,
Es sencillez de procederes, es la pureza ingenua de la mente.
La pobreza es carencia de ambición en el hombre,
Es abundancia de amor en el corazón.
No des señales externas al mundo,
No hables de tus riquezas y de tus anhelos,
Antes que nada: ¡LA POBREZA ES HUMILDAD Y SENCILLEZ DE CORAZÓN!
No exaltes a un hombre por sus vanas y deprimentes posesiones,
Exáltalo por los divinos valores que anidan en su corazón.
El hombre malvado acumula bienes,
El hombre benévolo acumula riquezas en su corazón.