La Oración es...
Invisible paloma mensajera
que en un divino vuelo
impulsada por una fe sincera
parte del corazón y llega al cielo.
Anhelo indefinible que agiganta
la luz de la razón en nuestra frente
y otorga al labio, misteriosamente
el himno santo que al eterno canta.
¡Oh, sublime oración! A veces ruedas
magnifica, encerrada
en una dulce lágrima furtiva
y solo libre quedas
cuando, deshecha, aquella, la mirada
en el cielo se fija pensativa.
Tu estas en el suspiro del creyente,
y en la palabra siempre luminosa
de quien bendice a Dios porque lo siente,
en el gemido del que se arrepiente
y en la voz de la madre cariñosa.
¡Cuantas veces el alma por la prueba
constante de la vida,
en gratitud y amor a Dios se eleva,
como aroma de flor que el viento lleva
quien sabe a que región desconocida!
Porque orar es librarse del pecado,
y es recibir de Dios paz y consuelo,
y es olvidar el llanto del pasado,
y es acercarse poco a poco al cielo.
Invisible paloma mensajera
que en un divino vuelo
impulsada por una fe sincera
parte del corazón y llega al cielo.
Anhelo indefinible que agiganta
la luz de la razón en nuestra frente
y otorga al labio, misteriosamente
el himno santo que al eterno canta.
¡Oh, sublime oración! A veces ruedas
magnifica, encerrada
en una dulce lágrima furtiva
y solo libre quedas
cuando, deshecha, aquella, la mirada
en el cielo se fija pensativa.
Tu estas en el suspiro del creyente,
y en la palabra siempre luminosa
de quien bendice a Dios porque lo siente,
en el gemido del que se arrepiente
y en la voz de la madre cariñosa.
¡Cuantas veces el alma por la prueba
constante de la vida,
en gratitud y amor a Dios se eleva,
como aroma de flor que el viento lleva
quien sabe a que región desconocida!
Porque orar es librarse del pecado,
y es recibir de Dios paz y consuelo,
y es olvidar el llanto del pasado,
y es acercarse poco a poco al cielo.
Amada
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