-"TEOLOGÍA BÍBLICA"-
“Dios ve el corazón” es cierto, pero la Biblia también dice que el corazón se conoce por sus frutos.
Si tu ropa comunica una cosa y tu boca otra, no es tu ropa el problema, es tu corazón.
La mujer que dice que “Dios mira el corazón, no mi ropa” suele olvidar que Romanos 12:1 ordena presentar el cuerpo como sacrificio vivo y que 1 Timoteo 2:9 manda a vestirse con pudor y modestia. La modestia no es legalismo, es obediencia.
No es que Dios necesite ver tu ropa, es que tu vestimenta revela tu teología.
Revela si buscas adoración o buscas adorar.
Revela si eres templo del Espíritu o vitrina para la carne.
¿VITRINA PARA LA CARNE?
La Biblia dice que el creyente debe hacer todo para la gloria de Dios.
Todo incluye cómo hablas, cómo caminas y cómo te vistes.
Una mujer que dice amar a Cristo pero se viste para atraer miradas está predicando un evangelio donde Cristo no reina, reina su ego.
No es que la ropa te condene, es que tu mensaje visual contradice tu mensaje espiritual.
Y cuando la vida contradice la boca, la boca miente y la vida dice la verdad.
La modestia no te hace más santa, pero sí demuestra a quién perteneces.
No te salva, pero sí evidencia si fuiste salvada.
Esta conversación no es sobre tirarte encima una sábana.
Es sobre qué historia cuenta tu vida cuando entras a la casa de Dios.
Porque si “Dios ve tu corazón”, entonces todo en ti debería reflejarlo.
Si tu corazón es de Cristo, tu exterior también debe hablar como Él manda.
Una mujer piadosa no se pregunta “¿Qué tiene de malo esto?”, se pregunta “¿Honra a Cristo?”.
Esa es la diferencia entre excusa y obediencia.