"LA MUESTRA MÁS GRANDE DE AMOR"

21 Agosto 1999
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Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estaba en mi sofá preferido con un buen libro en la mano. El cansancio me fue venciendo y empecé a cabecear...

En algún lugar entre la semi-inconsciencia y los sueños, me encontré en aquel inmenso salón, no tenía nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones.

Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado: "Muchachas que me han gustado". Lo abrí descuidadamente y empecé a pasar las fichas. Tuve que detenerme por la impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: se trataba de las muchachas que a MÍ me habían gustado!

Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de donde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia.

Estaban escritas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria había ya olvidado.

Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga, empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido.

Algunos me trajeron alegría y momentos dulces; otros, por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para ver si alguien me observaba.

El archivo "Amigos" estaba al lado de "Amigos que traicioné" y "Amigos que abandoné cuando más me necesitaban".

Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. "Libros que he leído", "Mentiras que he dicho", "Consuelo que he dado", "Chistes que conté", otros títulos eran: "Asuntos por los que he peleado con mis hermanos", "Cosas hechas cuando estaba molesto", "Murmuraciones cuando mamá me reprendía de niño", "Videos que he visto"...

No dejaba de sorprenderme de los títulos.

En algunos ficheros habían muchas más tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de lo que yo pensaba. Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado.

¿Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad. Cada una escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma.

Cuando vi el archivo "Canciones que he escuchado" quedé atónito al descubrir que tenía más de tres cuadras de profundidad y, ni aun así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de la música, sino por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.

Cuando llegué al archivo: "Pensamientos lujuriosos" un escalofrío recorrió mi cuerpo. Solo abrí el cajón unos centímetros. Me avergonzaría conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido. Me sentí asqueado al constatar que "ese" momento, escondido en la oscuridad, había quedado registrado... No necesitaba ver más...

Un instinto animal afloró en mí. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie debe de ver estas tarjetas jamás. Nadie debe entrar jamás a este salón. Tengo que destruirlo! En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón.

Me desesperé y trate de tirar con mas fuerza, sólo para descubrir que eran más duras que el acero cuando intentaba arrancarlas.

Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar. Apoyando mi cabeza al interminable archivo, testigo invencible de mis miserias, y empecé a llorar. En eso, el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación: "Personas a las que les he compartido el Evangelio". La manija brillaba, al abrirlo encontré menos de 10 tarjetas.

Las lagrimas volvieron a brotar de mis ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar. Caí de rodillas al suelo llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, Jamás, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre.

Y mientras me limpiaba las lagrimas, lo vi. ¡Oh no! ¡Por favor no! ¡El no! ¡Cualquiera menos Jesús! El Hijo de Dios, Impotente vi como Jesús abría los cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción. En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada.

Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. Leyó todas las tarjetas

¿Por qué tiene que leerlos todos? Con tristeza en sus ojos, buscó mis ojos y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. Sabía que el lugar más exacto para mí es el Lago de Fuego. Él, se acercó, y me puso sus manos en mis hombros.

Pudo haber dicho muchas cosas. Pero Él no dijo una sola palabra. Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio... y lloró conmigo. Lloramos juntos largo rato

Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, incluso a ese de lujuria y perversión sexual y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío.

¡Noooooooo! Le grité corriendo hacia Él.
Lo único que atiné a decir fue solo ¡no! ¡no! ¡no! Cuando le arrebaté la ficha de su mano. Tu nombre Señor no tenía por que estar en esas fichas.

No eran sus culpas, ¡eran las mías! Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubrió el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas.

No entiendo como lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo vi cerrar el último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo:
- Consumado es, está terminado, yo he cargado con tu vergüenza y culpa.

En eso salimos juntos del Salón... Salón que aún permanece
abierto...
Porque todavía faltan más tarjetas que escribir.

Aún no sé si fue un sueño, una visión, o una realidad... Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará más fichas de que alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.

Shalom



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y la paz de Dios que sobre pasa todo entendimiento guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesus, Amén
 
Si el concepto captador que tiene del Amor es proveniente de sus profecias,usted no contiene el Amor de Dios ni le ha sido imputada Su Justicia Perfecta,está engañado y engaña a los demás.

Dios le pedirá cuentas por engeñar a su Pueblo.
 
Sr. Mora:

Realmente tiene usted razón, aun que casi no le entiendo a sus palabras

Si fuese tan amable de escribir a [email protected] y me explica, para mi edificación si en algo le valgo la pena

Gracias
 
HUGO...esto que contemplan ustedes al paracer como cierto es una interpretación privada;estoy actualmente en otro tema en el foro,pero repito que es profecía inexacta.

Respetuosamente en Jesucristo

BORIS YELTSIN SERÁ QUEBRANTADO NO
EN ENOJO NI EN BATALLA. Daniel 11:20
(Destituido)


PROFECÍA BÍBLICA POR CUMPLIRSE:
_____________________________________

Y SUBIRA GORBACHOV: SALDRÁ

VENCEDOR CON POCA GENTE. Daniel 11:23


SEGUNDA BESTIA. Apocalipsis. 13:11-12


CON PAZ DESTRUIRÁ A MUCHOS. Daniel 8:25

VIENE EL GOBIERNO ÚNICO MUNDIAL CON
EL ANTICRISTO, CON LA NEGACIÓN DE LA
DIVINIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís:
Si otro viniere en su propio nombre aquél recibiréis
S. Juan 5:43.


EL ANTICRISTO.


MIJAIL GORBACHOV
PREMIO NOBEL DE PAZ
1991
(Daniel 8:25).

* EL LIDER MUNDIAL(MIJAIL GORBACHOV)
SERÁ APOYADO POR EL MILITAR(SADDAM
HUSSEIN).(La bestia que ve Daniel 7:7 y Hab. 1:6-7)
QUE HARÁ GUERRA CONTRA LOS SANTOS Y
LOS VENCERÁ . Ap. 13:7

*EL MILITAR QUE SERÁ MARTILLO DE TODA LA
TIERRA. Jeremías 50:23.


Que hará que se le adore . Apocalipsis 13:12

*SI ALGUNO ADORA A LA BESTIA (MIJAIL GORBACHOV)
Y A SU IMAGEN(SADDAM HUSSEIN), Y TOMA LA SEÑAL
EN SU FRENTE, O EN SU MANO, ESTE TAMBIEN BEBERÁ
DEL VINO DE LA IRA DE DIOS. Ap.14:9-10

*A TRES REYES DERRIBARA(TRES NACIONES EE.UU.,Gran
Bretaña y Francia) Daniel 7:24.

*PRIMERA BESTIA. Apocalipsis 13:3-4


*FALSO PROFETA: (o gran ramera)
Saddam Hussein.
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Sr. Manuel Mora:

Creo firmemente que está usted confundido, Creo que es usted rápido para la ofensa y lento para la reflexión, mire le voy a explicar.

La profecía es de – d c d - lo que yo hice fue preguntarle por E mail cual era su profecía y pegarla; pues al inicio del epígrafe dice “ tengo un gran testimonio de profecía” más no dice cual es ese testimonio.

Entonces le pregunte me contesto y yo lo pegue para que ya no se tuviese que estar escribiendo cada vez que se quiera conocer la profecía de – d c d-

He notado en usted varios mensajes aquí y en otros epígrafes dirigidos a mí, con cierto resentimiento porque usted ha vivido creyendo que la profecía es mía, que lástima que no lea usted con cuidado, la profecía es de – d c d – y no mia.

QUE DIOS LO PERDONE

Atentamente

Hugo