La meta de la salvacion organica

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5 Septiembre 2001
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ALIMENTO DIARIO
Leer con oración: 1 Ts.1:3, 9b, -10a
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Ro.12:1)
LA META DE LA SALVACIÓN ORGÁNICA
Cuando el evangelio de la gracia es predicado, las personas son conducidas a la salvación, la regeneración, y se transforman en hijos de Dios. Pablo hace una disertación sobre este evangelio en Romanos 1 al 8. De los capítulos 9 al 11, él nos habla sobre 1a salvación de los judíos. A partir del capítulo doce, aborda la salvación orgánica; ese es el evangelio del reino. Por medio de 1a salvación orgánica, nosotros que ya tenemos la vida de Dios podemos crecer en vida hasta alcanzar la madurez espiritual.
Nuestro encargo real está en el evangelio del reino, que es 1a salvación orgánica y no sólo la redención judicial. La redención judicial se refiere a lo que el Señor Jesús hizo en la carne, muriendo en la cruz para redimirnos. Para experimentarla sólo basta creer y la recibimos. Pero eso es sólo el comienzo. Dios quiere realizar en nosotros Su salvación plena, 1a salvación orgánica.
Romanos 12 nos muestra como, después de nuestra salvación crecemos paso a paso. El versículo 1 dice: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional". Veamos también 1 Tesalonicenses 1:9b-l0a: "os convertisteis de los idolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo". Después que Pablo les predicó el evangelio, tres cosas sucedieron con los hermanos de Tesalónica: 1) dejaron los ídolos y se convirtieron a Dios, 2) comenzaron a servir al Dios vivo y verdadero, y 3) esperaban de los cielos a Su Hijo. Podemos decir que dejar a los ídolos y convertirse a Dios es algo hecho por la fe; es una obra de fe. Servir al Dios vivo y verdadero es un trabajo de amor. Esperar de los cielos a Su Hijo, a quién Él resucitó de entre los muertos a Jesús quién nos libra de la ira venidera, es algo unido a la perseverancia en la esperanza. Esto incluye toda nuestra carrera cristiana. Después de ser salvos, debemos presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo y esa consagración no sucede solamente una vez. La obra de la redención judicial cumplida por el Señor en la cruz fue de una vez y para siempre, pero cuando hablamos de la salvación completa, por ser orgánica, debe ser algo continuo, que ocurre siempre, así como el metabolismo que sucede en nosotros cuando nos alimentamos. Nuestra consagración debe ser continua. Cuando nos convertimos todos nos consagramos al Señor, pero necesitamos constantemente renovar nuestra consagración.
La salvación orgánica es como un proceso metabólico en nuestro ser, en el que las células viejas mueren y las nuevas nacen. La consagración orgánica, es continua. El primer punto es presentar nuestro cuerpo. El segundo es ofrecernos como sacrificio vivo. En el Antiguo Testamento, el sacrificio era inmolado sobre el altar. Nosotros estamos vivos. El animal sacrificado en el Antiguo Testamento debía derramar la sangre, ser cortado en pedazos y colocado sobre el altar. Hoy pasamos por muchas situaciones en las que somos "sacrificados, desollados y divididos en piezas". Cuando eso ocurre, somos un sacrificio vivo.
Además de estar vivo, el sacrificio es santo, santificado, y separado. La santificación tiene dos aspectos: objetivo y subjetivo. El aspecto objetivo, es que fuimos separados del mundo; el aspecto subjetivo es que más y más de la naturaleza santa de Dios nos es añadida, haciéndonos santos como Él es santo. En el Antiguo Testamento, cuando el animal era sacrificado y ofrecido al Señor, era colocado sobre el altar del holocausto y quemado hasta volverse en cenizas. Esto prefigura la santificación, pues la ceniza es el resultado de la acción del fuego. Toda impureza es quemada y lo que queda es la ceniza. Pablo habla de que somos un sacrificio vivo.
Palabra clave: Vivo y santo
Pregunta: ¿Cuál es la relación entre 1 Tesalonicenses 1:9b-10a y 1:3?
Dong Yu Lan
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