La mayoría de los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tienen una comprención básica de quién es El Espíritu Santo. Casi todos han sentido Sus impresiones y comprenden perqué se le llama el Consolador.
Saben que "el Espíritu Santo... es un personaje de Espíritu" y que es uno de los miembros de la Trinidad.
Pero no saben que hay otro Espíritu -"La luz de Cristo"-, otra fuente de inspiración que cada uno de nosotros posee en común con todos los demás miembros de la familia humana. Si sabemos lo que es la luz de Cristo, entenderemos que hay algo dentro de todos nosotros y que podemos recurrir a eso en nuestro deseo de dar a conocerla verdad.
El Espíritu Santo y la luz de Cristo se diferencian entre sí. Aunque a veces se describen en las Escrituras con las mismas palabras, son dos entidades diferentes y distintivas.
Cuanto más sepamos sobre la luz de Cristo, más enteremos sobre la vida y más amor profundo sentiremos por la humanidad.
La luz de Cristo se define en las Escrituras como "el Espíritu que da luz a todo hombre que viene al mundo"; "la luz que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas, que es la ley por la cual se gobiernan todas las cosas".
Y la luz de Cristo también se describe en las Escrituras como "el Espíritu de Jesucristo", "el Espíritu del Señor" (2 Corintios 2:18), "el Espíritu de verdad", "la luz de la verdad", "el Espíritu de Dios" y "el Santo Espíritu". Algunos de esos términos se usan también para referirse al Espíritu Santo.
Saben que "el Espíritu Santo... es un personaje de Espíritu" y que es uno de los miembros de la Trinidad.
Pero no saben que hay otro Espíritu -"La luz de Cristo"-, otra fuente de inspiración que cada uno de nosotros posee en común con todos los demás miembros de la familia humana. Si sabemos lo que es la luz de Cristo, entenderemos que hay algo dentro de todos nosotros y que podemos recurrir a eso en nuestro deseo de dar a conocerla verdad.
El Espíritu Santo y la luz de Cristo se diferencian entre sí. Aunque a veces se describen en las Escrituras con las mismas palabras, son dos entidades diferentes y distintivas.
Cuanto más sepamos sobre la luz de Cristo, más enteremos sobre la vida y más amor profundo sentiremos por la humanidad.
La luz de Cristo se define en las Escrituras como "el Espíritu que da luz a todo hombre que viene al mundo"; "la luz que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas, que es la ley por la cual se gobiernan todas las cosas".
Y la luz de Cristo también se describe en las Escrituras como "el Espíritu de Jesucristo", "el Espíritu del Señor" (2 Corintios 2:18), "el Espíritu de verdad", "la luz de la verdad", "el Espíritu de Dios" y "el Santo Espíritu". Algunos de esos términos se usan también para referirse al Espíritu Santo.