“ De manera que la ley es nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe.” Galatas 3:24
AYO: Persona encargada de criar o educar a un niño.
LA LEY NOS CONDUCE A CRISTO.
Por más que intentamos cumplir la ley por nuestros propios medios no la cumplimos. Lo cual significa que no podemos solos, tenemos que recurrir necesariamente a Cristo para nuestra salvación como dice en el verso 11 del capitulo tres de Galatas “Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto que el justo por la fe vivirá”. Solo tenemos esperanza en Jesucristo pues en la ley nos corresponde la muerte que es la paga del pecado. Mas en Cristo tenemos vida eterna.
Mirando el contexto del capitulo tres a los Galatas Para aclarar este versículo en su totalidad por el cual somos justificados solo por la fe en Jesucristo y no por la ley voy a retomar el capitulo en su totalidad.
En un principio Pablo cuestiona a los Galatas como insensatos demostrándoles que por la fe y no por la ley recibieron los judíos el Espíritu Santo corresponde esto del verso 1 al 5.
Continuamos con Abraham justificado por la fe verso 6 al 12. Comenzando con el 6 que dice lo siguiente “como Abraham creyó en Dios y le fue imputado a Justicia” Luego Abraham tuvo que creer y tener fe en Dios para ser declarado justo. Para probar el Apóstol Pablo que la justicia no era debida a las obras materiales prescritas por la ley, sino al espíritu interior de la fe, el apóstol recurre a Abraham de quienes los judíos se decían hijos. Según Génesis 15: 6, cuando Dios prometió al Patriarca un hijo, no obstante su ancianidad y esterilidad de Sara, dio fe a la palabra del Señor. Y esta fe fue imputada como acto de justicia.
De este hecho saca el apóstol la ley general de la justicia por la sola fe sin la circuncisión ni la ley, que aún no eran dadas.
Al contrario, quien pone la esperanza de su justicia en la ley y no la cumple , como no la cumplían los judíos, están bajo las maldiciones de la misma ley, es decir de las sanciones de ella. Esas maldiciones las ha soportado Jesucristo en la cruz, en que expió nuestros pecados. Como podemos ver toda nuestra esperanza la tenemos en Cristo Jesús pues en la ley no hay esperanza de vida. Debe conducirnos o dirigirnos nuevamente a Cristo es por esto que podemos decir como Pablo “De manera que la ley nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe”.
Verso 14 “Para que la bendición de Abraham fuese sobre los Gentiles en Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu Santo.” Nosotros como gentiles o personas no judías tenemos nuestra esperanza única y exclusiva en la fe en Cristo Jesús para nuestra redención.
Verso 18 “Por que si la herencia es por la ley ya no es por la promesa: empero Dios por la Promesa hizo la donación a Abraham.” Dios cumple sus promesas.
Por Jesucristo todos somos hechos hijos de Dios como dice el verso 27 “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo de Cristo estáis vestidos”. Todos somos una gran familia en Cristo, la iglesia. Y Cristo es la cabeza como dice el verso 28 “No hay judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” En cristo somos un solo cuerpo solo en él tenemos esperanza de salvación y nos hace una invitación a todos sin hacer distinciones. Esta en nosotros el aceptar esa invitación para que él more en nuestros corazones.
AYO: Persona encargada de criar o educar a un niño.
LA LEY NOS CONDUCE A CRISTO.
Por más que intentamos cumplir la ley por nuestros propios medios no la cumplimos. Lo cual significa que no podemos solos, tenemos que recurrir necesariamente a Cristo para nuestra salvación como dice en el verso 11 del capitulo tres de Galatas “Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto que el justo por la fe vivirá”. Solo tenemos esperanza en Jesucristo pues en la ley nos corresponde la muerte que es la paga del pecado. Mas en Cristo tenemos vida eterna.
Mirando el contexto del capitulo tres a los Galatas Para aclarar este versículo en su totalidad por el cual somos justificados solo por la fe en Jesucristo y no por la ley voy a retomar el capitulo en su totalidad.
En un principio Pablo cuestiona a los Galatas como insensatos demostrándoles que por la fe y no por la ley recibieron los judíos el Espíritu Santo corresponde esto del verso 1 al 5.
Continuamos con Abraham justificado por la fe verso 6 al 12. Comenzando con el 6 que dice lo siguiente “como Abraham creyó en Dios y le fue imputado a Justicia” Luego Abraham tuvo que creer y tener fe en Dios para ser declarado justo. Para probar el Apóstol Pablo que la justicia no era debida a las obras materiales prescritas por la ley, sino al espíritu interior de la fe, el apóstol recurre a Abraham de quienes los judíos se decían hijos. Según Génesis 15: 6, cuando Dios prometió al Patriarca un hijo, no obstante su ancianidad y esterilidad de Sara, dio fe a la palabra del Señor. Y esta fe fue imputada como acto de justicia.
De este hecho saca el apóstol la ley general de la justicia por la sola fe sin la circuncisión ni la ley, que aún no eran dadas.
Al contrario, quien pone la esperanza de su justicia en la ley y no la cumple , como no la cumplían los judíos, están bajo las maldiciones de la misma ley, es decir de las sanciones de ella. Esas maldiciones las ha soportado Jesucristo en la cruz, en que expió nuestros pecados. Como podemos ver toda nuestra esperanza la tenemos en Cristo Jesús pues en la ley no hay esperanza de vida. Debe conducirnos o dirigirnos nuevamente a Cristo es por esto que podemos decir como Pablo “De manera que la ley nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe”.
Verso 14 “Para que la bendición de Abraham fuese sobre los Gentiles en Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu Santo.” Nosotros como gentiles o personas no judías tenemos nuestra esperanza única y exclusiva en la fe en Cristo Jesús para nuestra redención.
Verso 18 “Por que si la herencia es por la ley ya no es por la promesa: empero Dios por la Promesa hizo la donación a Abraham.” Dios cumple sus promesas.
Por Jesucristo todos somos hechos hijos de Dios como dice el verso 27 “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo de Cristo estáis vestidos”. Todos somos una gran familia en Cristo, la iglesia. Y Cristo es la cabeza como dice el verso 28 “No hay judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” En cristo somos un solo cuerpo solo en él tenemos esperanza de salvación y nos hace una invitación a todos sin hacer distinciones. Esta en nosotros el aceptar esa invitación para que él more en nuestros corazones.