Son muchas las cuestiones que se debaten hoy en torno a la jubilación. En pocos años ha crecido de manera notable el número de personas que viven esa etapa de la vida.
Dos hechos han contribuido decisivamente a ello. Por una parte, la mejor calidad de vida y el avance de la medicina que en cierto modo ha prolongado la existencia de las personas.
Por otra, una nueva organización de las empresas que ha traído como resultado una jubilación más temprana para no pocos, que han debido reflexionar para poder ahondar en esta etapa decisiva de la vida que les ha llevado a comprenderla y vivirla de forma acertada aún entendiendo que a veces llegarán posibles dificultades a las que tendrán que acceder. Algo que no tiene remedio ni escapatoria aún cuando su familia y amigos traten de eludir esos tristes momentos.
Lo importante sería tener pleno conocimiento de su situación laboral y aceptar su gran protagonismo sin olvidar los problemas que puedan surgir. Algo que aún pareciendo “raro” desgraciada y tristemente pueden existir.
En cualquier caso la vida nos ofrece distintas facetas que hemos de ir desarrollando con el mejor de nuestros deseos. Y la jubilación anticipada u obligada es algo que hemos de aceptar con alegría e ilusión.
No obstante y ante esta nueva faceta de nuestra vida Mahatama Gandhi, el líder espiritual y político más influyente del siglo XX en sus inolvidables escritos nos indicaba como debíamos de aceptar la vida cuando nos presentara alguna dificultad:
“la vida nos enseña que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy una personas feliz y que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
En definitiva nos comentaba el célebre símbolo de la India que desde muy temprana edad entendió y procuró aceptar las distintas etapas que la vida le ofrecía.
Así las cosas, los que hemos llegado y los que con el tiempo llegarán a su jubilación, tendremos que tener siempre presente los consejos de aquel héroe nacional de la Verdad.
Dos hechos han contribuido decisivamente a ello. Por una parte, la mejor calidad de vida y el avance de la medicina que en cierto modo ha prolongado la existencia de las personas.
Por otra, una nueva organización de las empresas que ha traído como resultado una jubilación más temprana para no pocos, que han debido reflexionar para poder ahondar en esta etapa decisiva de la vida que les ha llevado a comprenderla y vivirla de forma acertada aún entendiendo que a veces llegarán posibles dificultades a las que tendrán que acceder. Algo que no tiene remedio ni escapatoria aún cuando su familia y amigos traten de eludir esos tristes momentos.
Lo importante sería tener pleno conocimiento de su situación laboral y aceptar su gran protagonismo sin olvidar los problemas que puedan surgir. Algo que aún pareciendo “raro” desgraciada y tristemente pueden existir.
En cualquier caso la vida nos ofrece distintas facetas que hemos de ir desarrollando con el mejor de nuestros deseos. Y la jubilación anticipada u obligada es algo que hemos de aceptar con alegría e ilusión.
No obstante y ante esta nueva faceta de nuestra vida Mahatama Gandhi, el líder espiritual y político más influyente del siglo XX en sus inolvidables escritos nos indicaba como debíamos de aceptar la vida cuando nos presentara alguna dificultad:
“la vida nos enseña que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy una personas feliz y que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
En definitiva nos comentaba el célebre símbolo de la India que desde muy temprana edad entendió y procuró aceptar las distintas etapas que la vida le ofrecía.
Así las cosas, los que hemos llegado y los que con el tiempo llegarán a su jubilación, tendremos que tener siempre presente los consejos de aquel héroe nacional de la Verdad.