Hola, Dios les Bendiga.
Creo que hoy en día se comete un error al exponer en los púlpitos tanto Católicos como Evangélicos la personalidad de Dios en sus atributos haciendo énfasis en su amor y ocultando una verdad que muchos ignoran y otro ocultan, me refiero a su Ira, una Ira justa y Santa que Dios no oculta en su Palabra que de echo hay mas referencias al enojo y la Ira de Dios que su amor.
Creo yo que el no predicar sobre la Ira de Dios contra el pecado y hacer solo el énfasis en su Amor, puede convertir a las personas en alejarse del temor de Dios, de un temor reverente, las Escrituras muestran que la vida Cristiana no es fácil (como ejemplo la vida de Pablo), nos demanda calcular el costo. Yo me atrevo a decir que es hasta peligroso no predicar sobre su Ira Justa porque sin este conocimiento puede llevar al hombre a vivir y hacer lo que quiera incluso no vivir conforme a la Palabra e ignorar que “sin santidad nadie vera al Señor”.
El hombre siempre ha tratado de ocultar este atributo, tanto, que hasta ahora para muchos gracias al Papa el infierno ya no es, o nunca fue un lago de fuego que arde de día y de noche, minimizando el temor de por si frío de sus seguidores haciendo de esta Religión una puerta aun mas ancha y no angosta la cual pocos entran por ella.
Pienso que se debemos meditar en su Ira este carácter perfecto de Dios para que vivamos piadosamente en su temor, no un temor de miedo sino de reverencia y darnos cuenta que el Evangelio no promete que en el amor de Dios “todos tus problemas van a ser resueltos”, “todo te ira bien”, “ven todo esta bien”, “tendrás prosperidad”, Dios es amor y punto”, por esto las Iglesias están llenas y sin evidencia de santidad, la vida en Cristo demanda mucho “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos al reino de Dios” decía Pablo., aunque nuestro Señor decía “ligera mi carga y fácil mi yugo” lo cual es verdad a los que nos gozamos en las tribulaciones como Pablo también decía.
Algunos salen de verdaderas Iglesias donde se predica el amor de Dios en orden y reverencia en toda su Soberanía, llendose donde los sentidos, el relajo, lo fácil, donde todo indirectamente se permita diciendo “vive como quieres al cabo y Dios es bueno”
Unas palabras (no mías) a los predicadores.
Hermanos;
“En nuestro ministerio de la Palabra, ¿predicamos sobre este tema solamente tanto como debiéramos? Los Profetas del Antiguo Testamento decían frecuentemente a sus oyentes que sus vidas impías provocaban al Santo de Israel, y que estaban atesorando para sí mismo ira para el día de la ira. La condición del mundo actual no es mejor que la del pasado. No hay nada tan eficaz como para despertar a los indiferentes y para hacer que los creyentes nominales y carnales escudriñen sus corazones, como el dar a conocer el echo de que, “Dios esta airado contra el impío todos los días”. El precursor de Cristo amonesto a sus oyentes a “huir de la ira venidera”. El Señor mando a los que le escuchaban: “Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder para echar en la Gehenna; así os digo: a este temed”. Y el Apóstol Pablo dijo: “Estando pues poseídos del temor del Señor, persuadiendo a los hombres”. Si queremos ser fieles, debemos hablar tan claramente del infierno como del cielo. (o sea predicar el Evangelio completo, las dos caras y no un Evangelio diluido y a medias)
Espero que les haya servido de bendición
Malcom
Creo que hoy en día se comete un error al exponer en los púlpitos tanto Católicos como Evangélicos la personalidad de Dios en sus atributos haciendo énfasis en su amor y ocultando una verdad que muchos ignoran y otro ocultan, me refiero a su Ira, una Ira justa y Santa que Dios no oculta en su Palabra que de echo hay mas referencias al enojo y la Ira de Dios que su amor.
Creo yo que el no predicar sobre la Ira de Dios contra el pecado y hacer solo el énfasis en su Amor, puede convertir a las personas en alejarse del temor de Dios, de un temor reverente, las Escrituras muestran que la vida Cristiana no es fácil (como ejemplo la vida de Pablo), nos demanda calcular el costo. Yo me atrevo a decir que es hasta peligroso no predicar sobre su Ira Justa porque sin este conocimiento puede llevar al hombre a vivir y hacer lo que quiera incluso no vivir conforme a la Palabra e ignorar que “sin santidad nadie vera al Señor”.
El hombre siempre ha tratado de ocultar este atributo, tanto, que hasta ahora para muchos gracias al Papa el infierno ya no es, o nunca fue un lago de fuego que arde de día y de noche, minimizando el temor de por si frío de sus seguidores haciendo de esta Religión una puerta aun mas ancha y no angosta la cual pocos entran por ella.
Pienso que se debemos meditar en su Ira este carácter perfecto de Dios para que vivamos piadosamente en su temor, no un temor de miedo sino de reverencia y darnos cuenta que el Evangelio no promete que en el amor de Dios “todos tus problemas van a ser resueltos”, “todo te ira bien”, “ven todo esta bien”, “tendrás prosperidad”, Dios es amor y punto”, por esto las Iglesias están llenas y sin evidencia de santidad, la vida en Cristo demanda mucho “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos al reino de Dios” decía Pablo., aunque nuestro Señor decía “ligera mi carga y fácil mi yugo” lo cual es verdad a los que nos gozamos en las tribulaciones como Pablo también decía.
Algunos salen de verdaderas Iglesias donde se predica el amor de Dios en orden y reverencia en toda su Soberanía, llendose donde los sentidos, el relajo, lo fácil, donde todo indirectamente se permita diciendo “vive como quieres al cabo y Dios es bueno”
Unas palabras (no mías) a los predicadores.
Hermanos;
“En nuestro ministerio de la Palabra, ¿predicamos sobre este tema solamente tanto como debiéramos? Los Profetas del Antiguo Testamento decían frecuentemente a sus oyentes que sus vidas impías provocaban al Santo de Israel, y que estaban atesorando para sí mismo ira para el día de la ira. La condición del mundo actual no es mejor que la del pasado. No hay nada tan eficaz como para despertar a los indiferentes y para hacer que los creyentes nominales y carnales escudriñen sus corazones, como el dar a conocer el echo de que, “Dios esta airado contra el impío todos los días”. El precursor de Cristo amonesto a sus oyentes a “huir de la ira venidera”. El Señor mando a los que le escuchaban: “Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder para echar en la Gehenna; así os digo: a este temed”. Y el Apóstol Pablo dijo: “Estando pues poseídos del temor del Señor, persuadiendo a los hombres”. Si queremos ser fieles, debemos hablar tan claramente del infierno como del cielo. (o sea predicar el Evangelio completo, las dos caras y no un Evangelio diluido y a medias)
Espero que les haya servido de bendición
Malcom