DLB a todos
Hoy Domingo me encuentro en el Heraldo de Brownsville en su edicion en español en segunda página el siguiente comentario:
La Iglesia y la política no se deben de mezclar.
Una vez más, la Iglesia Católica mexicana insiste en que se legalice su participación en los asuntos políticos del país, cuando todo mundo sabe que lo hace de manera descarada, violando flagrantemente la Constitución de la República y las leyes que de ella derivan. Hace algunos días, el Episcopado Mexicano presentó una carta donde plantea que se le reconzcan derechos para participar en la política.
Este asunto ya fue resuelto hace muchos años por los mexicanos y quedó plasmado en la Constitución de 1857 y posteriormente enla de 1917, y además nos costó una cuota muy grande de sangre de compatriotas.
Desde que Benito Juárez se enfrentó directamente en contra de la Iglesia Católica y demostró que ella no tiene más patria que el Vaticano, así ha persistido desde entonces.
La Iglesia Católica en Mexico se ha enriquecido a costa de sus feligreses y nunca ha entregado nada material como apoyo al pueblo de México, ni en sus peores momentos de desgracias.
Como dice el dicho "zapatero a tus zapatos", así que la iglesia se debe ocupar de los asuntos espirituales y religiosos de sus seguidores y los asuntos de la política dejarlos a los civiles. No se vale que escudándose debajo de la sotana hagan política y atraigan a sus seguidores a que los apoyen en torno a las cuestiones del Estado y del gobierno. Ya no queremos que se vuelvan a crear condiciones tales que los mexicanos se enfrenten entre sí y que sus diferencias se resuelvan a balazos y con sangre, sino de manera política como ha sido hasta ahora afortunadamente.
Ninguno de los cardenales y de los obispos qye hay en México, respondería por los intereses del país que por los del Vaticano y del Papa, para ellos primero está el gobierno del Vaticano y el papel que desempeña el Papa, que México, eso no hay que dudarlo.
Por tales razones, esta cuestión ni debe de discutirse, está muy claramente definida en nuestra Constitución. Ya el gobierno mexicano en un rasgo de debilidad reformó el artículo 130 y estableció relaciones diplomáticas normales con el Vaticano, eso es suficiente, pero que puedan ser electos a cargos de elección popular, eso debe impedirse.
¿Acaso no es muy descarada la posición política que adoptan desde el púlpito los cardenales y los obispos que hay en el país constantemente? Por ejemplo, el fraude electoral es un delito que se debe castigar con nuestras leyes y así esta estipulado y no se debe invocar a cuestiones religiosas al respecto. Eso es lo que se deben pregonar y no poniendo los asuntos de la Iglesia por encima de las leyes mexicanas.
Así pues, "zapatero a tus zapatos".
Por Rodolfo Echeverría Martínez ... es analista político de Notimex.
Y ustedes que piensan?
Dios los bendiga a todos.
Hoy Domingo me encuentro en el Heraldo de Brownsville en su edicion en español en segunda página el siguiente comentario:
La Iglesia y la política no se deben de mezclar.
Una vez más, la Iglesia Católica mexicana insiste en que se legalice su participación en los asuntos políticos del país, cuando todo mundo sabe que lo hace de manera descarada, violando flagrantemente la Constitución de la República y las leyes que de ella derivan. Hace algunos días, el Episcopado Mexicano presentó una carta donde plantea que se le reconzcan derechos para participar en la política.
Este asunto ya fue resuelto hace muchos años por los mexicanos y quedó plasmado en la Constitución de 1857 y posteriormente enla de 1917, y además nos costó una cuota muy grande de sangre de compatriotas.
Desde que Benito Juárez se enfrentó directamente en contra de la Iglesia Católica y demostró que ella no tiene más patria que el Vaticano, así ha persistido desde entonces.
La Iglesia Católica en Mexico se ha enriquecido a costa de sus feligreses y nunca ha entregado nada material como apoyo al pueblo de México, ni en sus peores momentos de desgracias.
Como dice el dicho "zapatero a tus zapatos", así que la iglesia se debe ocupar de los asuntos espirituales y religiosos de sus seguidores y los asuntos de la política dejarlos a los civiles. No se vale que escudándose debajo de la sotana hagan política y atraigan a sus seguidores a que los apoyen en torno a las cuestiones del Estado y del gobierno. Ya no queremos que se vuelvan a crear condiciones tales que los mexicanos se enfrenten entre sí y que sus diferencias se resuelvan a balazos y con sangre, sino de manera política como ha sido hasta ahora afortunadamente.
Ninguno de los cardenales y de los obispos qye hay en México, respondería por los intereses del país que por los del Vaticano y del Papa, para ellos primero está el gobierno del Vaticano y el papel que desempeña el Papa, que México, eso no hay que dudarlo.
Por tales razones, esta cuestión ni debe de discutirse, está muy claramente definida en nuestra Constitución. Ya el gobierno mexicano en un rasgo de debilidad reformó el artículo 130 y estableció relaciones diplomáticas normales con el Vaticano, eso es suficiente, pero que puedan ser electos a cargos de elección popular, eso debe impedirse.
¿Acaso no es muy descarada la posición política que adoptan desde el púlpito los cardenales y los obispos que hay en el país constantemente? Por ejemplo, el fraude electoral es un delito que se debe castigar con nuestras leyes y así esta estipulado y no se debe invocar a cuestiones religiosas al respecto. Eso es lo que se deben pregonar y no poniendo los asuntos de la Iglesia por encima de las leyes mexicanas.
Así pues, "zapatero a tus zapatos".
Por Rodolfo Echeverría Martínez ... es analista político de Notimex.
Y ustedes que piensan?
Dios los bendiga a todos.