PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 7 --- La Iglesia en Jerusalén Sufre Gran Persecución
Viernes --- Leer con oración: Ro 12:5; 1 Co 12:14-27; Hch 2:21, 42; 4:12
"Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo" (Ef 1:22-23)
LA IGLESIA EN UNA CIUDAD ES LA EXPRESIÓN LOCAL DE LA IGLESIA UNIVERSAL
La iglesia en Jerusalén fue la primera en ser establecida, siendo de esta manera la expresión local de la iglesia universal, el Cuerpo de Cristo. Efesios 1:22-23 dice: “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. Estos versículos nos hablan de la iglesia en el aspecto universal. Por medio de Su dispensar, el Dios Triuno entra en el hombre tripartito y le dispensa todas Sus riquezas; así es engendrada la iglesia, el Cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
La iglesia universal es el Cuerpo de Cristo y la iglesia en Jerusalén es la expresión de la iglesia universal en esa ciudad. La iglesia, como el Cuerpo de Cristo, está compuesta de todos los creyentes genuinos en Cristo de todas las eras y de todos los lugares.
Puesto que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, debemos expresar la vida de Cristo en nuestro vivir de iglesia. La vida de Dios sólo puede ser expresada por medio de la iglesia en cada ciudad. Si hubiese sólo la iglesia en su aspecto universal, no lograríamos, de modo práctico, ver la plenitud de Dios.
Como miembros, podemos funcionar y expresar al Señor porque somos vivos y tenemos la vida divina en nosotros. En el Cuerpo de Cristo no todos tienen la misma función, no todos son boca, no todos son oídos, no todos son manos; somos distintos miembros con diferentes manifestaciones (1 Co 12:14-27). Universalmente hablando, la iglesia es el Cuerpo de Cristo, pero, en cada ciudad, ese Cuerpo es expresado en la iglesia. Cuando hablamos de la iglesia en Jerusalén, nos referimos al Cuerpo de Cristo manifestado en Jerusalén a través de la iglesia allí.
La iglesia es establecida por la obra del Espíritu Santo, por tanto, la iglesia en Jerusalén fue formada por personas que fueron regeneradas y salvas, y que invocaban el nombre del Señor (cfr. Hch 2:21). Ciertamente cuando los santos se reunían allí, ellos invocaban el nombre del Señor al recibir la enseñanza de los apóstoles, al tener comunión sobre esa enseñanza, al partir el pan y en las oraciones (v. 42). Todos invocaban el nombre del Señor, y lo exaltaban y alababan, porque el nombre del Señor es amable y nos salva (Hch 4:12).
Ciertamente las primeras tres mil personas, que oyeron el evangelio que Pedro predicó en el día de Pentecostés, fueron salvas invocando el nombre del Señor. Gracias al Señor, pues Él restauró esa práctica maravillosa en la iglesia. En una situación normal, todos en la iglesia invocan el nombre del Señor.
Cuando la iglesia en Jerusalén sufrió gran persecución, por causa de la tribulación que sobrevino a Esteban, todos, excepto los apóstoles, fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, y predicaban el evangelio (Hch 8:1, 4). En el versículo 3 leemos: “Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel”. Esto ocurrió en Jerusalén, sin embargo el sumo sacerdote dio a Saulo la autorización para perseguir también a los cristianos de otras ciudades. En 9:2 leemos que Saulo “le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén”. Los perseguidores ciertamente serían capaces de saber si alguien creía o no en el Señor Jesús por la práctica de invocar el nombre del Señor; entonces, si en algún lugar oían a alguien invocando, ellos entraban allí y lo prendían.
Punto Clave: Invocar el nombre del Señor para ser salvo
Pregunta: Explique sobre la iglesia en su aspecto local y universal.
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SEMANA 11 — DÍA 5
Alimento matutino
1 Ti.1:3-4 Como te exhorté … a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.
A lo largo de…la historia de la iglesia, todas las divisiones, confusiones y problemas…se debieron a la existencia de algún ministerio. Todo lo que uno ministre tendrá un determinado efecto. Si ministra cosas celestiales, algo celestial será producido; si ministra cosas terrenales, con seguridad, el resultado será algo terrenal. Las numerosas divisiones y confusiones que existen entre los cristianos hoy en día se originan en algún ministerio. Por ejemplo, la denominación o división presbiteriana fue producida por el ministerio que gira en torno al asunto del presbiterio. La división de los bautistas surgió a causa del ministerio que promueve el bautismo por inmersión. Todos los diferentes grupos cristianos proceden de los diferentes ministerios. Un ministerio es, principalmente, una enseñanza. Por consiguiente, debemos darnos cuenta de que la enseñanza impartida por un cristiano siempre ministrará algo en particular… El ministerio, según el concepto bíblico, equivale a servir algo a las personas…Es posible que cierto ministro dé un mensaje por una hora y, aun así, no ministre nada a las personas. Esto quiere decir que con respecto a Cristo, ese ministro no ministró nada, aunque con respecto a los hechos ese ministro sí ministró algo. Lo que ministró a los demás fue algo errado, algo malo o, simplemente, algo deficiente. Espero que todos nos percatemos de que al ministrar uno puede generar problemas, producir divisiones o causar confusión. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, págs. 47-48)
Lectura para hoy
[El problema de que haya diferentes ministerios] fue el motivo de que Pablo, después de muchos años de laborar con sus colaboradores y al enfrentar un medio en el que imperaba la confusión, escribiera su primera epístola a Timoteo. Esta epístola en su totalidad es una vacuna. Después que la iglesia cristiana fue establecida, muchas sustancias venenosas, una tras otra, le fueron inyectadas. Así que, Pablo, al final de su ministerio, en sus últimos escritos, escribió 1 Timoteo para vacunar a la iglesia contra tales venenos. [La] frase que no enseñen cosas diferentes [1:3], [que aparece al inicio de esta epístola,] parece ser una frase muy simple…Quizás no pensemos que esto sea algo muy grave, pero en realidad éste es un asunto serio en extremo, puesto que al enseñar cosas diferentes matamos a las personas. Enseñar cosas diferentes es algo que derriba el edificio de Dios y anula la economía de Dios en su totalidad. Todos nosotros tenemos que percatarnos de que incluso al enseñar cosas diferentes en pequeña medida, estamos destruyendo el recobro … Tenemos que percatarnos de que al ministrar podemos producir resultados “nefastos” … Es posible que sus palabras destruyan, maten y anulen. [Pablo dejó a Timoteo] en Éfeso para que mandase a algunos que no enseñaran cosas diferentes … ¿Qué es, entonces, lo único que todos los maestros cristianos deberían enseñar? Hoy en día, los maestros cristianos ciertamente enseñan muchas cosas, tales como el presbiterio, el bautismo por inmersión, los métodos episcopales, la santidad, cómo predicar el evangelio y la manera de enseñar la Biblia. Seguramente todos estaríamos de acuerdo en que enseñar los principios del judaísmo es erróneo, pero ¿qué diríamos acerca de enseñar cómo predicar el evangelio? ¿Qué hay de malo en predicar el evangelio? Tenemos que darnos cuenta de que incluso la enseñanza respecto a cómo predicar el evangelio crea división. Así pues, esto también es erróneo. Hay un solo ministerio que siempre edifica y perfecciona, sin acarrear consigo destrucción alguna. Solamente existe un ministerio único, el cual es justificado, recomendado, exaltado, e incluso, glorificado en el Nuevo Testamento. En 1 Timoteo 1:4 Pablo le dice a Timoteo en qué deberían ocuparse los que enseñaban cosas diferentes: ellos debían ocuparse en la economía de Dios … Solamente hay un ministerio que siempre edifica y jamás destruye: el ministerio de la economía de Dios.
La única manera en que podemos ser resguardados en el recobro es permanecer en el único ministerio … El ministerio del nuevo pacto consiste únicamente en ministrar al propio Dios Triuno, quien pasó por un proceso a fin de impartirse a Sus escogidos como vida y como suministro de vida para producir a los miembros de Cristo que conforman el Cuerpo para la expresión del Dios Triuno. En esto consiste la economía del Nuevo Testamento. Enseñar
cualquier otra cosa, aun cuando sean cosas buenas y bíblicas, que se aparte aunque sea un poco de la economía neotestamentaria de Dios, redundará en divisiones, las cuales serán muy útiles a nuestro sutil enemigo, el maligno. Por tanto, es imprescindible que estemos alerta. (Entrenamiento para ancianos, libro 3:La manera de llevar a cabo la visión, págs. 48-50, 55)
Lectura adicional: Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, cap. 4
Witness Lee
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¡Jesús es el Señor
Semana 7 --- La Iglesia en Jerusalén Sufre Gran Persecución
Viernes --- Leer con oración: Ro 12:5; 1 Co 12:14-27; Hch 2:21, 42; 4:12
"Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo" (Ef 1:22-23)
LA IGLESIA EN UNA CIUDAD ES LA EXPRESIÓN LOCAL DE LA IGLESIA UNIVERSAL
La iglesia en Jerusalén fue la primera en ser establecida, siendo de esta manera la expresión local de la iglesia universal, el Cuerpo de Cristo. Efesios 1:22-23 dice: “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. Estos versículos nos hablan de la iglesia en el aspecto universal. Por medio de Su dispensar, el Dios Triuno entra en el hombre tripartito y le dispensa todas Sus riquezas; así es engendrada la iglesia, el Cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
La iglesia universal es el Cuerpo de Cristo y la iglesia en Jerusalén es la expresión de la iglesia universal en esa ciudad. La iglesia, como el Cuerpo de Cristo, está compuesta de todos los creyentes genuinos en Cristo de todas las eras y de todos los lugares.
Puesto que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, debemos expresar la vida de Cristo en nuestro vivir de iglesia. La vida de Dios sólo puede ser expresada por medio de la iglesia en cada ciudad. Si hubiese sólo la iglesia en su aspecto universal, no lograríamos, de modo práctico, ver la plenitud de Dios.
Como miembros, podemos funcionar y expresar al Señor porque somos vivos y tenemos la vida divina en nosotros. En el Cuerpo de Cristo no todos tienen la misma función, no todos son boca, no todos son oídos, no todos son manos; somos distintos miembros con diferentes manifestaciones (1 Co 12:14-27). Universalmente hablando, la iglesia es el Cuerpo de Cristo, pero, en cada ciudad, ese Cuerpo es expresado en la iglesia. Cuando hablamos de la iglesia en Jerusalén, nos referimos al Cuerpo de Cristo manifestado en Jerusalén a través de la iglesia allí.
La iglesia es establecida por la obra del Espíritu Santo, por tanto, la iglesia en Jerusalén fue formada por personas que fueron regeneradas y salvas, y que invocaban el nombre del Señor (cfr. Hch 2:21). Ciertamente cuando los santos se reunían allí, ellos invocaban el nombre del Señor al recibir la enseñanza de los apóstoles, al tener comunión sobre esa enseñanza, al partir el pan y en las oraciones (v. 42). Todos invocaban el nombre del Señor, y lo exaltaban y alababan, porque el nombre del Señor es amable y nos salva (Hch 4:12).
Ciertamente las primeras tres mil personas, que oyeron el evangelio que Pedro predicó en el día de Pentecostés, fueron salvas invocando el nombre del Señor. Gracias al Señor, pues Él restauró esa práctica maravillosa en la iglesia. En una situación normal, todos en la iglesia invocan el nombre del Señor.
Cuando la iglesia en Jerusalén sufrió gran persecución, por causa de la tribulación que sobrevino a Esteban, todos, excepto los apóstoles, fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, y predicaban el evangelio (Hch 8:1, 4). En el versículo 3 leemos: “Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel”. Esto ocurrió en Jerusalén, sin embargo el sumo sacerdote dio a Saulo la autorización para perseguir también a los cristianos de otras ciudades. En 9:2 leemos que Saulo “le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén”. Los perseguidores ciertamente serían capaces de saber si alguien creía o no en el Señor Jesús por la práctica de invocar el nombre del Señor; entonces, si en algún lugar oían a alguien invocando, ellos entraban allí y lo prendían.
Punto Clave: Invocar el nombre del Señor para ser salvo
Pregunta: Explique sobre la iglesia en su aspecto local y universal.
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SEMANA 11 — DÍA 5
Alimento matutino
1 Ti.1:3-4 Como te exhorté … a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.
A lo largo de…la historia de la iglesia, todas las divisiones, confusiones y problemas…se debieron a la existencia de algún ministerio. Todo lo que uno ministre tendrá un determinado efecto. Si ministra cosas celestiales, algo celestial será producido; si ministra cosas terrenales, con seguridad, el resultado será algo terrenal. Las numerosas divisiones y confusiones que existen entre los cristianos hoy en día se originan en algún ministerio. Por ejemplo, la denominación o división presbiteriana fue producida por el ministerio que gira en torno al asunto del presbiterio. La división de los bautistas surgió a causa del ministerio que promueve el bautismo por inmersión. Todos los diferentes grupos cristianos proceden de los diferentes ministerios. Un ministerio es, principalmente, una enseñanza. Por consiguiente, debemos darnos cuenta de que la enseñanza impartida por un cristiano siempre ministrará algo en particular… El ministerio, según el concepto bíblico, equivale a servir algo a las personas…Es posible que cierto ministro dé un mensaje por una hora y, aun así, no ministre nada a las personas. Esto quiere decir que con respecto a Cristo, ese ministro no ministró nada, aunque con respecto a los hechos ese ministro sí ministró algo. Lo que ministró a los demás fue algo errado, algo malo o, simplemente, algo deficiente. Espero que todos nos percatemos de que al ministrar uno puede generar problemas, producir divisiones o causar confusión. (Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, págs. 47-48)
Lectura para hoy
[El problema de que haya diferentes ministerios] fue el motivo de que Pablo, después de muchos años de laborar con sus colaboradores y al enfrentar un medio en el que imperaba la confusión, escribiera su primera epístola a Timoteo. Esta epístola en su totalidad es una vacuna. Después que la iglesia cristiana fue establecida, muchas sustancias venenosas, una tras otra, le fueron inyectadas. Así que, Pablo, al final de su ministerio, en sus últimos escritos, escribió 1 Timoteo para vacunar a la iglesia contra tales venenos. [La] frase que no enseñen cosas diferentes [1:3], [que aparece al inicio de esta epístola,] parece ser una frase muy simple…Quizás no pensemos que esto sea algo muy grave, pero en realidad éste es un asunto serio en extremo, puesto que al enseñar cosas diferentes matamos a las personas. Enseñar cosas diferentes es algo que derriba el edificio de Dios y anula la economía de Dios en su totalidad. Todos nosotros tenemos que percatarnos de que incluso al enseñar cosas diferentes en pequeña medida, estamos destruyendo el recobro … Tenemos que percatarnos de que al ministrar podemos producir resultados “nefastos” … Es posible que sus palabras destruyan, maten y anulen. [Pablo dejó a Timoteo] en Éfeso para que mandase a algunos que no enseñaran cosas diferentes … ¿Qué es, entonces, lo único que todos los maestros cristianos deberían enseñar? Hoy en día, los maestros cristianos ciertamente enseñan muchas cosas, tales como el presbiterio, el bautismo por inmersión, los métodos episcopales, la santidad, cómo predicar el evangelio y la manera de enseñar la Biblia. Seguramente todos estaríamos de acuerdo en que enseñar los principios del judaísmo es erróneo, pero ¿qué diríamos acerca de enseñar cómo predicar el evangelio? ¿Qué hay de malo en predicar el evangelio? Tenemos que darnos cuenta de que incluso la enseñanza respecto a cómo predicar el evangelio crea división. Así pues, esto también es erróneo. Hay un solo ministerio que siempre edifica y perfecciona, sin acarrear consigo destrucción alguna. Solamente existe un ministerio único, el cual es justificado, recomendado, exaltado, e incluso, glorificado en el Nuevo Testamento. En 1 Timoteo 1:4 Pablo le dice a Timoteo en qué deberían ocuparse los que enseñaban cosas diferentes: ellos debían ocuparse en la economía de Dios … Solamente hay un ministerio que siempre edifica y jamás destruye: el ministerio de la economía de Dios.
La única manera en que podemos ser resguardados en el recobro es permanecer en el único ministerio … El ministerio del nuevo pacto consiste únicamente en ministrar al propio Dios Triuno, quien pasó por un proceso a fin de impartirse a Sus escogidos como vida y como suministro de vida para producir a los miembros de Cristo que conforman el Cuerpo para la expresión del Dios Triuno. En esto consiste la economía del Nuevo Testamento. Enseñar
cualquier otra cosa, aun cuando sean cosas buenas y bíblicas, que se aparte aunque sea un poco de la economía neotestamentaria de Dios, redundará en divisiones, las cuales serán muy útiles a nuestro sutil enemigo, el maligno. Por tanto, es imprescindible que estemos alerta. (Entrenamiento para ancianos, libro 3:La manera de llevar a cabo la visión, págs. 48-50, 55)
Lectura adicional: Entrenamiento para ancianos, libro 3: La manera de llevar a cabo la visión, cap. 4
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