La HOSTIA y la DIGESTION

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Juan 6: 28-65 : ¿Un texto eucarístico?

Si bien la interpretación romanista de la Eucaristía se basa en gran medida en Juan 6, en su contexto este pasaje no está directamente relacionado con ella. De hecho, es notable que el Evangelio de Juan sea el único que omite las palabras de institución de la Eucaristía.
Juan 6: 28-29 Entonces le dijeron [los judíos]: --¿Qué haremos para realizar las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: --Esta es la obra de Dios: que Creáis en aquel que él ha enviado.

* Aquí Jesús afirma claramente que Dios no está exigiendo obras como condición para recibir la salvación, excepto la “obra” de creer en Jesucristo, quien fue enviado por el Padre. Esta fe lleva a la salvación y a la vida eterna.
30-31 Entonces le dijeron: --¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron [efagon] el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer [faguein].

* Para poder creer, los judíos exigían un signo o milagro; como, por ejemplo, el milagro del maná que sus ancestros habían recibido en el desierto. Este fue su primer error. Nótese cuidadosamente que fueron los interlocutores de Jesús quienes trajeron al debate el tema del alimento milagroso. La respuesta de Jesús debe interpretarse a la luz de este desafío.

32-33 Por tanto Jesús les dijo: --De cierto, de cierto os digo que no os ha dado Moisés el pan del cielo, sino mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que desciende del cielo y da vida al mundo.
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* “Por tanto” indica la reacción de Jesús ante la exigencia de sus oyentes. Ahora el Señor emplea las propias palabras de ellos para enseñarles con autoridad. Comienza afirmando que el descenso del maná no fue obra de Moisés sino de Dios mismo y acto seguido establece que el verdadero pan que desciende del cielo no es el maná, sino una Persona enviada por el Padre para que el mundo pudiese tener vida a través de ella. El maná que sostuvo al pueblo peregrino y hambriento de Israel y permitió su supervivencia física no fue sino una sombra o tipo del verdadero alimento celestial, es decir Cristo, por medio de quien tenemos vida eterna.

34-36 Le dijeron: --Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: --Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed Jamás. Pero os he dicho que me habéis visto, y no creéis.
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* A pesar de la declaración de Jesús, sus oyentes continúan pensando acerca de comestibles, como una especie de “supermaná.” Por tanto, ahora el Señor se torna más explícito: los judíos no han de esperar simplemente un mejor maná, sino la definitiva salvación de Dios, la cual no se encuentra sino en Cristo. No se trata, como enseña la doctrina de la transubstanciación, que el pan se convierta en Cristo, sino de que El es como un pan que da vida eterna. La única forma de comer este pan es creer en Jesús, quien por disposición del Padre es Señor y Salvador. Jesús es capaz de llevar a la vida eterna a todo el que cree.

37-40 Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y al que a mí viene, jamás lo echaré fuera. Porque yo he descendido del cielo, no para hacer la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió. Y ésta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite en el día final. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que mira al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el día final.
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* Quien descendió del cielo no es otro que Jesús, y por tanto Él es la comida y la bebida de la salvación. Pero como ocurre a menudo en los Evangelios, y particularmente en este de Juan, aquellos que hablan con Jesús no entienden lo que les está diciendo.

41- 42 Entonces los Judíos murmuraban de él porque Había dicho: "Yo soy el pan que descendió del cielo." Y Decían: --¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que ahora dice: "He descendido del cielo"?

* La segunda cosa que los interlocutores de Jesús cuestionan es el origen celestial del Señor. Ellos objetan que lo conocen a él y su familia. Jesús parecía ser uno más de ellos.¿Cómo podrían creer que este hombre había sido enviado directamente por Dios?


43-47 Jesús respondió y les dijo: --No murmuréis más entre vosotros. Nadie puede venir a Mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final. Está escrito en los Profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oye y aprende del Padre viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, sino que aquel que proviene de Dios, éste ha visto al Padre. De cierto, de cierto os digo: El que cree tiene vida eterna.

 Aquí Jesús reafirma su autoridad en términos inequívocos. Solamente por medio de El pueden sus oyentes tener vida eterna. El Señor fundamenta su enseñanza con una cita bíblica (ver Isaías 54: 1-3). A continuación, Jesús retoma y elabora lo que les había dicho antes.
 Como se ha argumentado que Jesús hablaba de comerlo literalmente (en la Eucaristía) sobre la base de que Juan empleó el verbo trögö en lugar del verbo más común esthiö o éfagon , he indicado entre corchetes el verbo empleado en cada referencia a “comer”. El primer verbo (esthion) aparece ocho veces en este pasaje, y el segundo (trögö) cuatro veces. Las cuatro veces que aparece trögö figura con la misma construcción, “ho trögös”, o “el que comiere”. Pero asimismo en cuatro ocasiones (versículos 50, 51 y 53 [dos veces] ) , esthion/éfagon se refiere a comer “la carne del Hijo del hombre.” En consecuencia, ya que ambas expresiones se emplean obviamente como sinónimos, no puede construirse un argumento sobre el empleo de “trögö.”

48-51 Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron [efagon] el Maná en el desierto y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma [fagëi] de él no muera.Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come [fagëi] de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré por la vida del mundo es mi carne.

* La comparación es directa. Aquellos que, guiados por Moisés, comieron el maná del cielo, de todos modos murieron. En cambio, Jesús ofrece ahora nada menos que vida eterna, y tal vida perdurable solamente puede obtenerse por medio de él. Por esta razón, el maná era un tipo o prefiguración de la realidad que se encuentra solamente en Cristo. Por esta razón él se describe a sí mismo como el pan definitivo, un pan que será dado para la salvación del mundo, como luego dirá el Apóstol, “muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.” Sus oyentes se muestran cada vez más confundidos, por la sencilla razón de que ellos están pensando en que Él habla de comer literalmente la carne de Jesucristo. Su error fue precisamente desconocer el paralelo que Jesús trazaba.

52 – 59 Entonces los judíos contendían entre Sí, diciendo: --¿Cómo puede éste darnos a comer [fagein] su carne? Y Jesús les dijo: --De cierto, de cierto os digo que si no coméis [fagëte] la carne del Hijo del hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come [trögön] mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come [trögön] mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él.Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, de la misma manera el que me come [trögön] también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo. No como los padres que comieron [efagon] y murieron, el que come [trögön] de este pan vivirá para siempre. Estas cosas dijo en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.

* En lugar de darles más explicaciones, Jesús insiste en lo que ha dicho: El es el pan de vida. Para quienes anhelan vida eterna, su carne es la única verdadera comida y sangre es la única verdadera bebida.

60 – 63 Entonces, al oírlo, muchos de sus discípulos dijeron: --Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en Sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: --¿Esto os escandaliza? ¿Y si vierais al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero? El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo os he hablado son Espíritu y son vida.

 Muchos de los oyeron a Jesús, incluidos algunos de sus discípulos, se ofendieron por lo que ellos pensaron que era una enseñanza escandalosa. En lugar de suavizar sus palabras, el Señor plantea otro desafío más: si ellos hallaban esto tan duro que por esa razón rechazaban la oferta de salvación, ¿cuánto más duro habría de ser cuando vieran a Jesús en gloria y se dieran cuenta de lo que habían perdido a causa de la dureza de sus corazones?
 La clave para entender rectamente las las palabras de Jesús ha de hallarse en su declaración sobre el valor del Espíritu y de la carne, y el hecho de que sus palabras son Espíritu y vida. El énfasis está puesto en la necesidad de creer a Jesús y aceptar su salvación.

64-65 Pero hay entre vosotros algunos que no creen. Pues desde el principio Jesús Sabía quiénes eran los que no creían y quién le Había de entregar, y Decía: --Por esta razón os he dicho que nadie puede venir a Mí, a menos que le haya sido concedido por el Padre.
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 De nuevo, el tema central del discurso es la necesidad de creer en Jesús, una actitud del corazón de la cual “comer su carne y beber su sangre” no es sino una imagen. Se yerra gravemente si se confunde la imagen con la realidad espiritual que representa.
 La teología católica romana emplea este pasaje como una de sus evidencias más firmes de su doctrina de la transubstanciación, es decir, que en virtud de las palabras de consagración de un sacerdote, el pan y el vino se convierten, sin variar en su apariencia, en la carne y la sangre (y Trento agrega “alma y divinidad”, sin justificativo bíblico alguno) de nuestro Señor. Con esto ponen la Escritura patas para arriba, pues lo que el Señor estaba enseñando no era que el pan y el vino eucarísticos fuesen a convertirse en El, sino que El era como un pan y un vino que llevan a la vida eterna, a diferencia del maná que no tenía tal poder.

Debiera subrayarse enfáticamente en que lo que entendieron los oyentes de Jesús a partir de las palabras de él es por completo irrelevante, ya que ellos obviamente malinterpretaron su enseñanza:
1. Ellos equivocadamente exigieron una señal como el maná del desierto.
2. Ellos equivocadamente rechazaron que Jesús viniese del cielo.
3. Ellos equivocadamente pasaron por alto la exigencia de Jesús de creer en él para alcanzar la vida eterna.
4. Ellos malentendieron la descripción que Jesús hizo de sí mismo como el definitivo pan de Dios, pensando erróneamente que se refería a un acto de canibalismo

Colin Brown ha observado acerca de este texto:

“Se supone comúnmente que Juan 6 se trata acerca de la Cena del Señor, aunque no hay indicio en el texto mismo de ninguna forma de comida, ya sea litúrgica u otra. A pesar de ello, se lo llama reiteradamente un discurso eucarístico, aunque no hay referencia a la Eucaristía o a la última Cena. Hay, sin embargo, al menos un [caso] prima facie para decir lo inverso. Juan 6 no se trata acerca de la Cena del Señor; más bien, la Cena del Señor se trata de lo que se describe en Juan 6 . Tiene que ver con aquel comer y beber que consiste en creer en Cristo (6:35), lo cual es vida eterna (6: 54), y que es descrito en otras palabras como permanecer en él (6:56). El discurso de Juan 6 representa estas actividades como centrales para la fe y para la relación de los hombres con Jesús. Ellas o están confinadas a una comida sacramental. Pertenecen a la esencia misma de las relaciones cotidianas. Al presentar este discurso y omitir una narración de la institución de la Cena del Señor, Juan está en efecto diciendo que el todo de la vida cristiana debiera caracterizarse por este alimentarse de Cristo, y que de esto se trata precisamente la comida sacramental de la Iglesia.”

(s.v. Lord’s Supper. Colin Brown, Ed. New International Dictionary of New Testament Theology. Grand Rapids: Zondervan, 1976, 2:535; negritas añadidas).

En resumen, muchos rechazaron a Jesús porque no podían entender lo que él les estaba diciendo. Esta notoria incomprensión nunca puede ser una base adecuada para la doctrina cristiana. Muchos tampoco le entendieron cuando dijo que era la Vid, la Puerta, que su cuerpo era el Templo, etc.

El texto en consideración no se refiere directamente a la Eucaristía, cuya institución, como antes noté, se omite en el Evangelio de Juan. El contexto no es eucarístico, sino soteriológico. Se trata acerca de quién es Jesús y lo que Dios nos ofrece por intermedio de él. La imagen de la comida y la bebida verdaderas fue presentada en respuesta a la exigencia de los oyentes de Jesús de un milagro como el del antiguo maná.

Mientras que la teología romana enseña que el pan se torna Jesús, nuestro amado Señor enseñó que él era el pan de vida. Y hay una diferencia abismal entre ambas concepciones.

Que Dios les bendiga a todos,
Jetonius

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Gracias, siervo santo de Dios, por tu enseñanza. Estamos orando por ti para que Satanás no te toque.

Ojalá que Abraham y todos los demás "predicadores y maestros" romanistas asimilen las enseñanzas de este humilde maestro de la Palabra de Dios. Veremos.
 
Gracias mi amado Jetonius por este aporte lleno de historia y conocimiento, Dios te bendiga más para que nos compartas más
 
Lo que sigue es una discusión del texto anterior sobre Juan 6 que tuvimos con Francisco Javier (desde el 31.07.2000)

Hno. Jetonius escribe (27-06-2000 14:41)
Comentario:
Este mensaje ya lo había colocado, pero parece oportuno reeditarlo revisado.

Juan 6: 28-65 ¿Un texto eucarístico?

Si bien la interpretación romanista de la Eucaristía se basa en gran medida en Juan 6, en su contexto este pasaje no está directamente relacionado con ella. De hecho, es notable que el Evangelio de Juan sea el único que omite las palabras de institución de la Eucaristía.

(Francisco Javier) ¿Por qué ha de ser extraño?

(Jetonius) Yo no dije que fuera “extraño”. Dije que era un hecho notable, es decir, digno de ser notado, conspicuo, prominente, sobresaliente. ¿O se trata quizá de un lapsus linguae?

(Francisco Javier) Esto me recuerda la aversión de los primeros arrianistas al evangelio de Juan, aduciendo que no se parece a los otros evangelios llamados sinópticos.

(Jetonius) Esto parece un pobre intento de insinuar culpabilidad por asociación, sobre la base de una palabra imaginada. ¿Qué tengo que ver yo con los arrianos?

(Francisco Javier) También hay quien en su tiempo, se burló de las diferencias que hay entre los evangelios sinópticos, donde existen diferencias en lugares, fechas y detalles que se pueden tomar como impresiciones históricas, y que se utilizaron aún para descalificar los evangelios.

(Jetonius) Continúas en la misma extraviada dirección. ¿Cuándo y cómo he puesto en duda la autoridad de los evangelios, para no hablar de burlarme de ellos? Obviamente estás hablando de otras personas, por lo cual no entiendo cuál pueda ser el motivo fuera de intentar fortalecer tu precaria posición arrojando un manto de sospecha sobre mi integridad.

(Francisco Javier) Como un pequeño parentesís te informo, que los expertos bíblicos en su mayoria aceptan que los evangélios sinópticos proceden de una misma fuente o documento hipotético, y que las diferencias tienen bases históricas, solo que realzan detalles para aplicar una enseñanza o aspecto relevante del Señor. Los autores sagrados, tienen la intención de mostrar a Jesús de acuerdo a la visión del pueblo al que van dirigidos, por eso las diferencias.

(Jetonius) Las hipótesis documentales acerca del origen de los Evangelios sinópticos son eso, hipótesis. Puede que sean correctas, pero ello no afecta al sustancial acuerdo entre los tres que todos los intérpretes conservadores aceptamos.
De todos modos, ya que sacó el tema, le recuerdo que usted como católico está sujeto a ciertas restricciones que no se nos aplican a los protestantes. Los exegetas católicos pueden “disputar libremente, y apelar a las hipótesis de la tradición oral o escrita, o también de la dependencia de uno [de los Evangelios sinópticos] respecto a su precedente o precedentes” (Denzinger 2164), pero sujetos a las siguientes reglas:
1. Debe aceptar que Mateo fue el primer evangelio que se escribió, y “en la lengua patria usada entonces por los judíos palestinenses” (Denzinger 2149)
2. Debe aceptar que Marcos fue escrito en segundo término y Lucas en tercero (Denzinger 2159).
La Comisión Bíblica romana, por otra parte, respondió negativamente a la siguiente cuestión:
“Si debe considerarse que guardan lo que arriba ha sido estatuído quienes, sin apoyarse en testionio alguno de la tradición ni en ningún argumento histórico, fácilmente abrazan la hipótesis vulgarmente llamada de las dos fuentes , que pretende explicar la composición del Evangelio griego de Mateo y del Evangelio de Lucas por su dependencia sobre todo del Evangelio de Marcos y de la llamada colección de discursos del Señor, y si por lo tanto pueden defenderla libremente.” (Denzinger 2165).

Desde luego estas restricciones, basadas como están en una apelación a la tradición, resultan en una innecesaria limitación de las hipótesis a considerar.

(Francisco Javier) Por otro lado, el evangelio de Juan es posterior a los otros tres, por lo que no se descarta que fueran del conocimiento de Juan, y relatara detalles que no habían sido relatados o no quedaron muy claros, es por eso que aquí se presenta un Jesús evidentemente divino, porque ya habían surgido dudas hacerca de la divinidad de Jesús, y este evangelio lo muestra claramente divino de principio a fin. No hay que olvidar que el nombre de Dios significa YO SOY, si se cuenta las veces que dice Jesús YO SOY en el evangelio de Juan, se evidencía el afán por revelar su naturaleza divina, ya que en ningún otro evangelio ocurre esto. Además Juan es el autor divino que conoció mejor a Jesús, su amadísimo Señor, Dios y amigo íntimo, a eso se deben las diferencias. Los evangelios son complementarios y suficientes, confiables en lo absoluto, y para entenderlos en rectitud, hay que conocer las costumbres y expresiones propias del pueblo judío y de los pueblos al que estaban dirigidos.

(Jetonius) Concuerdo plenamente con su última frase, y todo mi entendimiento de los Evangelios descansa sobre esas nociones. Desde luego el enfoque de Juan se separa de los sinópticos, pero la afirmación de que por subrayar la divinidad de Cristo haya de ser posterior es gratuita (tampoco está obligado como católico a creer que el cuarto Evangelio fue el último en escribirse). De hecho, el redescubrimiento de las profundas raíces hebreas del Evangelio de Juan y otras consideraciones han llevado a proponer fines de los 50 o principio de los 60 como fecha probable de composición (International Standard Bible Encyclopedia, Rev. Ed., 2: 1114).

[Juan Manuel) Bueno, veamos detenidamente tu versión de Juan 6.
Comentario:
Juan 6: 28-29 Entonces le dijeron [los judíos]: --¿Qué haremos para realizar las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: --Esta es la obra de Dios: que Creáis en aquel que él ha enviado.
 Aquí Jesús afirma claramente que Dios no está exigiendo obras como condición para recibir la salvación, excepto la "obra" de creer en Jesucristo, quien fue enviado por el Padre. Esta fe lleva a la salvación y a la vida eterna.

30-31 Entonces le dijeron: --¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron [efagon] el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer [faguein].
* Para poder creer, los judíos exigían un signo o milagro; como, por ejemplo, el milagro del maná que sus ancestros habían recibido en el desierto. Este fue su primer error. Nótese cuidadosamente que fueron los interlocutores de Jesús quienes trajeron al debate el tema del alimento milagroso. La respuesta de Jesús debe interpretarse a la luz de este desafío.


(Francisco Javier) Hay que tener precaución con las palabras y delimitarlas con cuidado. Estos versículos no son toda la Biblia, en consecuencia es indiscutible lo de la fe, pero discutible lo de las obras.

(Jetonius) Las obras en las que Dios se agrada son la consecuencia, no la causa de la fe salvífica ni un añadido a ellas. La existencia de una fe salvífica se manifiesta en obras, como bien nos lo recuerda Santiago, pero la salvación se recibe por la fe en Jesucristo, cosa bien expuesta por Pablo, sobre todo en Romanos 3-5.

(Francisco Javier) Si creo y peco; ¿Tengo salvación? ¿Acaso no son más escandalosos mis pecados en este caso?. Los pecados también son obras, y si las obras no tienen relación con la fe, ¿Entonces de que me preocupo? Puedo pecar todo lo que quiera, al fin y al cabo, mis obras no cuentan.

(Jetonius) Pablo respondió a su última objeción en Romanos 6: ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera.... ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera... Ahora bien, si la salvación no se obtiene porque a pesar de creer peca, entonces nadie podría salvarse, pues quien dice que no tiene pecado hace mentiroso a Dios y su palabra no mora en el tal (1 Juan 1:10).

...snip...(repetición de lo ya contestado)

(Francisco Javier) Respecto al segundo punto, lo que estaban pidiendo los judíos era que se repitieran los milagros de la multiplicación del pan para comer, no señales o milagros. Jesús mismo declara: <<En verdad, en verdad os digo, que vosotros me buscáis no por mi palabra atestiguada por los milagros que habéis visto, sino porque os he dado de comer con aquellos panes, hasta saciaros.>> Jn 6, 26b.

(Jetonius) En las palabras mismas del Señor que parafraseas están las claves que necesitas. El texto dice: “De cierto, de cierto os digo, me buscáis no porque visteis señales (griego sëmeia), sino porque comisteis de los panes y fuisteis saciados.” Jesús indica inequivocamente lo errado de la actitud: a ellos les había llamado la atención que el Señor había llenado su estómago, pero habían pasado completamente por alto la naturaleza del milagro en cuanto señal o signo destinado a que creyesen en Jesús. Este es el significado del vocablo semeion (señal, signo o milagro) especialmente en el Evangelio de Juan . Puede verse Xavier Léon-Dufour, Vocabulario de Teología Bíblica. Barcelona: Herder, 1985, s.v. Signos, p. 861.

(Francisco Javier) No hay que perder nunca de vista que todo este mensaje se basa en la alimentación, no solo espiritual, sino también corporal. Los judíos al cuestionarlo apuntaban a alimentar solo el cuerpo, por eso la mención del maná. Jesús no solo se preocupa del espíritu humano, se preocupa por el hombre en todas sus dimensiones. Este pasaje está relacionado con la multiplicación de los panes, no son los judíos quienes lo sacan a colación, sino Jesús, y es Jesús quien se prepara para revelarles otra alimentación muy importante. Si multiplicó los panes para alimentar el cuerpo, hablará de otro pan para alimentar otra dimensión humana, este es el contexto correcto de interpretación. Hasta aquí por el momento, sigamos con tu mensaje.

(Jetonius) Interesante afirmación ex cathedra. Las palabras de Jesús indican que la multiplicación de los panes, que les llamaba a la fe en el Hijo de Dios, había sido tomado como un bien en sí mismo por sus oyentes, y no como la señal que ciertamente era. Esta ceguera espiritual es el contexto del pasaje y lo que subyace al diálogo que sigue.

Comentario:

32-33 Por tanto Jesús les dijo: --De cierto, de cierto os digo que no os ha dado Moisés el pan del cielo, sino mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que desciende del cielo y da vida al mundo.
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* "Por tanto" indica la reacción de Jesús ante la exigencia de sus oyentes. Ahora el Señor emplea las propias palabras de ellos para enseñarles con autoridad. Comienza afirmando que el descenso del maná no fue obra de Moisés sino de Dios mismo y acto seguido establece que el verdadero pan que desciende del cielo no es el maná, sino una Persona enviada por el Padre para que el mundo pudiese tener vida a través de ella. El maná que sostuvo al pueblo peregrino y hambriento de Israel y permitió su supervivencia física no fue sino una sombra o tipo del verdadero alimento celestial, es decir Cristo, por medio de quien tenemos vida eterna.

(Francisco Javier) Oye hermano, felizmente parece que no tenemos tantos puntos de diferencia, al menos en este punto la coincidencia es total.

Comentario:
34-36 Le dijeron: --Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: --Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed Jamás. Pero os he dicho que me habéis visto, y no creéis.

* A pesar de la declaración de Jesús, sus oyentes continúan pensando acerca de comestibles, como una especie de "supermaná." Por tanto, ahora el Señor se torna más explícito: los judíos no han de esperar simplemente un mejor maná, sino la definitiva salvación de Dios, la cual no se encuentra sino en Cristo. No se trata, como enseña la doctrina de la transubstanciación, que el pan se convierta en Cristo, sino de que El es como un pan que da vida eterna. La única forma de comer este pan es creer en Jesús, quien por disposición del Padre es Señor y Salvador. Jesús es capaz de llevar a la vida eterna a todo el que cree.


(Francisco Javier) Bueno, yo no se si los judíos pensaron en un super maná o no.

(Jetonius) Bien, en ese caso dime en qué crees que estaban pensando...

(Francisco Javier) Por otro lado, la doctrina de la transubstación es una explicación de la manera en que ocurre, ciertamente no viene en la Biblia, pero lo que Dios dice SIEMPRE ACONTECE.

(Jetonius) No me cabe duda que lo que Dios dice ciertamente acontece, pero no deja de ser interesante tu admisión de que la doctrina de la transubstanciación es “una explicación” de la manera en que ocurre (supongo que la presencia del Señor en la Eucaristía). Jesús ciertamente no dice aquí que ningún pan se transforme en El.

(Francisco Javier) La aplicación de esta explicación viene versículos más adelante, por lo que también lo contrastaré en su debida ubicación. Hay una duda, ¿Qué versión de la Biblia utilizas?. Según la versión que tengo en mi poder, te comes algunas palabras (ver Jn. 6,36 por mencionar uno).

(Jetonius) Habitualmente una Reina-Valera. ¿y tú? Juan 6:36 dice “Pero os he dicho que me habéis visto, y no creéis.” Según el NT griego (Nestle-Aland): “Pero os dije que también [me] habéis visto y no creéis.”

Comentario:

37-40 Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y al que a mí viene, jamás lo echaré fuera. Porque yo he descendido del cielo, no para hacer la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió. Y ésta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite en el día final. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que mira al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el día final.
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* Quien descendió del cielo no es otro que Jesús, y por tanto Él es la comida y la bebida de la salvación. Pero como ocurre a menudo en los Evangelios, y particularmente en este de Juan, aquellos que hablan con Jesús no entienden lo que les está diciendo.


(Francisco Javier) YO CREO EN ESTE PASAJE EN FORMA LITERAL, EN FORMA ABSOLUTA AL IGUAL QUE TU. Es problema de los judíos el racionalizar las palabras de Jesús y por eso no le entienden. <<Todos los que me da el Padre vendrán a mí; y al que viniere a mí por la fe, no le desecharé. Pues he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad de aquel que me ha enviado. Y la voluntad de mi Padre, que me ha enviado, es que yo no pierda ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite a todos el último día. >> Jn. 6, 37-40. La traducción que haces es bastante aceptable, excepto la omisión que se encuentra en negritas. ¿Es tuya o que versión utilizas hermano? ¿Acaso está hecha de memoria?

(Jetonius) ¿De memoria? ¿Omisiones? El texto es el de la RVA, que coincide sustancialmente con la Versión Popular, la Biblia de las Américas, la Nueva Versión Internacional , la Biblia de Jerusalén y, más importante, con el NT griego según el “Textus Receptus”, Nestle-Aland o UBS 4ª Edición, no incluye las palabras en negrita.


Comentario:

41- 42 Entonces los Judíos murmuraban de él porque Había dicho: "Yo soy el pan que descendió del cielo." Y Decían: --¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que ahora dice: "He descendido del cielo"?
* La segunda cosa que los interlocutores de Jesús cuestionan es el origen celestial del Señor. Ellos objetan que lo conocen a él y su familia. Jesús parecía ser uno más de ellos.¿Cómo podrían creer que este hombre había sido enviado directamente por Dios?


(Francisco Javier) TAMBIÉN CREO QUE ESTE PASAJE ES TOTAL Y ABSOLUTAMENTE LITERAL. Tu y yo creemos que Jesús bajó del cielo por obra del Espíritu Santo y se encarnó en el vientre de María, la virgen de Israel de Isaias 7,14. Yo no cuestiono las palabras de Jesús, CREO QUE ES LITERAL AQUÍ TAMBIÉN.

(Jetonius) Tu insistencia en que crees que tal o cual pasaje es literal me hace preguntarme qué entiendes por “literal” y a qué lo contrapones. La escuela histórica gramatical propia del protestantismo histórico, a veces llamada ‘literal’ , no niega la existencia del lenguaje figurado, de los símbolos a menudo empleados en la profecía, o de las realidades espirituales. Simplemente busca establecer qué quiso decir cada autor según el texto y contexto de sus palabras.
Ahora bien, no es recta exégesis literal , sino un literalismo o “letrismo” inconsistente con los hechos y el contexto, suponer que el Cristo literal es un pan literal. Ya que Cristo no tenía corteza y miga, la exégesis literal exige reconocer en las palabras de Jesús una metáfora, o comparación implícita.
En el presente caso, comer la carne y beber la sangre de Jesús es equivalente a creer en El, como el Señor mismo lo dijo desde el principio. Creer lo contrario es caer en la confusión de los judíos letristas que oían a Jesús sin escucharle.

Comentario:
43-47 Jesús respondió y les dijo: --No murmuréis más entre vosotros. Nadie puede venir a Mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final. Está escrito en los Profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oye y aprende del Padre viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, sino que aquel que proviene de Dios, éste ha visto al Padre. De cierto, de cierto os digo: El que cree tiene vida eterna.
* Aquí Jesús reafirma su autoridad en términos inequívocos. Solamente por medio de El pueden sus oyentes tener vida eterna. El Señor fundamenta su enseñanza con una cita bíblica (ver Isaías 54: 1-3). A continuación, Jesús retoma y elabora lo que les había dicho antes.
* Como se ha argumentado que Jesús hablaba de comerlo literalmente (en la Eucaristía) sobre la base de que Juan empleó el verbo trögö en lugar del verbo más común esthiö o éfagon , he indicado entre corchetes el verbo empleado en cada referencia a "comer". El primer verbo (esthion) aparece ocho veces en este pasaje, y el segundo (trögö) cuatro veces. Las cuatro veces que aparece trögö figura con la misma construcción, "ho trögös", o "el que comiere". Pero asimismo en cuatro ocasiones (versículos 50, 51 y 53 [dos veces] ) , esthion/éfagon se refiere a comer "la carne del Hijo del hombre." En consecuencia, ya que ambas expresiones se emplean obviamente como sinónimos, no puede construirse un argumento sobre el empleo de "trögö."

(Francisco Javier) Todo lo contrario hermano, como se utilizan los tres verbos indistintamente, y uno es el equivalente a tragar masticando, y no tiene otra acepción (trogo) ergo Jesús habla literalmente en este capítulo. TAMBIÉN CREO QUE ESTE PASAJE ES LITERAL, JESÚS EMPIEZA HABLANDO LITERALMENTE Y CONTINUA HACIENDOLO AQUÍ.

(Jetonius) No cabe duda de que es literal, en el sentido antes aclarado. Ciertamente no hay ninguna insinuación de que un pan podría transformarse en Cristo por las palabras de consagración de ningún sacerdote.
En cuanto a que trögö tiene una única acepción, tengo en mi biblioteca un diccionario griego-español que era de mi madre, y que dice (s.v. trögö): “1. Roer, alimentarse. 2. Comer” (Diccionario Griego-Español. Madrid: Editorial Bibliográfica Española, 1945, p. 721.
Imprimi potest: José Olea Montes, Vicario General de las Escuelas Pías de España
Nihil obstat: Lic. Félix Leorza, Sch.P., Censor Eclesiástico
Imprímase: Luciano, Arzobispo de Burgos
Por mandato de su Exc. Rvdma. el Arzobispo mi Señor, Dr Buenaventura Díez y Díez, Canciller-Secretario).
Insisto en que no puede construirse ningún argumento pro-transubstanciación sobre los diferentes vocablos. La única distinción válida es que esthion está en aoristo, lo que indica una acción pasada cuyo efecto persiste, y trögö está en presente, indicando una continuidad en la acción. Según lo que ya he dicho, se refiere al que ha creído y continúa creyendo en Cristo.

Comentario:

48-51 Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron [efagon] el Maná en el desierto y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma [fagëi] de él no muera.Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come [fagëi] de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré por la vida del mundo es mi carne.

* La comparación es directa. Aquellos que, guiados por Moisés, comieron el maná del cielo, de todos modos murieron. En cambio, Jesús ofrece ahora nada menos que vida eterna, y tal vida perdurable solamente puede obtenerse por medio de él. Por esta razón, el maná era un tipo o prefiguración de la realidad que se encuentra solamente en Cristo. Por esta razón él se describe a sí mismo como el pan definitivo, un pan que será dado para la salvación del mundo, como luego dirá el Apóstol, "muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu." Sus oyentes se muestran cada vez más confundidos, por la sencilla razón de que ellos están pensando en que Él habla de comer literalmente la carne de Jesucristo. Su error fue precisamente desconocer el paralelo que Jesús trazaba.

(Francisco Javier) CREO QUE ESTE PASAJE TAMBIÉN ES LITERAL A DIFERENCIA TUYA. Jesús no se está definiendo como el pan definitivo, ESTA DICIENDO QUE EL ES EL PAN DEFINITIVO, Y QUE QUIEN LO COMA TENDRÁ VIDA ETERNA, Y ES LITERAL EL SENTIDO, NO FIGURADO.

(Jetonius) Que lo escribas todo en mayúsculas no hará tu letrismo menos erróneo. El maná es tipo de Cristo, como lo fue la serpiente de bronce, el templo, David, Salomón, Jonás, Adán, el tabernáculo, etc.
Si se tratase de comer físicamente a Cristo la promesa de vivir para siempre debería también consistentemente entenderse en sentido craso, pero supongo que el letrismo no da para tanto.

(Francisco Javier) Además Jesús está hablando de su carne, DICE <<MI CARNE>>, NO <<LA CARNE>>. Cuando se habla de la carne en la Biblia significa dejarse llevar por los apetitos e instintos. ¿crees que Jesús nos está ofreciendo la carne en sentido bíblico general, o su propia carne?. Es muy importante tu respuesta al respecto. Te sugiero en caridad, que este punto sea focal en el resto del diálogo.

(Jetonius) La palabra “carne” (sarx) que aparece casi 150 veces en el NT, puede referirse a carne literal, al cuerpo humano, a la persona, a las relaciones transitorias, al parentesco físico, a la naturaleza humana en forma neutra, a la naturaleza humana en cuanto alejada de Dios, y todo esto con muchos matices de significado. La oferta de Cristo, como ya expresé, no es alguna clase de canibalismo sagrado, sino que tiene relación con creer en él, alimentarse de él en sentido espiritual del mismo modo que el pan nos alimenta en sentido material.

Comentario:

52 - 59 Entonces los judíos contendían entre Sí, diciendo: --¿Cómo puede éste darnos a comer [fagein] su carne? Y Jesús les dijo: --De cierto, de cierto os digo que si no coméis [fagëte] la carne del Hijo del hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come [trögön] mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come [trögön] mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él.Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, de la misma manera el que me come [trögön] también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo. No como los padres que comieron [efagon] y murieron, el que come [trögön] de este pan vivirá para siempre. Estas cosas dijo en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaúm.
* En lugar de darles más explicaciones, Jesús insiste en lo que ha dicho: El es el pan de vida. Para quienes anhelan vida eterna, su carne es la única verdadera comida y sangre es la única verdadera bebida.

(Francisco Javier) No había necesidad de explicaciones porque no eran necesarias, AQUÍ TAMBIÉN HABLO JESÚS EN FORMA LITERAL. Cuando tu predicas, hermano mio; ¿Intercalas alegorías y literalismos sin explicar hasta donde llega cada cual? Si es asi, ENTONCES EN EL FONDO TU TE CONSIDERAS MEJOR PREDICADOR QUE JESÚS.

(Jetonius) Francamente esta cháchara (o alfalfa, como diría Manuel Mora) ya resulta aburrida. Es pura retórica, ya que como seguramente debes saber, ni en el fondo ni en la superficie se me ha ocurrido que pueda ser mejor predicador que Jesús. La confusión te la has creado tú mismo, con ayuda de la teología romanista, claro. Desde el principio Jesús dijo que la “obra” que debían hacer era la de creer en Él. Lo de comer su cuerpo y beber su sangre no es sino otra forma de expresar exactamente lo mismo. Esta ha sido la enseñanza consistente de Jesús en todo el texto en discusión. Por tanto no es necesario invocar ningún cambio de literalismo craso a alegoría; nada más lo has imaginado.
Por otra parte, una metáfora es por definición una comparación implícita; si se explicita que es una comparación, entonces ya no es metáfora.

(Francisco Javier) ¿Tu crees que Jesús, el Maestro (con mayúscula) por excelencia comete errores de enseñanza que ni el peor pedagogo comete? Yo no lo creo hermano mio.

(Jetonius) Yo tampoco. No achaques, entonces, a Jesús los errores que provienen de tus presuposiciones.

(Francisco Javier) Para mí Jesús es el Maestro perfecto. Si le entendieron en forma literal un mensaje tan importante, y esto provocó su posterior deserción, ¿TU CREES QUE CRISTO DEJA A SUS OVEJAS EN EL ERROR?. Hermano mio, medita bien estas palabras; ¿Es posible que Jesús enseñe cosas a sus discípulos y apóstoles, que no le entiendan y no les explique de que se trata? Si tu respuesta es si, buscame un pasaje que lo haga patente, ya que yo no lo conozco.

(Jetonius) Más alfalfa... Suena muy espiritual pero no se compadece con los datos de la Escritura. Las enseñanzas de Jesús no fueron dadas todas al mismo tiempo; existe en ellas una progresión. Por ejemplo,
La parábola del sembrador (Mateo 13) no fue explicada sino a los discípulos.
El dicho sobre lo que contamina al hombre fue explicado asimismo sólo a los discípulos (Mateo 15:10-20).
Jesús dijo que reconstruiría el templo en tres días y los discípulos no entendieron que hablaba de su cuerpo sino hasta después de la resurrección (Juan 2: 18-22).
A la samaritana no le explicó qué era el agua de vida que le prometió (Juan 4:13-15).
Tampoco parece que le haya dado expliación alguna a quienes querían hacerle rey a la fuerza (Juan 6:15).
A la multitud le dijo que permanecería con ellos un poco y luego volvería al que lo envió, que le buscarían pero no le encontrarían, sin dar más explicaciones (Juan 7:33-36).
Hay muchos otros pasajes similares. Los mismos discípulos fueron entendiendo gradualmente las enseñanzas de Jesús.

(Francisco Javier) Además si fuera así, quire decir QUE A JESÚS NO NOS IMPORTA DEJARNOS EN EL ERROR, QUE SIENDO LUZ Y ACEPTANDO SU PALABRA VAMOS AL ERROR. ¿Tu crees esto? Yo no.

(Jetonius) Otro conato fallido de retórica... Jesús no nos dejó en el error. A partir de la Palabra de Dios podemos entender lo que quiso decir. Aceptándola no podemos ir sino a la verdad. Es cuando se tuerce la Escritura para darle un significado diferente al que tiene, que se va al error. Pero desde luego Jesús no es responsable por este extravío.

Comentario:

60 - 63 Entonces, al oírlo, muchos de sus discípulos dijeron: --Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en Sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: --¿Esto os escandaliza? ¿Y si vierais al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero? El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo os he hablado son Espíritu y son vida.
* Muchos de los oyeron a Jesús, incluidos algunos de sus discípulos, se ofendieron por lo que ellos pensaron que era una enseñanza escandalosa. En lugar de suavizar sus palabras, el Señor plantea otro desafío más: si ellos hallaban esto tan duro que por esa razón rechazaban la oferta de salvación, ¿cuánto más duro habría de ser cuando vieran a Jesús en gloria y se dieran cuenta de lo que habían perdido a causa de la dureza de sus corazones?

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(Francisco Javier) No es así hermano. La enseñanza de Jesús es escandalosa a la poca luz de los discípulos. Jesús no explicó sus palabras porque no había nada que explicar, ya que habían entendido lo que Jesús les decía y les pedía literalmente.

(Jetonius) Precisamente, la poca luz a la que te refieres es lo que no les permitía discernir la verdadera naturaleza de lo que acababa de decirles.

(Francisco Javier) <<¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?>> Jn. 6, 53b. Evidentemente ignoraban que Jesús bajó del cielo, literalmente , que Él es el pan de vida, literalmente , que solo quien come su carne y bebe su sangre, literalmente, tiene la vida eterna, literalmente.

(Jetonius) Aquí repites el error de confundir exégesis literal con interpretación “letrista” crasa. Cristo le dijo a Simón bar Jonás que era Cefas, pero no lo transubstanció en una piedra. Poco después le dijo, “¡Vete de mi vista, Satanás!”, y sin embargo no era tal cosa. Los romanistas entienden y aceptan esto. Sin embargo, en este pasaje obcecadamente, como los judíos, se aferran a la letra sin discernir el Espíritu.

(Francisco Javier) Muchos no le creyeron como hoy día muchos no le creen, y buscan explicaciones para lo que no pueden entender, olvidando que precisamente la racionalización de los judíos y de algunos discípulos fue la causa de que abandonaran al Señor.

(Jetonius) Pues del texto mismo se desprende que no fue su “racionalización” lo que les apartó, sino precisamente su falta de discernimiento entre realidad y metáfora.

(Francisco Javier) Otros creen que sus palabras son duras, y como no aceptan sus enseñanzas lo abandonan. ¿Tu también le abandonas por la misma causa?. La respuesta de Pedro es la respuesta del católico. <<Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios>>Jn. 6, 69b-70.

(Jetonius) Si con esto quieres decir que muchos católicos son fieles a Cristo aunque –como en su momento los Apóstoles- malentiendan sus enseñanzas, concuerdo contigo. Es más importante aferrarse a Cristo y creer en él aunque no entendamos muchas cosas, que permanecer lejos de él porque algunas de sus enseñanzas más profundas se nos escapan. Precisamente esto fue lo que distinguió a los verdaderos discípulos del resto, que a pesar de no poder entender prefirieron permanecer con Jesús.

(Francisco Javier) También creemos en su palabra LITERALMENTE, aunque como Cristo mismo dice: <<Pues, ¿no soy yo el que os escogí a todos doce, y con todo uno de vosotros es un diablo?>>. Hermano, ¿Quién crees que sea esa minoría que en palabras del Señor es un diablo?.

(Jetonius) Si Jesús se refiere a uno de los discípulos como un diablo, hay dos posibilidades obvias: la primera es que sea Pedro, a quien el Señor llamó Satanás en su momento. La segunda es que se trate de Judas el traidor. Me inclino decididamente por esta última sobre la base del contexto (Juan 6:64).¿Y tú?

(Francisco Javier) Busca en todos tus documentos a ver quien fue el primero que aseguró que Jesús no está en el sacramento del altar, mira la fecha y luego piensa: ¿Dejaría Jesús a su iglesia sumida en el error durante 15 siglos? ¿El Espíritu Santo guió al error a los discípulos y apóstoles, y este asunto, y solo se pudo dilucidar 15 siglos despues? ¿Realmente la diestra del Señor es poderosa, o necesita de 15 siglos para mover los corazones de su iglesia al lugar correcto?

(Jetonius) No entiendo muy bien a qué te refieres. No pueden ser los Reformadores del siglo XVI, pues ellos en conjunto no negaron que Jesús se hiciese presente en la Eucaristía. Lo que rechazaron –y todos los protestantes rechazamos - fue el dogma medieval de la transubstanciación. Tu pregunta es interesante, porque la transubstanciación fue proclamada como dogma de fe por la Iglesia occidental en el IV Concilio de Letrán de 1215 (Denzinger 430). ¿Dejó Cristo a la iglesia en el error por casi doce siglos?
Y que la Eucaristía es un verdadero y propio sacrificio fue hecho dogma de fe romanista en el Concilio de Trento (Sesión XXII del 17 de setiembre de 1562; Denzinger 938-940, 948-951). Si esta es la verdad, ¿dejó el Señor a la iglesia en la ignorancia por quince siglos?
Hay que ser cauteloso, Francisco Javier, con los argumentos que se emplean... a veces puede salir el tiro por la culata.

(Francisco Javier) ¿Qué tipo de Maestro sería Jesús si deja en el error aún a sus íntimos? ¿Porqué no les aclaró nada después de que les preguntó si ellos lo abandonarían?. Yo afirmo con el corazón en la mano: JESÚS GUÍA A LA VERDAD EN FORMA INFALIBLE, Y LA VERDAD ES JESÚS. EL ESPÍRITU SANTO ES ESPÍRITU DE VERDAD, Y SIEMPRE HA ESTADO CON LA IGLESIA DE ACUERDO A LAS PALABRAS Y PROMESAS DE JESÚS. LA DIESTRA DEL SEÑOR ES PODEROSA, Y EN CUANTO SE HABREN LOS CORAZONES CON SINCERIDAD Y HUMILDAD, TE REVISTE DE CRISTO Y TE REVELA LA VERDAD, PERO SOLO EN EL GRADO DE TU APERTURA. JESÚS ES EL MAESTRO PERFECTO Y EN JUAN 6 AL MENOS, HABLÓ EN FORMA LITERAL.

(Jetonius) Jesús procedió de la manera que, en su infinita sabiduría, le pareció más correcta, y eso a mí me basta. Hasta en sus palabras finales a los discípulos les hizo saber que no les había dicho todo porque en ese momento no estaban aún en condiciones de entender, pero que el Espíritu los guiaría a toda verdad.
Que en Juan 6 Jesús habló en forma literal no está en discusión. La discusión gira en torno al terco literalismo que se obstina en no ver la significación espiritual –y no por ello menos literal- de las palabras de Jesús.

Comentario:

* La clave para entender rectamente las las palabras de Jesús ha de hallarse en su declaración sobre el valor del Espíritu y de la carne, y el hecho de que sus palabras son Espíritu y vida. El énfasis está puesto en la necesidad de creer a Jesús y aceptar su salvación.

.
(Francisco Javier) La clave para entender restamente las palabras de Jesús son la declaración de su identidad, la mención de la fe y la aceptación de sus palabras, y el valor de su Sangre y de su Carne; no es lo mismo <<la carne>> que <<mi carne>> en los labios de Jesús. Esto por supuesto no niega el hecho de que las palabras de Jesús son espíritu de vida, tampoco es excluyente en cuanto a creer y aceptar la salvación que Jesús nos ha ganado con su Pasión, muerte y Resurrección, que quede claro.


(Jetonius) Gracias por la aclaración. Pero no se trata de que no sea excluyente. Este es el significado primario de las palabras del Señor, y estas palabras han de discernirse espiritualmente, no de manera carnal. Su Persona y su sacrificio expiatorio por nuestros pecados son vida eterna, no la antropofagia ni la hematofagia.
Para los judíos el comer carne humana era impensable, y beber sangre estaba explícitamente condenado so pena de muerte en la Escritura (Levítico 17:10-14). ¿Recuerdas el concilio de Jerusalén? Está en Hechos 15. Allí se estableció no inquietar con exigencias judaicas a los gentiles que se convirtiesen a Dios, pero se les exigió que se abstuviesen, entre otras cosas, de sangre. Esto figura dos veces (vv. 20 y 29). Curiosamente, no se aclara en absoluto que beber la sangre de Cristo en la Eucaristía quedaba exceptuado de la regla.


Comentario:

64-65 Pero hay entre vosotros algunos que no creen. Pues desde el principio Jesús Sabía quiénes eran los que no creían y quién le Había de entregar, y Decía: --Por esta razón os he dicho que nadie puede venir a Mí, a menos que le haya sido concedido por el Padre.
* De nuevo, el tema central del discurso es la necesidad de creer en Jesús, una actitud del corazón de la cual "comer su carne y beber su sangre" no es sino una imagen. Se yerra gravemente si se confunde la imagen con la realidad espiritual que representa.

(Francisco Javier) No solo creer, sino también obedecer, no es suficiente con creer en Jesús, los demonios creen en Jesús, pero no le obedecen, llegan al grado de enfrentarlo de manera directa y clara. Si tu crees en la palabra de Jesús y la obedeces eres salvo, si la crees y la desobedeces eres Judas; un diablo en las palabras de Jesús. Yo creo y obedesco las palabras de Jesús como tu hermano, la diferencia está en la interpretación.

(Jetonius) Yo no niego la necesidad de obediencia; no soy antinomiano. Lo que recalco es que de hecho Jesús pone aquí la fe en él, no como mero asentimiento intelectual ni como opinión, sino como sincera y profunda confianza y entrega, como el punto clave de la salvación. Trayendo a colación la relación entre fe y obras no haces sino enturbiar la claridad de la enseñanza de quien reconoces como Maestro.

(Francisco Javier) Yo te aseguro, porque soy testigo de esto, que la misericordia y el amor de Dios están por encima aún de las doctrinas, por ello es que se manifiesta indistintamente de la denominación religiosa. Te pido que medites cuidadosamente estas palabras, ya que percibo por tus expresiones que eres un investigador de la verdad honesto, y como tal será facil que entiendas mis puntos de vista aunque no los creas.

(Jetonius) Desde luego que entiendo tus puntos de vista, como que son los del romanismo del cual Dios me sacó hace más de veinte años. Lo del respeto va de suyo.

(Francisco Javier) Mi objetivo primario es tender puentes que nos ayuden a tener un ambiente de amor y respeto. Es cierto que la doctrina sana es solo una, y tu crees, como todos en este foro, que la practicamos. A los que hay que acudir presuroso, es a los que no han aceptado a Cristo como salvador, no a criticar a quienes lo han aceptado y piensan diferente a nosotros. Es una piedra de escándalo que aún entre ustedes haya tantas diferencias y no se pongan de acuerdo en temas básicos.

(Jetonius) Te adelanto que pocos puentes podrás tender con frases como la última del párrafo precedente. La piedra de escándalo en este foro no son las diferencias entre los evangélicos, que siempre podemos discutir francamente, sino la pesada carga de dogmas de fe extra o antibíblicos que los romanistas están obligados a aceptar y por tanto les impiden la franqueza y libertad con la que nosotros contamos.


Comentario:

* La teología católica romana emplea este pasaje como una de sus evidencias más firmes de su doctrina de la transubstanciación, es decir, que en virtud de las palabras de consagración de un sacerdote, el pan y el vino se convierten, sin variar en su apariencia, en la carne y la sangre (y Trento agrega "alma y divinidad", sin justificativo bíblico alguno) de nuestro Señor. Con esto ponen la Escritura patas para arriba, pues lo que el Señor estaba enseñando no era que el pan y el vino eucarísticos fuesen a convertirse en El, sino que El era como un pan y un vino que llevan a la vida eterna, a diferencia del maná que no tenía tal poder.


(Francisco Javier) Jesús no dijo; YO SOY COMO EL PAN, sino YO SOY EL PAN. Además, como tu dices Es un argumento. Uno solo de muchos que existen.

(Jetonius) Jesús también dijo “Yo soy la puerta” (y no tenia bisagras), “Yo soy la vid verdadera” (y no tenía hojas), “Yo soy la luz del mundo” (y no era radiación electromagnética) , “Yo soy el camino” (y no estaba pavimentado). Como “Yo soy el pan de vida”, todas estas metáforas señalan algún aspecto sobresaliente de lo que Jesús representa para nosotros.
Y tienes razón, es sólo un argumento, y el resto de ellos no son mejores ni más sólidos.

(Francisco Javier) Una cosa que vale la pena poner de relieve; La muerte en sentido bíblico es estar fuera de la gracia de Dios por no aceptarlo. Moisés también se alimentó del maná y murió materialmente, sin embargo creyó en Dios y está vivo para Dios. La demostración de este hecho es que Dios es Dios de vivos y no de muertos, por eso es que Moisés se apareció a Jesús en el monte Tabor. EL PODER, EL AMOR Y LA MISERICORDIA DE DIOS NO TIENE LÍMITES, NI SE AJUSTA A NUESTRO PENSAMIENTO, NI NUESTRA INTELIGENCIA ALCANZA PARA ABARCARLO. Lo que a ti te parece que es voltear patas arriba la Biblia lo trataremos punto por punto más adelante. Esto para evitar que me digas que no hay alguien inmortal por comer la hostia, de la misma manera que no hay inmortal por creer en Jesús, esto en enfoque material, y no espiritual. Aunque nuestros cuerpos desciendan a la tierra y se hagan polvo, PARA DIOS ESTAMOS VIVOS PORQUE CREEMOS Y ACTUAMOS CON SU GRACIA, POR SU GRACIA Y PARA GLORIA DE SU SANTO NOMBRE.

(Jetonius) Y si esta vida ha de entenderse primariamente de manera espiritual, ¿por qué malentiendes a Cristo de manera material?

Comentario:

Debiera subrayarse enfáticamente en que lo que entendieron los oyentes de Jesús a partir de las palabras de él es por completo irrelevante, ya que ellos obviamente mainterpretaron su enseñanza:

(Francisco Javier) Y Jesús teniendo la oportunidad, dejó que se perdiera su iglesia por no explicar su enseñanza, aún a sus apóstoles. Durante 15 siglos faltó Jesús a sus promesas y hasta después de este tiempo reveló que no se encontraba presente en el sacramento del altar, ¿No es eso lo que afirmas?. Si Jesús es el Buen Pastor que dá la vida por sus ovejas. ¿Dio la vida pero las dejó en el error 15 siglos? ¿Vale la pena confiar y creer en un pastor así?. Si yo creyera lo que tu escribes terminaría despreciando a Jesús, pero como lo conozco se que es fiel, y que jamás abandona a quien confia en Él y vive invocando su santo Nombre.

(Jetonius) Si creyeras lo que escribo no sólo no despreciarías a Jesús, sino que lo adorarías en Espíritu y en verdad. Lo del “error por quince siglos” ya lo comenté más arriba, de modo que prefiero no insistir en esto que debe ser tan doloroso para los papistas.

Comentario:

1. Ellos equivocadamente exigieron una señal como el maná del desierto.


(Francisco Javier) Jesús les prometió algo superior al maná, ¿Porqué si no, hizo la explicación? Si la carne de Jesús no alimenta, JESÚS ES MENTIROSO PORQUE NO ES MEJOR QUE EL MANÁ, QUE NO FUE UN PAN FIGURADO, SINO FÍSICO. Se los ofreció como alimento y los judíos, y aún discípulos suyos lo rechazaron. ¿Tu también lo rechazas?, hay que creer en la palabra antes que razonarla, hay que vivir la palabra antes que memorizarla.

(Jetonius) ¿Cómo entiendes lo que Jesús dijo a quien quería seguirlo, “Deja que los muertos entierren a sus muertos”? Lo que sostienes es la noción del “supermaná”, Si el maná era físico, el pan definitivo, para vida eterna, tenía también que ser físico. Fue a causa de una interpretación como esta que Jesús dijo “la carne para nada aprovecha.”

Comentario:

2. Ellos equivocadamente rechazaron que Jesús viniese del cielo.


(Francisco Javier) Fueron palabras literales, en las que yo creo en forma literal.

(Jetonius) Bien haces.

Comentario:

3. Ellos equivocadamente pasaron por alto la exigencia de Jesús de creer en él para alcanzar la vida eterna.
(Francisco Javier) Más bien creyeron en Él, pero no le obedecieron y lo abandonaron porque sus palabras <<eran duras>>
(Jetonius) Tomaron en sentido material las palabras que eran Espíritu y vida y ello, naturalmente, les escandalizó. La diferencia con los romanistas es que ellos lo toman del mismo modo, pero ya no se escandalizan.
4. Ellos malentendieron la descripción que Jesús hizo de sí mismo como el definitivo pan de Dios, pensando erróneamente que se refería a un acto de canibalismo

(Francisco Javier) Ellos entendieron la descripción de Jesús y lo abandonaron, como 15 siglos después lo abandonaron quienes interpretaron torcidamente sus palabras y se aprestaron a ser ellos mismos los intérpretes de la Palabra. Decir que lo malinterpretaron es decir que Jesús les permitió estar en el error, y que este error persistió 15 siglos. ¿Es esto lo que estás afirmando?
Un último punto por hoy: ¿Te has dado cuenta que el que los discíulos y apóstoles hayan malinterpretado a Jesús, y Él no está en la Eucaristía, Jesús fundó una iglesia apóstata, ya que permitió desde el inicio que vivieran en el error, y que solo lo corrigió 15 siglos después?. Yo te pido que medites esta pregunta, porque pienso hacer el enlace con la tradición, tema del que externé mi deseo de compartir contigo.
Saludos de tu hermano Francisco Javier y que Dios te bendiga con abundancia.

(Jetonius) Los que tardaron ocho siglos para imaginar la transubstanciación, doce para elevarla a la categoría de dogma, y tres más para proclamarla solemnemente un sacrificio y adorar la hostia, fueron los papistas. La Iglesia siempre ha creído y cree, que Jesús se hace presente de modo misterioso en la Eucaristía. Lo que rechazamos enfáticamente es la explicación dogmática romanista y sus lamentables resultados.

Que Dios te bendiga e ilumine.

Jetonius

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LA IRREPETIBILIDAD DEL SACRIFICIO DE CRISTO, SEA DE FORMA CRUENTA O INCRUENTA

Doctrina de la Iglesia de Roma

Concilio de Trento

Sesión XXII del 17 de setiembre de 1562

“Y porque en este divino sacrificio, que en la Misa se realiza, se contiene e incruentamente se inmola aquel mismo Cristo que una sola vez se ofreció Él mismo cruentamente en el altar de la cruz [Heb. 9,27]; enseña el santo Concilio que este sacrificio es verdaderamente propiciatorio [Can. 3] ... (Denzinger 940).
Canon 3. Si alguno dijere que en el sacrificio de la Misa no se ofrece a Dios un verdadero y propio sacrificio, o que el ofrecerlo no es otra cosa que dársenos a comer Cristo, sea anatema.”

En otras palabras, aunque se reconoce la naturaleza única e irrepetible del sacrificio de Jesucristo en la cruz, al mismo tiempo se afirma que en cada misa que se celebra, el sacerdote inmola a Dios , aunque en forma incruenta, al mismo Señor.

Doctrina bíblica

Hebreos 7: 15-16, 21-28

“Esto es aun más evidente si otro sacerdote se levanta a la semejanza de Melquisedec, quien no ha sido constituido conforme al mandamiento de la ley acerca del linaje carnal, sino según el poder de una vida indestructible.
...
Los otros fueron hechos sacerdotes sin juramento, mientras que éste lo fue por el juramento del que le dijo: Juró el Señor y no se arrepentirá: "Tú eres sacerdote para siempre."
De igual manera, Jesús ha sido hecho fiador de un pacto superior. A la verdad, muchos fueron hechos sacerdotes, porque debido a la muerte no podían permanecer. Pero éste, porque permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo. Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, puesto que vive para siempre para interceder por ellos.”

El sacerdocio de Jesucristo es superior en todo sentido al de Aarón porque:

1. No está ligado al linaje
2. Fue establecido con juramento
3. Fue establecido con un pacto superior
4. Es perpetuo e involucra una intercesión permanente
5. Es suficiente para la salvación de todos los que en el confían.

“Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, puro, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos. El no tiene cada día la necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios , primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre , ofreciéndose a sí mismo. La ley constituye como sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, constituyó al Hijo, hecho perfecto para siempre.”

El sacerdocio de Jesucristo es superior en todo sentido al de Aarón también porque:

1. El Sacerdote es perfecto en todo sentido
2. No necesita ofrecer sacrificio por su propio pecado
3. No necesita repetir el único sacrificio que realizó una vez para siempre

Hebreos 8:6

“Pero ahora Jesús ha alcanzado un ministerio sacerdotal tanto más excelente por cuanto él es mediador de un pacto superior, que ha sido establecido sobre promesas superiores.”

El sacerdocio de Jesucristo es superior en todo sentido al de Aarón, además, porque :

1. Su ministerio sacerdotal es excelente
2. El es el mediador de un mejor Pacto
3. Este Pacto involucra promesas superiores

Hebreos 9: 8-14

“Con esto el Espíritu Santo daba a entender que todavía no había sido mostrado el camino hacia el lugar santísimo, mientras estuviese en pie la primera parte del tabernáculo. Esto es una figura para el tiempo presente, según la cual se ofrecían ofrendas y sacrificios que no podían hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que rendía culto. Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.”
Pero estando ya presente Cristo, el sumo sacerdote de los bienes que han venido, por medio del más amplio y perfecto tabernáculo no hecho de manos, es decir, no de esta creación, entró una vez para siempre en el lugar santísimo, logrando así eterna redención , ya no mediante sangre de machos cabríos ni de becerros, sino mediante su propia sangre. Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de la vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la purificación del cuerpo, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!

El sacerdocio de Jesucristo es superior en todo sentido al de Aarón porque:

1. Porque no consiste en “ordenanzas de la carne”, ritos repetitivos que sólo prefiguraban la realidad presente
2. Porque el tabernáculo era solamente una imitación transitoria del santuario perfecto y celestial al cual ingresó Jesucristo
3. Porque el Señor solamente necesitó ingresar una vez al tabernáculo celestial
4. Porque lo hizo una vez por medio de su propia sangre
5. Porque este único e irrepetible sacrificio bastó para la eterna redención

Hebreos 9: 23-28

“Era, pues, necesario purificar las figuras de las cosas celestiales con estos ritos; pero las mismas cosas celestiales, con sacrificios mejores que éstos. Porque Cristo no entró en un lugar santísimo hecho de manos, figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora delante de Dios a nuestro favor. Tampoco entró para ofrecerse muchas veces a sí mismo , como entra cada año el sumo sacerdote en el lugar santísimo con sangre ajena. De otra manera, le habría sido necesario padecer muchas veces desde la fundación del mundo. Pero ahora, él se ha presentado una vez para siempre en la consumación de los siglos, para quitar el pecado mediante el sacrificio de sí mismo . Entonces, tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos . La segunda vez, ya sin relación con el pecado, aparecerá para salvación a los que le esperan. “

El sacerdocio de Jesucristo es superior en todo sentido al de Aarón:

1. Porque las cosas celestiales requerían una purificación perfecta y definitiva
2. Porque por su propia naturaleza tal sacrificio podía y debía ofrecerse solamente una vez, “en la consumación de los siglos”.
3. Porque tiene eficacia perpetua y universal para quitar el pecado

Hebreos 10: 8-14

“Habiendo dicho arriba: Sacrificios, ofrendas y holocaustos por el pecado no quisiste ni te agradaron (cosas que se ofrecen según la ley), luego dijo: ¡Heme aquí para hacer tu voluntad! El quita lo primero para establecer lo segundo. Es en esa voluntad que somos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre . Todo sacerdote se ha presentado, día tras día, para servir en el culto y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados. Pero éste, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados , se sentó para siempre a la diestra de Dios, esperando de allí en adelante hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados . “

El sacerdocio de Jesucristo es superior en todo sentido al de Aarón:

1. Porque su sacrificio involucró perfecta obediencia
2. Porque trajo consigo la abolición del sistema antiguo e imperfecto
3. Porque no fue necesario sino que presentara un único sacrificio
4. Porque esta sola perfecta ofrenda basta para la expiación de todos los pecados.

En los pasajes citados se afirma no menos de seis veces que el sacrificio de Cristo fue hecho una sola vez y que su eficacia es perpetua, “para salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios”, . “para ofrecer sacrificio... por los pecados de ellos”, para ser mediador de “un pacto superior”, para lograr “eterna redención”, para “limpiar nuestras conciencias”, para “quitar los pecados”, para que seamos santificados y para que seamos perfeccionados.

La sola idea de que sea necesario, o siquiera posible, repetir este sacrificio, sea de manera cruenta o incruenta, es por completa ajena al texto y contexto de la Escritura.

Que Dios les bendiga e ilumine,

Jetonius

<{{{><
 
Dios les bendiga hermanos foristas.

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!Ahora resulta que la muerte de Cristo en la cruz no fue suficiente! ja.
El sacrificio redentor de cristo fue una sola ves y para simpre.(Romanos 6:9).

Es pensar que en cada misa estan "crucificando" a Cristo, lo cual es una blasfemia.

Siendo un poco sarcasticos, si en realidad comieramos la carne de Cristo y bebieramos su sangre, !no alcazaria para todos!.
No sean necios.

Jetonius, Ezequiel, exelentes sus comentarios...
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paz y Bendiciones...




------------------
Lámpara es a mis pies tu palabra,Y lumbrera a mi camino. Sal 119:105
 
Jetonius:

Una pregunta, ¿en qué quedó tu debate con Francisco Javier (el que reprodujiste aquí)?

Te pregunto porque he visto que Francisco Javier pone un largo mensaje, luego se desaparece del foro (dejando las cosas inconclusas) y al tiempo vuelve poniendo otro extenso mensaje pero que no está relacionado con lo que venía debatiendo antes. Ya me lo hizo a mí (prometió que lo retomaría y no lo hizo), y creo que te lo hace a tí también.

DTB
 
Saludos mis preciosos paladines:
En el nombre del Señor lo digo con alegría en Cristo.
Yo le estaba contando a la Iglesia a más 300 hermanos como Ezequiel Romero, Haaz,Jetenius, Maripaz,Roberto Mateo tienen en retirada a los Goliat. Tienen que aceptar Korolo,Juan Manuel, Abraham20 que estan perdiendo el tema. Ezequiel tiene prendido el bosque al poner fuego en la cola a todas las zorras. Lo digo con gozo y les diré sigan adelante mis preciosos Sansones,Davides, no se rindan corten prepucios de Philiteos.

Aquí les un pitazo. Abraham acaba de cometer un error grande cuando dijo: El pan y el vino no son símbolos. Mi amigo Abraham así que tampoco Apoc.5:1...Cordero,anciano,pelo blanco como la nieve,ojos como llama de fuego, arco iris,copas, siete estrellas,sangre, carne,vestidura blanca,río cristalino, calles de oro,mar de vidrio,siete ojos,doce piedras, doce puertas,la copa,bronce refulgente,cielo bronceado,el color ambar,las cortinas del tabernaculo, los hilos torcidos,la tapa de oro sobre el propiciatorio,los dos querubines,la espada de oro en las manos del ángel cuando Josué,la piedra de cabecera de Jacob, los cuerpos teofanicos en el monte de Transfiguración,el maná que caía del cielo, la hoya de bronce, el lugar santo, el lugar santisimo,.

Sr. Abraham,don Juan Manuel, Karolusin Uds. nunca quieren ser humildes y aceptar que ya no estamos en los tiempos de los inquisidores, ya el mundo ha despertado, ya nos hemos dado cuenta de los millones de errores que la que Ud. dice que es la Iglesia verdadera ha cometido. Yo les pido que acepten que Ezequiel Romero, Jetenuis,Haaz,Maripaz, Roberto Mateo Quieroz en este momento estan bien acorazados con el Espiritu Santo y son una maquina que por hoy no los para nadie.

Si Uds.Don Juan Juan Manuel,Karo,Abraham20 quieren que aceptar un reto de este humilde pastor para que podamos debatir sobre toda la simbología biblica haganmelo saber aqui los espero.

Me da mucha risa al mirar como tropienzan con el conocimiento biblico.

Adelante valientes guerreros Davides,Sansones,Sangares,Gedeones,Jonatanes, Cristo está con Uds.

De Uds. su amigo esta orando por esta guerra.
Este tema es el más grande de toda la historia del foro cristiano. Pido que se ha de calificar pronto
Pastor: Mónico Cubías
 
Gracias nuestro amado Mónico, que el Señor propere cada palabra que salga de tu boca delante de la congregación, bendita sea cada ovejita que el Señor a puesto bajo tu cuidado, que cada una de las ovejitas de tu congregación sean levantados y properados abundantemente en el nombre de Jesucristo, que querubines del Señor lleven bendiciones por trillones a la congregación, tu esposa y tus hijos sean benditos en su andar, a la salida y a la entrada de tu hogar, que el Espiritú Santo te llene cada segundo de vida, a ti y a todas tus generaciones, en el nombre de Jesucristo.

Shalom
 
Gracias hermanos:
Roberto Mateos Quiroz, por muy preciosas palabras de aliento para mi familia, la Iglesia.

Dios te continue bendiciendo por esos epigrafes que has puesto en contestación de la Hostia y el Vino. El Señor bendiga a Jetenius por ese último que puso tan jugoso E historico.
El epigrafe de Abraham20 está muy bonito en cuanto a su punto de vista a lo que tipifican las copas y más, pero esto está tratando de distraer el tema de la Hostia y el Vino. Tienen que tener mucho cuidado: Don Juan Manuel y todos estos romanistas ya perdierón delante del significado de la Palabra de Dios.

Saludos cariñosos.

Mónico Cubías.
 
Hermano Jetonius: Unas palabras que me llegaron atraves de la internet. Son para considerar respecto este tema.


De un capítulo del Tomo I de la obra "Textos
Eucarísticos Primitivos" de Jesús Solano publicada en la BAC.

SAN JUSTINO († c.165)

Oriundo de una familia griega pagana, nació en Flavia Neapolis (hoy Nabulus), la antigua Siquem y luego Sicar de los tiempos bíblicos en Samaria de Palestina. Buscó apasionadamente la verdad en los sistemas
filosóficos de los estoicos, de los peripatéticos, de los pitagóricos
y, sobre todo, de los platónicos, pero la halló sólo en la doctrina
de Cristo. Con su manto de filósofo recorrió tierras enseñando la
verdad y fundó en Roma una escuela. Aquí murió, mártir de su fe
cristiana, hacia el año 165, siéndole cortada la cabeza junto con
otros varios fieles. Es considerado como el mayor apologeta del siglo II.
La `Apología primera´, dedicada al emperador Antonio Pío, al Senado y
al pueblo romano fue escrita en Roma hacia el año 153. En una primera
parte apologética rechaza las acusaciones hechas contra los
cristianos y expone luego sus doctrinas y su culto. En este último
apartado trata del bautismo y a continuación de la Eucaristía. Sobre
las calumnias acerca de la Eucaristía refiere San Justino en su `Apología segunda´ y en el `Diálogo con el judío Trifón´ que entre
otras cosas se calumniaba a los cristianos de deleitarse en comer carnes humanas y en embriagarse de sangre. Un testimonio indirecto de la primer acusación puede verse tal vez en la `Apología primera´. Fue
ésta, con todo, una acusación que no raramente se hizo en estos
primeros siglos a varias sectas.
La importancia de los tres capítulos eucarísticos mencionados es
capital para la liturgia, pues es la primera descripción detallada de
la celebración eucarística, descripción hecha además por una persona
culta que escribía en Roma y había conocido muy diversas comunidades
cristianas; pero juntamente tienen estos capítulos una significación
altísima para el dogma eucarístico. Además de que la Eucaristía celebrada por la Iglesia expresamente la refieren al mandato de Jesús
en la última cena, aparece en estas palabras de San Justino un presidente de la reunión de los fieles, que era el que consagraba el
pan y el vino mezclado con agua, y al cual asistían diáconos para distribuir la comunión entre los presentes y llevarla a los ausentes, y aparecen participando de la Eucaristía solo los fieles bautizados y
que vivan según las enseñanzas de Jesucristo.
El alimento de pan y vino aguado "se llama Eucaristía" dice con toda
sencillez San Justino, testigo irrecusable de una evolución semántica decisiva. Este alimento no es uno de tantos, sino que realmente es "carne y sangre de aquel Jesús hecho carne". Tan realmente es la
Eucaristía la carne de Jesucristo como es real la carne que el Señor
tomó en su encarnación y como es real la carne de nosotros que se alimenta de la Eucaristía. Nótese lo cómodo que hubiera sido para San Justino dar un sentido simbólico a la Eucaristía, con lo cual hubiera
desvanecido las calumnias que tan perfectamente sabía él que se
hallaban esparcidas entre los paganos. Sin embargo, dirigiéndose al
emperador y al Senado y al mundo gentil profesa con absoluta claridad
el realismo de la carne y sangre de Jesucristo que son alimento de
los cristianos.
Para explicar la posibilidad de la fe de los cristianos en que la Eucaristía no era un alimento ordinario, sino la carne de Cristo,
acude San Justino a la fuerza omnipotente del Verbo. Este término "Verbo" (logos) reviste muy diversos matices bajo la pluma
del santo Apologeta. Al Verbo, fuerza divina, atribuye San Jerónimo la obra de la encarnación, como se lo atribuirán otros escritores de los primeros siglos. Y al verbo o palabra de oración (las palabras de
la consagración eucarística), que tiene su origen en Cristo y trae su
fuerza de Cristo, atribuye San Justino el que la Eucaristía sea la carne y la sangre del mismo Salvador.
Respecto a la conversión eucarística, San Justino con toda claridad excluye, por de pronto, la permanencia del pan junto con la carne del Señor. El paralelismo de ideas y de frases le llevaba a decir que así
como Jesucristo tuvo carne y sangre, así el alimento eucarístico ES
la carne y la sangre de Jesús. Esta expresión no sólo excluye la permanencia del pan, sino que en su sentido obvio indica el cambio,
la conversión del pan en la carne del Señor; ya no es pan sino que ha
cambiado en la carne de Jesús. Lo confirma el empleo que inventa San Justino para la palabra "dar gracias" (euvcaristein): hasta él había tenido sentido intransitivo; él la usa en forma pasiva: "alimento
eucaristizado", que al pie de la letra traduciríamos: alimento hecho
acción de gracias, hecho eucaristía. Esta pasiva tan dura inventada
por San Justino, unida al cambio de construcción que acabamos de
señalar, acentúa la nota de un cambio obrado en el alimento ordinario, en virtud del cual cambio el pan es ahora carne de Cristo.
Otra idea de gran trascendencia aparece en estos capítulos. Existe
todavía un paralelismo más. Jesucristo, nuestro Salvador, tomó carne
y sangre "para nuestra salvación"; de la Eucaristía, carne y sangre
de Cristo, se alimenta nuestra carne y sangre "con arreglo a nuestra
transformación". Se refiere aquí San Justino a que la Eucaristía transforma nuestros cuerpos, haciéndolos inmortales, en cuanto que la Eucaristía les hará resucitar en el último día; pensamiento al que
nos hemos referido hablando de San Ignacio y que volverá a aparecer
con fuerza inimitable en San Ireneo, para irse repitiendo a lo largo
de la tradición patrística. Ni falta en esta primera descripción de
la Eucaristía la unión entre los divinos misterios y el ejercicio de
la caridad desinteresada a favor de los hermanos necesitados. El `Diálogo con el judío Trifón´, algo posterior a la `Apología
primera´, contiene en forma literaria un diálogo sostenido por San Justino con un judío culto de su época, tal vez el rabino Tarfón, que vivió en tiempo del levantamiento de Bar-Kochba (132-135). La primera
parte refuta los prejuicios judíos sobre la ley mosaica, la cual está
ya abrogada por la ley de Cristo, el Mesías prometido. La segunda parte habla de Jesucristo, Dios-Hombre y Redentor. La tercera muestra en la Iglesia al verdadero Israel de las promesas divinas.
El c. 41 pertenece a la primera parte, y en él se contiene la expresión más clara de San Justino acerca de la Eucaristía como
sacrificio, pues no sólo dice que estaba figurada en la oblación por
la lepra, sino que decididamente aplica la profecía de Malaquías sobre la abrogación de los demás sacrificios y la venida de un
sacrificio puro a la Eucaristía, a la cual designa con el mismo nombre técnico se sacrificio, con que había designado los antiguos sacrificios judíos.
El c.70, en la segunda parte, aplica a la Eucaristía un texto del profeta Isaías, y es lo más probable ver en la expresión ajvrton
poiein (hacer el pan) con su contexto, teniendo en cuenta los otros
capítulos citados del mismo Diálogo, un equivalente de "ofrecer en
sacrificio el pan". No solamente esta expresión tiene ese sentido en
otros Padres sino que en ese sentido la habían empleado el propio San Justino unos capítulos antes hablando también de la Eucaristía, a saber, en el comienzo del c.41, cuyo sentido sacrifical acabamos de
declarar.
En los c.116 y 117 insiste en la Eucaristía como el verdadero sacrificio profetizado por Malaquías, que ofrecen a Dios los
cristianos, "la verdadera raza sacerdotal de Dios", gracias a nuestro "sacerdote" Jesucristo. En este contexto afirma que "también los cristianos han recibido por tradición el hacer solamente estos
sacrificios [oraciones y acciones de gracias]" (c.117). No se sigue
de estas palabras necesariamente que niegue la realidad sacrifical
del pan y vino eucarísticos como materia del sacrificio; puede
únicamente querer hacer resaltar el carácter espiritual del sacrificio cristiano, en contraposición a la materialización de los
sacrificios que habían tenido lugar entre el pueblo judío, y de la que el mismo Yahveh se había quejado con expresiones tan absolutas
que parecían querer decir que Dios quería sólo la limpieza de vida y
no aquellos sacrificios de animales, los cuales, sin embargo, continuaba Él exigiendo de su pueblo (véase, p.e, Amos 5,21-24; Os
6,6; Mic 6,7s; Jer 7,21ss; Is 1,11-17).
Pero lo que prueba que de hecho San Justino no limitó la materia del
sacrificio a algo puramente espiritual como serían las oraciones y acciones de gracias, es la reflexión siguiente. El pan y el vino
hecho cuerpo y sangre de Cristo no sólo eran para San Justino por excelencia "eucaristía", es decir, acción de gracias, sino que ahí
mismo hemos advertido como él fue el inventor de una forma pasiva, gramaticalmente durísima, para hablar de ese alimento como de
algo "eucaristizado", "hecho acción de gracias". Ante tales datos, no
sólo hemos de decir que San Justino no disocia de la materia el sacrificio acepto a Dios el pan y el vino consagrados, sino que su pensamiento ni siquiera prescinde de estos elementos corporales; es
más, para él, la materia por antonomasia del sacrificio era precisamente esa "acción de gracias" por excelencia, la cual, según
él mismo, es el cuerpo y la sangre de Jesús. Así se explica que, al hablar en este c.117 de "oraciones y acciones de gracias",
explícitamente nombre "aun la conmemoración que hacen [los cristianos] con su alimento seco y líquido".


atte. tejano
 
Hermano Jetonius: Otras palabras para su consideracion.

Del 1er Tomo de la
Obra "Textos Eucarísticos Primitivos" (BAC, Jesús Solano).
Al final del texto de Solano aparecen las citas de los escritos del
santo.


San Ignacio de Antioquía (+ c.110)


En tiempo del emperador Trajano (98-117) fue llevado a Roma, para ser
devorado por las fieras, el santo obispo de Antioquia, la entonces
célebre capital de Siria, hoy en ruinas, y que sólo en parte coincide
con la Antakije actual, en las cercanías de Alepo.
Las siete cartas que escribió camino de Roma son el único testimonio
que poseemos de su carácter e incluso de su vida; sin ellas no nos
hubiera quedado sino el nombre vacío de uno de los primeros obispos y
mártires.
La carta de los fieles de Efeso, en el Asia Menor, hoy Turquía, nos
habla de la Eucaristía como centro de las reuniones de los cristianos
bajo el obispo y los presbíteros; a mediados del siglo II encontramos
bellamente realizada esta práctica en Roma. Presenta San Ignacio a la
Eucaristía como "medicina de inmortalidad". ¿Pensará el Santo aquí
no sólo en la preservación de la muerte del alma, sino en la
resurrección de la carne como efecto de la Eucaristía? Sería, en tal
caso, el primero en presentar una idea que repetirán San Justino, San
Ireneo y tantos otros Padres, y que no hace sino recoger la promesa
eucarística del Señor: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene
vida eterna, y yo le resucitaré en el último día (Jn 6,54)
Insiste en esta unión que han de tener todos los fieles con su obispo
y con sus presbíteros y diáconos para celebrar la Eucaristía en la
carta a los de Filadelfia, ciudad no muy distante de la actual
Esmirna de Turquía. Da como razón que una es la carne de Nuestro
Señor Jesucristo, uno el cáliz que nos une con su sangre y uno el
altar. Esta razón prueba obviamente que para San Ignacio la
Eucaristía era la carne de Jesucristo, y que el beber el cáliz
durante la celebración eucarística se unían los cristianos con la
sangre del Señor. El hablar de "un altar" nos hace pensar en la idea
de un sacrificio litúrgico. A los diáconos aquí mencionados llama en
otra carta: "ministros que son de los misterios de Jesucristo"
(Tralianos 2,3 que cita 1 Cor 4,1). ¿Aludirá también a su oficio de
distribuir la Eucaristía, cosa que aparece evidente en San Justino?
Ruega con otra carta a los fieles de Roma que no intercedan por su
libertad, pues no desea sino morir. "Dejadme ser pasto de las fieras,
por las cuales se alcanza a mi Dios. Trigo soy del Señor, y en los
dientes de las fieras debe ser molido para convertirme en pan
purísimo para Cristo". El pensamiento de que ningún sabor tienen ya
para él los manjares terrenos trae a su pluma el recuerdo de aquel
pan de Dios que es la carne de Cristo, y de la bebida de su sangre.
¿Se refería el santo a su unión con Jesús en el cielo? Es posible.
Pero emplea expresiones que suponen que hay un pan, que es la carne
del Señor, y una bebida, que es su sangre.
El testimonio más expreso de la realidad eucarística nos lo ofrece la
carta a los cristianos de la entonces, y también hoy, populosa ciudad
del Asia Menor Esmirna, junto al mar Egeo. Pone en guardia a los
fieles contra el docetismo, error que nos es conocido por diversas
fuentes de estos primeros siglos, y del que parecen encontrarse
trazos marcados en alguna alusión de las cartas del mismo apóstol San
Juan. Según los gnósticos docetas, Jesús no había tenido cuerpo
verdadero, sino solo aparente; por este error, dice San Ignacio, no
querían tomar parte en las reuniones cristianas, en las que a la
oración acompañaba la celebración de la Eucaristía; así morían
espiritualmente por resistirse a recibir el don de Dios.
Por de pronto aparecen los docetas separándose del pueblo cristiano,
el cual frecuentaba la Eucaristía en la persuasión de que aquella era
la verdadera carne del Señor. Tal era, pues, la fe en la Iglesia,
según San Ignacio.
La frase del santo es bien categórica: "La Eucaristía es la carne de
nuestro Señor Jesucristo". Ofrece, sin embargo, un reparo serio el
hecho de que San Ignacio llama "carne" de Jesucristo a cosas que
ciertamente no lo eran en sentido propio. En la carta a los
filadelfios dice: "Adhiriéndome al Evangelio como a la carne de
Jesucristo". A los de Trales escribe: "Vosotros, revistiéndoos de
mansedumbre, regeneraos por la fe, que es la sangre del Señor, y por
la caridad, que es la sangre de Jesucristo". Recojamos, para ser
completos, un texto de la carta a los filadelfios, del que, sin
embargo, caben varias lecturas: "a la que [a la Iglesia] saludo yo en
la sangre de Jesucristo, la cual es mi gozo eterno e imperturbable".
Pero más razonable y más fiel al texto original es referir "la cual"
a Iglesia, no a sangre.
De que un autor use a veces una palabra en sentido simbólico no se
sigue que siempre la haya de usar en ese sentido. No menos de treinta
y siete veces emplea San Ignacio la palabra "carne" y "sangre". El
último pasaje citado de la carta a los filadelfios en realidad no
tiene sentido simbólico alguno, aun admitiendo la lectura menos
probable que hace concordar "la cual" con "sangre". Se trataría
simplemente de una metáfora como las que a cada paso usamos en la
conversación. "La sangre de Cristo" es mi gozo; nadie piensa, al oír
esta frase, en identificar la sangre del Señor con el gozo subjetivo
mío, sino todos entienden que la sangre –real, no simbólica- es causa
u objeto de mi gozo.
La primera cita de la carta a los filadelfios no identifica
simplemente el evangelio y la carne del Señor, pues san Ignacio dice
adherirse al evangelio COMO a la carne de Jesús. Acerca del único
texto restante (Tralianos c8) no faltan autores en nuestros días que,
con razón, creen referirse en él San Ignacio precisamente a la
Eucaristía, fundamentándose en la relación que existe, según el
santo, entre la Eucaristía y la caridad. Y todavía hay otras
explicaciones. Pero admitamos la dificultad en toda su fuerza.
El contexto deberá decidir. En los casos aducidos, el contexto mismo
indica que "carne" no puede tener sentido real, pues se la identifica
con cosas inmateriales que evidentemente no pueden ser la sangre del
Señor en sentido real: "el evangelio" es la doctrina que predicaron
los apóstoles, "la fe" y la "caridad" son actos espirituales del
creyente.
El caso del texto eucarístico que estudiamos (Esmirneos c7) es
enteramente diferente. Sabemos por otras fuentes literarias que los
docetas negaban la realidad de la carne del Señor. Luego, cuando San
Ignacio rechaza su doctrina, no va a entender "carne" en sentido
simbólico, ya que en tal sentido no la negaban los docetas. Además,
desde el principio hasta el capítulo 7 inclusive, insiste San Ignacio
con fuerza insuperable en la realidad de la carne del Señor, con
expresiones como ésta: "plenamente poseídos de que el Señor nuestro
en verdad es de la familia de David según la carne.... [Rom 1,3] y
que fue engendrado de verdad de una Virgen... y de verdad bajo Poncio
Pilato y Herodes tetrarca fue enclavado por nosotros en carne... Y no
padeció, como algunos incrédulos pretenden sólo en apariencia.... Yo,
ciertamente sé, y en ello pongo mi fe, que también después de la
resurrección está en carne..." En este contexto, en el capítulo 7,
tiene San Ignacio la afirmación de que la Eucaristía es la carne del
Salvador; casi es imposible enmarcar esta frase en un contexto más
realista y más alejado de toda mera apariencia y de todo simbolismo.
Aún hay más. No contento con afirmar San Ignacio que la Eucaristía es
la carne del Salvador, añade determinaciones concretísimas: "la que
padeció por nuestros pecados, la que por bondad resucitó el Padre".
Recordemos la insistencia del Santo en afirmar líneas más arriba que
el Señor no padeció en apariencia y que resucitó en verdadera carne.
Sólo podría oponerse que la palabra "eucaristía" debe designar
también en San Ignacio "acción de gracias", como en los libros del
Nuevo Testamento y como pide la etimología y el sentido natural del
término en aquella época.
Tan convincente es el contexto y tan clara es la frase que
analizamos, que nos veríamos forzados a decir que San Ignacio
emplearía aquí ya el primero el término eucaristía, en sentido no de
una acción de gracias, sino del alimento convertido en la carne del
Señor, que es el sentido que posteriormente adquirió ese término.
Pero no hace falta tanto. El escritor judío Filón, muerto a mediados
del siglo I, designa con el término "eucaristía" al sacrificio
matutino y vespertino del templo de Jerusalén y a las víctimas
mismas. Hacia el año 140, poco después de San Ignacio, la traducción
griega de Aquila empleaba el mismo término para indicar una clase de
sacrificios del Antiguo Testamento. San Justino escribirá con toda
claridad, hacia el año 150: "Y este alimento entre nosotros se llama
Eucaristía"
El modo de hablar, tan fuertemente realista, de San Ignacio, que ve
en el evangelio la carne de Cristo y en la fe y en la caridad su
carne y su sangre parece ha de explicarse por la verdad que tan hondo
había calado en su espíritu, de la realidad concreta de aquel Jesús
que, siendo Dios, se hizo verdadero hombre con verdadera carne y
verdadera sangre. Recogemos aquí un eco, en la edad subapostólica, de
aquellas palabras nostálgicas y triunfadoras del anciano San
Juan: "Lo que contemplamos y nuestras manos tocaron acerca del Verbo
de la vida" (1 Jn 1,1)


Carta a los Efesios

Procurad, pues, reuniros en mayor número para la Eucaristía de Dios y
para sus alabanzas. Porque cuando os congregáis numerosos vosotros en
un mismo lugar, se quebrantan las fuerzas de Satanás, y su poder
demoledor queda desecho con la concordia de vuestra fe. Nada hay
mejor que la paz, con la cual se reduce a nada toda la guerra que nos
hacen los poderes celestes y terrestres.

.... partiendo un mismo pan, que es medicina de inmortalidad,
antídoto para no morir, sino vivir por siempre en Cristo Jesús.


Carta a los Filadelfios

Esforzaos, por lo tanto, por usar de una sola Eucaristía; pues una
sola es la carne de Nuestro Señor Jesucristo y uno solo es el cáliz
para unirnos con su sangre, un solo altar, como un solo obispo junto
con el presbiterio y con los diáconos consiervos míos; a fin de que
cuanto hagáis, todo lo hagáis según Dios.


Carta a los Romanos

No siento placer por la comida corruptible ni por los deleites de
esta vida. El pan de Dios que quiero, que es la carne de Jesucristo,
el del linaje de David; y por bebida quiero la sangre, de él, el cual
es caridad incorruptible.


Carta a los Esmirneos

De la Eucaristía y de la oración se apartan [los docetas], porque no
confiesan que la Eucaristía es la carne de nuestro Salvador
Jesucristo, la que padeció por nuestros pecados, la que por bondad
resucitó del Padre. Por tanto, los que contradicen al don de Dios
litigando, se van muriendo. Mejor les fuera amar para que también
resucitasen.

Sólo aquella Eucaristía ha de tenerse por válida, que se celebra
bajo el obispo o aquel a quien él se lo encargase... No es lícito sin
el obispo bautizar ni celebrar ágapes.


tejano
 
Cuando Cristo Dice: en Lc 22:19 y en 1Cor 11:23-24 haced esto en memoria de mi", hace referencia a un "memorial" no a un acto de antropofagia, estamos anunciando su "venida" hasta que EL venga. Recordamos su muerte y derramamiento de sangre para salvarnos.
El vino en realidad es "jugo de uva" o sea vino nuevo que era lo que se tomaba en la pascua, por que tenian que salir apresuradamente al desierto.
smile.gif


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Busca la PAZ y siguela...
 
Hola, cierro este mensaje para evitar la saturación y que los foros funcionen lentamente.

Si desean continuar con el tema, añadan (2ª parte o parecido al título de este tema), también deberían poner en el nuevo mensaje un link a este mensaje para que las personas que lo lean puedan acceder a él y seguir el ritmo del debate .

DLB.

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