“ Que todos sean uno como tu, Padre estás en mi y yo en ti. Sean también uno en nosotros; así el mundo creerá que tu me has enviado.” Juan 17,21
Desde aquel día memorable de la Pascua, en que Jesús dijo estas palabras de unidad, la batalla del enemigo de Dios comenzó.
El terreno es la unidad de los cristianos.
Esta unidad es la señal para que los hombres crean en Jesús , por eso desde los primeros tiempos comenzó la lucha hasta el lastimoso estado de la cristiandad hoy, no solo dividida sino militante en unos contra otros y todos bajo el nombre de cristianos.
Tenemos que dejar bien claro que quien divide es el demonio y quien se ocupa de dividir hace la obra del maligno, esa es la labor del enemigo de Dios
“dividir, destruir, robar”
El Origen y Raíz del Verdadero Redil de Cristo, la Santa Iglesia del Dios Altísimo se remonta a dos mil años de historia.
Cuándo comenzó la división de la Iglesia?
Generalmente se cree que en el siglo XI con el cisma entre el Oriente y el Occidente, pero realmente comenzó mucho antes.
Ya Ignacio de Antioquia, Obispo de esta ciudad escribía en el año 107 de nuestra era a la comunidad cristiana de Trales:
También a la comunidad de Esmirna, en su camino al martirio decía respecto a los herejes:
Vemos como a 74 años de la muerte del Salvador ya la división había entrado en el cuerpo de Cristo, aunque estas herejías nunca llegaron a dividir grandemente la Iglesia, fueron precursoras de nuestros tiempos de disputas y contiendas.
Hoy, de la mano de Robert Browne tenemos miles de congregacionalistas divididos en células y fracciones, cuánto más pasa el tiempo, mas segregado se encuentra el cristianismo.
A pesar de ello, la Santa Iglesia del Dios Altísimo continua su peregrinación mirando con fe y la fortaleza que proviene del Espíritu Santo que la conduce sin vacilaciones.
Desde aquel día memorable de la Pascua, en que Jesús dijo estas palabras de unidad, la batalla del enemigo de Dios comenzó.
El terreno es la unidad de los cristianos.
Esta unidad es la señal para que los hombres crean en Jesús , por eso desde los primeros tiempos comenzó la lucha hasta el lastimoso estado de la cristiandad hoy, no solo dividida sino militante en unos contra otros y todos bajo el nombre de cristianos.
Tenemos que dejar bien claro que quien divide es el demonio y quien se ocupa de dividir hace la obra del maligno, esa es la labor del enemigo de Dios
“dividir, destruir, robar”
El Origen y Raíz del Verdadero Redil de Cristo, la Santa Iglesia del Dios Altísimo se remonta a dos mil años de historia.
Cuándo comenzó la división de la Iglesia?
Generalmente se cree que en el siglo XI con el cisma entre el Oriente y el Occidente, pero realmente comenzó mucho antes.
Ya Ignacio de Antioquia, Obispo de esta ciudad escribía en el año 107 de nuestra era a la comunidad cristiana de Trales:
“ Los herejes entretejen a Jesucristo con sus propias especulaciones, presentándose como dignos de todo crédito,
cuando son en realidad como quienes brindan un veneno mortífero ligado con miel.”
cuando son en realidad como quienes brindan un veneno mortífero ligado con miel.”
También a la comunidad de Esmirna, en su camino al martirio decía respecto a los herejes:
Se apartan de la Eucaristía y de la oración,
porque no confiesan que la Eucaristía es la carne de nuestro Salvador,
la misma que padeció por nuestros pecados.
Asi, pues, los que contradicen el don de Dios,mueren y perecen entre sus discusiones.
Cuanto más les fuera celebrar la Eucaristía a fin de que resuciten”
porque no confiesan que la Eucaristía es la carne de nuestro Salvador,
la misma que padeció por nuestros pecados.
Asi, pues, los que contradicen el don de Dios,mueren y perecen entre sus discusiones.
Cuanto más les fuera celebrar la Eucaristía a fin de que resuciten”
Vemos como a 74 años de la muerte del Salvador ya la división había entrado en el cuerpo de Cristo, aunque estas herejías nunca llegaron a dividir grandemente la Iglesia, fueron precursoras de nuestros tiempos de disputas y contiendas.
Hoy, de la mano de Robert Browne tenemos miles de congregacionalistas divididos en células y fracciones, cuánto más pasa el tiempo, mas segregado se encuentra el cristianismo.
A pesar de ello, la Santa Iglesia del Dios Altísimo continua su peregrinación mirando con fe y la fortaleza que proviene del Espíritu Santo que la conduce sin vacilaciones.