Por lo demás, hermanos mios, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el dia malo, y habiendo acabado todo, estar firme. Efesios 6:10-13
La vida cristiana fiel es una batalla, es guerra en la escala máxima porque cuando Dios comienza a bendecir, Satanas empieza a atacar
El ministerio de Jesus empezó con una gran batalla con Satanas que duro cuarenta días. Al finalizar el ministerio de Jesus, Satanas arremetio de nuevo contra El en el huerto de Getsemani, con tal ímpetu que El llego a sudar grandes gotas como de sangre. Entre muchas otras verdades intructivas esos dos hechos nos enseñan que la batalla no se hace mas fácil a medida que crecemos en obediencia a Dios. Si de algo podemos estar seguros es que Satanas intesificara sus esfuerzos en contra de aquellos que continúan sirviendo al Señor de manera efectiva. A medida que los creyentes crecen y se hacen mas fuertes, lo mismo sucede con los ataques de Satanas.
El cristiano que procura crecer en su conocimiento de y obediencia a la Palabra y servir al Señor con mayor fidelidad no descubrirá que el ministerio le es cada vez mas fácil de ejercer. A medida que el Señor otorga dominio sobre ciertas tentaciones y debilidades, Satanas se dispone a atacar en otras áreas.
Alli donde la obra del Señor se realiza con esfuerzo genuino, Satanas no va a dejar de oponerse. Como creyente en Jesucristo, no solo somos hijos y siervos de Dios sino también sus soldados, y el trabajo de un soldado es batallar contra el enemigo
Pablo advirtió a los ancianos de Efeso diciendo “Porque yo se que después de mi partida entraran en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonaran al rebaño. Y de vosotros mismos se levantaran hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras si a los discípulos. Serian tanto atacados desde adentro como desde afuera, Satanas siempre esta al asecho, y los cristianos enseñados en la Biblia no ignoramos sus maquinaciones.
La preparación: Fortaleza en el Señor
Por lo demás, hermanos mios, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza
La fortaleza de la vida cristiana radica en la dependencia de Dios, en fortalecerse en el Señor, y en el poder de su fuerza. Cualquier otra fuerza demuestra ser impotente en absoluto
La realidad cardial presentada en el libro de Efesios es que nosotros como creyentes estamos en Cristo y somos uno con El. Su vida es nuestra vida, su poder es nuestro poder, su verdad es nuestra verdad, su camino es nuestro camino, y como Pablo prosigue a decir aquí, su fuerza es nuestra fuerza.
La fuerza del Señor siempre es mas que suficiente para la batalla. Cuando Jesus dijo a la iglesia de Eiladelfia “he aqui he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar, porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”
Nuestra propia fuerza jamas es lo bastante fuerte para hacer oposición real a Satanas, pero cuando somos fuertes en el Señor, y en el poder de su fuerza, hasta un poco de su fuerza es suficiente para ganar cualquier batalla. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
En su crucifixión y resurrección Cristo destruyo a Satanas y su poder de pecado y muerte. La confianza en Cristo es el punto de partida para que una persona tenga esa victoria en su vida. En la medida en que un cristiano se fortalezca en el Señor y su palabra, su victoria sobre las peores cosas que Satanas tenga en su contra esta garantizada. Estamos en una guerra, una guerra feroz y terrible, pero no tenemos razón para temer si estamos en el lado del Señor. La apropiación de esa fuerza se da a través de los medios de la gracia: oración, conocimiento y obediencia a la Palabra, y fe en las promesas de Dios.
La Provicion: La armadura de Dios
Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firme
Toda armadura de Dios no es algo que se pone y se quita según la ocacion, sino algo con lo cual debemos estar vestidos de forma permanente. La armadura de Dios es su palabra que acompaña al cristiano de por vida. Es lo que provee de poder divino a los creyentes, el cual procede de aquel que es poderoso para guardaos sin caída, y presentarnos sin macha delante de su gloria con gran alegría.
El enemigo: Satanas
El enemigo contra el cual necesitamos la fuerza y la armadura de Dios es Satanas, el diablo. Puesto que es enemigo de Dios también es nuestro enemigo. Y la única manera como puede atacar a Dios es por medio de nosotros. Por lo tanto, podemos estar seguros de que siempre esta dispuesto a asecharnos y atacarnos con sus asechanzas.
Las asechanzas malignas de Satanas son fabricadas por el con base en la arteria y el engaño
Las escrituras hablan con claridad acerca de la existencia muy real y personal de Satanas. En algún tiempo fue el angel principal, el querubín ungido, y el lucero de la mañana que lucia con esplendor todas las joyas de la belleza creada, hasta que se rebelo contra su Creador, e intento usurpar su poder y gloria. Satanas se opone a la obra de Dios, pervirtiendo su palabra, estorbando a los siervos de Dios, impidiendo el acceso al evangelio a los hombres
Este arcángel caído y sus angeles caidos que se convirtieron en demonios, han estado tentando y corrompiendo a la humanidad desde la caída, son un enemigo maligno, formidable, taimado, sagaz, poderoso, e invisible contra el cual ningún ser humano en sus propias fuerzas y recursos puede competir.
En nuestro propio tiempo el mundo se precipita de buena gana a aceptar engaños diabólicos tales como el movimiento de liberación femenina que niega el orden de Dios para las familias, la nueva moralidad que es una negación de la moralidad.
Todas estas cosas son algunas de las asechanzas del diablo que “viene y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven”
El apóstol Juan en su primera espistola dice “no ameis al mundo, ni las cosas que están en el mundo, si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en el. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo.
La batalla: Contra los demonios
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
Una de las estrategias mas efectivas de Satanas, y por ende uno de los peligros mas grandes para un creyente, es la ilusión engañosa de que en realidad no se esta librando un conflicto con amenazas serias entre el bien y el mal en el campo sobrenatural e invisible. Despues de todo, se argumenta parece haber muchas cosas buenas en el mundo de hoy en dia. Numerosos males de la antigüedad, tales como la esclavitud y el odio racial, han desaparecido o por lo menos se ha mejorado mucho la situación al respecto.
La guerra entre Dios y Satanas no ha disminuido sino aumentado en intensidad, y lo mismo ha sucedido en los frentes de guerra en esta tierra.
Nuestro enemigo mas grande no es el mundo que vemos por corrupto y malvado que sea, sino el mundo que no podemos ver.
La palabra principados, potestades, los gobernantes de las tinieblas de este siglo, y huestes espirituales de maldad, describen diferentes niveles y rangos de esos demonios asi como el imperio sobrenatural de maldad en el cual operan.
Las fuerzas de oscuridad de Satanas están muy bien organizadas y estructuradas para emprender una guerra lo mas destructiva que sea posible, pero no tenemos la necesidad especifica de reconocer todas y cada una de las características y actividades de nuestro adversario, sino acudir a Dios, quien es nuestra fuente poderosa y diga de confianza para nuestra protección y victoria total
Santiago da la única formula para librarse de los demonios o del diablo mismo “resistid al diablo y huira de vosotros”
Ningun cristiano sigue bajo el dominio de Satanas, y todo cristiano tiene dentro de si los recursos del Espiritu Santo de Dios para librarse de cualquier maquinación y emboscada de Satanas, y sus demonios, sin importar cuan severa sea.
Solo allí donde la confianza se deposita por completo en el poder del Señor hay seguridad.
La victoria radica en estar firmes
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios (su palabra) para que podas resistir en el dia malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
En la gran guerra espiritual en la cual batallamos, solo estamos llamados a resistir y estar firmes. Como se indico antes, Santiago dice “resistid al diablo y huira de vosotros” Pedro nos aconseja “ Sed sobrios, y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
Todo creyente que es fiel a la Palabra de Dios no puede hacer mas que estar firme.
Cada dia desde la caída de adan y eva ha sido un dia malo para la humanidad, y cada dia seguirá siendo malo hasta que el usurpador y sus fuerzas sean arrojadas para siempre en el abismo eterno y el lago de fuego. Mientras tanto, el Señor nos da el poder para resistir en el dia malo, a medida que aprovechamos al máximo la armadura de su palabra que el suministra por su gracia
La vida cristiana fiel es una batalla, es guerra en la escala máxima porque cuando Dios comienza a bendecir, Satanas empieza a atacar
El ministerio de Jesus empezó con una gran batalla con Satanas que duro cuarenta días. Al finalizar el ministerio de Jesus, Satanas arremetio de nuevo contra El en el huerto de Getsemani, con tal ímpetu que El llego a sudar grandes gotas como de sangre. Entre muchas otras verdades intructivas esos dos hechos nos enseñan que la batalla no se hace mas fácil a medida que crecemos en obediencia a Dios. Si de algo podemos estar seguros es que Satanas intesificara sus esfuerzos en contra de aquellos que continúan sirviendo al Señor de manera efectiva. A medida que los creyentes crecen y se hacen mas fuertes, lo mismo sucede con los ataques de Satanas.
El cristiano que procura crecer en su conocimiento de y obediencia a la Palabra y servir al Señor con mayor fidelidad no descubrirá que el ministerio le es cada vez mas fácil de ejercer. A medida que el Señor otorga dominio sobre ciertas tentaciones y debilidades, Satanas se dispone a atacar en otras áreas.
Alli donde la obra del Señor se realiza con esfuerzo genuino, Satanas no va a dejar de oponerse. Como creyente en Jesucristo, no solo somos hijos y siervos de Dios sino también sus soldados, y el trabajo de un soldado es batallar contra el enemigo
Pablo advirtió a los ancianos de Efeso diciendo “Porque yo se que después de mi partida entraran en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonaran al rebaño. Y de vosotros mismos se levantaran hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras si a los discípulos. Serian tanto atacados desde adentro como desde afuera, Satanas siempre esta al asecho, y los cristianos enseñados en la Biblia no ignoramos sus maquinaciones.
La preparación: Fortaleza en el Señor
Por lo demás, hermanos mios, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza
La fortaleza de la vida cristiana radica en la dependencia de Dios, en fortalecerse en el Señor, y en el poder de su fuerza. Cualquier otra fuerza demuestra ser impotente en absoluto
La realidad cardial presentada en el libro de Efesios es que nosotros como creyentes estamos en Cristo y somos uno con El. Su vida es nuestra vida, su poder es nuestro poder, su verdad es nuestra verdad, su camino es nuestro camino, y como Pablo prosigue a decir aquí, su fuerza es nuestra fuerza.
La fuerza del Señor siempre es mas que suficiente para la batalla. Cuando Jesus dijo a la iglesia de Eiladelfia “he aqui he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar, porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”
Nuestra propia fuerza jamas es lo bastante fuerte para hacer oposición real a Satanas, pero cuando somos fuertes en el Señor, y en el poder de su fuerza, hasta un poco de su fuerza es suficiente para ganar cualquier batalla. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
En su crucifixión y resurrección Cristo destruyo a Satanas y su poder de pecado y muerte. La confianza en Cristo es el punto de partida para que una persona tenga esa victoria en su vida. En la medida en que un cristiano se fortalezca en el Señor y su palabra, su victoria sobre las peores cosas que Satanas tenga en su contra esta garantizada. Estamos en una guerra, una guerra feroz y terrible, pero no tenemos razón para temer si estamos en el lado del Señor. La apropiación de esa fuerza se da a través de los medios de la gracia: oración, conocimiento y obediencia a la Palabra, y fe en las promesas de Dios.
La Provicion: La armadura de Dios
Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firme
Toda armadura de Dios no es algo que se pone y se quita según la ocacion, sino algo con lo cual debemos estar vestidos de forma permanente. La armadura de Dios es su palabra que acompaña al cristiano de por vida. Es lo que provee de poder divino a los creyentes, el cual procede de aquel que es poderoso para guardaos sin caída, y presentarnos sin macha delante de su gloria con gran alegría.
El enemigo: Satanas
El enemigo contra el cual necesitamos la fuerza y la armadura de Dios es Satanas, el diablo. Puesto que es enemigo de Dios también es nuestro enemigo. Y la única manera como puede atacar a Dios es por medio de nosotros. Por lo tanto, podemos estar seguros de que siempre esta dispuesto a asecharnos y atacarnos con sus asechanzas.
Las asechanzas malignas de Satanas son fabricadas por el con base en la arteria y el engaño
Las escrituras hablan con claridad acerca de la existencia muy real y personal de Satanas. En algún tiempo fue el angel principal, el querubín ungido, y el lucero de la mañana que lucia con esplendor todas las joyas de la belleza creada, hasta que se rebelo contra su Creador, e intento usurpar su poder y gloria. Satanas se opone a la obra de Dios, pervirtiendo su palabra, estorbando a los siervos de Dios, impidiendo el acceso al evangelio a los hombres
Este arcángel caído y sus angeles caidos que se convirtieron en demonios, han estado tentando y corrompiendo a la humanidad desde la caída, son un enemigo maligno, formidable, taimado, sagaz, poderoso, e invisible contra el cual ningún ser humano en sus propias fuerzas y recursos puede competir.
En nuestro propio tiempo el mundo se precipita de buena gana a aceptar engaños diabólicos tales como el movimiento de liberación femenina que niega el orden de Dios para las familias, la nueva moralidad que es una negación de la moralidad.
Todas estas cosas son algunas de las asechanzas del diablo que “viene y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven”
El apóstol Juan en su primera espistola dice “no ameis al mundo, ni las cosas que están en el mundo, si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en el. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo.
La batalla: Contra los demonios
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
Una de las estrategias mas efectivas de Satanas, y por ende uno de los peligros mas grandes para un creyente, es la ilusión engañosa de que en realidad no se esta librando un conflicto con amenazas serias entre el bien y el mal en el campo sobrenatural e invisible. Despues de todo, se argumenta parece haber muchas cosas buenas en el mundo de hoy en dia. Numerosos males de la antigüedad, tales como la esclavitud y el odio racial, han desaparecido o por lo menos se ha mejorado mucho la situación al respecto.
La guerra entre Dios y Satanas no ha disminuido sino aumentado en intensidad, y lo mismo ha sucedido en los frentes de guerra en esta tierra.
Nuestro enemigo mas grande no es el mundo que vemos por corrupto y malvado que sea, sino el mundo que no podemos ver.
La palabra principados, potestades, los gobernantes de las tinieblas de este siglo, y huestes espirituales de maldad, describen diferentes niveles y rangos de esos demonios asi como el imperio sobrenatural de maldad en el cual operan.
Las fuerzas de oscuridad de Satanas están muy bien organizadas y estructuradas para emprender una guerra lo mas destructiva que sea posible, pero no tenemos la necesidad especifica de reconocer todas y cada una de las características y actividades de nuestro adversario, sino acudir a Dios, quien es nuestra fuente poderosa y diga de confianza para nuestra protección y victoria total
Santiago da la única formula para librarse de los demonios o del diablo mismo “resistid al diablo y huira de vosotros”
Ningun cristiano sigue bajo el dominio de Satanas, y todo cristiano tiene dentro de si los recursos del Espiritu Santo de Dios para librarse de cualquier maquinación y emboscada de Satanas, y sus demonios, sin importar cuan severa sea.
Solo allí donde la confianza se deposita por completo en el poder del Señor hay seguridad.
La victoria radica en estar firmes
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios (su palabra) para que podas resistir en el dia malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
En la gran guerra espiritual en la cual batallamos, solo estamos llamados a resistir y estar firmes. Como se indico antes, Santiago dice “resistid al diablo y huira de vosotros” Pedro nos aconseja “ Sed sobrios, y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
Todo creyente que es fiel a la Palabra de Dios no puede hacer mas que estar firme.
Cada dia desde la caída de adan y eva ha sido un dia malo para la humanidad, y cada dia seguirá siendo malo hasta que el usurpador y sus fuerzas sean arrojadas para siempre en el abismo eterno y el lago de fuego. Mientras tanto, el Señor nos da el poder para resistir en el dia malo, a medida que aprovechamos al máximo la armadura de su palabra que el suministra por su gracia