LA GRACIA DE CRISTO

Bart

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24 Enero 2001
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"Entonces Jesús les dijo:
Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está:
Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea."

Mateo 26:31-32.

LA GRACIA DE CRISTO

Jesús acababa de comer la pascua con sus discípulos y se dirigía con ellos hacia el monte de los Olivos.
Conocía todo lo que le esperaba en las próximas horas;
sabía que sus discípulos lo iban a abandonar y que Pedro lo negaría tresveces.

En su amor por ellos, les advirtió lo que iba a ocurrir: él mismo, su
pastor, sería herido, y ellos, las ovejas,
serían dispersados después de no haber sido solidarios con él.

¿Los reprendería y los trataría como indignos de su amor?
Eso por cierto haríamos nosotros en circunstancias análogas, pero ésta no fue la reacción del Señor.

Él pensó en la desazón que les causaría el hecho de que él, su Maestro, a quien conocieron como el Hijo de Dios,
fuese crucificado como un malhechor. ¡Qué profunda decepción para ellos!

Por eso, lleno de gracia y de compasión, Jesús dio a entender a sus discípulos
que su muerte no significaba un fracaso definitivo.
En cambio, los citó para la siguiente semana, cuando hubiese resucitado.
Durante esa cita en Galilea les confió la misión de hacer "discípulos a todas las naciones".

¿Los dejaría solos para cumplir esa misión tan vasta y peligrosa?
¡No! Al contrario, les aseguró:
"Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
 
Re: LA GRACIA DE CRISTO

Originalmente enviado por: Bart

¿Los dejaría solos para cumplir esa misión tan vasta y peligrosa?
¡No! Al contrario, les aseguró: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
¡Salve, hermano Bart!

¡La gracia y paz de nuestro Señor sean contigo para siempre! ¡Amen!

¡Qué cosa tan grande, el poder contar con la eterna compañía de Jesús! ¿No es así hermanito? ¡Qué enorme privilegio el poder levantarnos cada mañana apuntando a la grandeza de nuestro PADRE CELESTIAL! ¡Aleluya!

Tu hermosa nota ha traído a mi memoria un pasaje sobre Cyrano de Bergerac* que leí hace muchos años y el cual decía más o menos esto:

Cierto día Cyrano, después de sostener una gran batalla, se encuentra con sus compañeros. Se le nota visiblemente jadeante pero está pletórico de energía y singular alegría.
“¿Qué te ha pasao, hombre?”, le inquieren.
—“Pues que tuve que batirme con muchos hombres que me salieron al paso”
“¿Y qué pasó?
—“Pues que huyeron?
“¿Cuántos eran?”
—“¡Cien!”
“¿CIEEEEEEEEEEEN?”
—“¡Sí, cien!”
“¿Pero, cómo? ¿Que has enfrentado cien hombres tú solo? ¡Imposible!
—“¡Vaya! Que no éramos uno sino dos: DIOS y yo”

El MUNDO, especialmente el MUNDO RELIGIOSO, está INCAPACITADO para conocer al DIOS que se revela a Sí mismo a través de la Biblia y en Sus hijos a través de Su Hijo Unigénito, CRISTO JESÚS. Sólo la SOBRENATURAL y DIRECTA intervención de este DIOS VERDADERO sobre nosotros puede sacarnos del marasmo del mundo para traernos a la VIDA.

¡Quien pueda oír que oiga!

“¡SALID DE BABILONIA, PUEBLO MÍO!”, dice el Señor.

Tu hermano por la pura gracia de nuestro Señor Jesucristo,

Caleb Joshua
*A Savinien Cyrano de Bergerac se le conoció no sólo por su gran nariz sino por su enorme arrojo, la pureza de sus propósitos y la poesía que moraba en su corazón.
 
Hola Yoshua, así es, no solo nos dio vida cuando estábamos muertos en delitos y pecados, sino que vino a morar en nosotros para siempre, no hay palabras para agradecer tanto Amor como Él ha derramado sobre nosotros sin merecerlo, esa es la Gracia.

Bendiciones

Bart

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10No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isa. 41:10.

37Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Rom. 8:37-39.


15Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Juan 14:15-17


9Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Col. 1:9-14.




1 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Salmo 103:1-5.

 
¡Levántate alma mía! ¡VEN Y ADORA A TU SEÑOR!

¡Levántate alma mía! ¡VEN Y ADORA A TU SEÑOR!

Originalmente enviado por: Bart
...no hay palabras para agradecer tanto Amor como Él ha derramado sobre nosotros sin merecerlo, esa es la Gracia.



  1. Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
  2. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
  3. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
  4. El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;
  5. El que sacia de bien tu boca, De modo que te rejuvenezcas como el águila.
    Salmo 103:1-5.[/LIST=1]
  1. Y como nuestra alma carece de las palabras, Él también se encargó de esto y nos dejó Su Palabra:

    Salmos 16:2
    Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.

    Definitivamente tenemos que PREDICARLE A NUESTRAS ALMAS día a día, instante a instante.

    ¡Gracias al Señor por ti, mi hermano! ¡Que Él, en Su infinito AMOR, se mantenga sobre ti POR SIEMPRE!

    Tu hermano por la pura GRACIA DE CRISTO JESÚS,

    Caleb Joshua
 
Joshua, te echo de menos


:corazon: