Re: LA FARSA DEL INCIENSO EN LA EDAD DE LA GRACIA
En el incienso o en las velas no hay nada de malo.
El problema es a quien se le encienden las velas, a quien se le echa incienso.
¿Si sólo fuese a Dios, cuando es lícito y cuando no lo es?
No es lícito si se hace con objeto de ganar algún beneficio con esto, tanto material como espiritual.
No es lícito si se convierte en obligatorio modo de alabanza o adoración, pues la biblia no habla de esta necesidad; del mismo modo que no es obligatorio cantar para adorara a Dios.
No es lícito si se da algún poder al incienso o a la cera o luz de las velas, pues sólo hay poder el la Gracia.
Es lícito cuando
A) Se establece su uso para adoración y alabanza de Dios. Pues es lícito alabar y adorar a Dios con todo nuestro cuerpo, mente y alma, con todo cuanto hacemos y en toda su creación.
B) No deja de ser lícito porque otros cristianos, en concreto romanistas y ortodoxos lo usen de un modo inadecuado, pues el uso que se da de algo no contamina a ese algo.
C) Se establece ordenadamente y con la delicadeza que se debe poner en todo que sea para adoración del Señor y se usa con consciencia de lo que se hace, respeto, adoración y humildad; y no por altanería, monotonía o para conseguir con esto la creación de ambientes sagrados, místicos.
¿Por que los romanistas lo usan mal?
Por que usan el incienso como ofrenda no sólo a Dios, sino que lo rocían sobre imágenes, altares e incluso ministros de su Iglesia; del mismo modo encienden velas a santos, vírgenes y usan el símbolo de la luz introduciéndole en las liturgias sacramentales, como el bautismo, cuando son ajenos estos elementos a éstas.
Porque su uso está rigurosamente estipulado en las liturgias, solidificándose y sacralizándose.
Por que en el ámbito popular, se encuentra muy extendida, por el abuso que los ministros de esta iglesia han hecho de velas e incienso, la creencia en el poder de estos elementos (sobre todo en de las velas)