La FALSEDAD y la MENTIRA

8 Enero 2000
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Como cristianos estamos inmersos en un sistema que como columna se sostiene sobre la FALSEDAD y la MENTIRA.
Con el simple propósito de advertir que no debemos participar de ellas, expongo el siguiente escrito:

LA FALSEDAD Y LA MENTIRA

La mentira es uno de los pecados más generalizados en nuestra sociedad, al punto que la conciencia de muchos cristianos se ha insensibilizado y debilitado con respecto a este mal. Hay muchos que creen que “no se puede vivir sin mentir”. Por lo general, el hombre se justifica al hacerlo, pero sus justificaciones son ilusorias y sin fundamento, pues la falsedad y la mentira son inmorales y contrarias a la conducta que Dios requiere de los hombres.
¿Que es la mentira?
La mentira es la afirmación o negación de una cosa contraria o diferente a la realidad.
Su esencia es el engaño al prójimo su gravedad depende del grado de egoísmo o maldad que la engendra.
Es una manifestación de la naturaleza caída del hombre. Puede ser una expresión espontánea, como un “recurso fácil” del momento, o un engaño maquinado o premeditado. Es decir, puede ser generada por una actitud descuidada y fantasiosa en nuestro modo de pensar y de hablar, o por un engaño deliberado. El mentir se convierte fácilmente en un hábito al punto de volver casi insensible la conciencia del mentiroso.
Es uno de los pecados que se manifiestan desde los primeros años de la vida.
Debemos acostumbrarnos a decir siempre e intencionalmente la verdad, y acostumbrar a nuestros hijos a ser veraces desde pequeños. Dios condena este mal tan común en la sociedad al declarar en uno de los diez mandamientos: “ No hablaréis contra tu prójimo falso testimonio” Exo. 20:16.
Uno de los testimonios más evidentes de nuestra conversión a Cristo es el dejar de mentir:
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo;
porque somos miembros los unos de los otros” Efe. 4:25.
La falsedad y el engaño son muy perjudiciales en la relación entre los discípulos de Cristo. Fomenta la desconfianza, el recelo, la duda, la incredulidad, la sospecha. Destruye la comunión y el ambiente de fe, de amor y de unidad. Además, es un pésimo testimonio ante el mundo.
Diferentes formas de la mentira y el engaño:
El Señor nos enseña a desechar la mentira y el engaño en todas sus variantes y formas:
“ Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones” 1 Ped.2:1
Esto incluye: Falso testimonio, engaño, hipocresía, fingimiento, exageraciones, calumnias, detracciones, deshonestidad, incumplimiento, fraude, falsificación, excusas, pecado encubierto, vida falsa.
Debemos desecharlas de todas las áreas de nuestra vida, sea en el hogar, en el trabajo, en el comercio, en la iglesia, en el gobierno, o en el colegio; es decir, en todo ámbito y bajo toda relación. Nuestra conducta debe caracterizarse por la honestidad, la honradez, la integridad, la sinceridad, la transparencia y la veracidad.
Una sociedad asentada sobre la mentira y el engaño está destinada a desmoronarse. Es necesario edificar una estructura moral de veracidad en todos los órdenes y escalas de la vida civil: en los gobernantes y en los gobernados, en los padres y en los hijos, en los patrones y en los empleados, en los maestros y en los alumnos, en los profesionales, en los comerciantes y en los clientes.
Casos y causas de engaño y mentira:
En las Sagradas Escrituras encontramos ejemplos de engaño:
Satanás engaña a Eva por maldad para destruirla: Gen. 3:4-
Caín miente a Dios, diciendo ignorar el paradero de su hermano para ocultar su pecado: Gén. 4:9.
Abraham presenta a su esposa como su hermana por temor a que lo maten: Gén. 12:11-20.
Jacob engaña a su padre para quedarse con la bendición: Gén. 27.
Los hermanos de José engañan a su padre para ocultar su maldad hacia su hermano: Gén. 37:32-33.
Herodes engaña a los magos para matar a Jesús. Mat. 2: 1-12.
Los judíos acusan falsamente a Jesús por celos y odio : Mat. 26: 59-61- Luc. 23:2.
Ananías y Safira mienten a Pedro a la iglesia y a Dios para mostrar una mayor consagración : He.5.
También, se suele mentir por las siguientes razones:
Para obtener injustas ventajas económicas, ganancias deshonestas o para robar, para evitar el sufrimiento, para exaltarse a uno mismo, para evitar un justo castigo o disciplina, para avaricia o amor al dinero, para denigrar a otros por celo o envidia, para aparentar ser mejor de lo que se es, etc.
Dios prohíbe y condena la mentira:
Consideremos lo que enseña la Palabra al respecto:
No debemos engañar, mentir, ni jurar falsamente: Lev. 19:11-12.
Dios destruirá al mentiroso: Sal. 5:6.
Dios aborrece la mentira: Prov. 6: 16-19- Prov. 12:22.
Pesas y medidas falsas son abominación al Señor: Prov. 20:10.
Las mentiras corrompen al hombre: Mat. 15: 18-20- Mat. 7:21-23.
La mentira está engendrada por el mismo diablo: Juan 8:44.
El engaño es otro aspecto de la profunda degradación del hombre: Prov. 26:24-28. Sal. 58:3-Jer. 9:3-5- Rom.1:28-32
Es una manifestación del viejo hombre que debemos desechar: Col.3:9-Efe.4:22-25- 1 Ped.2:1.
El engaño hace la vida infeliz, pero Dios promete bendición y días buenos a los veraces: 1 Ped. 3:10.
Jesús aborrece y condena la hipocresía: Mat. 15:6-8-23:27-28.
Los apóstoles amonestan contra el fingimiento: Rom.12:9- 1 Ped.1:22.
Los mentirosos no entraran a la nueva Jerusalén, sino tendrán su parte en el lago de fuego: Apoc.21:7-8-27- 22:14-15.
Debemos hablar siempre la verdad:
Poder comunicar la verdad constituye la gloria y la virtud esencial de la palabra hablada. El que dice la verdad se vuelve digno de respeto. Para hablar la verdad, es necesario pensar la verdad, y no guiarnos por prejuicios , intereses personales, ilusiones o fantasías.
Cristo es nuestro ejemplo de veracidad: “No hubo engaño en su boca” Isaías 53:9- 1 Ped. 2:22.
Vino al mundo para dar testimonio a la verdad: Juan 18:37.
Estamos en “el verdadero”: 1 Juan 5:20.
Cristo nos ordena a ser absolutamente veraces: “Vuestro si sea sí y vuestro no sea no” Mat. 5:37.
Está preparando para sí una Iglesia sin mancha ni arruga: Efe. 5:27.
Como los discípulos suyos y parte de su cuerpo debemos ser absolutamente veraces, francos, sinceros, honestos, honrados; aun cuando tengamos que sufrir por hacer su voluntad: 1 Ped. 4:15-19- Prov. 19:22.
El pueblo de Dios:
...aborrece la mentira y la falsedad : Sal. 119:104-128-163; Prov. 13:5.
...ora para ser guardado de la mentira: Sal. 119:29. Prov. 30:8.
...rechaza a los que la practican: Sal. 40:4- 101:7- 144:11- Efe. 5:11.
¿COMO LIBERARSE DE LA FALSEDAD Y LA MENTIRA?
Arrepentirse incluye: cambiar la actitud, la mentalidad con respecto a la mentira y la falsedad.
Rechazar y desechar la mentira, desterrarla de la practica diaria.
Determinar obedecer a Dios en todo y vivir siempre en la verdad.
Disciplinarse hasta cultivar una nueva actitud basada en la veracidad..
[/b]Confesar el pecado:[/b] Prov. 28:13-14. 1 Juan 1:9; 2:1, hay que confesar la verdad a Dios y a las personas engañadas
( si las hubiere). Cuando la mentira constituye un hábito arraigado en la manera de vivir, debe ser confesado a un hermano maduro y responsable, buscando una amplia reorientación ( Sant. 5:16). No se puede edificar una vida de veracidad sobre mentiras y engaños del pasado.
Exhortarse unos a otros: Sant. 5: 19-20- Gal. 6:12; Efe. 4:25.. Como la mentira suele afectar las relaciones entre los hermanos, somos responsables los unos por los otros para corregir, amonestar, enseñar, etc:

“Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Más el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” Juan 3:20-21.

Conclusión:Cristo nos ordena ser absolutamente veraces y desechar la mentira en todas sus formas.
Toda mentira debe ser confesada, aclarando la verdad a las personas afectadas. El destino de los mentirosos no arrepentidos es el infierno.
 
Gracias por compartir su artículo, para mi ha sido de enseñanza y bendición.

El Señor le siga bendiciendo e inspirando.