la culpabilidad de todos los hombres

picoro

Miembro senior
3 Abril 2024
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La culpa lleva a las personas al alchool, las drogas, la desesperación, la demencia, y con frecuencia cada vez mayor al suicidio. Despues de jugar a los juegos psicológicos en los que se culpa al ambiente, a otras personas, o a la sociedad en general, el hombre sigue siendo incapaz de escapar de los sentimientos generados por su propia culpa

Las personas quieren librarse de sus sentimientos de culpa pero no saben como hacerlo, y entre mas exploran diferentes soluciones, mas culpables se sienten.

Los hombres sienten que son culpables porque de verdad son culpables. El sentimiento de culpa es tan solo el síntoma del problema real que es el pecado. Toda la consejería bíblica del mundo no puede aliviar a una persona que se encuentra bajo el peso de su propia culpa. Lo mejor que puede hacer es hacerla sentir mejor en un sentido superficial y temporal, y lo hace achacando la culpa a otra persona o a cualquier otra cosa. Por supuesto lo único que se logra con esto es intensificar la culpa porque se esta añadiendo deshonestidad al pecado que causo el sentmiento de culpa desde un principio

La culpa del hombre tiene una sola causa: su propio pecado y si el hombre no toma consciencia de que es el pecado lo que le genera su malestar a largo plazo a pesar de que le genera placer a corto plazo, el hombre no podrá liberarse de su sentimiento de culpa manifestada en sus miles de formas como adicciones depresión ansiedad, falta de sentido, tendencias suicidas, furia, enojo, desesperación impotencia etc

La culpa por los pecados generan toda clase de emociones que en síntesis se caracterizan por la falta de paz con uno mismo y falta de paz con Dios y las personas que nos rodean
 
Jehová, nuestro Dios, es muy misericordioso. Él no disfruta en absoluto cuando un ser humano sufre, aunque haya sido muy malo. El sufrimiento es muy triste, sea el de quien sea, y eso no es lo que Dios quiere para nadie.

Jehová sabe que a veces las fuerzas que nos llevan a lo malo son demasiado fuertes, así que él no exige que las personas nunca cometan un error. Lo que Él desea es que vean que cometieron un error y que sientan la necesidad de aprender, para venir en ayuda del arrepentido y darle lo que necesita para que cambie.

Cuando Jehová ve que una persona está sufriendo por un mal cometido, está siempre dispuesto a perdonarla, como un padre a su hijo. La persona entonces acepta el perdón de Jehová y se esfuerza por aprender la lección, y no repetir lo que antes había hecho. Puede tener recaídas por una debilidad, pero así igual tiene que seguir arrepintiéndose y esforzándose aun más.

Puede que finalmente aprenda a no repetir. A veces las personas solo cometen un error una vez y ya no más, porque sufren tanto que no desean volver a eso. Eso es lo ideal, pero no siempre es así, porque el mundo ha sido moldeado por Satanás para seguir haciendo caer a los justos. Los que sinceramente aman a Dios deben reconocer sus errores y esforzarse todo lo que puedan sin rendirse. Llegará el día en que los humanos serán bendecidos con vida eterna, y si una persona se esfuerza lo suficiente puede llegar a estar allí. En ese entonces los seres humanos tendrán más control de sus propias acciones y de cómo reaccionan a los factores externos; además no existirán otros elementos como el mundo y las tentaciones que puedan llevar a otros a errores graves. Tampoco estarán el Diablo y sus espíritus que siguen sus órdenes para engañar al mundo. Por otro lado, habrá una educación superior sobre el comportamiento humano, y la disciplina será mayor.

Será bueno estar allí. Hoy cada cual debe esforzarse y demostrarle a Dios que realmente desea hacer lo que es correcto. Cuando sientas que Dios te ha perdonado, perdónate también tú, y sigue esforzándote sin rendirte. Duele, pero al final verás los resultados.

Ezequiel 33:10 ”Ahora bien, en lo que respecta a ti, oh hijo del hombre, di a la casa de Israel: ‘Así han dicho ustedes: “Porque nuestras sublevaciones y nuestros pecados están sobre nosotros y en ellos nos estamos pudriendo, ¿cómo, entonces, seguiremos viviendo?”’. 11 Diles: ‘“Tan ciertamente como que yo estoy vivo —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, no me deleito en la muerte del inicuo, sino en que alguien inicuo se vuelva de su camino y realmente siga viviendo. Vuélvanse, vuélvanse de sus malos caminos, pues, ¿por qué deberían morir, oh casa de Israel?”’.