la confusion del concepto: legalismo

dasan

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22 Marzo 2003
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La confusión del concepto: legalismo
Las nuevas generaciones de cristianos, hablan mucho del concepto legalismo, ¡oh no queremos ser legalistas como los fariseos! –dicen- la repulsión hacia esa actitud de aquellos antiguos religiosos de los tiempos de Jesús es comprensible, ya que su característica principal fue la hipocresía, y ¿quién quiere ser conocido como un hipócrita? -Nadie sin duda- el primer cristiano que le escuche ese concepto, fue un predicador llamado Charles G Finney del siglo antepasado, no tengo en conocimiento que alguien antes que él lo hubiere mencionado, este reconocido predicador del cual tenemos algunos libros escritos por él, plasmaba en sus palabras conceptos sobre legalismo refiriéndose, a una especie mas contemporánea de hipócritas religiosos que secuestraban doctrinas del NT llevándolas hasta otro extremo mas allá de lo que los apóstoles dieron a entender en sus cartas a las iglesias, el concepto original es mas bien el entendimiento que el mandamiento o recomendación que contiene la escritura para el pueblo del Dios no debe exagerarse, tratando con obras justificarse, al tratar de guardar mandamientos mas allá de los en realidad Dios nos pide.


Pues bien este es el concepto original de legalista, pero ahora esta surgiendo un nuevo concepto, una novedad mas en la gravísima equivocación de enseñar mandamientos de hombres, es tan nueva la actitud que hasta ahora no tiene nombre, así que para referirnos a ellos los podemos llamar: LEGARTINOS estos son otra clase de cristianos libertinos y mundanos que secuestraron el concepto; legalista, y supuestamente en contra de el, ahora yéndose hasta el otro extremo no usan el mandamiento bíblico textualmente, o lo modifican con el pretexto de ser mandamientos antiguos, con el supuesto de no caer en el legalismo, se liberan del mandamiento para hacer lo que les viene en gana, para vivir de acuerdo a la corriente del mundo “moderno” y así enseñan a otros a no creer en la palabra de Dios aplicada para su vida porque es antigua, el problema del legalismo es añadir al mandamiento, no que el mandamiento no deba ser tomado en cuenta literalmente, o que su origen antiguo por el hecho de serlo ya deba ser descartado, o que por la bandera anti-legalísta tengamos derecho como creyentes a anular o dejar de lado nuestra regla de fe.
 
un texto.

un texto.

PORQUE LAS COSAS QUE ANTES FUERON ESCRITAS, PARA NUESTRA ENSEÑANZA FUERON ESCRITAS; PARA QUE POR LA PACIENCIA Y POR LA CONSOLACIÓN DE LAS ESCRITURAS TENGÁMOS ESPERÁNZA romanos 15:4
 
una nueva palabra....

una nueva palabra....

para la real academia de la lengua española:

LEGARTINO: palabra que proviene de tres palabras que la componen y que sugieren una actitud; LEGALISTA, LAGARTO, LIBERTINO.
 
Apreciado dasan:

Apreciado dasan:

Aunque todavía nadie se ha animado a enrostrármelo a la cara, toda la vida estuve rodeado de la gris aureola de “legalista”. Soy consciente que la tonalidad de gris se hace cada vez más negra, y que cualquier amago a llevar una Biblia conmigo es mirado como una previsión farisaica. Cuando joven, fui enseñado a que llevar una Biblia en la mano durante una caminata de dos o tres kilómetros, equivalía a predicar un sermón de la misma extensión. Cantábamos una canción
que decía: “Iremos siempre juntos mi Biblia y yo”. Cuando llegábamos a cualquier parte sin nuestra Biblia en la mano o al menos un Nuevo Testamento en el bolsillo, se nos decía: -¿Dónde dejaste tu espada? Entonces, nos resultaba inadmisible y totalmente impráctico el no tener un ejemplar de las Escrituras al alcance de la mano. Vernos en la necesidad de recurrir a un texto y no tener cómo hacerlo, era algo que se sufría una vez para no volverse más a repetir. Ahora todo ha cambiado. Que otros cristianos nos vean por la calle con una Biblia, nos hace aparecer a ojos de los demás como un Gamaliel de luengas y canosas barbas con apretados rollos de papiro o pergamino bajo las sobaqueras. Si nos atrevemos a abrir la Biblia fuera del local de la iglesia, parecerá sacrilegio; y de empezar a citarla en voz alta, podría sobrevenir un infarto a más de cuatro de nuestros recatados hermanos, cuya modestia y humildad les guía a ocultar su fe.
Toda mi vida he suplicado que por favor me presentasen aunque fuese a uno solo de esos hermanos legalistas que se saben toda la Biblia pero que la niegan con su conducta. Todavía no conozco ningún caso. Aquellos que sí de hecho eran evidentes legalistas, religiosos e hipócritas, podían tener un conocimiento mayor al promedio, pero ni era vasto ni profundo. A poco de entrar en una discusión, hacían agua y se iban a pique. Los auténticos grandes conocedores de las
Escrituras que conocí, siempre fueron personas piadosas y espirituales.
El hecho es que Dios nos ha dado su Palabra para que la leamos con oración, la memoricemos, creamos, obedezcamos, amemos, anunciemos y practiquemos, lo que implica vivirla. Si el precio de nuestra fidelidad al Señor y su Palabra es que nos endilguen el mote de “legalista”, pues es un precio que merece ser pagado.
Ricardo.
 
como un Gamaliel....

como un Gamaliel....

de largas guedejas, sombrero negro, meneandose de adelante para atras frente al muro de los lamentos, como tu dices hermano Ricardo: con un grande rollo de papiro bajo las sobaqueras. asi nos consideran a los que aun creemos en las escrituras para aplicarlas a nuestra vida tal cual, ¿tu has sufrido el ser llamado legalista hno? ¡cuantas veces a mi tambien me han tachado de la misma manera! y todo porque les e reprochado dejar que la biblia nos guie, sea nuestra unica autoridad, nuestra regla de fe, pero como las escrituras contienen elementos antiguos, habla sobre vivir bajo un reinado, con ideales muy diferentes a los del mundo, vistiendo decorosamente con modestia, a las mujeres frente al varon en humildad y obediencia, negandonos todos los dias a nuestros deleites, incitandonos la biblia a desear mas la senda antigua, el vino añejo.
pero si el mundo nos tacha de legalistas, ¡que mas da! el problema hermano Ricardo es que con los que nos codeamos, nuestros hermanos, los hay quienes odian a los legalistas, segun su personal y nuevo concepto de legalista, a todos los que aun queremos permanecer basados y fundamentados en las escrituras...