El mecanismo de la confesión en las iglesias evangélicas funciona de un modo algo distinto...
Porque el pastor o ministro, que al igual que yo está en proceso de alcanzar la santidad, me lo agarro como paño de lágrimas, pero no estoy dispuesto a purificarme y pedir perdón a Dios, ¿no corre él un riesgo de infectarse del pecado en que yo incurro?
Perdonad si hablo en primera persona; lo hago para no herir susceptibilidades.