La Casita del Bosque
Hoy he visto al sol transformar un ser de las tinieblas
y la luna que es daga sangrante en el cuarto menguante
por el pacto establecido, las traiciones y sus convenios
¿miras los astros en rotación, hombre?
son parámetros para la ciencia
y las señales en el cielo aparecidas
captadas por una antena en tu cabeza
... y ya los lobos avanzan al amparo de la oscuridad.
A la casa quiere entrar el cazador lo sé y el leñador
porque hasta la misma noche ha tocado la ventana
y pues tuve que encender un fuego recitando mis salmodios.
En la ciudad del cielo donde el viejo Ariel es guardia,
no me gusta la apretura del festejo si me faltan vasos
para servir bebida espiritual amén de un aderezo rojo.
Era el mundo circular por nosotros santos en el medio,
allí cuando tu reverendo hable con las luces todas apagadas.
Recuerda, la risa que al final fue un mal augurio
sin el gozo de seguir cantando alegres las canciones
y el sagrado culto siempre profanado por la ambigüedad,
si tanto después de avivarme anhelaba yo tus labios
más ardiente la caricia que traigo encerrada en mi mano
gitanillo de santa maría
tras la cara del cristal te he visto
echar suertes sobre trajes sastre
El sol como un televisor que los confunde
les transmite innumerables precesiones noticiosas
por las que desfilan conocidos personajes de la historia
diciendo puras mentiras... y la luna
de una chica fría que helaba con su sola presencia
y la mirada indiscreta y rizada de su nuevo compañero,
que ya los lobos avanzan al amparo de la oscuridad.
Fin.