14 de enero Cañas y pábilos
LA CAÑA CASCADA NO QUEBRARÁ Y EL PÁBILO QUE HUMEA NO APAGARÁ..."
(Mateo 12:20)
¿Qué tienen estas personas en común?:
(1) Una mujer atemorizada
ante una multitud airada que amenaza con apedrearla;
(2) Un paralítico en una camilla suplicando a sus amigos que no se rindan
mientras que se quedan mirando a una casa desbordada de gente;
(3) Un ciego clamando a un Rabino. Todos ellos son "cañas cascadas"
y "pábilos humeantes" (Ver Mateo 12:20) que Dios se negaba a
abandonar.
¿Qué es más frágil que una caña cascada? Niños jugando junto al
río Jordán hacían flautas con ellas. Mientras las vaciaban y les
hacían agujeros, a menudo se rompían y fueron tiradas. Quizás te
mantuviste alto y fuerte una vez, nutrido y enraizado en el lecho
del río. Pero ahora estás oculto en las prisas, cascado por palabras
hirientes, la traición de un compañero, tus propios fallos, o por
una religión despiadada. ¿Qué está más cerca de la extinción que un
pábilo humeante? Cuando en las lámparas antiguas se acababa el
aceite y la mecha estaba baja, ésta fue apagada, tirada como inútil
y reemplazada. ¿Brillaste alguna vez con fe, alumbrando el camino
para otros, hasta que "los vientos helados" de la crítica, la falta
de perdón y el juzgar con facilidad te dejaron casi en la oscuridad?
El mundo piensa que sabe qué hacer contigo - quebrarte y
apagarte (Ver Mateo 12:20). Pero Jesús no hace eso. "La caña cascada
no quebrará y el pábilo que humea no apagará..." (Mateo 12:20). No
importa lo alejado que te puedas sentir, no estás más allá de la
gracia de Dios. Por tanto, ven a Él hoy ¡y deja que te restaure!
Bob y Debbie Gass
Con la colaboración de Ruth Gass Halliday
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¿Qué te parece si aconsejas a tus amigos mandar un e-mail a
[email protected]
para que ellos también "disfruten" de estas "vitaminas" diarias?
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"PEDID POR LA PAZ DE YERUSHALAIM..." (SALMO 122:6)
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LA CAÑA CASCADA NO QUEBRARÁ Y EL PÁBILO QUE HUMEA NO APAGARÁ..."
(Mateo 12:20)
¿Qué tienen estas personas en común?:
(1) Una mujer atemorizada
ante una multitud airada que amenaza con apedrearla;
(2) Un paralítico en una camilla suplicando a sus amigos que no se rindan
mientras que se quedan mirando a una casa desbordada de gente;
(3) Un ciego clamando a un Rabino. Todos ellos son "cañas cascadas"
y "pábilos humeantes" (Ver Mateo 12:20) que Dios se negaba a
abandonar.
¿Qué es más frágil que una caña cascada? Niños jugando junto al
río Jordán hacían flautas con ellas. Mientras las vaciaban y les
hacían agujeros, a menudo se rompían y fueron tiradas. Quizás te
mantuviste alto y fuerte una vez, nutrido y enraizado en el lecho
del río. Pero ahora estás oculto en las prisas, cascado por palabras
hirientes, la traición de un compañero, tus propios fallos, o por
una religión despiadada. ¿Qué está más cerca de la extinción que un
pábilo humeante? Cuando en las lámparas antiguas se acababa el
aceite y la mecha estaba baja, ésta fue apagada, tirada como inútil
y reemplazada. ¿Brillaste alguna vez con fe, alumbrando el camino
para otros, hasta que "los vientos helados" de la crítica, la falta
de perdón y el juzgar con facilidad te dejaron casi en la oscuridad?
El mundo piensa que sabe qué hacer contigo - quebrarte y
apagarte (Ver Mateo 12:20). Pero Jesús no hace eso. "La caña cascada
no quebrará y el pábilo que humea no apagará..." (Mateo 12:20). No
importa lo alejado que te puedas sentir, no estás más allá de la
gracia de Dios. Por tanto, ven a Él hoy ¡y deja que te restaure!
Bob y Debbie Gass
Con la colaboración de Ruth Gass Halliday
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para que ellos también "disfruten" de estas "vitaminas" diarias?
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"PEDID POR LA PAZ DE YERUSHALAIM..." (SALMO 122:6)
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