La Bendición de Toronto.- Respuestas

17 Marzo 2003
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La Bendición de Toronto

Una pequeña iglesia evangélica, afiliada al movimiento Vineyard, localizada cerca del aeropuerto internacional de Toronto, Canadá, una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, se convirtió en el epicentro de una renovación, que ha tocado a millones de personas hasta la fecha y a gran parte de las denominaciones cristianas de la actualidad.

En el diario londinense Sunday Telegraph, del 19 de junio de 1994, varios millones de lectores pudieron leer que “el vuelo de British Airways 092 despegó del aeropuerto de Toronto la noche del jueves en el preciso momento en que el Espíritu Santo aterrizaba en un pequeño edificio a unos setenta metros del final de la pista de aterrizaje”.1

Esta descripción es adecuada de la manera en que millones de cristianos ven ahora el ministerio vinculado a la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto (antiguamente llamada Toronto Airport Vineyard).

Uno de los protagonistas principales, John Arnott, pastor de esa iglesia, en su artículo “Cuando todo empezó”, publicado en la revista Spread The Fire (Extiende el Fuego) de febrero 1999, al celebrarse 5 años de avivamiento continuo, nos dice:
“Randy Clark llegó y comenzó una serie de reuniones en la noche del jueves 20 de enero de 1994. Alrededor de 120 de nuestros miembros fieles estaban ahí cuando la adoración dio inicio. Después Randy comenzó a predicar. El hizo una remembranza personal de cómo empezó desesperadamente a buscar a Dios y cómo Dios lo había llevado a una reunión presidida por Rodney Howard-Browne.
En tanto que él hablaba, el ambiente comenzó a electrificarse. La poderosa Presencia de Dios comenzó a manifestarse entre nosotros. Mis amigos de confianza y la congregación no podían estar en Su Presencia. Vi a mis amigos y los hermanos de repente embargados por Su Presencia que estaba fluyendo alrededor de todo el auditorio. Ellos comenzaron a desplomarse al piso bajo el “peso” de su poder. El lugar explotó en vida. La gente estaba cayéndose por doquier, riéndose, llorando, sacudiéndose y en algunos sin la capacidad de moverse o hablar. Muchos reportaron ver visiones provenientes del Señor. ¡Dios estaba en el lugar!”.

Este tipo de manifestaciones físicas, incluyendo milagros y sanidades de distintas enfermedades, (algunos casos tan curiosos como la empastación con oro, de amalgamas que antes eran de plomo), han venido a ser parte central del culto que caracteriza las reuniones de renovación en todo el mundo.

La doctora Margaret Poloma, profesora del departamento de sociología en la Universidad de Akron, en Ohio, quien ha estudiado in situ la “bendición de Toronto”, dice que “la religión no es sólo una institución objetiva con doctrinas y rituales particulares, sino que también debe involucrar experiencias subjetivas y emocionales”. Parafraseando a Abraham Maslow, un fallecido y reconocido psicólogo, que en los años sesenta escribió un libro titulado Religion, Values and Peak Experience (Religión, Valores y Experiencia culminante”, Margaret Poloma señala que “la religión institucional es una serie de personas mediocres enseñándoles a otras personas mediocres las experiencias culminantes de otros”.2

John Arnott puntualiza respecto a esto, “en otras palabras, personas que no creen en experiencias religiosas subjetivas para sí, les enseñan a otros que de la misma forma, son escépticos sobre las respuestas emocionales a lo que dicen estar aprendiendo. ¿Qué están aprendiendo? Los cristianos muchas veces ponderan y discuten las experiencias culminantes de grandes figuras del Antiguo Testamento como Abraham y Moisés, o discípulos del Nuevo Testamento, como Pedro y Pablo.
Hay una importante falla en su lógica. La iglesia cristiana necesita desesperadamente un control de la realidad. Estamos sugiriendo que necesitamos ser tanto subjetivos como objetivos si queremos tener una relación personal e íntima con Cristo. Alguien lo resumió diciendo, es mejor sentirlo que contarlo”.3

Ahora, analicemos este mover de Dios, de acuerdo a la visión e investigación de un reconocido académico y ministro bautista. James A. Beverley es profesor de teología y ética del Seminario Teológico de Ontario en Toronto, Canadá. Sus investigaciones por más de 20 años en el vasto campo de la religión, lo han convertido en uno de los principales estudiosos del Canadá en materia de religiosidad contemporánea.

En su libro “La risa santa y la bendición de Toronto. Un informe basado en investigación” [Zondervan,1995; Vida, 1996] entrega las principales conclusiones a la que ha llegado después de 4 años de estudio del movimiento Vineyard, los profetas de Kansas City, así como de largas entrevistas con los principales protagonistas de “La bendición de Toronto”: John Wimber, Paul Cain, Mike Bickle, John Arnott, Randy Clark, Rodney Howard-Browne, entre otros.

Pag. 22 Los que critican la bendición de Toronto deben recordar que quienes vienen a Toronto y levantan sus voces en alabanza al Padre celestial son parte del pueblo de Dios.

Beverley nos presenta las 5 interpretaciones más comunes acerca de la Bendición de Toronto.

1. La perspectiva más optimista es la opinión de que la bendición de Toronto representa una renovación que tiene un significado profético. Esta renovación es parte de la voluntad de Dios de llevar a la iglesia hasta su preparación final para la venida de Jesucristo. En la edición de marzo/abril de 1995 de la revista Spread the Fire, por ejemplo, se menciona que David Yonggi Cho, el famoso predicador coreano, ha profetizado que el último derramamiento del Espíritu Santo, antes que el Señor vuelva, será en Canadá. Se está usando esta sorprendente afirmación para referirse a la Bendición de Toronto.
2. Es verdad que la Bendición de Toronto es una gran renovación, pero no debiera interpretarse como que tiene otro significado escatológico que el que tienen cualquier iglesia o parte del cuerpo de Cristo, en tanto pertenece al reino de Dios. Según esta opinión, se reconoce a la Bendición de Toronto, en primer lugar, como un derramamiento sobrenatural y milagroso del Espíritu Santo. Por ejemplo, la revista Carisma alude a este fenómeno como de naturaleza similar al de los comienzos del pentecostalismo (1906), en la calle Azusa, Los Ángeles. Se han establecido paralelos entre la renovación de Vineyard y el don del Espíritu Santo el día de Pentecostés.
3. Una tercera interpretación emplea las palabras “bendiciones mezcladas” para describir la renovación de Toronto. Dicho de manera simple, la renovación conectada con Howard-Browne y con Vineyard ofrece una mezcla de cosas buenas y malas, positivas y negativas. Esta perspectiva no pone el énfasis en el hecho obvio de que todas las iglesias tienen una mezcla de Espíritu y carnalidad, sino más bien es la afirmación más audaz de que esta renovación tiene aspectos maravillosos, pero también aspectos peligrosos y dañinos.
4. En una posición más crítica están los que creen que la bendición de Toronto es fundamentalmente una realidad negativa. No guarda paralelos con otras renovaciones auténticas en la historia de la iglesia, y sus puntos débiles son tan graves que se debe prevenir a los cristianos de todo el mundo que se abstengan de ir. En otras palabras, la bendición de Toronto no es absoluto una bendición. Se requiere discernimiento para entender esta posición. Sus defensores no dicen que no haya nada bueno en la posición de Vineyard y de Howard-Browne. Pero sostienen que las críticas son tan serias que no es la voluntad de Dios que un cristiano participe con Howard-Browne o con la supuesta renovación en Vineyard y sus ramificaciones.
5. La interpretación final es la más negativa, ya sea que la entendamos profética o escatológicamente. Según las personas que tienen esta opinión, la Bendición de Toronto es parte de la obra del anticristo para implantar la apostasía en el mundo y crear una iglesia universal bajo el engaño de Satanás. En otras palabras, unos cuantos críticos creen que el ministerio de Howard-Browne y la renovación de Vineyard no son obra de Dios; más bien es un gigantesco engaño que se le ofrece a la Iglesia para que preste lealtad incondicional al maligno.

Debiera ser obvio, dada la vasta brecha entre las perspectivas opuestas acerca de la Bendición de Toronto, que sería difícil elaborar un acuerdo por el que todos los cristianos tuvieran consenso sobre lo que este movimiento significa. Sin embargo, es la tarea de cualquier analista prestar atención a las diferentes interpretaciones y mantenerlas presente mientras estudia el material, entrevista a las personas y examina todos los aspectos a la luz de la Biblia.

Pag. 29 ¿Sobre que cuestiones debemos concederles la razón a los líderes de Airport Vineyard? No debemos dudar de su fidelidad al Dios de las Escrituras. Tienen igualmente una alta cristología y se les reconoce moralidad amor. Están en plena continuidad con el cristianismo clásico y pasan la prueba de la Iglesia. También participan en acción social y se preocupan por la renovación moral de las personas.

Pag. 74 En un informe reciente de la revista Carisma, Eleonor Mumford, a quien se le acredita el haber introducido la Bendición de Toronto en Inglaterra, afirma: “Lo que importa es lo que Jesús está haciendo en nuestros cuerpos y en nuestras almas, en nuestros corazones y en nuestro espíritu”. La esposa de un pastor de Vineyard en el sur de Inglaterra vino a Toronto en la primavera de 1994 durante un período que ella admitía como de fuerte depresión espiritual. Testificó en la iglesia Holy Trinity Brompton, en Londres, haber tenido un conmovedor encuentro con Jesús mientras estaba en Airport Vineyard.
Tales informes acerca de la renovaciones espirituales y emocionales en nombre de Jesús, merecen gran respeto. Debiera servir de base para descartar la idea de que la Bendición de Toronto es algo totalmente malo. ¿Quién puede hablar en contra de testimonios tan hermosos? Debiéramos alabar a Dios por una renovación interior significativa y por las conversiones que han surgido como resultado de la Bendición de Toronto.

Pag. 87 Cuando Todd Hunter me preguntó una vez acerca del uso de Jonathan Edwards en defensa de la Bendición de Toronto, le di a dos respuestas. Por cierto que no le hace daño a Vineyard citar a Edwards como su aliado. Dejando de lado otras cosas, creo que Edwards hubiera mostrado simpatía hacia la Bendición de Toronto...

[Continuación de la investigación de Beverley]
Patrones bíblicos positivos

Deseo comenzar señalando varios aspectos saludables del enfoque espiritual de la Bendición de Toronto.

1. Admiro la repetida exaltación del poder de Dios que hace John Arnott. Constantemente señala que “debemos tener más confianza en el poder de Dios para bendecirnos que en el poder de Satanás para engañarnos”. Esta cita no debiera torcerse, como hicieron algunos, para sugerir que John no cree en el discernimiento espiritual, o que no conoce ni le importa la astucia satánica (cf. 2 Corintios 11:14).

2. La Bendición de Toronto está recuperando la rica enseñanza de las Escrituras de que la Iglesia cristiana está en constante necesidad de renovación. En cierta manera, la fase actual de Vineyard representa, en lo que tiene de más positivo, algo similar al llamado de Wesley a la Iglesia de su tiempo. Como bien lo sabía Wesley, resulta notablemente claro, partiendo de la ley de Moisés (Deuteronomio 30:6) y hasta llegar al Apocalipsis de Juan (Ap. 2:4), que el “corazón” del pueblo de Dios es lo que más le preocupa al Creador de la humanidad. No se puede negar la importancia de la experiencia del Espíritu. Como escribe John Dunn:
Que el Espíritu, y particularmente el don del Espíritu, era una experiencia en la vida de los primeros cristianos ha sido demasiado evidente como para requerir elaboración. Es un triste comentario de la pobreza de nuestra propia experiencia del Espíritu que cuando tropezamos con lenguaje donde los escritores del Nuevo Testamento se refieren directamente al don del Espíritu y la experiencia que de él tenían, lo remitimos ya sea automáticamente a los sacramentos, donde solo podemos darle significado de esa manera, o bien desestimamos la experiencia como demasiado subjetiva y mística a favor de una fe que es esencialmente la afirmación de proposiciones bíblicas, o bien eliminamos en la práctica la existencia del Espíritu.

3. La Bendición de Toronto es acerca de evangelismo y despertar espiritual, dos temas fundamentales de la Biblia (Mateo 28:18-20). Algunos críticos han dicho injustamente que los líderes de Vineyard no tienen interés por la misión. Eso es sencillamente falso, como lo evidencia el número significativo de personas que se han hecho cristianas gracias a este movimiento de renovación. En términos de extensión, social, Airport Vineyard tiene un programa regular de compasión cristiana hacia los pobres y necesitados. En un número reciente del boletín de Vineyard Spread The Fire, de marzo/abril de 1995, hay una historia conmovedora de la fuerza social y evangelística que recibió Ace Clark (antiguo miembro de la banda de motociclistas The Wild Ones), durante la Conferencia de octubre de 1994.

4. Los líderes de Airport Vineyard han sido ejemplares en su desinterés por obtener dinero (Mateo 6: 19-34). No se han dejado llevar por la tentación de presionar al público a entregar el billetero.

5. La bendición de Toronto no es legalista en su espíritu y en su estilo. El Señor advirtió acerca de una religión mezquina y rígida cuando reprochó a ciertos líderes judíos de su época (Mateo 23:1-36). Uno de los atractivos del movimiento de Vineyard ha sido su estilo informal. Esta flexibilidad de espíritu debiera ser aplaudida y no descartada como indiferencia, liviandad, o antinomianismo.
Estos cinco importantes elementos positivos sirven como una clara señal de que la Bendición de Toronto está fundamentalmente viviendo bajo la Palabra de Dios. Cualesquiera sean las críticas que hagamos sobre aspectos no bíblicos de Vineyard, deben plantarse con el reconocimiento básico de su deseo esencial de estar basado en las Escrituras.

Por supuesto, hay grupos que pretenden tener un alto concepto de las Escrituras, y sin embargo, es obvio que conocen muy poco de la Biblia. Estoy pensando, por ejemplo, en la iglesia de Mormón, los Testigos de Jehová, la Nueva Era, o la Iglesia de la Unificación de Sun Myung Moon. Esos grupos reciben el nombre de sectas porque han caído precisamente en esa dicotomía.

Al estudiar a Vineyard durante estos cuatro años, he llegado a la convicción de que sus líderes quieren ser bíblicos en su teología y su práctica. La autoridad bíblica no es una cuestión que separa a Vineyard de otras denominaciones. Si nos acercamos a los pastores de Vineyard con evidencias de que no están obedeciendo la Biblia, nos escucharán con atención.

Por supuesto que James A. Beverley enumera también 5 aspectos que el considera negativos dentro de este mover de Dios, tales como: Predicación liviana, una visión reduccionista del Espíritu Santo, un espíritu antiintelectualista, defectuosa comprensión de lo que son señales y milagros, y falta de énfasis en la persona de Cristo.

Por su parte, la doctora Margaret M. Poloma, nos continua señalando algunos indicadores importantes que ha arrojado sus investigaciones. Poloma nos señala por medio de un trabajo como observador participante y una encuesta levantada con rigor metodológico:4

“de los visitantes a la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto [CCAT], 20 por ciento son pastores y otro 32 por ciento líderes de iglesia. La mayoría, el 85 por ciento, no pertenece a alguna iglesia relacionada con la Asociación de Iglesias de la Viña [denominación a la que pertenecía la CCAT]. El 28 por ciento pertenece a iglesias no-denominacionales, con otra minoría significativa del 10 por ciento provenientes de la tradición anglicana/episcopal. El resto de los encuestados, un 35 por ciento son entre católicos y denominaciones protestantes, con menos del 2 por ciento que indica no estar afiliado a alguna iglesia. De lo anterior se deducen dos cosas a) es representativo [el movimiento] de la amplia iglesia cristiana, b) la mayoría son cristianos maduros y no simples “buscadores carismáticos”.

El interesante reporte de Poloma continua describiendo lo que ella llama “los frutos de esta renovación”:
“89 por ciento de los encuestados se identifican con la frase ‘estoy más enamorado de Jesús ahora de lo que había estado en mi vida’ y 91 por ciento dice que han venido a ‘conocer el amor del Padre en una forma distinta’. 82 por ciento coinciden en que ‘ hablar sobre Jesús con mi familia y amigos es más importante para mí que antes’. 70 por ciento reporta que ‘ amigos y familiares han comentado sobre cambios que han observado en mí desde que visité Toronto’. De los que están casados 87 por ciento dice estar ‘más enamorado con mi cónyuge que antes’. 33 por ciento dice que ellos han venido a estar envueltos en obras de misericordia como resultado de su visita a la CCAT. Muchas vidas han sido cambiadas. Aunque sólo un 1 por ciento responde haber recibido a Cristo ‘por primera vez’, 28 por ciento indica que han ‘rededicado’ sus vidas a Jesús en la CCAT y 46 por ciento dice que están más involucrados con sus iglesias como resultado de su visita a la CCAT. 5 por ciento reporta haber sido sanado de un problema de salud mental diagnosticado médicamente; 18 por ciento reporta una sanidad física; y 76 por ciento proclama haber recibido sanidad interna [llamada también sanidad del alma, consistente en traumas emocionales] como resultado de visitar Toronto. ¿Pueden estos cambio ser la razón por la que 92 por ciento de los encuestados han animado a otros a visitar Toronto para recibir ‘la bendición’?”

Es importante destacar que este tipo de movimientos, se han dado de manera similar en otras partes del mundo, algunos independientes y otros bajo la influencia de Toronto. Argentina, Colombia, Australia y México, por citar sólo algunos, reportan esto que algunos llaman “un nuevo entendimiento y expresión del cristianismo”. En México, existen iglesias prototipos de la TACF, como sería el caso de Amistad de Puebla A.C. una mega-iglesia que ha influenciado a otros grupos grandes y pequeños de la República, o Alcance Internacional A.R. ministerio del pastor Fernando Sosa Ficachi, cuya congregación padeció el primer caso de intolerancia religiosa urbana, en Naucalpan, estado de México.
 
Arturo:

Gracias x la información, al menos yo si tenia muchas ganas de algo de información detallada de la "bendición de Toronto"

Dios quiere establecer su reino poderosamente en todas partes, empezando por cada uno de nosotros hasta en nuestras congregaciones. Oremos por que asi sea.

Lulis.
 
Mas sobre la bendición de Toronto

Mas sobre la bendición de Toronto

Soy de la opinión de que un cristiano maduro es aquel que tiene suficiente información de cualquier materia relativa a la vida cristiana y a la doctrina, y luego serenamente con oración y meditación asume responsablemente sus posiciones.

Sobre esta cuestión, y complementando el aporte anterior en un sentido, traigo a su consideración otros en sentido contrario:

Pablo Blanco

Espero que los disfruten y nunca se queden con la información de una unica parte.



No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo y retened lo bueno (1 Tes. 5:19-21)

Toronto es una ciudad importante de Canadá, que se ha hecho muy celebre en el mundo carismático y pentecostal. Es un fenómeno que se llama: La bendición de Toronto, la Unción de Toronto o simplemente “La Bendición”. Esto empezó en 1994, en una pequeña comunidad pentecostal que había junto al aeropuerto empezaron a suceder fenómenos extraños. Allí había ya un celebre curandero carismático llamado John Wimber. Huelga decir que a las primeras de cambio, los más extremos y extravagantes carismáticos del mundo se fueron para allá viajando de todas partes para recibir La Bendición. (Olvidando lo que Jesús dijo hace 2000 años que a Dios ni se le adora ya en Jerusalén, ni en el monte de Gerizim.

Desde aquel momento, lideres formados en aquella comunidad, ó afiliados de alguna manera al movimiento que surgió, recorren todo el mundo llevando su show a todas las iglesias donde les invitan (y les pagan), también en España.

Su principales líderes son gente muy conocida, se saben publicitar y sus ministerios están por todas partes: Benny Hinn, John Arnott, Randy Clark, Rodney Howard Browne, Claudio Freidzon o François Botes. He leído que solo en Alemania han captado para su movimiento más de 400 pequeñas iglesias. En Inglaterra han captado grandes comunidades anglicanas y bautistas. En España también han absorbido iglesias bautistas, sobre todo aquellas en las que el conocimiento bíblico era más deficiente. De la noche a la mañana han amanecido “ungidas por la bendición”.

Como son las reuniones? Empiezan por “la adoración”. De 40 a 60 minutos en pie, y muchos con los brazos levantados, cantando coritos de corta duración, repetidos una y otra vez. El canto está dirigido siempre por animadores que entre medio de las canciones van conduciendo con sus frases a los asistentes a la relajación intelectual y elevando el tono emocional. A continuación una predicación de unos 45 minutos, en la que se prepara al oyente de que va a presenciar prodigios y maravillas, pidiendo que nadie tenga miedo, lo cual aumenta la expectación. La exhortación está en todo momento dirigida a que uno se relaje y se abandone. Luego hay un grupo de personas y asistentes, pastores auxiliares y oficiales que van a controlar y manejar lo que “todos esperan”. Estos tocan, o soplan ó empujan muy levemente y las personas se caen hacia atrás y ruedan por el suelo, haciendo sonidos como animales (leones, gallinas, vacas, etc.) Otros hacen como que corren sin moverse, algunos saltan, hasta que quedan exhaustos. Algunos ríen levemente, otros lanzan carcajadas histéricas. Unos tiemblan, otros quedan en éxtasis. Otros sufren sacudidas compulsivas. Mientras tanto los animadores siguen. ¡Pasa adelante! Ó ¡Ven acá! No tengas miedo del E. Santo. ¡Déjate en la manos del Señor… que te quiere bendecir hoy! Cuando finaliza el show, todos los que han tenido “experiencias” han expresado lo bien que se han sentido, relajados, felices. Otros además han visto a Cristo ó a ángeles.

Todas las reuniones son calcadas en cuanto a su desarrollo y pretenden lo mismo conducir a la debilidad física y psíquica de los asistentes. Despertar una expectación. Generar un movimiento de simpatía. Manipular la sensibilidad de los asistentes. Desarrollar una atmósfera de emoción. Y, las personas más sensibles y necesitadas de llenar una vida espiritual vacía son las más propensas y las primeras en experimentar la bendición.

El fenómeno contado desde adentro habla de “un avivamiento”, de sentir “más amor a Dios y más consagración”, “ser renovados en la fe”, “recibir más alegría y energía cristiana”, etc. Vivir nuevas experiencias espirituales, sobre todo desarrollar el “don de profecía”, vaticinar acontecimientos futuros, hablar en lenguas, etc. cosas que muchos de ellos nunca hasta entonces habían experimentado. La realidad es también que muchas personas que experimentaron estos trances, han tenido que ser luego tratadas psiquiátricamente, o sufren alucinaciones y otras patologías psíquicas, como miedo.

Cuando algunos de los líderes que en vista de la progresión de los acontecimientos se permitieron juzgar este fenómeno de forma crítica, fueron expulsados del movimiento.

Analizando el fenómeno en si.- En la Biblia nunca se habla como aquí de “risas santas”, ni de caídas masivas hacia atrás en conexión con la obra del Espíritu Santo. No se nos menciona de ninguno cristiano que se haya mostrado como un borracho o que actúe como un psicópata por obra del Espíritu Santo. Algunos han caído hacia delante postrados en señal de reverencia, nunca hacia atrás. Todos han experimentado temor por su debilidad ante la grandeza y majestad de Dios, ninguno risa. (Éxodo 3:6; Daniel 8:17; 10:9; Eze. 1:28; 3:23; Isaías 6:5; Apoc. 1:17; Hech. 9:4-6). Siempre fueron casos aislados, no de comunidades enteras.

Los promotores usan un versículo que ya usaban en el siglo II los seguidores de un tal Montano, que crearon un movimiento carismático, movido por dos profetisas, en el que asumían que Montano era el Paracleto prometido por Cristo, y engañaron a muchos y despojaron de haciendas y bienes. Es el texto de Juan 16:12-14.

Los críticos dicen que es un fenómeno “chamánico”, en el que siempre se han movido los curanderos, profetas y gurus a lo largo de la historia rozando los límites de la realidad y entrando en el mundo espiritista, de demonios, espíritus y fuerzas espirituales, de parasicología. Algunos de ellos se preguntan con razón ¿es que Dios para sostener a su Iglesia tiene que imitar hoy en día las cosas que vienen haciendo los seguidores de Satanás y de los demonios durante toda la historia? Afirman que es una versión ocultista destinada a captar a los cristianos. Que esa sensación de bienestar que dicen experimentar es común a todos los que acuden al espiritismo, y contraria a lo que afirma la Biblia que acontecerá con los auténticos cristianos que quieren vivir piadosamente en Cristo, que padecerán persecución.

Ellos dicen que llevan a muchas almas a Jesucristo, y por lo tanto no puede ser obra del Diablo. Que muchas personas renuevan su fe y empiezan a vivir más intensamente la fe cristiana. Bueno, el Diablo trabaja a largo plazo. En su pretensión de engañar incluso a los escogidos opera con una estrategia que a corto plazo parece contraria a sus intereses. Se disfraza de ángel de luz, y sus ministros como ministros de justicia.

Analizando las razones del éxito fenómeno.- La gente de nuestro tiempo quiere emociones (los deportes de riesgo) cosas que los sentidos puedan experimentar y gozar intensamente, y cosas instantáneas (aquí y ahora. La comida pre-cocinada, el café instantáneo, la leche condensada), y que nos hagan sentir bien. Es decir: Cosas causen la emoción de los sentidos, que sean instantáneas, y cortas de contenido, y proporcionen sensaciones de bienestar.
El camino de Dios es el contrario. Va dirigido al alma, no a las emociones. No es instantáneo, ni se alcanza en un momento, hay que permanecer fieles en el. Es tan profundo que nunca se alcanza a saber. Proporciona una sensación de culpa y de incapacidad que nos hace ser humildes, junto con esperanza y gratitud.

Jesús vaticino unos postreros tiempos marcados por la apostasía generalizada. (Luc. 18:8) ¿Cuándo el Hijo del Hombre venga, hallará fe en la Tierra?. Según estos cada vez habrá más fe. Millones de personas están siendo alcanzadas por la bendición. Estos prometen el materialismo. La prosperidad. La sanidad. El gozo y la alegría.

La Biblia como el instrumento para juzgar todas las cosas.-
Hechos 17:1-4 La Biblia para mostrar el evangelio y los argumentos de la obra de Cristo. Pablo no relató señales ni prodigios, explicó a Cristo por la Biblia. No uso su testimonio personal, porque testimonios personales no son razones objetivas. Todos los que de alguna manera se han aferrado a una creencia, aunque sea falsa, apelan a su experiencia personal (TJ, musulmanes, Ciencia Cristiana, etc.). El testimonio personal puede animar, pero la fe objetiva se tiene que basar en las evidencias de la revelación de Dios.
Hechos 28:23 Pablo predica a Cristo a través de la Palabra. La forma de probar la verdad que predicaba se asentaba en las Escrituras, no en experiencias personales, ni en milagros.
2Ped. 1:16-21 Pedro habla de su testimonio personal, de lo que vio, pero automáticamente en el mismo texto introduce el testimonio de las Escrituras como el pilar de la fe. Las fábulas artificiosas, los cuentos chinos ya los había en los tiempos de Pedro. La antorcha no es su testimonio personal sobre la escena de la transfiguración, sino la palabra profética.

Falsos profetas y falsas experiencias.- Mateo 7:22-23, Jesús previene sobre la falsedad de “muchos” que en su nombre profetizaron y es evidente por su sorpresa que su profecía se cumplió. En su nombre echaron fuera demonios, y los demonios salieron. En su nombre hicieron muchos milagros (sanidades, prodigios, maravillas sorprendentes). Pero Jesús dice ahora que “nunca les conoció” (ni ahora, ni antes cuando usaban su nombre). Satanás puede duplicar muchas de las cosas poderosas de Dios, con el propósito de engañar, si es posible, a los escogidos. Y lo tiene que hacer con apariencia de piedad, con buenas palabras, con la Biblia en la mano, en el nombre de Jesús, porque de otro modo no engañaría de ninguna forma a los verdaderos cristianos. Sus agentes tienen que aparentar una vida de santidad. Buen testimonio. Oración visible. Conducta formal. Apariencia de seriedad y tanta o mas integridad que los verdaderos discípulos de Cristo.
2ª Cor. 11:3-4; 13-15.- La astucia satánica con la que engañó a Eva, extraviando los sentidos, y los falsos apóstoles y obreros fraudulentos que se disfrazan como apóstoles de Cristo. El ejemplo de las Escrituras nos conduce a aquella iglesia de Corinto, tan carismática ella, tan pendiente de los dones y escasamente preparada en la Palabra, lo cual no les había llevado a ser más “llenos del Espíritu”, sino más “carnales”.
El nombre de Jesús usado para atraer a incautos, usado por falsos apóstoles, pero que parecen verdaderos. No es fácil que oyéndoles ó viéndoles con su apariencia de piedad alguien les pueda condenar, solo cuando son juzgados sus mensajes y sus obras, por el fiel de la Palabra de verdad es cuando se descubre que realmente no hacen las obras de Dios. Que el mensaje no es el mismo mensaje. El hecho de que se ore, se cante, se diga “aleluya” ó se diga “gloria a Dios”, no quiere decir que el mensaje tenga por fin glorificar a Dios, sino vencer la reticencia de muchos y engañar a los ingenuos. Los creyentes maduros tienen que saber que la autoridad final son las Escrituras, no los milagros (todo el santoral romano tiene acreditados milagros, que incluso han pasado en ocasiones controles rigurosos de “los abogados del Diablo”. Escrivá de Balaguer, inventor del Opus Dei, tiene acreditadas dos curaciones de cáncer, con sus certificados médicos de enfermedad y de curación prodigiosa sin medicamentos, ni tratamiento).
1Tim. 4:1 “Espíritus engañadores” “doctrinas demoníacas”. En contraposición a la doctrina del evangelio, Satanás tiene también un sistema de doctrina propio. En oposición al Espíritu Santo cuyo ministerio consiste en unir, dar crecimiento y madurez, tiene espíritus que actúan con el propósito de engañar”, de desunir, de debilitar. ¿A quién? ¿A los perdidos? A veces trabaja con estos para que sigan en las tinieblas, pero sobre todo “a los escogidos” (Mat. 24:24). Pero al que le gustan y juega con doctrinas de demonios, acabará antes ó después engañado por los espíritus engañadores.
¿Se sienten bien? Pues claro, Satanás no engañaría a nadie haciéndole sentirse mal. ¿Hablan bien de Dios? Claro, pues blasfemando su nombre nunca les engañaría. Pero si consigue hacer pensar que lo Satanás hace el creyente crea que es Dios quien lo hace, ha logrado éxito en el mayor engaño, en la falsificación. Ese es el éxito en su propósito de engaño y suplantación, y poco a poco irá proponiéndole cosas con las que hacer naufragar su fe ó debilitar su vida cristiana.
1Cor. 4:6 No creer ni pasar más allá de lo que está escrito. Si bien Pablo propone su ejemplo ó el de Apolos, con todo lo maravilloso que podían haber hecho. Pablo dice que no vayan por el camino del ejemplo cuando se aparta de lo que esta escrito. Las risas, los gritos de animales y las caídas no están escritas, luego deben ser rechazadas.
2Tim 3:12 Tu permanece en lo que has aprendido. En las Sagradas Escrituras… ¿Cómo se librará Timoteo del peligro de los falsos maestros? Con las Escrituras. Timoteo es un entendido desde su niñez. Y las Escrituras son la luz que ilumina sus dudas. La sana doctrina tiene su base en ellas, pero la doctrina de demonios en los efectos sobrenaturales.


La bendición de Toronto

Una comunidad en la región sur de Alemania: docenas de personas caen de pronto al suelo temblando y chillando; ríen durante horas o emiten sonidos de animales. Estos hechos extraordinarios empiezan cuando la comunidad entra en contacto con la BENDICIÓN DE TORONTO. Estos fenómenos aumentan visiblemente cuando los pastores de las comunidades traen de una comunidad carismática en las cercanías de Toronto, Canadá, la UNCIÓN DE TORONTO, llamada también la BENDICIÓN.
Mientras los pastores son iniciados en Toronto, entra en escena el predicador sudafricano François Botes, que prepara a los miembros de la comunidad para la B. de T Durante el culto, él mismo empieza, de pronto, a reír y a cacarear (como una gallina), cosa que pronto contagia a los miembros de la comunidad. Profetiza que todos los que pudieran oponerse a la B. de T. están amenazados de muerte. A todo esto, las mujeres de la comunidad tienen que ponerse pantalones, porque durante el estado de éxtasis en que entran son arrojadas por el suelo de forma impúdica. Hace ya semanas que en el local del culto no hay sillas, para que la gente se revuelque por el suelo, según el testimonio visual y auditivo de un testigo. Dondequiera que aparece la B. de T., va acompañada de fenómenos extraordinarios: gritos, risas histéricas, caídas hacia atrás, brincos y bailes, prolongados temblores y sacudidas convulsivas. Además de todo esto, están también los gruñidos y cacareos producidos por la B. de T. Un obispo anglicano rodó por el suelo y rugía como un león.


Trasfondo
Estas EXPERIENCIAS DE TORONTO, como también son llamados estos fenómenos sobrenaturales, toman su nombre de la pequeña comunidad carismática Airport Vineyard Fellowship (Hermandad del Viñedo del Aeropuerto), cercana a Toronto. Allí empezaron a darse a principios de 1994 estos fenómenos de forma masiva.

Los creyentes canadienses pertenecen al MOVIMIENTO VINEYARD, estrechamente unido al carismático curandero John Wimber.
Desde principios de l994, miembros especiales de la B. de T. como John Arnott, Benny Hinn, Randy Clark, Rodney Howard Browne, Claudio Freidzon o François Botes, llevan la antorcha de la B. de T. alrededor del mundo a comunidades de orientación carismática. (En Alemania deben de haber sido captadas unas 400 comunidades).
Cuando aparecen estas figuras centrales del M. de T., se llega, por medio de una determinada ceremonia multitudinaria, a todos los fenómenos ya descritos. Estas extraordinarias demostraciones de poder y efectos de fuerza son considerados como precursores de un avivamiento universal de la fe cristiana, que pronto tendrá lugar. Las consecuencias para los captados por la B. de T. son diferentes. Se dice que a algunos la experiencia de T. los lleva a un fuerte avivamiento de amor y acercamiento a Dios; a ser llenos de nueva alegría y energía vital. Otros hablan de sensaciones de felicidad, de un nuevo amor a Jesús y de nuevas experiencias con dones espirituales (especialmente profecía).

Pero muchas de las víctimas tuvieron que ser tratadas psiquiátricamente o sufren desde entonces molestias psíquicas negativas (como miedo). En determinadas personas se da también la soberbia, el desprecio por la comunidad y estados de ensimismamiento; extremo desamor hacia hermanos en la fe, así como gran confusión en las creencias, un efecto especialmente negativo de la B. de T.
Todo como consecuencia de la B. de T.
Los que, basándose en la Biblia, examinaron y estudiaron la B. de T y después tomaron una posición crítica hacia la misma, fueron y son expulsados sin consideración de las filas de los creyentes de Toronto (a pesar de haber recorrido juntos durante muchos años un buen camino en la fe).
Cada vez más fuertemente y cada vez más a menudo, surgen preguntas como: ¿viene la B. de T. verdaderamente del Dios que creó cielos y Tierra, y que envió a su Hijo Jesucristo para redimir a los pecadores?; ¿es la B. de T siquiera bíblica?

Testimonio bíblico
En la Biblia los fenómenos de Toronto no son descritos como aparecen aquí. En ninguna parte se habla de "risas santas", de voces de animales, de gritos ni de caídas masivas hacia atrás... en conexión con el Espíritu Santo.
Por supuesto, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, se dan a conocer fenómenos sobrenaturales (v.gr. Pentecostés) producidos por la acción divina. Las caídas de hombres de Dios (profetas y apóstoles) son en la Biblia hechos muy singulares. En ninguna parte encontramos noticias de que sucediese a grandes grupos de miembros de una comunidad. Estas excepciones caen -por la santidad de Dios- hacia adelante y no hacia atrás, como en la B. de T. Ninguno de los personajes bíblicos tiene "sentimientos o sensaciones de felicidad" y ninguno de ellos ríe como un borracho o un psicópata.
Daniel se siente sin fuerzas ante la santidad de Dios y cae hacia adelante, sobre su rostro (Daniel 10:9). Saulo se queda ciego después de su encuentro con el Cristo resucitado (Hechos 9: 1- 9). ¿Le invadió con eso una nueva alegría de vivir?
El apóstol Juan cae como muerto a sus pies (Apocalipsis 1:17a). Miedo y no alegría determinan su disposición de ánimo cuando en visión entran en el santo Reino de Dios.

A las críticas contra la B. de T. oponen sus partidarios las siguientes palabras de Jesús:
"Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os conducirá a toda la verdad; porque no hablará nada de sí mismo sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber todo lo que habrá de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío y os lo hará saber" (Juan 16: l2 -l4).

Los partidarios de la B. de T. opinan que a esas muchas cosas pertenecen lo que, en nuestros días, entra en escena como la B. de T. Que es algo que se sale de los límites o marcos bíblicos. Y así François Botes insiste en que el Espíritu Santo conduce ahora a ámbitos extrabíblicos. Siguiendo una de sus aseveraciones, con el Espíritu Santo se puede aun "devorar una silla."
Lo que sí está claro es que los fenómenos de la B. de T. no son descritos en la Biblia como actuaciones de Dios. Las preguntas permanecen: ¿qué es pues la B. de T.? ¿Se pueden clasificar y determinar sus fenómenos? Esta última pregunta se puede contestar con un claro sí. Porque los fenómenos de Toronto hace mucho que son conocidos, pero, desde luego, no proceden del campo cristiano.

Testimonio antropológico
Desde hace ya muchos años, los antropólogos han encontrado estos mismos fenómenos investigando las raíces de los pueblos. Son descritos también en numerosos libros.
Uno de los libros mejor fundamentados sobre este tema es la obra de la etnóloga Joan Halifax titulada La otra realidad de los chamanes. Noticias sobre magos, curanderos y visionarios. En la solapa de presentación de este libro dice:
"Chamanes de todo el mundo curanderos indios, bailarines africanos que entran en trance, curanderos esquimales, centroamericanos comedores de peyote (alucinógeno que da valor), encantadores siberianos y magos de las selvas vírgenes de Sudamérica - relatan como auténticos testigos sus inauditas experiencias al otro lado del umbral de nuestra realidad cotidiana.

El chamanismo, probablemente tan antiguo como la humanidad misma, fue desde siempre el camino para la investigación y dominio del invisible mundo de los dioses, demonios, espíritus y fuerzas sobrenaturales."
Joan Halifax, que tuvo también personalmente experiencias chamánicas, relata entre ellas las vivencias involuntarias que tuvo en una visita del chamán indio Adamie: "una fuerza irresistible me llevó a bailar y rugir. El tiempo pasó sin sentir. Yo quería saltar de mi sitio y chillar salvajemente. La sangre se me subió a la cabeza y me parecía que se me iba a escapar por los ojos y la boca. Yo miraba fijamente a Adamie y mi cuerpo se convulsionaba con fuertes calambres. Miré a los otros que había en la habitación. Estaban tan ausentes como momias. Mis fuerzas me abandonaron; un torbellino de luz atravesaba mi cuerpo. Mi consciente buscaba donde agarrarse para no caer," La etnóloga americana continúa relatando cómo, por último, tuvo que ser levantada del suelo, al que había caído por la fuerza chamánica que le había tirado de los pies.

A lo largo de sus viajes chamánicos por el reino de los demonios, Joan Halifax aprendió también a relacionarse con los espíritus de animales. Ellos son descritos por los chamanes como espíritus auxiliadores, que pueden posesionarse de las personas y "hablar" después por las bocas de los poseídos. El hecho de que entes demoníacos aparezcan en forma de animales (como leones rugientes, lobos aullantes, etc.) es referido ya por hombres célebres en la historia de la Iglesia católica, como S. Antonio. La "santa risa" es un fenómeno que aparece también a menudo en el mundo oculto. Un cuidador de almas, que desde hace quince años dirige una clínica terapéutica para afectados por el ocultismo, escribe: "La presunta risa santa es la primera demostración del éxito de Satanás: el enemigo de Dios está loco de alegría cuando rompe el alma humana."
Todo el asunto de los Fenómenos de Toronto es conocido y confiado en todos los tiempos y alrededor de todo el globo a los chamanes. La técnica del SOPLO, utilizada también con gusto por la B. de T., y según la cual el Espíritu Santo es puesto en movimiento, pertenece al programa ocultista de los chamanes en todo el mundo. ¿Acaso tendría que recorrer Dios, como Espíritu Santo, en nuestros días caminos sobre los cuales no hay la menor referencia en su Palabra, pero que en el mundo de los demonios pertenecen al normal de cada día?

En resumen
Resumiendo podemos afirmar rotundamente: la B. de T. escoge una forma de difusión que no está descrita en la Biblia. De los "seguidores de la B. de T." podemos decir que, con el Espíritu Santo de Toronto traspasan los límites bíblicos. Si efectivamente el Espíritu Santo quisiera presentarse hoy en día de esa manera, no habría motivo para condenar, desde el punto de vista cristiano, ni a los ocultistas, ni a los esotéricos, ni a los pertenecientes a religiones naturistas, puesto que su "vivencia espiritual" es parecida; más aún, es igual. Aun los resultados de la B. de T, como amor, sensación de felicidad (si bien referidos a contenidos cristianos), son descritos por los esotéricos de la misma forma.

Un antiguo gurú (ahora creyente en Cristo) que actúa como asesor especializado en materia esotérica para TOPIC, dice: "Yo no hubiese necesitado hacerme cristiano para encontrar amor, porque éste lo tenía yo también en el esoterismo."

Del mismo modo, tampoco la desbordante alegría de vivir (de que hablan los BENDITOS DE TORONTO) es desconocida en el chamanismo. En el libro El mundo de los Chamanes, de Kalweit, se describe el proceso de la demoníaca iniciación de un chamán. En la primera fase se trata de disolver o destruir el YO y matar todo lo espiritual del alma de esa persona. Esta destrucción va acompañada de cantos con poder, alegría visiones y hechos milagrosos de los chamanes. Después de esta destrucción se transmite a todos los presentes una alegría de vivir, que aúna todas las tensiones musculares y las fibras nerviosas en un único grito de éxtasis.

Lo que llama la atención en la B. de T. es que aparece en una época en la que tiene lugar un resurgimiento universal del ocultismo. Según el programa de la Nueva Era hasta el año 2.000, las comunidades cristianas tienen que transformarse en "Centros de curación" en instituciones proféticas y milagrosas. No se comprende por qué el Espíritu Santo tiene que presentarse justamente ahora, cuando fenómenos como los de la B. de T sirven más para confundir que para aclarar "la cosa de Dios." ¿O tienen razón los de la Nueva Era cuando sostienen que Dios, más que el Dios de la Biblia, es una Fuerza caprichosa que actúa ahora en todos los vivientes?
Otra cosa: si la B. de T. es efectivamente de Dios, ¿por qué "bendice" Dios casi exclusivamente a cristianos carismáticos?; ¿qué sucede entonces con los millones y millones de creyentes (por ejemplo en China, véase TOPIC art. S.4) que se esfuerzan diariamente en llevar una vida de santidad en Jesucristo?

Una de las razones más poderosas para criticar la B. de T. está en que la Biblia, en relación con la B. de T., pierde notablemente su significado.
Cuando se aparta uno de la Biblia, se debilita el único firme fundamento que tenemos para examinar el contenido de nuestra fe. Dios, el Espíritu Santo y su Palabra son uno y no trabajan nunca encontradamente:
"...porque toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para corregir, para instruir en justicia"
(1ª Timoteo 3:16). Por eso hay que tomar hoy muy en serio la advertencia de la 2ª Carta de Juan, vers. 9:
"El que se desvía y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo."

Lo que Dios "enseña" en su Palabra en relación con el Espíritu Santo hemos intentado resumirlo en TOPIC, edición especial, nº 16.
<<Cuando se aparta uno de la Biblia, se debilita el único firme fundamento que tenemos para examinar el contenido de nuestra fe. Dios, el Espíritu Santo y su Palabra son uno y no trabajan nunca encontradamente>>

(Tomado de la revista TOPIC, nº 12/94. Tradujo del alemán Mª Teresa Quintero, viuda de Barceló.)
(PUBLICADO POR NUEVA REFORMA Nº 33 ABRIL 1996)
 
Buscando equilibrios

Buscando equilibrios

Estimado Pabloblanco:

Como bien señalas es necesario buscar el equilibrio, la madurez en la vida cristiana. Desafortunadamente muchos juzgan no con madurez, sino con un espíritu farisaico, condenando toda aquella manifestación del Espíritu de Dios que no va de acuerdo a su tradición teológica. Los fariseos atribuyeron los milagros de Jesús a fuerzas de las tinieblas y Jesús les advirtió de la blasfemia contra el Espíritu Santo.

Cuando inicié este tema "La Bendición de Toronto.- Respuestas" mi intención fue mostrar precisamente "la otra cara", ya que las versiones críticas contra la Bendición de Toronto están muy bien difundidas, como es el caso de los textos que insertastes.

Quiero recalcar, que comenzé citando los trabajos académicos de dos importantes investigadores de la Bendición de Toronto. Del Dr. James A. Beverley, quien estudió por mas de 4 años este fenómeno. El es evangélico, bautista, y tiene todas las credenciales para opinar con propiedad acerca de la Bendición de Toronto. Las conclusiones a las que él llega están citadas arriba, aunque también hace importantes cuestionamientos.

También cito a la Dra. Margaret Poloma, de la Universidad de Akron, en Ohio.

Es muy triste que los críticos (fundamentalistas) juzgan sin tener los elementos suficientes. Solo se dedican a llamar "curanderos" "chamanes" "gurus", etc, a quienes están al frente de los movimientos de renovación y avivamiento. Sin embargo, creo que poco a poco, la Iglesia de Cristo (la que él ve, no nuestra denominación) podrá beneficiarse de las distintas formas en que el Señor bendice a su pueblo, con el propósito de alcanzar a un mundo herido y quebrantado.

De nuevo Pabloblando, te reitero mis respetos y se que los comentarios no son tuyos, sino solo estas citando a otros, la parte que lamentablemente está más difundida. Gracias por participar en este tema.
 
Para lulis

Para lulis

Gracias lulis, por el comentario. Acertadamente señalas que antes de un avivamiento congregacional y comunitario, necesitamos buscar una renovación de nuestra fe y nuestra relación con Jesucristo.

Te invito a visitar http://groups.msn.com/Cristianosenelfuegodeavivamiento


http://groups.msn.com/Cristianosenelfuegodeavivamiento

Si no puedes bajar los artículos que hay ahí, puedes mandar un correo dirigido a [email protected] y te podremos mandar alguna buena información, como artículos de la revista Spread The Fire.

God bless you
 
Se confunde amar a Dios por lo que Él es, con amarle por lo que Él nos da o por lo que pueda hacer por nosotros.


No amamos a Dios por lo que es, amamos Sus manos por los juguetes que nos puede dar.


:llorando:


Es preferible amar al Dios de los milagros, que amar los milagros de Dios.


Dios no pide "espectáculos ungidos" sino corazones arrepentidos, dispuestos a hacer Su Voluntad.
 
Re: Para lulis

Re: Para lulis

Originalmente enviado por: Arturo Sánchez
Gracias lulis, por el comentario. Acertadamente señalas que antes de un avivamiento congregacional y comunitario, necesitamos buscar una renovación de nuestra fe y nuestra relación con Jesucristo.

God bless you

Arturo:

Yo comprendo el concepto global de la "Bendicion de Toronto" más no entiendo cómo es posible que los mismos cristianos que dirigen la iglesia permitan que se transmita, por decirlo asi, con un nombre, pues segun lo que leí la bendición debería ser atribuida a Dios, y es la bendición que todos los cristianos podemos disfrutar, no me refiero a la forma de alabanza, y posturas que al parecer son bastante criticables, no, definitivamente yo me refiero a la esencia, al Espiritu Santo, si acaso realmente El es el Señor en sus reuniones porque transmitirlo asi?

No me doy a entender verdad? Mira, porque llamarle la "Bendición de Toronto? A eso me refiero, eso dá a entender que creen que en ningun otro lugar se puede ser bendecido asi, sino que dentro de la BDT es donde se logra, asi que ahora hay que seguir "sus" costumbres para ser bendecido??? :bicho:

Eso es lo que no cuadra ni checa, en mi iglesia conservadora y todo, hay quienes le adoran en espiritu y en verdad, hay sanidad, hay bendicion, hay milagros... cada día, y no por eso creo se vaya a patentar tal grado de bendición, la gracia de Dios derramada sobre su Iglesia, nosotros.

Ahora, respecto a los cercanos parecidos con costumbres paganas, de verdad deberían preocupar a sus lideres en lugar de correr a cualquiera que se le ocurra decir, "...pero no es correcto"

Esto te lo pregunto, suponiendo que tu sabes o has experimentado, o inclusive permaneces dentro de la congregación de la BdT, no es mi intension prejuzgar sino entender hasta que grado puede o no ser una bendición para todo el pueblo de Dios.

Lulis.
 
Again

Again

Estimada lulis:

Me ha gustado tu sinceridad y sobre todo la actitud correcta que tienes acerca de ver el reino de Dios más allá de lo que creemos de acuerdo a la tradición teológica de nuestra denominación (por muy bíblica que creamos que sea). Jesús nos enseñó a evaluar las cosas "según el fruto" y no según una declaración doctrinal o de acuerdo a lo que yo he experimentado.

Para contestar tu planteamiento, se me vino ahorita a la mente, que la Biblia dice en el libro de los Hechos que "a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía". Esto indica que no fueron ellos quienes se catalogaron así (aunque hoy en día sea tan común el término cristiano). De la misma manera, en relación a la llamada "Bendición de Toronto", de acuerdo a las crónicas o registros de este avivamiento, no fueron ellos, los de la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto, quienes etiquetaron este mover de Dios, sino que fue la prensa secular británica, cuando vieron la efervescencia que estaban causando las reuniones de renovación en una iglesia anglicana de Londres.
John Arnott, pastor de la iglesia en Toronto, dice en su libro "La Bendición del Padre" que él prefiere llamarlo de esta manera.
Por otra parte, también es claro, que la bendición de Dios no está limitada geograficamente, sino que como dijo el apostol Pedro "para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para cuantos el Señor nuestro Dios llamare".
Mi testimonio, es que yo conocí al Señor, en el verano de 1994, pero sólo vine a escuchar y a saber de este avivamiento hasta 1998. En México, desde 1996 se comenzó a escuchar del "mover del Espíritu Santo", pero francamente a mi me informaron en contra de esto, me dijeron que no era bueno, a pesar de que el trasfondo de mi congregación es carismática y se supone que estamos abiertos a las obras del Espíritu Santo.
Sin embargo, como dice John Arnott, "nuestra hambre de Dios tiene que sobre pasar nuestros temores" y tenemos que poner a un lado el argumento de los críticos de que "el diablo se está robando a la iglesia de Cristo". Yo me puse a pensar ¿será que Dios no está haciendo nada para impedir que muchos cristianos reciban estas manifestaciones? Escuché de pastores respetadísimos, con un amor profundo por el evangelio, una vida consagrada y de testimonio, que de repente ya "se habían dejado engañar". Yo dije "esto no es posible", tiene que ver un error en la lógica de estos críticos.
Para resumirte, una tiene que evaluar primeramente por la Biblia, no todo lo que no es bíblico es necesariamente antibíblico. Porque mucha gente dice "en qué versículo está que se cayeron, o que se rieron" y pues con esta actitud es difícil creer. Uno les dice que está escrito que "cuando el Señor hiciere volver la cautividad de Sion, entonces nuestra lengua se llenará de risa y de alabanza..." , pero ellos dicen, no, no no, y no, y ponen mil argumentos.
Luego, tenemos que traer, el criterio de la Historia de la Iglesia, ¿ha sucedido esto en alguna parte de los dos mil años de la Historia de la Iglesia?
Y por último tenemos que ver el fruto, como dijo un pastor, si algo puede hacer que los cristianos oren más, evangelicen más, tengan mayor amor, perdonen a quienes los ofenden, etc., sería lamentable que le endilguemos estas obras al enemigo, y no al Espíritu de Cristo.
Gracias lulis, y espero que sigas opinando.

También puedes escribirme a [email protected]
 
http://estudios.iglesia.net/doctrina/verestudio.asp?did=165&pid=681

REFLEXIONES PERSONALES

SOBRE

"LA BENDICIÓN DE TORONTO"

GRAHAM HARRISON

Hace menos de un año que la "Bendición de Toronto" hizo por primera vez su aparición en Europa. Esto fenómeno, cuyo nombre estuvo inspirado en la iglesia de Vineyard (cerca del aeropuerto) de la más cosmopolita de las ciudades canadienses, se ha propagado por las islas Británicas y Europa manifestando una destacada propensión a hacerse aceptar por una gran diversidad de grupos eclesiásticos. Ha recibido una acogida positiva, si no general, en los medios carismáticos de todas las tendencias, encontrando también defensores y adeptos en las iglesias más tradicionales no carismáticas. Dos iglesias, en particular, parecen haber sido los centros de difusión y desarrollo en Gran Bretaña; una es anglicana: la Iglesia de la Santa Trinidad, en Brompton; la otra es bautista, en Wimbledon.

Cualquiera que sea la primera reacción que se pueda tener al escuchar los ecos de lo que sucede en estas iglesias y en otros lugares, sería imprudente ignorarlos y suponer que, así como un buen número de fenómenos religiosos venidos del otro lado del Atlántico no perdurará mucho. En lo que a mí concierne, tras oír a un amigo (cuyo discernimiento teológico tengo buenas razones para respetar) ponderar los beneficios personales obtenidos de su participación en este movimiento, acogí con alegría la ocasión de visitar las dos iglesias antedichas para comprobar por mí mismo lo que sucedía. Además de estas visitas he visto, por un lado, los videos de Ellie Mumford (esposa del pastor de la iglesia de Vineyard en Putney, Londres) que, al parecer, sería el instrumento humano mediante el cual la "bendición" habría llegado a Europa, y, por otro lado, dos emisiones que le fueron dedicadas por la televisión galesa. También asistí, acompañado de otros pastores, a una reunión que tuvo lugar al sur del país de Gales, para presentar todas las actividades asociadas al movimiento. Además me documenté lo más posible leyendo una amplia gama de textos de numerosas obras escritas por adeptos entusiastas, artículos publicados en la prensa escrita, religiosa y secular, favorables o desfavorables. Por todo ello creo poder pronunciarme sobre el asunto.

Ciertamente no existe duda de que este ejercicio es una simple pérdida de tiempo, ya que el menor discernimiento teológico es suficiente para comprender, desde el principio, que "la bendición de Toronto" no tiene su origen en el cielo. Sin embargo, me atrevo a adelantar que en ciertas épocas se producen fenómenos extraños en la historia espiritual del pueblo de Dios. Es igualmente cierto que han sucedido hechos extraordinarios, finalmente imputables con claridad a Satanás, que comenzaron a intrigar y engañar a hombres de Dios, a pesar de su clarividencia. Por otra parte, la historia de lo que Ronald Knox llamaba "el entusiasmo" está sembrada con ejemplos de personas y de movimientos que parecían prevalecer, pero que acabaron por hundirse dejando tras sí seres destrozados que tuvieron la seguridad de ser guiados por la mano de Dios en todo lo que hacían. Las palabras del apóstol Pablo a los Tesalonicenses son siempre apropiadas: "No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno" (1ª Tesalonicenses 5:19-21).

He tratado de dirigir mi investigación sin ingenuidad, pero con un espíritu lo más bíblicamente abierto que me fuera posible, haciendo una evaluación honesta de lo que ha sucedido, por cuanto se trata de un movimiento ampliamente extendido en la actualidad. ¿Quién osaría negar que nuestros países necesitan urgentemente una visitación del cielo? Los motivos para el ánimo son tan poco numerosos que sería causa de alegría saber que está a punto de ocurrir una inversión en la tendencia. Desconfío, sobre todo, de las reacciones (a favor o en contra) que parecen caracterizar ciertas declaraciones sobre "la bendición de Toronto". Igualmente, mi anhelo ha sido no adoptar una actitud a la manera de Gamaliel; esperando el juicio del tiempo venidero para evitar adoptar una postura en el plano teológico.

Ahora bien, se asegura que el origen de lo que sucedió en Toronto hay que buscarlo en personas un tanto insólitas pertenecientes a medios hiper-carismático-pentecostales de Norteamérica: Rodney Howard-Browse y Kenneth Copeland. Para algunos no es necesario ir más allá; esto es ya suficientemente elocuente. Con todo, no se puede cortar la discusión de esta manera. Actuando así algunos pusieron en tela de juicio la autenticidad del Avivamiento de 1.859 en el país de Gales, porque Humphrey Jones, el hombre mediante quien vino el Avivamiento desde los Estados Unidos, había profetizado que el Espíritu Santo descendería, en forma corpórea, sobre una colina cercana a Aberystwyth (ciudad costera en el país de Gales). Lo que necesitamos es discernimiento, no una evaluación demasiado precipitada basada en la presencia, o la no presencia, de personajes más o menos vinculados a los responsables del movimiento. No sería difícil demostrar, a partir de ejemplos extraídos de la historia, que nuestro Dios a veces elige leer antes en el corazón que en la cabeza de aquellos hombres que él se digna utilizar y bendecir.

I. ¿Qué sucede realmente?

La reunión típica comienza por un periodo de 45 a 60 minutos de lo que se llama "la adoración". Consiste invariablemente en una sucesión de cantos, coritos que, con frecuencia, suelen ser de corta duración y, por consiguiente, repetidos muchas veces. El canto está dirigido por músicos o coristas. La mayoría de los asistentes permanece en pie y muchos de ellos con los brazos levantados. La oración está, casi siempre, acompañada de una música dulce y suave. A veces se expresa mediante el "cantar en lenguas" sobre un fondo de acordes armoniosos interpretados al piano o a la guitarra. En las reuniones a las que he asistido seguía una predicación (en una ocasión duró cuarenta minutos). Después llega el momento esperado por todos: la invocación al Espíritu Santo, que se hace, sencillamente, mediante las palabras: "Ven, Espíritu Santo", con una frase como: "Te invitamos a venir" o por una oración más larga y por la indicación dada a la asamblea en el sentido de que, sin duda, va a ser testigo de cosas extraordinarias. Se exhorta a no tener temor a las respuestas o a las manifestaciones físicas y, con frecuencia, se lee una serie de citas bíblicas que validan lo que va a suceder.

Durante este tiempo se deja libre un espacio para que los miembros de la asistencia puedan reunir a las personas designadas que forman parte de los "equipos ministeriales" (Ministry Teams) identificados mediante un distintivo; sabia precaución para impedir que personas no autorizadas se infiltren en sus filas.

A partir de ese momento algunas personas comienzan a adelantarse "para recibir los beneficios del ministerio", lo cual se pone en práctica en todos los centros en donde he estado; esto me ha parecido fascinante. No se trata propiamente dicho de una imposición de manos tal y como es practicada por los pentecostales clásicos. Se trata de una serie de curiosos gestos, efectuados por un miembro del equipo, a cierta distancia de la cabeza, de la cara, de la espalda y del torso del destinatario. En algunos casos tan sólo la frente, la nuca o la espalda es tocada con un solo dedo. Jamás hay la menor presión de la mano para empujar hacia atrás al sujeto intentando que caiga. Lo que sucede con más frecuencia es que la gente se derrumba más o menos rápidamente. Sin embargo hay personas que no se caen, se interrumpe entonces el proceso y estas regresan a su sitio. La palabra "derrumbamiento" no es en realidad apropiada para describir lo que sucede; el movimiento descendente hacia el suelo es muy suave, cayéndose el sujeto poco a poco.

Hay momentos más violentos. Algunas personas comienzan por una especie de carrera inmóvil que puede durar largo rato. Un día tuve la ocasión de entrar a la iglesia de Vineyard en Putney, Londres, algún tiempo después de finalizado el culto matutino. La sala estaba ya medio vacía, los músicos habían dejado de tocar y la mayoría de los presentes charlaban mientras tomaban un café. Sólo una mujer seguía corriendo, sin moverse del sitio, mientras otra la vigilaba, sin duda para sujetarla cuando sucumbiese a la fatiga. Además he visto gente con fuertes temblores en todos sus miembros, o bien dando fuertes y violentos saltos sin moverse de su sitio. La mayoría de las veces estos ejercicios han acabado por agotar a quienes los practicaban. Parece que las manifestaciones físicas varían según los lugares, teniendo cada uno características propias.

En general la risa comienza cuando la gente ha caído al suelo. Esta risa puede variar en naturaleza e intensidad. Algunos se carcajean discretamente, otros ríen a mandíbula batiente, mientras que otros se ríen con gritos tan estentóreos que incluso causarían la envidia de las brujas de Mcbeth. Los animadores de la reunión, en la iglesia de la Santa Trinidad en Londres, no paraban de animar a la gente a adelantarse para recibir los beneficios del "ministerio" o a levantar la mano para que un compañero pudiera ir hacia ellos. En un momento dado lanzó la siguiente exhortación: "No seáis británicos", sin duda quería decir: abandonad vuestra sangre fría y la flema característica del temperamento británico - qué se podría esperar encontrar en los empingorotados habitantes del barrio de Knightsbridge - y dejaos llevar, si queréis que la bendición de Dios descienda sobre vosotros.

Las personas que se adelantaron pertenecían a todos los estamentos sociales y a todas las edades. Fue en Wimbledon donde vi a la más joven: una niñita de unos cuatro años, más o menos, que recibió los beneficios del "ministerio" por medio de dos mujeres que incluso estando de rodillas eran más altas que ella. Debo confesar que la participación de muchos otros niños, allí y en otros lugares, es lo que más me ha afectado.

Creo haber oído, en la iglesia de la Santa Trinidad, dos "rugidos de león", sin estar, no obstante, seguro de sí se trataba más bien de ruidos producidos por el sistema de sonorización. Fuera lo que fuesen, estos rugidos y los gritos de otros animales forman parte integrante de las manifestaciones típicas de "la bendición de Toronto".

Es interesante escuchar los testimonios de quienes han experimentado "la bendición". Ninguno dijo estar inconsciente mientras permanecía postrado en el suelo. Por el contrario, todos describieron esta situación como muy agradable. Algunos afirmaron haber tenido la visión de un personaje bello y luminoso, a quien tomaron por Cristo. Numerosos son quienes han testimoniado que siguiendo a tales experiencias experimentaron un mayor amor hacia Dios y un renovado interés por las cosas espirituales. También se argumenta: si tal es el fruto ¿por qué esta paranoia a propósito de sus raíces?

Mientras que algunos consideran al conjunto del movimiento como un avivamiento espiritual, los adeptos más cercanos no lo denominan así. Hablan más bien de un pre-avivamiento, de una especie de pre-dispensación, sugiriendo que resistirse viene a ser resistir la acción del Espíritu Santo. Uno de los aspectos más sorprendentes del movimiento es el minucioso examen al que sus adherentes han sometido a la historia de la Iglesia a fin de encontrar ejemplos de movimientos, análogos a "la bendición de Toronto", que se hayan producido en contextos diferentes y que hayan sido irreprochables en el plano teológico. En el fondo este procedimiento no difiere en nada de las tentativas, más bien ingenuas, llevadas a cabo para probar que todas las grandes figuras de la historia de la Iglesia hablaron en lenguas.

Los "precursores espirituales" del movimiento serían Jonathan Edwards y, sobre todo, muy particularmente su esposa Ellie Mumford. No se escatiman elogios a esta última, citándola como una extraordinaria ilustración de las manifestaciones del movimiento actual, con dos siglos y medio de adelanto sobre su aparición en Toronto. Sin embargo, una lectura atenta de los relatos de Jonathan Edwards, a propósito de las experiencias espirituales de su esposa, no permite, a mi entender, tal interpretación. Es más, como veremos, en los relatos de Edwards hay elementos que faltan al movimiento actual, de manera evidente.

II. Una evaluación personal.

¿Cómo intentar una evaluación de este movimiento? Antes de aceptarlo o de rechazarlo en bloque, creo que hay que examinarlo minuciosamente bajo tres perspectivas: la perspectiva bíblico-teológica, la perspectiva histórica y la perspectiva psicológica. Merece la pena detenerse atentamente en cada uno de estos tres aspectos. Por otro lado conviene determinar si no hay más que dos opciones: la aceptación o el rechazo absolutos. ¿Es posible afirmar que hay personas que han sido bendecidas por Dios en esas reuniones sin admitir la autenticidad de los procedimientos utilizados? Tratemos de aclarar esta cuestión mediante una analogía. Los Reformadores fueron fuertemente críticos con la Iglesia Católico-romana. En general no la consideraban como una verdadera iglesia de Dios. Sin embargo no llegaron hasta el punto de lanzar el anatema sobre todos los católico-romanos o a declarar que estos no eran cristianos. Reconocieron la obra de Dios en los individuos, afirmando que la bendición otorgada lo había sido a pesar de la iglesia de Roma y no a causa de ella. Igualmente no hay duda de que un hombre como Staupitz ayudó a Lutero a caminar por la senda que le condujo hacia Dios, aun cuando él mismo no estuviese seguro de haberla seguido hasta el final.

A. Perspectiva bíblico-teológica.

Algunas personas con quienes he hablado sostenían que, mucho antes de oír hablar de "la bendición de Toronto", un profundo sentimiento de vacío y de fracaso les había impulsado a buscar al Señor ¿No es bien cierto que Dios visita a aquellos que le buscan presos de un deseo de ser transformados? Muy bien pudieron estas personas haber interpretado equivocadamente lo que el Señor ha hecho y cometer un simple error de lógica al suponer que la bendición les había venido gracias a las reuniones a las que habían asistido. Es inútil desacreditar su evidente progreso espiritual con el fin de criticar a un movimiento que se halla gravemente puesto en tela de juicio, por no decir más.

Ciertamente no es difícil encontrar fallos bíblicos al considerar el movimiento y sus pretensiones. Me parece que la identificación simplista que se hace entre lo que sucede en sus reuniones y las diversas experiencias físicas narradas en las Escrituras, que hombres de ambos Testamentos han vivido en sus encuentros con Dios, bordean el absurdo. Los ejemplos bíblicos citados con más frecuencia son los siguientes: Ezequiel (1:28; 3:23), Daniel (8:17 - 10:9), el mismo rey Saúl (1ª Samuel 19:24), así como Juan (Apocalipsis 1:17) y los soldados que fueron a arrestar a Jesús en el huerto de Getsemaní (Juan 18:6).

Una lectura superficial de estos textos debería bastar para poner en evidencia un gran número de diferencias entre lo que se dice en la Biblia y los tipos de experiencias descritas anteriormente. Lo que destaca en cada uno de los acontecimientos bíblicos es el sentimiento de temor reverente junto a una convicción de indignidad total. Que esta disposición haya estado presente en las reuniones en las que me he encontrado, particularmente junto a personas tiradas por el suelo, riendo o saltando, no era muy evidente para el observador. El ambiente era más bien de hilaridad y despreocupación, por no decir de liviandad.

Sería necesario realizar una encuesta para discernir mejor el fenómeno más típico de "la bendición de Toronto": la risa. Es este elemento lo que más ha llamado la atención de los medios de comunicación seculares, con el cinismo con el que estamos acostumbrados a verles manifestarse, resaltando que este es un elemento más o menos ligado al cristianismo. Lo triste es que, en este caso, se les ha provisto ampliamente de todas las armas que necesitaban. Quiero ser muy claro. Soy plenamente consciente de que existen, en la historia de la Iglesia, ejemplos de estallidos de risa en las personas a quienes Dios se ha acercado para bendecirlas. Ciertos avivamientos han sido acompañados de una explosión de gozo tal, que este se ha manifestado, en ciertas ocasiones, mediante la risa. Después de todo ¿no habla el Nuevo Testamento de "gozo inefable y glorioso"? Pero no es esta la cuestión en este caso. Se trata, más bien, de un fenómeno invariablemente esperado y de tal suerte que esa risa ha venido a ser el momento capital de las reuniones.

A la objeción de que el Salmo 126:2 ("Entonces nuestra boca se llenará de risa y nuestra lengua lanzará gritos de triunfo") es una justificación bíblica, conviene oponer un pequeño trabajo hecho con la ayuda de una concordancia y de un léxico bíblico. Las palabras "risa" y "reír" se encuentran 80 veces en el Antiguo Testamento. Dejando aparte el ejemplo de Abraham y Sara, cuando les fue anunciado el futuro nacimiento de su hijo Isaac, estas palabras indican, casi siempre, el desprecio y la burla expresada frecuentemente por los enemigos de Dios contra su pueblo y, a veces, por el mismo Señor hacia sus enemigos. No es diferente en el Nuevo Testamento. Las palabras "risa" y "reír" no aparecen más que 6 veces. Tres veces describe el recelo irónico de los oyentes de Jesús, cuando este afirma que la hija de Jairo está dormida; otra está en Santiago 4:9, en donde se dice que la risa se convertirá en lloro; este contraste lo hallamos dos veces en el Evangelio de Lucas (6:21 y 25). Así pues es abusivo pretender que en la Escritura la risa aparece como una manifestación de la bendición de Dios, y más aún organizar reuniones con la intención concreta de expresarse mediante la risa.

El mismo razonamiento se podría utilizar para la borrachera. Ciertos textos (1ª Samuel 1:13 y ss; Hechos 2:13 y ss; Efesios 5:18) son citados, sin fundamento, para probar que las manifestaciones de alta espiritualidad pueden parecerse al estado de embriaguez y que las expresiones físicas asociadas a veces a "la bendición de Toronto" se inscriben en la misma línea. Esto sugiere, virtualmente, que Dios estaría en su origen. Pero en la Biblia los signos que acompañan a una experiencia profunda de Dios y de un cambio de vida son más bien: el pesar ante el pecado y la humildad, acompañada de un intenso sentimiento de indignidad; no la hilaridad. Sin embargo, en las reuniones a las que he asistido, ubicadas en el movimiento de "la bendición de Toronto", no he visto nada de esto.

Resumiendo. Ni por sus referencias a las Escrituras, ni por su forma de utilizarlas (esto es, por su hermenéutica, usando la palabra técnica), los responsables consiguen mostrar un solo precedente o un principio bíblico que justifique lo que ha venido a ser la manifestación típica del movimiento.



B. Perspectiva histórica.

¿Aporta la historia la evidencia necesaria?

Dado el lugar que Jonathan Edwards y su esposa Sara ocupan en la defensa del movimiento, se podría suponer que existe algún vínculo directo entre su casa de Northampton en Nueva Inglaterra y la moderna metrópolis de Canadá. Si tan sólo pudieran aparecer un día los vínculos teológicos más esenciales, quien sabe si los escritos de Edwards sobre el Gran Avivamiento, convertidos en los best-sellers de la región de Toronto, no producirían efectos inesperados.

Por ahora el vínculo entre las dos épocas es, cuando menos, frágil y confuso. En realidad los Sres. Edwards y el movimiento de Toronto son diametralmente opuestos. Es cierto que se produjeron ciertos fenómenos extraordinarios de forma general, concretamente en torno a las reuniones, cuando el Gran Avivamiento, particularmente en torno a Edwards quien no trató ni de explicarlos ni de alentarlos. En Nueva Inglaterra no se vio ni "equipo ministerial", ni agregados reconocidos que gesticulasen sobre las personas voluntarias, antes de que algunos se desplomasen haciendo oír una fuerte y ronca risa. Han habido numerosos casos de convulsiones que se han producido sin haber sido buscados. Es cierto que Sara Edwards ha vivido experiencias asombrosas, incluyendo la levitación, según testimonios verdaderos o falsos; es cierto que en los informes de su marido no se ponía en duda su origen divino. Pero esto no tenía nada que ver con lo que sucede en Toronto.

Contrariamente a lo que sostienen Ellie Mumford y otros, Sara Edwards jamás fue presentada como completamente ebria durante muchos días seguidos. Ella vivió experiencias que exaltaban la majestad, la gloria y la compasión de Dios Soberano, ante quien sentía su profunda indignidad. En los relatos de su marido permaneció en el anonimato, y este nunca trató de reproducir las experiencias de su esposa en la montaña o en la ciudad. Lo cierto es que, si se me permite hacer una comparación, aquellos conducían más con el pie en el freno que en el acelerador.

Las mismas observaciones pueden aplicarse al avivamiento de Irlanda del Norte en 1.859. Hubo casos de postración (caídas) y de personas en trance, a veces durante mucho tiempo. Pero hay que volver a insistir sobre el hecho de que estas cosas se produjeron por sí mismas y que no constituían un elemento del programa del Avivamiento. Tanto en Irlanda del Norte, como en el Gran Avivamiento, en el avivamiento metodista, como en otros muchos, se convirtió una multitud de personas. Es frecuente que, en relación con la agitación que se puede ocasionar en este gran movimiento de liberación, se produzcan los fenómenos físicos más asombrosos.

C. Perspectiva psicológica.

Es legítimo preguntarse si ciertos fenómenos pueden explicarse desde un punto de vista psicológico. Considerar esta posibilidad no significa alinearse en el campo de aquellos que piensan que formular una explicación psicológica de los fenómenos religiosos es despojarlos de todo significado para las personas inteligentes. Se trata, sobre todo de reconocer que numerosas manifestaciones religiosas pertenecen más al terreno de la psicología que al espiritual. No admitirlo puede perjudicar seriamente la causa de Cristo y tener consecuencias nefastas para aquellos que se dejan llevar por la corriente creyendo ciegamente que es por el Espíritu Santo. Muchos de ellos naufragan espiritualmente haciendo decir a los escépticos "¡Ya te lo había advertido!".

Pero ¿es justo ridiculizar así estas actividades y a quienes las propagan? Hay quien objeta al punto que esos elementos peligrosos están ausentes de las reuniones. Subrayan que, en la mayoría de los casos estas se desarrolla al modo carismático normal y moderado, es decir: un período de adoración al principio, cantos y coros que resultan familiares, acompañamiento musical, etc. Reconozco de buen grado que mi propósito tiene implicaciones que desbordan grandemente ese desarrollo particular. Afirmo, sin embargo, que este estilo de adoración, aunque relativamente tranquilo y aparentemente poco emotivo (lo más frecuente) es muy fuerte en razón de la sutil presión psicológica que ejerce en los participantes.

Consideremos los factores siguientes. El ambiente está relajado y tranquilo. Las personas no están alerta (vigilantes). La música es repetitiva, así como las palabras que se cantan, lo cual no exige ni el más débil de los esfuerzos de concentración. Es un tiempo en que la audiencia está en pie con los brazos levantados y los ojos cerrados, siendo lo suficientemente prolongado como para ocasionar una cierta laxitud física y psicológica. Todo coopera a crear un estado soporífero en el que todos están completamente dispuestos a dar una buena acogida a lo que se les proponga. Muchas personas se acercan a las reuniones con el ánimo predispuesto en favor de los fenómenos que confían ver. Sin querer acusar a los animadores de las reuniones de la más mínima mala intención, hay que reconocer, no obstante, que son expertos en dirigir las emociones colectivas. Saben controlar el ritmo de la reunión, discerniendo el momento oportuno para ralentizarlo o acelerarlo, suscitar un estado emotivo utilizando hábilmente la música adecuada. De cuando en cuando hacen ciertas advertencias que desaniman a los más proclives a desaprobar lo que sucede, sugiriendo que el Señor está presente de una manera excepcional y que va a hacer cosas extraordinarias. Todo ello contribuye, aunque no se quiera admitir, a crear una atmósfera intensamente cargada de emoción que pesa sobre aquellos que comienzan a sentirse espiritualmente menesterosos y culpables de haber tenido reservas en cuanto a la validez de las manifestaciones.

Tales reuniones son propicias a la manipulación hipnótica. Puesto que se reconoce que la práctica de la hipnosis está lejos de limitarse al artista del music-hall - ese personaje con bigote y capa negra que balancea un reloj al extremo de una cadena ante los ojos de su víctima, para hacerlo entrar en un estado de somnolencia - esta afirmación es menos absurda de lo que parece. Muchos son los psiquiatras, cristianos y no cristianos, que lo han atestiguado claramente.

Consideremos ahora esos gestos tan particulares que los componentes del equipo hacen con las manos cerca de un candidato. Estos extraños gestos no tienen precedente bíblico. Un interesante artículo aparecido en el Time Magazine describía lo que llamaba la "terapia sin contacto físico". No hacía mención alguna al movimiento de Toronto, pero resulta imposible no pensar en él.

"Con las manos a pocos centímetros del paciente asistido, la enfermera realiza gestos en torno a su cuerpo, de la cabeza a los pies, como si estuviera despojándole de una tela de araña. Al acabar cada uno de estos amplios movimientos, realiza, con los ojos cerrados, un gesto brusco con las manos, como para sacudirse agua. Tales son los gestos de la "terapia sin contacto físico", una terapia muy controvertida que poco a poco va ganando adeptos en el mundo de la medicina: muchas decenas de miles en los Estados Unidos y en numerosos países. Según sus partidarios esta terapia sirve no sólo para reconfortar y relajar a los pacientes, sino también para calmar el dolor, para producir modificaciones a nivel de la sangra y para favorecer la curación.

¿No será esta terapia, como pretenden sus detractores, una especialidad de la Nueva Era, una suerte de imposición de manos, sin contacto físico, que no tiene cabida en la medicina?"



He aquí otro factor significativo. Algunas personas hacen la experiencia de lo que se llama, según creo, "regresión hipnótica". El hipnotizador, tras haber puesto al sujeto en estado de hipnosis, introduce en su subconsciente una palabra o una frase. Cuando el sujeto sale de su estado de trance, basta con que esta palabra o frase sea pronunciada para que vuelva a caer en estado de hipnosis. Ellie Mumford cuenta cómo un pastor americano, habiendo sufrido el efecto Toronto en la iglesia de Vineyard (aeropuerto), se volvía a caer al suelo en el momento de la invocación "Espíritu Santo, ven", o en el instante de escribir estas palabras al redactar un informe para el boletín de su iglesia. Esta narración fue acogida con grandes risotadas que se redoblaron cuando ella dijo haber tenido la misma experiencia al escribir este incidente en su agenda, mientras cruzaba el Atlántico en un vuelo de Air France.

Según un buen número de testimonios públicos y en conversaciones privadas, parecería que después de haber vivido esta experiencia, la mayoría de las personas buscaban renovarla, como si no llegaran a satisfacerse jamás. Habiéndola vivido el domingo anterior, de nuevo tienen necesidad de ello. ¿Qué hay de malo en eso? ¿No buscamos todos continuamente conocer mejor la gracia de Dios? Sin duda. Pero soy asaltado por una conjetura ¿Donde había escuchado ya antes esto? La respuesta es: en relación con los drogadictos. Gracias a su dosis la droga produce un estado eufórico……durante un tiempo. Pronto se necesita una nueva dosis, y así una y otra vez. ¿No será este fenómeno de "la bendición de Toronto" la expresión "cristiana" de una dependencia? Por mi parte no he podido hallar un ejemplo paralelo en el Nuevo Testamento que justifique tales usos.

Conclusión.

Con gran pesar (al decir esto soy sincero), no he encontrado nada que me convenza de que "la bendición de Toronto" esté bien fundamentada, aunque millares de cristianos la hayan adoptado. No pongo en duda su sinceridad, y no encuentro necesario afirmar que el Señor no haya bendecido a ninguno de ellos. Con toda honestidad, no he percibido nada de siniestro o de satánico en las reuniones a las que he asistido. Sin embargo, recuerdo que las Escrituras dicen que Satanás se viste como ángel de luz y utiliza artimañas y maquinaciones.

Estoy cada vez más persuadido de que en un determinado momento

1. habrá que reparar importantes daños, socorrer a los cristianos heridos y completamente desilusionados, y presentar el Evangelio a los incrédulos endurecidos, y

felizmente otro Gran Avivamiento sumirá en la oscuridad del olvido todo recuerdo de estas autodenominadas "bendiciones".






1. Graham Harrison es pastor de la Iglesia Evangélica Emmanuel en Newport, País de Gales. Este artículo apareció en la revista Foundations, publicación del Consejo Evangélico Británico (B.E.C.) nº 34, primavera de 1.995.

Según el Petit Robert (1.988), falsedad de juicio con tendencia a las interpretaciones.
Jonathan Edwards (1.703). Teólogo calvinista, predicador del Avivamiento en Nueva Inglaterra.
Narración de conversiones asombrosas; Tratado sobre afectos religiosos; La caridad y sus frutos, etc., reeditados por The Banner of Truth (El Estandarte de la Verdad) Edimburgo, 1.974, en dos volúmenes.
Time del 21-Nov-94, p. 82. Agradezco a mi amigo, el pastor John Edmonds, de South Woodford, por haberme enviado este artículo.
Muchos artículos han sido publicados sobre esta materia. Ver, por ejemplo, The Churchman (El clérigo) (109:1-2), o el folleto de J. McArthur, La bénédiction de Toronto à la lumiere de la parole de Dieu (La bendición de Toronto a la luz de la palabra de Dios). (Ginebra: Maison de la Bible, 1.995).
Artículo aparecido en la revista La Revue Réformée nº 188-1996/1-2

Traducción hecha del francés por Jesús Zazo.
 
Hace algunas semanas leí el libro de James A. Beverley y me parece mesurado en sus apreciaciones.
Curiosamente, quiero comentar que el susodicho libro ya casi es inconseguible en las librerías y de pronto se vende en las mesas de barata, mientras que Extienda el Fuego se mantiene en las estanterías, limpiecito y se sigue distribuyendo.
Vineyard tiene bastiones muy importantes en México. ¿Tendrá eso algo que ver?
 
Hace unos dos años, estuve en un "congreso" en el que se "promocionaban" la risa santa, la "borrachera" en el espiritu, el polvo de oro, las muelas de oro y otras tantas "maravillas".


No, hermanos; ese NO ES EL MOVER DE DIOS. El mover de Dios y la acción del Espíritu Santo, llevan a las personas a arrepentimiento, a santificación, a consagración, a adoración, a alabanza, amor por los perdidos; pero nada que ver con manifestaciones externas y temporales que tan solo son meras exteririzaciones de carnalidad, algo que se puede suplantar, hasta teatralizar y producido por hipnosis o histeria colectiva.


Creo en el mover del Espíritu y en la vigencia de TODOS los dones, pero esto que estamos tratando es espectáculo, y del barato, por cierto. :(


Las Escrituras nos hablan del fruto del Espíritu, y no nos dicen nada de este tipo de espectáculos que son una ignominia a la verdadera acción del Espíritu Santo en el creyente.
 
Re: Again

Re: Again

Originalmente enviado por: Arturo Sánchez

Y por último tenemos que ver el fruto, como dijo un pastor, si algo puede hacer que los cristianos oren más, evangelicen más, tengan mayor amor, perdonen a quienes los ofenden, etc., sería lamentable que le endilguemos estas obras al enemigo, y no al Espíritu de Cristo.
Gracias lulis, y espero que sigas opinando.


si pero...

Mira he leido detenidamente lo que sigue a tu amable respuesta y la verdad hay mucho de que hablar antes de poder decir, tienen razon, asi es como debe de ser.

Yo creo sinceramente que no se puede determinar cómo debe de ser un culto delante de nuestro Padre. Al igual que sus detractores pueden ser extremos y juzgar de no biblicas estas manifestaciones, los que las promueven diciendo que son biblicas y asi deben realizarse, caemos en el terrible error de querer "encapsular" el poder de Dios. Cosa imposible por demas, alcanzable solo en las mentes pues a El nada lo puede contener, pero enseñar que las cosas deben ser asi, eso no esta bien de ninguna manera, se altera el fluir natural de Su poder en nuestras vidas.

Respecto a los fenomenos sobrenaturales, debo decirte que estos se pueden experimentar en cualquier lugar, todo depende de nuestra disposición delante de Dios y nuestro deseo de estar con El, claro que me refiero a aquellos más sencillos y modestos, tales como sentir paz, sentir tranquilidad, pero no sin antes momentos de quebrantamiento delante del Señor, la sanidad espiritual viene de nuestra relación con El.

Ahora sería deshonesto decir que conozco tales o cuales cosas, pues ni siquiera considero que el hablar en lenguas sea edificante cuando no se nos ha dado ese don a todos. Yo he experimentado a Dios de una forma más modesta, por decirlo asi y por la falta de expectacularidad a los ojos de los demás, pero dentro de esa sencillez es algo fantastico y muy poderoso, he podido sentir Su presencia y estar con El por largos ratos. Por esto no puedo aceptar que es necesario adorarle de cierta forma para obtener tales resultados, no creo sea "la formula" más eficaz.

Ahora hay muchas cosas en contra, cosas logicas y ciertas, muchos defectos como virtudes, como para considerar que es la única manera (la suya) de experimentar el poder de Dios en la vida de Sus hijos, creo sinceramente que quizas se han dejado llevar por el sentimentalismo y todos esos fenomenos psicologicos que definitivamente recaen en aquellos que fervientemente quieren dejarse llevar, no digo que este mal dejarse llevar hacia Dios, pero creo que debería ser un hecho más conciente que sentimental el hacerlo, para poder luego testificar y ayudar a otros a llevar una vida llena del Espiritu, de lo cual somos obviamente responsables no solo de disfrutarlo sino de lograrlo, con Su ayuda.

Me es muy tentativo hacer notar que es más fácil hacerlo "asi" que tener uno que poner más de su parte para lograrlo, mira que bien! nada más tienen que ir a los cultos para sentirse asi. Pues ahí hay un error grave, pues en su Palabra el Señor nos lleva a una relación diaria profunda, nos enseña cómo hacerlo, nos lleva de la mano a un experiencia personal con El cada día a cada instante y no porque alguien al frente me diga que el Espiritu esta aqui. Tengo que tener la capacidad de discernir si El esta en mi y le estoy permitiendo obrar en mi. No quisiera decir que estan realemente drogandoles con tal grado de excitación para que despues necesiten regresar pues son incapaces de llegar a tal comunión con el Espiritu por si solos; pero asi lo parece.

Espero que no sea el caso, pero si lo es, seria muy triste y dejaría mucho que desear de sus lideres que conociendo la verdad no la transmiten como tal, sino que en busca de grandes multitudes y sorprendentes manifestaciones prefieran hacerlo de una forma espectacular y sensacionalista que de la forma espiritual que nos ha enseñado Dios.

DTB Lulis.
 
"Una esperanza viva"
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.

A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.

Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

1ª Pedro 1:3-15

Creo no es necesario añadir más nada, es fácil suponer que el escritor de esta carta sabía y era testigo de grandes manifestaciones del poder de Dios y sabía sin lugar a dudas que nuestros corazónes se desvían o desvirtuan las cosas con facilidad, por lo que no se canso de exhortar a sobriedad, a santidad, a buscar, a estudiar, inquiriendo y diligentemente indagar acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indica el Espíritu de Cristo que esta en nosotros.

En el amor del Señor

Lulis.
 
Excuse me

Excuse me

Disculpenme por no saber usar esta tecnología, insertar quote y otras cosas que harían más facil y claro el mensaje:

Bueno, esta vez respondo al mensaje introducido por Marypaz. De antemano les comento que el diálogo me ha parecido bien, no metiendo descalificaciones o insultos, como a veces encontramos en otros temas del foro.

El artículo del pastor Harrison, me ha parecido muy bueno, mesurado, pero llegando a conclusiones ambiguas.

Quiero mencionar dos trabajos importantes sobre el tema en cuestión, los dos escritos por ministros evangélicos bautistas. "La risa santa y la bendición de Toronto. Un informe basado en investigación", del Dr. James A. Beverley, este es un trabajo que menciona los aspectos positivos de la Bendición de Toronto, pero también algunos aspectos negativos, sus conclusiones son muy buenas, con una actitud tipo Jonathan Edwards de pastorear el avivamiento o la renovación, para llevarla de un punto débil hacia una fuerte influencia para la extensión del reino de Dios.

El otro trabajo, es el de Guy Chevreau, autor del libro "Atrapa el fuego", que narra su propia experiencia de ser un exceptico a un propagador de este movimiento de renovación.

Hay otro trabajo muy importante llamado "Apagando el Espíritu", de William de Arteaga. Necesariamente los remito a quienes buscan respuestas adecuadas a la lectura de estos materiales.

Por supuesto, si se la pasan leyendo los artículos fundamentalistas de Jorge Erdely, va a crecer un espíritu de crítica incontrolable, que va a cerrar sus corazones a esperar bendiciones de Dios de cualquier otro lugar que no sea nuestra corta visión y nuestra limitada experiencia.

Quizás haya otros trabajos de investigación importantes. Los que le dan el beneficio de la duda a "la bendición de Toronto", por ejemplo el artículo de Harrison está fechado en 1995, pueden notar que de esa fecha hasta nuestros días (2003) no ha habido nada que dé evidencias de una decepción religiosa de quienes han participado en esta renovación.

Por cierto las características tanto anheladas de arrepentimiento, santidad, consagración, celo evangelístico, entre otros, sí estan presentes en las congregaciones más abiertas al mover del Espíritu Santo, pero no con un estilo legalista como muchas veces se practica en ciertos círculos evangélicos.

Yo creo que los líderes del mover de Toronto, así como de otros lugares donde se ven manifestaciones espirituales, si han estado abiertos a una corrección de aspectos que pondrían en peligro el testimonio de la iglesia de Cristo. Pero los críticos a veces han llegado a extremos que darían envidia a los fariseos del tiempo de Jesús.

Mi deseo es que cada uno de nosotros, los que creemos en Jesucristo como Señor y Salvador, estemos cada día más dispuestos a ser transformados y renovados de tal manera que lleguemos a ser instrumentos efectivos para la extensión del reino de Dios.
 
Mi deseo es que cada uno de nosotros, los que creemos en Jesucristo como Señor y Salvador, estemos cada día más dispuestos a ser transformados y renovados de tal manera que lleguemos a ser instrumentos efectivos para la extensión del reino de Dios.


Amén


Transformados y renovados en nuestro interior, no en ritos externos y nuevas manifestaciones.


Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

(Efesios 3:14-21)


Recordemos que en muchos de Sus milagros, Jesús recomendó "no se lo digas a nadie", y hoy, se hace precisamente todo lo contrario, espectáculo.
 
Por sus frutos los conocereis

Por sus frutos los conocereis

Por sus frutos


“En las cosas necesarias, unidad; en las cosas dudosas, libertad; en todas las cosas, caridad”. Richard Baxter (1615-1691)

“Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo y un Espíritu....” (Efesios 4:2-3)

Amados hermanos que han participado en esta temática del foro, un sentir muy generalizado entre quienes miran con escepticismo el mover del Espíritu Santo -caracterizado por manifestaciones sobrenaturales, y que tiene su principal paradigma en lo que muchos llaman “La Bendición de Toronto”-, es que se trata únicamente de “espectáculo” por parte de los predicadores que la impulsan, y de ingenuidad y emocionalismo de quienes forman parte de los asistentes.

Quiero insistir que quienes se han acercado sin prejuicios, sea para investigar, o para participar, porque tienen deseos de una fe más viva y efectiva, o por cualquier circunstancia, se han encontrado con evidencias suficientemente fuertes para sostener que este mover se ha iniciado desde el Cielo, pero que como cualquier avivamiento registrado en la historia de la Iglesia, no está exento de errores humanos.

Importantes líderes dentro de la tradición evangélica han hecho aportaciones vitales para corregir con mansedumbre, los excesos que pudieran derivarse del fervor religioso que es típico de quienes se han encontrado con la verdad manifiesta del reino de Dios.
Creo que este fervor, este entusiasmo, debería ser la norma y no la excepción, de hecho la palabra “entusiasmo” tiene su raíz en el vocablo “en Dios”. ¿Cómo podemos responder de manera correcta a un encuentro personal con el Cristo vivo, si no es con fervor?; pero recalco los excesos deben ser corregidos pastoralmente más que con una actitud de juicio, como es la recomendación apostólica “examinadlo todo, retened lo bueno. No menosprecies las profecías, no apaguéis al Espíritu” (versión libre).

Por eso, he querido preparar el siguiente material, esperando que sea leído con detenimiento. Lo pongo con un afán de edificar y para animar a cualquier persona a la que han sembrado duda y temor con respecto a esta obra de Dios, a acercarse al fuego que hace la diferencia. Creo que será mi última aportación, porque hablar más sería redundar y caer en descalificaciones que francamente hieren y hacen crecer “raíces de amargura”.

* Tan solo en Gran Bretaña, la estadística de los dos primeros años de expansión de la Visitación de Dios, era de entre 5 y 7 mil congregaciones cristianas locales, fluyendo en este mover (de un total de 49 mil iglesias existentes).

* Desde el 20 de enero de 1994 hasta diciembre del año 2000, 3 millones de personas habían visitado la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto para recibir la “Bendición del Padre”, habiendo regresado a sus iglesias y hogares llevando en su interior una renovación de su fe y relación con Jesucristo.

* John Arnott dijo en el 2000, “los últimos 7 años de renovación y avivamiento han tenido dos propósitos fundamentales:
Primero, el llamado de la novia de Cristo, la Iglesia, de un estado de inefectividad causado por la religiosidad, las heridas y el pecado, hacia una relación de intimidad, sanidad y plena restauración con el Amado.
Segundo, sanar y equipar a los santos para la obra de sus ministerios especializados, tomando sus respectivos lugares en el Cuerpo de Cristo.

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“¡Dios nos trajo sanidad!”
[César Rafael Méndez Vázquez, pastor Iglesia Ciudadanos en Renovación de las Asambleas de Dios. Huatusco, Veracruz, México]

Yo fui un adicto a la lascivia por 17 años. Cuando el Señor Jesús vino a mi corazón, llegué a amarlo con todo mi corazón, pero seguía sufriendo en cuanto a la lascivia, aunque a partir de entregar mi vida a Cristo, nunca volví a tocar mujer hasta casarme.
Pero al casarme siete años después, ahora que contaba con el derecho legal de tener libertad y plenitud sexual, resultó que no las tuve. Desde el comienzo, tuvimos grandes problemas en cuanto a nuestra relación sexual, y empezó un sufrimiento muy grande en mi vida. Yo le guardaba mucho rencor hacia mi esposa por este motivo.
Nuestras malas relaciones afectaron mi familia y el ministerio. Trataba de poner buena cara en la iglesia, pero era muy difícil. Además, resentimientos personales contra el liderazgo de mi denominación y otras heridas, causaban que tuviéramos muy poco que ofrecer a otros.

En noviembre de 1997, asistimos al Encuentro Pastoral en Puebla. Oraron por nosotros y por mucho tiempo estuvimos en el suelo, saturándonos en Su presencia. Mi esposa estuvo a mi lado por más de media hora llorando, pero yo sabía que era Dios sanando su corazón.
A partir de allí, ocurrieron cosas tremendas en nuestras vidas. Lo más importante es que Dios sanó nuestro matrimonio. Él desarrolló en nosotros un amor que nunca habíamos tenido de novios. Ahora doy gracias a Dios por ella, porque aunque somos muy diferentes, Dios nos ha unido y tiene un propósito para nosotros. Dios me ha hecho libre, devolviéndome pureza de ojos y arrancando de mi corazón la lascivia. Dios la sanó a ella de muchas heridas que yo le causé por ser violento, exigente, áspero y resentido.

Esta sanidad entre nosotros también repercutió en toda la familia. Siempre hemos procurado serles buenos padres cristianos a nuestros hijos, pero es muy difícil cuando hay amargura. Ahora dedicamos un día exclusivo para ellos. Además, ahora en mi casa hay absolutos. No podemos ver programas que tengan pornografía, violencia u ocultismo.
Pero el Señor nos sanó en otras áreas también. Sanó a mi esposa de las heridas causadas un año antes cuando amigos nuestros nos habían dividido la iglesia, llevándose a la mayoría. Él sanó nuestros corazones para amarles, trayendo paz y perdón.

Por otro lado, en mi corazón siempre había habido un gran resentimiento hacia mis pastores de las Asambleas de Dios y contra la organización misma, aunque seguía allí porque siempre he sentido que si Dios me puso allí, allí tengo que florecer. Dios sanó mi corazón y me puso un gran amor hacia mi denominación. Ahora uno de los frutos de la reconciliación es que participamos en todas las reuniones ya sin prejuicios; no para juzgar ni criticar sino para ser una bendición. El cambio de mi actitud es notorio; antiguos amigos me dicen: “estás cambiadísimo”.

La iglesia también ha notado el cambio. Nuestras predicaciones son mas profundas y con más autoridad; y la iglesia está creciendo y sobre mejores bases. Dios ha traído fortaleza espiritual a nuestra vida; y haya mucho o haya poco, estamos confiando no en las circunstancias sino en sus promesas.
Revista Extienda el Fuego [edición México] Vol. 3. Núm 2 Pag. 17

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¿Avivamiento? ¿Cuál Avivamiento?
[Gerald Coates, Pioneer Churches, Inglaterra; Artículo resumido]

“¡¿Avivamiento?! Me gritó. “¿Avivamiento? ¿Has perdido tu mente por completo? ¿Cómo te atreves siquiera a hablar de Avivamiento? ¿No te das cuenta de lo que está ocurriendo en el mundo real? Sí, el mundo real, Gerald, ¡no en tu pequeño mundo personal!”

Un líder cristiano muy ofuscado prácticamente me tenía agarrado del cuello. Por los próximos veinte minutos tuve que escucharle mientras me recitaba un resumen de todos los desastres y tragedias del mundo en tiempos recientes: las inundaciones en China que habían matado a 2 mil y habían dejado sin casa a 250 millones, y los adolescentes estadounidenses que han masacrado a maestros y compañeros de la escuela ante las miradas incrédulas y horrorizadas de los demás.

“¿Y qué de la extrema pobreza de todo el tercer mundo, y los cárteles de droga que en algunos países, hasta reciben apoyo y protección de sus gobiernos abusivos?”
¡Me estaba tratando como si yo fuera el más ignorante de los ignorantes, que venía a proclamar superficialidades! En ese rato, me refrescó mi conocimiento de la geografía mundial, recordándome casi cada evidencia de nuestro estado pecaminoso: desde la situación de los gitanos marginados en Europa hasta las víctimas del conflicto en Medio Oriente.

¡Y eso que ni siquiera mencionó los 53 millones de abortos anuales, y las 20, 000 muertes causadas por desastres naturales de la primera mitad de 1998 (aún no habían ocurrido las terribles tragedias recientes de Centroamérica)!

Así que la pregunta es: ¿Es siquiera correcto hablar de Avivamiento en países como Canadá, la Gran Bretaña y los Estados Unidos, los cuales gozan de relativa comodidad, cuando el resto del mundo sufre?
Mi respuesta es Sí, porque reflejamos aquello en lo cual estamos enfocados. La realidad espiritual, o en este caso, la realidad del Avivamiento y la multitud de “buenas noticias” no niegan la existencia de racismo, opresión, nacionalismo, corrupción y desastres naturales. ¡Estos siempre han coexistido con el Avivamiento!
Entonces y ahora.- Este amigo estaba cometiendo el error que muchos de nuestra cultura accidental cometen: El no podía reconocer que el Avivamiento hoy, al igual que en el primer siglo, coexiste junto con las tinieblas del mundo.

Casi treinta años después del derramamiento del Espíritu Santo, en el Día de Pentecostés, el Medio Oriente seguía ocupado por un ejército foráneo. La esclavitud y los abusos humanos continuaron. Los inocentes eran asesinados. El racismo, otros prejuicios y el nacionalismo eran parte íntegra de la cultura histórica. Los desastres naturales existían al igual que hoy, aunque afectaban una población mucho más limitada. Sin embargo, el Evangelio seguía esparciéndose con gran rapidez, cruzando barreras culturales y fronteras geográficas. Cientos de miles fueron convertidos a Cristo, y en poco tiempo, personajes importantes dentro de la milicia, la realeza y el liderazgo judío, además de grandes cantidades de mujeres, recibieron el Evangelio.

Así que la proclamación del evangelio continuaba simultáneamente con la terrible persecución y otras clases de pecado individual e institucional. ¿Pero por qué no tomamos esto en cuenta? Repito: Depende de cómo lo veamos. Yo prefiero ver ese pequeño rayo de luz que provee la respuesta en vez de dedicarme a analizar los problemas y recitar estadísticas tan deprimentes.

.... hoy día, los pertenecientes a grupos pentecostales, carismáticos y otras congregaciones que enfatizan la plenitud del Espíritu Santo ¡son más de 500 millones!...
Una décima parte de todos los prisioneros (alrededor de 5 mil) de la Gran Bretaña se han convertido a Cristo en años recientes. Una quinta parte de la comunidad gitana (20 mil) ha nacido de nuevo en menos de una década...

En Brownsville, Pensacola, Florida, el evangelista Steve Hill, el pastor John Kilpatrick y el director de adoración Lindell Cooley han estado dirigiendo reuniones varias noches por semana ya por tres años (1995-1998). 2 millones y medio de personas han pasado por las puertas del edificio de esta iglesia de las Asambleas de Dios. Más de un cuarto de millón han respondido al llamado de arreglar cuentas con Dios, y miles se han convertido a Cristo...

Así que ¿dónde está el centro de todo esto? Está en ningún lugar y en todo lugar. ¿Quién lo sabe, aparte de Dios? En cuanto a lo que concierne al mundo occidental, mucho viene a partir del derramamiento del Espíritu Santo en Toronto, Canadá. Mi amigo Lindell Cooley, el líder de adoración en Pensacola, fue a Toronto, y en sus propias palabras dijo: “critiqué la adoración, el liderazgo, al conferencista y a la organización”.

Pero luego pasó adelante pidiendo oración pensando que nada le ocurriría, pero durante la oración cayó al suelo, ¡algo que no le ocurría con frecuencia! Me dice: “Aunque Brownsville, Pensacola, es muy diferente a Toronto, dudo que hubiera habido un Brownsville, Pensacola sin Toronto”.

Mientras que Lindell estuvo con nosotros durante los días festivos navideños, en obediencia a una palabra profética, se levantó temprano una mañana, fue al centro de Londres e impuso sus manos sobre la piedra que rodea el imponente reloj Big Ben. “Tu tiempo es ahora, Inglaterra”, profetizó. Desde entonces, cosas increíbles han ocurrido en cuanto a los que trabajan en y alrededor del Palacio de Westminster.

Entonces, si usted es uno de los que pregunta. “¿Cuál Avivamiento?”, la sugerencia es ésta: Pida a Dios que abra sus ojos, comience a mirar a su alrededor, y donde vea el comienzo de algo, por pequeño que le parezca... ¡éntrele con todas sus fuerzas!

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Yo no sé si a ti a veces te ha pasado que deseas ver evidencias más claras y más firmes del poder de Dios. Muchas veces somos atraídos por lo que está sucediendo en ciertos lugares, y nos queremos acercar a ese fuego; sin embargo, nos atemorizamos del Espíritu Santo. Yo me pregunto: ¿cómo es posible que nos estemos atemorizando de Dios? Porque el Espíritu Santo es Dios ¿Cómo es posible, si el Espíritu Santo lo que hace es glorificar a Cristo? ¿Cómo es posible, si el Espíritu Santo lo que habla lo hace de lo que oye de Jesús y nos lo da a nosotros? No es posible que tengamos temor del mismo Dios, de lo que El quiere hacer.
Fernando Sosa. La Manifestación de Su presencia. ESEM. México. 1996

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Una obra no debe ser juzgada por los efectos en los cuerpos de los hombres, tales como lágrimas, temblores, gemidos, gritos, cuerpos en agonía, o la falta de fuerza corporal. La influencia bajo la que están las personas no debe ser juzgada en una forma o en otra por tales efectos en el cuerpo; y la razón es porque la Escritura no nos da tal regla en ningún lugar.
Jonathan Edwards s. XVIII

Seamos todos, por lo tanto, advertidos para que de ninguna manera nos opongamos o hagamos lo más mínimo por entorpecer u obstaculizar la obra; por el contrario, hagamos todo lo posible por promoverla. Cristo ha venido ahora desde los cielos en una notable y maravillosa manifestación de Su Espíritu y corresponde a todos sus discípulos reconocerle y darle honor.
Aquellos que se queden al margen preguntándose acerca de esta extraña acción, sin saber qué hacer con ella, rehusándose a recibirla y listos a hablar precipitadamente acerca de ella, como hicieron los judíos de antaño, harían bien en temblar ante las palabras de San Pablo:
Mirad, pues ,que no venga sobre vosotros lo que está dicho en los profetas. Mirad oh menospreciadores, y asombraos y desapareced; porque yo hago una obra en vuestros días, obra que no creeréis, si alguien os la contare.

Que todos aquellos que consideren esta obra como una nube y como oscuridad, como lo era la columna de nube y fuego para los egipcios, tengan cuidado de que no sea para su destrucción, mientras ilumina al Israel de Dios.
Jonathan Edwards. S. XVIII

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Finalmente comprendí que amarnos es una prioridad para él. La gente te dirá que lo más importante en el reino de Dios es hacer que se salven los perdidos. No digo que eso no sea importante. Es ciertamente una pasión que arde en mi corazón, pero no es lo más importante en el reino de Dios. Lo más importante en el reino de Dios es desarrollar una relación de amor con el Señor, llegar a conocer a Emanuel, Dios con nosotros. Cristo en ti es la esperanza de gloria (Col. 1:27) Amar al prójimo viene después de esto.
John Arnott, La Bendición del Padre. Pag. 30 Edit. Peniel. 1996. Argentina

El Espíritu Santo te llamará para tratar de ganar tu corazón. Generalmente, él no te forzará; es una invitación. Él golpea a la puerta de tu corazón y pregunta: ¿Te gustaría formar parte de lo mejor que jamás le haya ofrecido a la raza humana? Es un reino de amor, un lugar donde todos aman a todos, desde el Rey hasta el más pequeño súbdito.
John Arnott, La Bendición del Padre. Pag. 26 Edit. Peniel. 1996. Argentina


La Palabra es una herramienta de control y equilibrio, que corrige y afina lo que creemos que el Espíritu está diciendo. Las nuevas doctrinas deben ser cuidadosamente sopesadas. Algo que me entusiasma verdaderamente de este nuevo derramamiento del Espíritu es que no se enseñan nuevas doctrinas. No hay nada nuevo aquí. El Espíritu Santo simplemente está viniendo en formas que glorifican a Jesús, dando vida a la verdad en nuestros corazones.
John Arnott, La Bendición del Padre. Pag. 30 Edit. Peniel. 1996. Argentina

Conforme avanzas en lo profético, debes aprender la primera lección del ministerio: la palabra escrita de Dios, la Biblia, es la plomada maravillosa con la que medimos y examinamos la revelación que la Iglesia recibe a través de los profetas hoy. Es vital que la revelación profética personal nunca sea elevada al lugar de suplantación de la palabra escrita de Dios. Los artículos y declaraciones de nuestra fe cristiana evangélica han sido establecidos bajo el fundamento de la Escritura. Cristianos en los últimos doscientos años han vivido sus vidas con este estándar de doctrinas básicas comunes a todos los cristianos.
Sin embargo, hay otras enseñanzas en la Escritura que levantan diferencias interpretativas. Algunas veces la especulación se confunde con revelación. La especulación usualmente comienza con la frase, “pero el Señor me mostró que...” o “El Señor me habló”. Desgraciadamente estas especulaciones son cosas que apagan el avivamiento y derivan en cultos y sectas alrededor de ellas, y debilitan un mover de Dios.
Por ejemplo, durante el Primer Gran Despertar que ocurrió en Gran Bretaña y los Estados Unidos en el siglo XVIII (1740-1744 aprox.), se levantó una contienda entre John Wesley y George Whitfield en relación a la doctrina de la seguridad eterna en contraposición a la del libre albedrío. Esta discrepancia llegó al grado de quebrantar su amistad y dividió y debilitó este avivamiento.
Otro conflicto se levantó durante los inicios del siglo XX en el avivamiento de la Calle Azusa cuando algunos hermanos se separaron de la corriente principal del cristianismo y de la doctrina de la Trinidad, formando un movimiento conocido mas tarde como “Solo Jesús” de enfoque unitario, disminuyendo el impacto del avivamiento Pentecostal. La Historia está llena con ejemplos de llamadas “revelaciones proféticas” que fueron realmente herejías y que expandieron la división en la Iglesia. Yo creo que algunas doctrinas son misterios que tienen que ser recibidas por medio de la fe y que no pueden ser totalmente entendidas con el razonamiento humano...
Pienso que necesitamos conocer la Palabra de Dios tan bien como la voz interna del Señor para nosotros mismos. Desarrolla tu propia habilidad para escuchar de Él por ti mismo...
John Arnott, Artículo “Venciendo las trampas proféticas”, publicado en Spread The Fire. 2000.
 
La Bendición de Toronto... UN INFORME SOCIOLOGICO

La Bendición de Toronto... UN INFORME SOCIOLOGICO

HOLA, DE NUEVO. GRACIAS A UN BUEN AMIGO DE PANAMÁ, CUENTO CON UNA EXCELENTE TRADUCCIÓN DE UN DOCUMENTO REVELADOR "FRUTOS DE LA BENDICION DEL PADRE. UN INFORME SOCIOLOGICO DEL AVIVAMIENTO EN LA COMUNIDAD CRISTIANA DEL AEROPUERTO DE TORONTO". ESPERO QUE TENGAN EL TIEMPO Y LA PACIENCIA PARA LEERLO.

Frutos de la Bendición del Padre:
Un Informe Sociológico

Margaret M. Poloma, Ph.D.
Profesora Emérita, Universidad de Akron
Akron, OH 44325-1905
Primavera de 2002​

Prólogo: 2002

El prólogo de 2002 sirve como introducción para un informe de amplia circulación que originalmente se titulaba Inspeccionando el Fruto: Una Evaluación Sociológica en 1997 de la Bendición de Toronto (1997) [Inspecting the Fruit: A 1997 Sociological Assessment of the Toronto Blessing (1997)] . Aunque no se ha añadido ninguna estadística ni ninguna tabla, el texto ha sido revisado en muchos lugares, y se ha escrito un nuevo Epílogo para este manuscrito. El título ha sido cambiado, reemplazando “Toronto Blessing” [La Bendición de Toronto] (una designación popular dada por la prensa británica) con “Father´s Blessing” [La Bendición del Padre], que refleja el énfasis preferido de la iglesia en el Padre (antes que en Toronto). Este estudio sociológico independiente presta considerable apoyo empírico a la afirmación de que el avivamiento en la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto (TACF), con reuniones nocturnas que han continuado por más de 8 años, ha cambiado muchas vidas.

Es sumamente apropiado que estas reflexiones preliminares se escriban mientras asisto a la conferencia The Father Loves You [El Padre Te Ama] en TACF. Quizás más que cualquier otra conferencia, El Padre Te Ama se enfoca intencionalmente en la sencilla pero poderosa palabra que Dios ha estado pronunciando en TACF durante los pasados 8 ½ años. La conferencia refleja un descubrimiento importante desde la encuesta TACF de 1995, en la cual el 91% de los respondientes informaron que “habían llegado a conocer el amor del Padre de un modo nuevo” como resultado de la renovación. La Bendición del Padre ha estado, y continúa estando, reflejada en un “conocimiento de corazón” (una experiencia personal profunda y convincente) del amor que Dios tiene por sus hijos.

Han pasado más de siete años desde que visité por primera vez la pequeña iglesia en un mediocre centro comercial donde nació el avivamiento en Toronto. Han pasado casi otros tantos años desde que recogí la primera onda de datos de la encuesta en 1995, y cinco desde que recogí los datos de seguimiento y escribí el informe sobre dos ondas de la encuesta. Esta investigación ha edificado sobre mi trabajo actual como sociólogo que ha estudiado el Movimiento del Espíritu (Las corrientes Pentecostal, Carismática, y ahora de Renovación) por más de 20 años.

Aunque 2002 marca tres años desde mi más reciente visita a TACF, he permanecido en estrecho contacto con muchos de los tributarios del río del avivamiento, especialmente en el área de Cleveland, Akron, y Canton del noreste de Ohio. Me he refrescado, y continúo refrescándome personalmente, con mi participación en la Iglesia de Shiloh en North Canton, Ohio, donde la Bendición se ha manifestado abundantemente durante casi seis años. Mi investigación, mis lecturas, y mis experiencias personales me han conducido a varios otros tributarios y otras corrientes del río del avivamiento, incluyendo la Iglesia de Harvest Rock en Pasadena, la Asamblea de Dios Brownsville en Pensacola, y el Derramamiento Smithton. Algunas de las corrientes continúan fluyendo con fuerza poderosa, otras parecen haber cambiado de dirección, y otras más parecen haberse secado. He visto algunos tributarios unirse al río mayor, y nuevos tributarios surgir de las refrescantes aguas del avivamiento. A pesar de estos cambios, el mensaje de Dios en TACF permanece constante.

Revisé los descubrimientos de los cuales se había informado originalmente hace más de cinco años a la luz de mi experiencia en esta conferencia El Padre Te Ama, intentando localizar el mensaje y la misión centrales del avivamiento en Toronto. Me sorprendió la consistencia y la sencillez de la palabra y la obra de Dios. Quizás ella está mejor resumida en Efesios 3:14-19, el pasaje bíblico que me llevó primero a TACF en 1994 para examinar la Bendición por mi propia cuenta.

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior de su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. (Efe. 3:14-19).

Al reflexionar nuevamente sobre ese pasaje a la luz de la esperanza de esta semana, mi involucramiento con la renovación por casi 8 años, y los descubrimientos de la encuesta que sigue, puedo decir que el mensaje de Toronto – el de la Bendición del Padre – es un mensaje profundamente sencillo. Como dice con frecuencia John Arnott, Pastor mayor de TACF: “Dios es bueno” - ¡y nos ama!

Margaret M. Poloma, Ph. D. Conferencia El Padre Te Ama –
Toronto, 10 de mayo de 2002.
Introducción: 1997

Métodos Sociológicos de la Inspección del Fruto

Poco después de que mi primer informe “en proceso” sobre la Bendición de Toronto fue publicado por medio de la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto, el Pastor John Arnott se refirió a mí como inspectora de frutos. Esta es probablemente una buena descripción de una socióloga que ha estado investigando el movimiento del Espíritu Santo por casi 20 años. Como socióloga – inspectora de frutos de la renovación/avivamiento, inicié mi trabajo participando en los servicios y observándolos, en TACF y otros lugares, y supervisando cientos de testimonios que aparecen en Internet y que indican que la renovación estaba produciendo buenos frutos.

Estas observaciones originales fueron corroboradas también por una encuesta efectuada en 1995 con la bendición y la ayuda del Pastor John Arnott y la cooperación de casi 1000 personas que se tomaron el tiempo para llenar el cuestionario. Aproximadamente el 25 por ciento de los respondientes de la encuesta añadieron extensos testimonios personales, animando las monótonas preguntas de selección fija y proporcionando valiosa información adicional. Más tarde, la información de la encuesta de 1995 se aumentó con un cuestionario de seguimiento enviado a los respondientes originales, que indicaba una disposición de ser parte de cualquier colección de información subsiguiente. En el verano de 1997, recibí más de 360 respuestas a otro cuestionario detallado que me permitió seguir el rastro a lo que ha estado sucediendo en las vidas de algunos de los respondientes originales. Me siento privilegiada de ser quizás la primera científica social (ciertamente la que ha invertido más tiempo y recursos) en estudiar un avivamiento importante.

Antes de proceder a una breve descripción de la naturaleza de la sociología y de los métodos de investigación que utilicé, me gustaría compartir con ustedes cómo es que llegué a hacer este proyecto. De muchas maneras, parece que, por mucho tiempo, el Señor me había estado preparando para “un tiempo como éste”. Después de mi conversión (re-profesión de fe y re-entrega de mi vida al Señor) a mediados de la década de 1970, cuando era una joven profesora de sociología en la Universidad de Akron, me sentí llamada a permanecer en mi disciplina – la misma disciplina de estudio que me llevó a convertirme en agnóstica como estudiante graduada. Dios pronto pareció alejarme de otra obra sociológica en proceso, y conducirme de vuelta a investigar la sociología de la religión – específicamente al estudio del movimiento carismático. Mi primer libro sobre la sociología de la religión, The Charismatic Movement: Is There a New Pentecost? [El Movimiento Carismático: ¿Hay un Nuevo Pentecostés?], se publicó en 1982. Antes de que se secara la tinta, comencé a sentir otra inquietud. Esta vez era la de llevar a cabo un detallado estudio sociológico de las Asambleas de Dios, una obra cuya preparación me llevó siete años. The Assemblies of God at the Crossroads: Charisma and Institutional Dilemmas [Las Asambleas de Dios en la Encrucijada: El Carisma y los Dilemas Institucionales] se publicó en 1989. Desde allí, suponiendo (erróneamente) que el movimiento lleno del Espíritu en los Estados Unidos había terminado, continué estudiando la oración, y luego, la espiritualidad y la salud. Todavía vi algunos tizones encendidos en el movimiento del Espíritu, pero no parecía haber suficiente calor para generar otro proyecto de investigación. Aunque todavía me consideraba una cristiana carismática, sabía que nosotros en el Oeste no nos estábamos moviendo en el poder del Espíritu Santo de la manera en que otros lo estaban haciendo en las naciones en desarrollo.

Cuando una de mis amigas me habló por primera vez de su visita a la Viña del Aeropuerto de Toronto (como entonces se conocía a TACF) en el verano de 1994, me sentía más bien escéptica e indiferente. Había visto demasiados cometas carismáticos volar a través del cielo dejando muy pocos cambios en el mundo mayor. (La verdad es que tomé unas vacaciones en Toronto en agosto de 1994 y nunca consideré siquiera visitar a TACF). Se necesitó una llamada directa de Dios para hacer que examinara la renovación unos meses más tarde.

Las instrucciones para que visitara Toronto vinieron por medio de la oración y “coincidencias divinas”, como a menudo me sucede en la vida. A mediados de noviembre, el Señor me habló poderosamente en oración personal diciéndome que yo no tenía ni idea de cuánto me amaba en realidad. Aunque yo sabía que el Señor había hablado, no tenía ni idea de qué hacer con esa palabra. El siguiente sábado por la noche, decidí ir a la Iglesia Episcopal de San Lucas, una iglesia carismática en Akron, Ohio, que yo había visitado muchas veces antes, para el servicio de la Eucaristía. Para mi gran sorpresa, los sacerdotes acababan de regresar de Toronto y habían dejado a un lado las acostumbradas lecturas leccionarias (textos asignados para ese día en particular) para dirigir su atención a la oración de Pablo a los efesios (Efe. 3:14-21). El pasaje fue leído un par de veces, y luego se convirtió en el centro del sermón. Yo estaba concentrada en las palabras: “Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder para comprender, junto con todos los santos, cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad, y la altura del amor de Cristo…”. Esta palabra del amor de Dios, se me dijo aquella noche, era el mensaje de la llamada Bendición de Toronto. A las dos semanas, visité a TACF e inicié mi viaje espiritual y mi odisea de investigación de observar la renovación desenvolverse en mi vida personal y en la comunidad de la iglesia.

La mayor parte de mi trabajo está dirigido a la publicación en diarios seculares, y culminará con un libro en la década sobre renovación/avivamiento de la década de 1990, que será publicado por una editora secular. Primero y más importante, siento un llamado a informar a la comunidad académica, incluyendo profesores y teólogos de seminarios, acerca de lo que está sucediendo en este movimiento del Espíritu Santo, proporcionando una crónica social y científica para futuros eruditos. Hay numerosos y excelentes relatos narrativos populares sobre la Bendición de Toronto, y tengo poco de sustancia que añadir a lo que han compartido estos autores. En su mayor parte, mi trabajo complementa lo que han escrito autores como John Arnott, Wesley Campbell, Guy Chevreau, Mark Dupont, Melinda Fish, Ken y Lois Gott, Roger Helland, Richard y Kathryn Riss, y otros, cuyos nombres se me escapan por el momento. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que muchas personas, algunas de los cuales han cooperado con mi investigación, posiblemente nunca tomen en sus manos un diario profesional social y científico, sino que están interesados en los fríos hechos producidos por una investigación de encuesta. Mucho de la sustancia de lo que yo detallo cuidadosamente con figuras y números precisos ya ha sido informado en narraciones que se encuentran en libros, en testimonios personales presentados durante servicios de renovación y en Internet, así como en la revista Spread the Fire, entre otros lugares. Aunque nuestros métodos de investigación y análisis difieran, los de entre nosotros que han trabajado extensamente en los campos de la renovación (ya sea por medio del discernimiento espiritual o por medio de análisis sistemáticos) han llegado a una conclusión similar – el fruto pasa la prueba de la inspección.

¿Qué es la Perspectiva Sociológica?

Hacer sociología cristiana se parece mucho a andar en bicicleta. Muchos piensan que la disciplina atea de la sociología no tiene nada que decir a los cristianos, mientras que hay sociólogos que insisten que no se puede ser un cristiano abiertamente comprometido y hacer una buena investigación. Como me dijo una vez el difunto Dr. George A. Hillery, Jr., mi primer mentor espiritual y el fundador de la Sociedad Sociológica Cristiana: “Tu trabajo no le agradará a nadie, pero continúa con él. Es el llamado de Dios para tu vida”. Hasta donde puedo discernir, el Señor parece haberme llamado a un enfoque sociológico – un enfoque que ha sido llamado cínicamente “una dolorosa explicación de lo obvio” – y confío, con la ayuda de Dios, ¡que tiene algo que decir a la comunidad de la iglesia!

La sociología representa una particular perspectiva o modo de ver el mundo. Incluye un enfoque de cómo nuestras sociedades y culturas son construidas socialmente por las personas que viven en ellas, y cómo, a su vez, estas construcciones sociales de leyes, costumbres, e instituciones “retroactúan” sobre sus creadores para darles forma y definir lo que son. La sociología, pues, supone que el mundo social (incluyendo nuestras creencias religiosas e instituciones) es creado por gente cuyo pensamiento y cuya conducta son formados por lo que vino antes que ellos; luego, ellos modifican el mundo social que dará forma a los que vienen después de ellos. Hablando sencillamente, los dirigentes y los peregrinos de TACF actúan sobre la renovación y ésta actúa sobre TACF. En lenguaje de renovación, el Espíritu Santo sí actúa sobre los corazones, las mentes, y hasta los cuerpos de los que se reúnen para los servicios de renovación, pero la gente tiende a responder de modos que son familiares y culturalmente específicos (es decir, cristianos, y más específicamente, protestantes evangélicos).

Este informe usa un enfoque sociológico, con sus puntos fuertes y sus limitaciones, para evaluar los efectos de la llamada “Bendición de Toronto”. Está fuera del ámbito de la perspectiva sociológica pedir que Dios o los demonios expliquen lo que sucede en la renovación. Ni puede la sociología, como disciplina científica, proclamar juicio sobre si un resultado es “bueno” o “malo”. (A menudo, lo que es “bueno” para un grupo de personas es “malo” para otro). Este informe trata de ser objetivo, y la información que reúne debe ser empírica (es decir, capaz de ser medida usando las herramientas de la ciencia social). Es subjetivo sólo en que la sociología depende de que la gente cuente sus historias por medio de narraciones o llenando cuestionarios, relatos que están basados en juicios personales. Por ejemplo, como investigadora, yo no puedo “probar” que las personas me dijeron la verdad cuando afirmaron estar más enamorados de Jesús que nunca antes como resultado de la renovación, ni tengo ninguna razón para ser escéptica en cuanto a estos informes personales.

La metodología científica social es tanto un punto fuerte como una debilidad en cualquier intento de discutir la presente renovación/avivamiento. El usar una perspectiva científica no permite que el investigador comente sobre la base de su opinión personal, sus presuposiciones filosóficas, o creencias religiosas. El enfoque sociológico puede ser una afrenta para los creyentes en lo relativo a por lo menos dos puntos en disputa principales. Primero, no puede incluir la explicación no empírica de la revelación divina para explicar sucesos religiosos. Desde una perspectiva sociológica, la teología – y aun la Biblia misma – ha sido producida dentro de un contexto social por actores humanos. Segundo, la sociología trata a todas las religiones y a todos los fenómenos religiosos de manera similar. Por ejemplo, cuando se estudia la sanidad divina, no hay modo de someter a prueba la posición cristiana, a menudo sostenida, que el sanamiento shamanista o psíquico es obra del diablo mientras que la sanidad cristiana es un acto de Dios. Separar la obra de Dios de la de los demonios – o hasta probar que el mundo sobrenatural existe – está más allá de la capacidad de la perspectiva sociológica y de su método empírico.

El alcance limitado de la sociología, pues, debería ser evidente. Aunque la sociología puede proporcionar un análisis objetivo de ciertas facetas del avivamiento, es claro que carece de la sensibilidad para tratar con los misterios más profundos del Espíritu Santo. Lo que la sociología puede hacer es describir los efectos o el “fruto” de un fenómeno social, incluyendo lo que ha estado ocurriendo a la gente por medio del avivamiento. Puede proporcionar una herramienta para establecer si los individuos perciben sus vidas como mejores como resultado de la renovación, si sus relaciones con la familia y los amigos han cambiado, y si sus experiencias les han permitido alcanzar a otros en la comunidad más grande.

Como Jesús nos dice sabiamente en Mat. 7:16-18: “Por sus frutos los conoceréis… No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos”. Como se le describe brevemente más arriba, la sociología ofrece efectivamente un método para estudiar el árbol y su fruto, dejando que el lector juzgue si el “fruto” producido por la Bendición de Toronto es en realidad “bueno” o “malo”. La sociología ofrece una manera de romper el punto muerto entre defensores y críticos, y lo hace presentando evidencia sobre el impacto que está teniendo la renovación en las vidas de las personas que han probado su fruto y lo han juzgado bueno.

Aunque creo que los patrones de respuesta a la renovación descrita en este informe representan a miles de otros que han visitado a TACF y otros sitios de renovación pero no han participado en este estudio, no tengo modo de saber el número exacto. Por esta razón, no puedo asegurarles a ustedes que los porcentajes informados aquí representan una representación al azar de todos los visitantes de TACF. Como sucede con todas las encuestas, la gente era libre de responder -- o no responder – y esta libertad afecta siempre cualquier intento de obtener una muestra verdaderamente al azar. ¿Era más probable que los que estaban más satisfechos con sus experiencias respondieran a un cuestionario que los que no lo estaban? ¿O era más probable que los que estaban menos satisfechos llenaran un cuestionario (puesto que proporcionaba una salida para sus frustraciones con la renovación)? No tengo manera de conocer la respuesta a tales preguntas de prejuicio potencial. Todo lo que puedo asegurarle al lector es que este problema de representación es común a todas las encuestas. Por lo general, los científicos sociales creen que es mejor recoger alguna información sobre temas de interés – aunque la muestra no sea tan representativa como a uno le gustaría – que no tener ninguna información en absoluto.

Lo que puedo decir acerca de la muestra es que representa una amplia variedad de personas, que reflejan los grupos que he observado durante mis muchas visitas a TACF. (Proporcionaré información más detallada de las diversas muestras en la Parte I de este informe). Basándome en la parábola del sembrador y la semilla, estoy segura de que muchas semillas de renovación han caído a lo largo del camino trillado, sobre la dura roca, así como entre espinos, sin tener nunca oportunidad de crecer y producir fruto. Pero también estoy convencida, basándome en mi investigación, de que muchas semillas han caído en buena tierra y se han desarrollado hasta convertirse en plantas saludables que producen buen fruto. Espero proporcionar la evidencia de estos frutos en la Parte Dos. Finalmente, en la Parte Tres (reemplazada por un nuevo Epílogo en 2002), usaré algunas observaciones sociológicas básicas asociadas a información de encuestas para indicar algunas direcciones hacia las cuales pueda estarse dirigiendo la renovación.

Una nota final sobre la terminología y mi perspectiva. Está más allá de la esfera de la sociología probar si TACF y los movimientos que son sus ramificaciones (incluyendo el movimiento de la Asamblea de Dios de Brownsville en Pensacola) están en “renovación” o en “avivamiento”. (Prefiero usar el término intercambiablemente, algunas veces como el híbrido “renovación/avivamiento”). Por lo que he experimentado personalmente, lo que he visto con mis propios ojos, y lo que oído con mis propios oídos, estoy convencida de que lo que estamos presenciando a través del globo terráqueo es el movimiento de Dios. Por supuesto, la atribución a Dios de este movimiento está siendo proclamada por fe, no por medio de las herramientas que me proporciona la sociología. Hasta donde sea posible, asumiré la posición de socióloga en este informe, tratando de apegarme a los hechos objetivos que he reunido durante esta investigación. Sin embargo, detrás de este informe escrito hay, no sólo mucho análisis sociológico tedioso, sino también mucha oración, elevada a mi favor por otros y acompañada por mis propias y frecuentes lágrimas pidiendo guía y dirección. Confío en que el Señor haya escuchado estas oraciones y que este informe adelante, de un modo modesto, la obra que el Espíritu Santo está haciendo en nuestro medio durante estos últimos meses y días del siglo veinte.

Una Palabra de Agradecimiento

Muchos lectores han examinado anteriores monografías y trabajos que yo he escrito de la encuesta original, y tengo una deuda de gratitud con cada uno de los que ofrecieron comentarios y críticas. Sería imposible reconocer cada una de vuestras contribuciones. Hay, sin embargo, algunos individuos a quienes me gustaría darles las gracias públicamente por su ayuda.

El más importante, pues sin su permiso yo no habría podido embarcarme en este proyecto, es el Pastor John Arnott, a quien deseo darle las gracias. Ya sea en la iglesia o en circunstancias seculares, rara vez he recibido una combinación tan hermosa de cooperación desinteresada y completa libertad para operar como científica social como la que he recibido de John. Como socióloga, no me habría sentido cómoda en el papel de apóloga de TACF, aunque algunos fuera del movimiento me han considerado de ese modo. Siempre he tratado de ser una erudita independiente, y John ha respetado mi necesidad de asumir tal posición.

También deseo agradecer al Padre Roger Ames, de la Iglesia Episcopal de San Lucas en Akron, Ohio, por el estímulo y el apoyo que me proporcionó cuando inicié este estudio. Gracias especiales también al Pastor José Ortega–Betancourt, que me ha retado benévolamente a continuar con este proyecto, aun cuando me sentí inclinada a abandonarlo y ocuparme de otras tareas urgentes. También estoy en deuda con Beth y Jeff Metzger, cuyas reuniones semanales de renovación en su hogar me proporcionaron un oasis espiritual donde no tengo que analizar, sólo ser refrescada por la dulce presencia de Dios. Y finalmente, gracias a todos los que participaron en este estudio. Me habéis proporcionado materiales esenciales para mi “inspección del fruto”. Sin vuestra cooperación, este informe no existiría.

Es mi oración que la información y la interpretación que proporciono aquí sean usadas por Dios de alguna manera, aunque sea modesta, para adelantar la venida de su reino. Que el Espíritu Santo esté con vosotros al leer este informe, trayendo a la luz y dejando en la memoria sólo el conocimiento que Él desea impartir.

Margaret M. Poloma, Ph. D.
Octubre 1, 1997

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Parte Uno

Muestra, Demográficos, y Manifestaciones Físicas

Descripción de los Métodos y la Muestra


Los métodos sociológicos para recoger información incluyen encuestas, entrevistas, y otras formas de auto-información, así como la observación de los participantes por el investigador. Yo he usado todos estos métodos, pero dependeré principalmente de los resultados de dos encuestas interrelacionadas. El primero era una muestra de 918 respondientes que llenaron un cuestionario distribuido a través de una de las siguientes fuentes: la edición de agosto de 1995 de Spread the Fire [Extienda el Fuego], el programa de conferencias “Catch the Fire Again” [Atrape el Fuego Otra Vez] de octubre de 1995, y el programa “Healing School” [Escuela de Sanidad] de noviembre de 1995. Aproximadamente el 25 por ciento de los respondientes incluyeron información suplementaria por medio de cartas, anotaciones en diarios, mensajes de correo electrónico, y cintas en cassettes. Esta información cualitativa se usa en esta monografía para ilustrar y ayudar a describir mejor la información “dura” reportada en las respuestas a las preguntas de los cuestionarios.

Se recibieron cuestionarios devueltos de 20 países diferentes; la mayoría de las respuestas llegó de los Estados Unidos (54%), de Canadá (26%), y de Inglaterra (11%). Aunque estos tres países proporcionaron, en efecto, la mayoría de los visitantes a TACF, otros países – especialmente países asiáticos que no son de habla inglesa – estaban notoriamente ausentes de la muestra. Los visitantes representaban más de 40 denominaciones y grupos. Más de una de cada cuatro (28%) de ellas indicó que su iglesia es independiente, no denominacional, o interdenominacional. Veinte por ciento (20%) de los respondientes son miembros de iglesias o grupos pentecostales, 15 por ciento son o anglicanos (Canadá o el Reino Unido), o episcopales (U.S.A.), 11 por ciento son miembros de las Comunidades Cristianas de la Viña, y 6 por ciento son bautistas. Setenta y cuatro por ciento informó que su pastor había visitado a TACF. Hasta ahora, el perfil modal del respondiente promedio es el de un carismático norteamericano que pertenece a una iglesia no denominacional.

El perfil demográfico de los respondientes se inclina hacia personas casadas (71%), mujeres (58%), de mediana edad, y que han terminado un mínimo de 16 años (equivalentes a un título de escuela preparatoria) de educación (63%). La edad promedio es de 45 años (con una mediana de 44), y la educación promedio es de 15 años de instrucción formal, con una mediana y un modo de 16 años. Dieciocho por ciento (18%) de los respondientes eran pastores de iglesia, y otro 4 por ciento eran esposas de pastores; 30 por ciento indicaron que eran dirigentes de iglesia. El perfil demográfico indica que los que terminaron el cuestionario tienden a ser individuos bien educados y maduros, la mayoría de los cuales están envueltos en dirigencia de iglesias – personas que parecían estar en buenas condiciones de evaluar la Bendición. Es menos probable que representen el visitante de una sola vez que pasa la noche observando pero que nunca regresa.

En mayo de 1997, se envió un cuestionario de seguimiento a 715 (78%) de los respondientes originales que habían proporcionado una dirección de remitente utilizable y habían indicado su disposición a cooperar con investigaciones futuras. Otras 25 de estas formas no fueron entregadas y fueron devueltas al remitente debido a problemas con las direcciones, reduciendo aún más la muestra a 690 personas o el 75 por ciento de la muestra original. De los 690 cuestionarios enviados y presumiblemente recibidos por el respondiente original, se devolvieron 364 cuestionarios (53%) de seguimiento utilizables. El desgaste refleja problemas bien conocidos al hacer investigaciones de seguimiento como ésta, en la cual los respondientes deben ser localizados en algún momento después de la encuesta original.

Puesto que tengo información sobre todos los casos originales, sin embargo, pude comparar los 364 casos de seguimiento con los que declinaron proporcionar una dirección, cuyas direcciones provistas no eran utilizables, o aquéllos que no llenaron ni devolvieron el formulario de seguimiento. Seleccioné 30 ítems para buscar diferencias entre los dos grupos (“seguimiento” y “no seguimiento”. Estos ítems medían la demografía, tipos y niveles de manifestación, actitudes personales hacia la renovación, y efectos reportados de la visita de los respondientes a TACF. Sólo cuatro ítems de los 30 demostraron correlaciones pequeñas pero estadísticamente significativas que reflejaban posibles diferencias entre los dos grupos.

Tres de las diferencias eran demográficas; una reflejaba un efecto personal. De las diferencias demográficas, las probabilidades de que los hombres respondiesen eran ligeramente más altas que para las mujeres (r=.08) ; las probabilidades de que los respondientes de mayor edad respondiesen eran ligeramente mayores que para los más jóvenes (r=.12); y era menos probable que respondiesen los de Gran Bretaña que los de los Estados Unidos y Canadá (r=.09). Las probabilidades de que respondiesen personas que informaron que habían recibido sanidad de un desorden mental clínicamente diagnosticado eran ligeramente menores que las de las personas que no habían ninguna sanidad de esa clase (r=.08). Los que estén familiarizados con las estadísticas reconocerán que estas correlaciones son más bien pequeñas de tamaño, pero todas son estadísticamente significativas por lo menos al nivel de .01. Quizás más importante, 26 de los ítems (incluso los que medían reservas sobre la renovación, una relación más estrecha con Dios, sanidad física, otros cambios de la vida percibidos, mayor actividad en evangelismo) no produjeron ninguna diferencia estadísticamente significativa entre los dos grupos.

A los respondientes del seguimiento se les preguntó su relación con la renovación en el momento en que llenaron el primer cuestionario, indicando cuál de las siguientes categorías proporcionaba la mejor descripción: nunca se consideraron envueltos en la renovación (2%), estuvieron envueltos en 1995, pero ya no lo estaban (6%), están limitados en su involucramiento debido a la indisponibilidad de los servicios de renovación en su localidad (10%), están envueltos localmente pero no en la iglesia de su localidad (31%), y están envueltos en la renovación en su iglesia local (51%). Ochenta y siete por ciento (87%) había asistido por lo menos a una conferencia de renovación, y el 52% de los respondientes de seguimiento visitaron TACF en 1996.

Basado en estas pruebas estadísticas, me siento satisfecho de que la sub-muestra de seguimiento es una representación adecuada de la muestra original mayor. Parece justo llegar a la conclusión de que, aunque la muestra de seguimiento tenía una cantidad normal de desgaste, no difiere de manera significativa de la muestra original en la mayoría de sus características importantes. Hasta el porcentaje de los que están envueltos marginalmente refleja un porcentaje similar a los que eran menos que participantes plenos en la renovación encontrados en la primera fase de este estudio. Los resultados de la comparación de las dos muestras nos permiten explorar con confianza el punto del cambio entre Tiempo 1 (el estudio original) y Tiempo 2 (el seguimiento) y evaluar si el fruto reportado en un informe anterior en proceso ha continuado durando.

¿Y aquellas Manifestaciones?

Si hay algo que ha atraído la atención de los fieles, los curiosos, y los críticos por igual hacia la renovación actual, ha sido las extrañas manifestaciones físicas. Aunque han sido parte de anteriores movimientos de renovación y se han experimentado hasta cierto punto desde el comienzo del Movimiento del Espíritu Santo en Los Ángeles en 1905-1907, parece que nunca han sido tan intensas o que nunca han durado tanto. Los fieles aseguran que los temblores, las sacudidas, las risas, los rugidos, y los llantos son señales externas – sacramentos modernos, si se quiere – que indican que el Espíritu Santo está dentro del individuo. Los críticos denuncian las manifestaciones como demoníacas en origen y en propósito. A los curiosos les queda encontrar sus propias respuestas, a menudo teniendo que alejarse sin haber podido discernir lo que pueda estar ocurriendo.

Los testimonios de participantes en reavivamientos son acompañados a menudo por manifestaciones físicas. Muchos respondientes que llenaron la encuesta estructurada también entregaron testimonios en los cuales describían manifestaciones antes de contar cómo se había movido Dios en ellos. Lo siguiente, presentado por una mujer estadounidense de mediana edad, sirve como relato de lo que puede estar ocurriendo al reposar los visitantes de TACF en el piso después de un servicio nocturno:

Luego vi un cuadro de Jesús, mientras lloraba y lloraba. Caí en cuenta de que yo estaba culpando a Dios por todo lo malo de mi vida. Comencé a llorar, pues yo nunca había deseado intencionalmente culpar a Dios. Amaba a Dios con todo mi corazón. Me arrepentía y le pedía que me perdonara. Casi inmediatamente, mi cuerpo comenzó a balancearse y a sacudirse. Sentía como si algo estuviese saliendo de mi vientre. Agarré una almohada cuando sentí que algo me salía de la boca. Luego, este extraño idioma (“lenguas”, entendía yo) salió con sollozos incontrolables. Lloraba y hablaba en este extraño idioma. Reía y reía. No lograba entender cómo podía estar sollozando y luego riendo. Esto continuó por 1 ½ horas. Podía pensar en inglés, pero no podía hablar en inglés. Abrí los ojos, creyendo que aquello desaparecería, pero no lo hizo. Tomé una bebida, y aquello todavía estaba allí. Me estaba sintiendo muy agotada, pero podía darme cuenta de que el tono de aquéllo estaba disminuyendo – y me sentía más en paz de lo que jamás me había sentido en mi vida. Las primeras palabras en inglés que finalmente me salieron fueron: “Gracias, Señor. Te amo, Señor. En verdad hay un Espíritu de Dios. ¡Él vive!”. Estaba extática.

Pero, usted sabe, la cosa más maravillosa es que, por primera vez en mi andar cristiano, me sentía victoriosa, no derrotada. Estoy llena de gozo, y ya no soy negativa. Tengo el deseo de compartir el amor de Dios con todo el mundo y con cualquier persona. Eso fue hace dos años. Y nunca ha cesado. Estoy viva en Cristo. (Caso #264).

Todas las experiencias son diferentes y algo complejas, aunque a menudo hay un simple mensaje en su centro. En el informe de esta mujer, encontramos que se mencionan varias manifestaciones, una indicación de su estado emocional, y también la glosolalia o “hablar en lenguas”, considerada a menudo por los pentecostales clásicos como la “evidencia física” del bautismo en el Espíritu. De particular importancia podemos ver también un informe de un cambio duradero producido por una nueva conciencia de la inmanencia de la presencia de Jesús, que ha persistido por más de dos años.

En esta sección, exploraré dos puntos de discusión descriptivos: (1) la incidencia de las manifestaciones físicas, y (2) la respuesta emocional asociada a las diferentes manifestaciones.

Manifestaciones: Antes, Durante, y Después

Los peregrinos que fueron a TACF no eran extraños a las aparentemente inusuales manifestaciones carismáticas, incluyendo reposar en el Espíritu, intensas manifestaciones somáticas, profundos sollozos, hablar en lenguas, risa santa, embriagarse en el Espíritu (emborracharse), y “dar a luz” (una manifestación corporal más particular), que han sido prominentes en la renovación. Siendo que el 95% de los respondientes se describieron a sí mismos como “cristianos carismáticos o pentecostales” y el 85% informó que había hablado en lenguas antes de su primera visita a TACF, la renovación parece ser una fuente de revitalización para el movimiento actual del Espíritu Santo, que comenzó antes en este siglo.

Setenta por ciento (70%) de los que llenaron el cuestionario habían experimentado el reposo en el Espíritu, y 39 por ciento informaron haber tenido experiencias de risa santa antes de la primera visita. El alcance de los tipos de manifestaciones físicas reportadas antes de TACF estaba entre ninguno (7%) y más de diez (3%), con una media (un promedio) de 4 y una mediana de 3 diferentes manifestaciones físicas reportadas. Al analizar las respuestas a la pregunta sobre las manifestaciones experimentadas mientras estaban en TACF, el promedio cayó ligeramente a 3.5, mientras que la mediana permanecía igual. Durante el período relativamente corto después de la visita a TACF y el completamiento del primer cuestionario, hubo un descenso decidido en la incidencia de las manifestaciones físicas hasta un promedio de 2.5 manifestaciones diferentes, con una mediana de 1. Estos hallazgos indican que las manifestaciones físicas no son una constante – aumentan y disminuyen en las vidas de los creyentes llenos del Espíritu.

Hay algunas diferencias pequeñas debidas a factores demográficos en la selección de la manifestación más saliente. Por ejemplo, los pentecostales (r=.09) y los de nuevas denominaciones religiosas, incluyendo la Viña y Nuevas Fronteras, (r=.09) era más probable que reportaran que la experiencia de rugir tuvo mayor impacto que los de iglesias principales (r=.10). Sin embargo, los de iglesias principales era más probable que reportaran la importancia de reposar en el Espíritu (r=.15) que los de los otros tres grupos. También se encontraron pequeñas diferencias de edad, siendo más probable que los jóvenes reportaran que estuvieron borrachos en el Espíritu (r=.07), sollozantes (r=.09), y con intensas manifestaciones corporales (r=.07). Era más probable que personas de mayor edad seleccionaran reposar en el Espíritu (r=.12) y hablar en lenguas (r=.13) como la manifestación saliente que gente más joven.

Aunque interesantes, estas piezas individuales de datos de encuesta no cuentan toda la historia. Por las cifras citadas aquí, parecería que los visitantes no estaban exagerando las manifestaciones. Mucho estaba sucediendo que no podía el observador curioso, y usaré otras preguntas para demostrar al fruto que estaba en formación en la Parte Dos. Sin embargo, las manifestaciones continúan siendo una señal importante de la renovación – en las palabras del Dr. Grant Mullen, doctor en salud mental, “una luz parpadeante anunciando ‘el Espíritu trabajando… el Espíritu trabajando… el Espíritu trabajando’”.

La alta incidencia de una gama de manifestaciones (que no debe confundirse con la frecuencia, o cuán a menudo se había experimentado cada manifestación) antes de visitar TACF es un indicador de que muchos de los visitantes eran cristianos llenos del Espíritu con mucha experiencia. La mayoría de los respondientes había experimentado varias de las manifestaciones durante un período de años mucho antes de la renovación en TACF, si bien probablemente no con la misma duración e intensidad como ocurría en TACF. Para muchos, al regresar a casa hubo una disminución de las manifestaciones, reflejando esto quizás falta de oportunidad para asistir a servicios de renovación o la versión más sofisticada de la renovación que se encuentra en algunas iglesias. Mucha gente en renovación, con los cuales he conversado en el curso de años han indicado que es imposible sostener un nivel intenso de manifestaciones mientras se trabaja en empleos ordinarios y se mantienen responsabilidades familiares normales. Parece que, para la mayoría de los peregrinos, la intensa experiencia de las manifestaciones es “para una temporada”.

La data de seguimiento indica, además, que la expresión de las manifestaciones está en flujo constante. A los respondientes se les dio una lista de siete manifestaciones comunes y se les pidió que indicaran para cada una si había habido un aumento, una disminución, o ningún cambio desde que llenaron el primer cuestionario. Como puede verse en la tabla más abajo, para algunas manifestaciones hay un cambio neto positivo, mientras que para otras, el cambio neto es negativo.

Cambio en el Nivel de Manifestaciones (1995-1997)

Disminución Aumento Ningún Cambio Cambio Neto
Reposo en el
Espíritu 33% 19% 48% -14%
Lenguas 3 % 12% 62% 9%
Risa Santa 41% 18% 41% -23%
Sollozos
Profundos 26% 37% 37% +11%
Borrachos en
el Espíritu 40% 23% 38% -17%
Otros Actos
Corporales 30% 40% 31% +10%
Otros Actos
Audibles 27% 31% 42% +4%

Los hallazgos parecen indicar un cambio en las manifestaciones comunes de renovación. Durante el período 1995-1997, pareció haber menos informes de risas, estar borrachos en el Espíritu, y reposar en el Espíritu, mientras que hubo un aumento en el uso de lenguas, la experiencia de sollozos profundos, y otros actos corporales y audibles. (Esta tendencia en dirección opuesta a las primeras manifestaciones aparentemente más dramáticas y juguetonas y hacia manifestaciones más sobrias y sombrías parece haber continuado después de 1997).

En el interés de conservar espacio valioso, las preguntas sobre manifestaciones corporales y audibles fueron condensadas en dos ítems separados de una lista más larga de manifestaciones usadas en la primera encuesta. Las cifras presentadas en la tabla anterior, pues, no pueden proporcionar información específica sobre cuáles de las manifestaciones corporales (temblores, sacudidas, saltos, rodamientos, etc.) o audibles (rugidos, gritos, ladridos, aullidos, etc.) están aumentando. La tabla anterior indica un aumento en las manifestaciones somáticas y audibles reportadas en la encuesta de 1997, incluyendo gemidos en voz alta y profundos doblamientos/temblores, que pueden estar relacionados con el aumento de la profecía y la intercesión profética. Por otra parte, los sonidos audibles de rugidos o ladridos, manifestaciones que atraían mucha más atención que la que ameritaban los fenómenos poco frecuentes, parecían estar ocurriendo aún con menos frecuencia ahora en días anteriores de renovación (son virtualmente inexistentes en el momento de esta revisión).

Ha habido algunos intentos, particularmente en Internet y en chateos, de construir un sistema de significados para manifestaciones inusuales, pero tales esfuerzos no han sido particularmente productivos. Las manifestaciones sí encuentran una analogía adecuada con las “luces parpadeantes” que indicaban que Dios está trabajando. Sin embargo, una señal externa no parece apuntar a la naturaleza exacta de la actividad divina. Los peregrinos han experimentado sanidades mientras reían o lloraban, mientras hablaban en lenguas, o se emborrachaban en el Espíritu, mientras temblaban y mientras reposaban en el piso. Hay pocas indicaciones de que una función común o un propósito común puedan ser ligada a cualquier manifestación incluida en esta encuesta.

Sin embargo, era evidente que la gente experimentaba diferentes emociones con diferentes manifestaciones físicas. Los sonidos de gozo eran a menudo contagiosos, y los de dolor podían despertar sentimientos de compasión. Una de las primeras preguntas que comencé a hacer a los visitantes de TACF era qué sentían durante su experiencia con una manifestación física en particular. La siguiente sección explorará las emociones predominantes que parecen estar asociadas con ocho de las manifestaciones más comunes.

Respuestas Emocionales a Manifestaciones Físicas

Aunque se ha aludido a la renovación en TACF como un “avivamiento de risas”, han estado ocurriendo más que risas. En un intento por pulsar las variadas emociones que yacen bajo los efervescentes servicios de renovación, pedí a los respondientes que seleccionasen las manifestaciones físicas experimentadas en TACF que les causaron el impacto más duradero.

Como puede verse en la Tabla 1 al final de la monografía, tanto el reposo en el espíritu como las manifestaciones corporales (temblar, sacudirse, rodar, saltar, etc.), ambas con una frecuencia de 22 por ciento, quedaron empatadas en primer lugar. Los sollozos profundos quedaron en segundo lugar, habiendo sido seleccionados por el 16 por ciento de los respondientes como lo más significativo para ellos. Hablar en lenguas y reír empataron en tercer lugar, cada uno con el 9 por ciento. Estar borracho en el Espíritu y “dar a luz” empataron en la cuarta posición con el 6 por ciento, y “rugir” quedó en último lugar con el 3 por ciento. Quizás esta diferencia en experiencia reportada es uno de los argumentos más efectivos contra los que acusan que las manifestaciones son producidas por hipnosis y sugestionabilidad. Si sólo risas estuviesen ocurriendo o si sólo las risas hubiesen sido seleccionadas como la manifestación sobresaliente, una tesis de hipnotismo aplicada a las manifestaciones podría resultar sostenible. Las manifestaciones son claramente variadas, así como las emociones que parecen acompañarles.

Después de que los respondientes seleccionaron la sola manifestación que les causó el mayor impacto en sus vidas, se les proporcionó una batería de 30 respuestas emocionales y se les pidió que indicasen cuáles de ellas habían experimentado durante la manifestación. La Tabla 1 que aparece al final del texto proporciona correlaciones estadísticas para la manifestación y las variadas respuestas emocionales.

Reposar en el Espíritu, y Otras Manifestaciones Somáticas

Reposar en el Espíritu (a lo que se alude común y jovialmente en Toronto como “tiempo de alfombra”) fue quizás la más común de las manifestaciones físicas. Según los hallazgos de la encuesta, tener un profundo sentimiento de paz (r=.23) predominaba durante estas ocasiones cuando la gente caía al piso a causa del poder y la presencia de Dios. Esta experiencia fue reportada por el 45 por ciento de la muestra total. Del 22 por ciento que seleccionó reposo en el espíritu como una experiencia que les causó el mayor impacto, algunos reportaron también sentimientos de culpa (r=.09), aunados a sensaciones de ser capaz de perdonarse a sí mismos (r=.07). Estas respuestas emocionales son posiblemente un reflejo de sanidad interior o emocional que a menudo ocurría en estas ocasiones. En comparación con la muestra mayor que no seleccionó reposo en el Espíritu como la manifestación que les dejó el impacto más grande, los que seleccionaron “tiempo de alfombra” eran menos probables que reportasen sentimientos de ira (r=.09) o estar fuera de control (r=.15). Las correlaciones negativas entre estas dos respuestas emocionales y el reposo en el espíritu proporcionan apoyo adicional para las sensaciones dominantes de paz que parecen acompañar esta manifestación (véase la Tabla 1).

Para los que seleccionaron otras manifestaciones corporales como las que fueron las más personalmente sobresalientes, las respuestas emocionales parecen ser variadas. No hay que sorprenderse de que algunos informaron sensaciones de estar fuera de control (r=:07), pero para muchos las manifestaciones corporales proporcionaron una salida catártica que no está disponible inmediatamente en la sociedad occidental moderna. Para los que experimentaron manifestaciones somáticas, era menos probable que reportaran que sintieron depresión (r=.10), pena (r=.15) o tristeza (r=.09), e informaron una sensación de poder perdonarse a sí mismos (r=. 07), reflejando una vez más sanidad interior o emocional que podría haber estado en proceso.

Lágrimas, Risas, y Ebriedad Divina

Aunque la prensa a menudo se refería al avivamiento en TACF como el “avivamiento de la risa”, tanto los sollozos como las risas siempre estuvieron presentes. Al pasar los años, quizás se pueden oír más sonidos de lágrimas que de risas, particularmente durante momentos de oraciones intercesoras. Sin embargo, tanto los sollozos como las risas son indicadores de catarsis, y ambos pueden ser señales de sanidad (como se discutió en la Parte Dos).

El treinta y dos por ciento (32%) del total de la muestra de 1995 reportó sollozos profundos en TACF, el 16 por ciento seleccionándolos como la manifestación que les causó el impacto más duradero. Como era de esperarse, los emoción más común que experimentaron fue dolor (r=.39). Además del dolor (r=.39), los que escogieron los sollozos como la manifestación que les dejó el mayor impacto también probablemente informaron de sentimientos de tristeza (r=.29), depresión (r=.14), vergüenza (r=.12), y frustración (r=.09). Era menos probable (por lo menos durante esta experiencia de manifestación) que sintiesen gratitud (r=.09), felicidad (r=.20), o gozo (r=.21) que la muestra mayor. Sin embargo, a pesar de las dolorosas emociones asociadas con sollozos, estos respondientes los escogieron como lo más probable, otra vez presumiblemente a causa de sus propiedades catárticas de sanidad.

Muchos que sembraron lágrimas cosecharon risas. El treinta y dos por ciento (32%) de la muestra total indicó que habían experimentado oleadas de risa santa durante su visita a TACF, pero, de modo interesante, sólo el 9 por ciento seleccionó esa manifestación como la que les causó el mayor impacto. Los sentimientos asociados con esta experiencia, como se podría esperar, fueron felicidad (r=.17), gozo (r=.22), fortaleza (r=.09), paz (r=.08), y amor a Dios (r=.09). Cuando se les comparó con la muestra mayor, los que experimentaron risa santa era más probable que reportasen sentimientos de embarazo (r=. 09) y estar fuera de control (r=.12), y menos probable que reportaran sentimientos de temor (r=.09), dolor (r=.13), culpa (r=.08), tristeza (r=.11), o una sensación de pecaminosidad (r=.09). Para los que experimentaron y seleccionaron la risa como la manifestación más significativa, la experiencia pareció ser de un total refrescamiento.

Otra manifestación aparentemente catártica era la ebriedad divina durante la cual la persona estaba tan llena de la presencia de Dios que él o ella parecía estar ebrio o ebria. Veintisiete por ciento (27%) de la muestra total reportó haber tenido esta experiencia, pero sólo el seis por ciento seleccionó esta manifestación como que le dejó el mayor impacto. Su estado emocional se parecía mucho a la de los que experimentaron risa santa – se sentían felices (r=.11), gozosos (r=.10), y llenos de paz (r=.08), pero también fuera de control (r=.08) y débiles (r=.10). En comparación con el resto de la muestra, eran menos probables de reportar sentimientos de frustración (r=.08), dolor (r=.13), o tristeza (r=.10).

Otras Manifestaciones

Aunque el 87 por ciento de la muestra total informó haber hablado en lenguas, sólo el 23 por ciento indicó que usó su don de lenguas durante su visita a TACF. Muchos de los que lo hicieron (9 por ciento del total de la muestra), encontraron que su experiencia más significativa estaba asociada con las lenguas. Esta experiencia estuvo correlacionada principalmente con sentimientos de gozo (r=.09). Los que seleccionaron lenguas como la manifestación que les dejó el mayor impacto tenían también la menor probabilidad de informar de sentimientos de confusión (r=.07), estar fuera de control (r=.13), o de estar débiles (r=.12).

Aunque a simple vista, “dar a luz”, en que las mujeres y los hombres yacen en el piso gimiendo y quejándose como si estuviesen con dolores de parto, pueda parecerle al iniciado que es sólo otra manifestación corporal, las entrevistas preliminares indicaron la necesidad de mantener separada esta manifestación. Dar a luz parece tener una dimensión profética que no era reportada comúnmente para otras actividades somáticas. Veintidós por ciento (22%) de la muestra total informó haber experimentado el dar a luz, y el seis por ciento (6%) lo seleccionó como la manifestación que les dejó el mayor impacto. Las emociones informadas reflejan el trabajo y la tristeza de dar a luz naturalmente. Los que dieron a luz reportaron sentimientos de confusión (r=.09), embarazo (r=.08), temor (r=.11), y dolor (r=.08). Menos que la muestra mayor, éstos eran menos probables de reportar sentimientos de felicidad (r=.09), gozo (r=.09), y paz (r=.10) asociados con esta manifestación.

Los “sonidos de animales” se convirtieron en el centro de controversia y crítica cuando primero aparecieron en las reuniones de reavivamiento de TACF, pero nunca fueron manifestaciones comunes. Con el tiempo, parecieron disminuir en frecuencia e intensidad hasta que casi no existen. Las encuestas cubrieron el tiempo en que los sonidos de animales habrían estado en su mayor intensidad. El doce por ciento (12%) de la muestra total informó haber rugido como leones (el sonido animal más común), pero sólo el 3 por ciento lo seleccionó como la manifestación que les dejó el mayor impacto. Las emociones reportadas para los sonidos animales parecían encajar bien con indicaciones de que podrían estar asociadas con lo profético. Los testimonios de los que han tenido la experiencia a menudo reportan una sensación de ira, aunada a una de victoria divina contra algún mal o alguna injusticia. Las emociones predominantes afines a los rugidos fueron ira (r=.22) y de fortaleza (r=.16). Los que rugieron eran menos probable que informasen sentir debilidad (r=.07) o paz (r=.09) que los que escogieron otras manifestaciones como “la más significativa”.

Una Nota Importante

Más y más científicos sociales han reconocido la importancia del cuerpo en culturas occidentales, donde el estudio de la religión se ha vuelto “incorpóreo”. Como ya se ha observado, las manifestaciones reportadas por los visitantes a TACF fueron consideradas como “señales” de que alguna forma de sanidad estaba ocurriendo dentro de las personas que reportaban esta experiencia. Esta interpretación encaja bien con las observaciones de científicos conductuales sobre el posible efecto positivo de manifestaciones somáticas en el proceso de sanidad. La sanidad como proceso holístico es el tema de la Parte Dos, que sigue.

Sin embargo, una palabra de cautela es necesaria cuando se interpretan los resultados presentados aquí, que intentan enlazar manifestaciones corporales con estados emocionales. Parece que diferentes estados emocionales están asociados con diferentes manifestaciones. Esto no significa, sin embargo, que los individuos pueden ser clasificados en “rugidores”, “reidores”, “sollozantes”, o “borrachos”. A menudo, como hemos visto en la cita al comienzo de nuestro análisis, pueden ocurrir varias manifestaciones en rápida sucesión y/o la mayoría ha experimentado más de una manifestación.

Una estadística más reveladora sobre el estado emocional de los visitantes a TACF se encuentra en la pregunta en la cual se le pide a los respondientes que compartieran con otros lo que sentían al abandonar el centro de renovación. Las abrumadoras selecciones fueron amor a Dios (89%), paz (89%), amor (85%), gozo (83%), gratitud (82%), felicidad (81%), y satisfacción (79%). Relativamente pocos sintieron ira (7%), depresión (8%), culpa (7%), vergüenza (6%), o manipulación (3%). Aunque estas emociones positivas no siempre fueron seleccionadas en asociación con la manifestación que dejó el impacto más duradero, sí proporcionan un correctivo necesario para atribuirle demasiada importancia a las manifestaciones y sus correlativas respuestas emocionales. Las manifestaciones, como veremos en la Parte Dos, no son sino una pieza del mosaico mayor de la renovación.

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Parte Dos


Inspeccionando el Fruto:
Sanidad y Capacitación



En el sentido más amplio, el fruto primario de La Bendición del Padre puede describirse como de sanidad y capacitación. La Sanidad, como se usa el término comúnmente al escribir sobre prácticas alternativas de sanidad, es una restauración de la integridad del espíritu, la mente, el cuerpo, y las emociones. Incluye, pero no se limita a, la “curación” física que se enfoca principalmente sobre el cuerpo y a aliviar la angustia mental y la enfermedad. El corazón de la sanidad, como quedará demostrado por medio de las respuestas a las encuestas, es la sanidad espiritual, que establece o profundiza la relación del peregrino con Dios. La Capacitación abarca una conciencia y una liberación de los dones y capacidades especiales para servir a los demás. Mientras la sanidad se enfoca en la relación especial de una persona con Dios, consigo mismo y con otros, la capacitación proporciona a menudo dones sobrenaturales que enriquecen la capacidad de una persona para alcanzar a otros en amor. La sanidad y la capacitación son, pues, dos facetas distintas pero interrelacionadas de la Bendición del Padre. Juntos, hacen posible vivir completamente el Gran Mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

Los dos temas interrelacionados de la sanidad y la capacitación proporcionan un marco para informar acerca de los hallazgos claves en preguntas sobre los efectos de la Bendición tanto en las encuestas originales como en las de seguimiento. Los dos conceptos son distintos, pero claramente acoplados. La sanidad y la capacitación son procesos dinámicos en progreso, conformados aún más por un reciente aumento en sanidades físicas reportadas. Al convertirse la sanidad en una experiencia de renovación más común, está siendo promovido como herramienta para el evangelismo. Muchos dirigentes de la renovación ahora enseñan que la capacitación para orar con éxito a favor de la sanidad es una herramienta importante para difundir las buenas nuevas del amor de Dios.

Dios está sanando a hombres y mujeres en TACF – restaurándoles en mente, cuerpo, espíritu, fortaleciendo y reparando relaciones humanas significativas, y luego enviándoles, capacitados por el Espíritu Santo para compartir con otros lo que se les ha dado libremente.

La Sanidad y la Visión Mundial Hebraica
Se ha observado a menudo cómo el cristianismo contemporáneo acepta una visión mundial que es mucho más griega que hebraica – una visión mundial que impactó al cristianismo desde sus inicios, y aumentó en influencia durante la Ilustración y la entrada del Modernismo. La aceptación, por parte de los cristianos, de la lógica categórica aristoteliana (más bien que una lógica hebraica más narrativa) ha privado al pensamiento moderno de gran parte de la paradoja y el misterio inherente a las Escrituras. Muchos eruditos modernos han observado los efectos que el pensamiento racional extremo ha tenido en la fe religiosa tanto liberal como conservadora al desmitificar los relatos bíblicos sobre milagros. Aunque la mayoría de los religiosos conservadores defenderían sin duda los milagros de sanidad reportados en las Escrituras, algunos se han mostrado abiertamente escépticos acerca del don de sanidad en la actualidad. Por otra parte, los religiosos liberales han debatido a menudo la veracidad de los relatos bíblicos sobre sanidades, rehusando creer que las sanidades divinas ocurrían entonces o que ocurren hoy día. El resultado de estas dos posiciones aparentemente dispares es notablemente el mismo: ambos grupos aceptan un dualismo cartesiano que ha separado el cuerpo del alma, repartiendo el cuerpo a los médicos y el alma a los ministros y sacerdotes. Los cristianos conservadores y liberales por igual han estado renuentes a seguir la sanidad divina como la enseñaba y practicaba Jesús.

Los eruditos han observado que la visión mundial del cristiano lleno del Espíritu requiere suposiciones acerca de la realidad diferentes de las que son comunes en el cristianismo moderno occidental, incluyendo el cristianismo contemporáneo. Éste acepta una persona tripartita pero integrada, compuesta por la mente, el cuerpo, y el espíritu, y hace borrosos los rígidos límites establecidos entre lo natural y lo sobrenatural. Esta visión mundial ofrece una perspectiva holística que refleja mejor el mundo antiguo del judaísmo, que no separaba cuidadosamente lo espiritual de lo físico. Como observa el Dr. Michael en su excelente libro sobre el Divino Sanador de Israel:

Las mentalidades bíblicas y del Cercano Oriente antiguo no separaban cuidadosamente lo espiritual de lo físico; por eso, se esperaba que el Señor (o la deidad pagana en cuestión) satisficiera las necesidades de sus devotos, proporcionándoles el perdón de los pecados, la capacidad de reproducirse, un adecuado suministro de alimentos y agua, y salud para sus cuerpos. Un Dios/dios que no pudiese sanar no sería considerado digno del nombre; por eso, virtualmente todas las deidades egipcias y mesopotámicas eran invocadas a veces para pedir la sanidad física y ayuda. La deidad era vista, al mismo tiempo, como sanadora-salvadora-liberadora, un triple cordón conceptual que no podía romperse fácilmente.

Fue a este mundo antiguo al que Jesús trajo las buenas nuevas del amor de su Padre – un amor que hizo más que simplemente “salvar” el alma. La salvación toca la persona entera – alma, espíritu, mente y cuerpo.

En suma, aunque santidad y salud gozan de la misma raíz etimológica (que refleja la antigua convicción de que el bienestar y una correcta relación con la deidad van de la mano), el pensamiento moderno ha separado la salud y la integridad de la santidad. Fue el movimiento de santidad del siglo 19 (un precursor del pentecostalismo) el que proporcionó una teología y una práctica que desafiaba las prevalecientes normas cesacionistas sobre la sanidad divina, que enseñaban que el propósito de la sanidad era sólo establecer la iglesia cristiana y ya no era para el presente. De los cientos de congregaciones de Santidad locales independientes que se formaron durante el período desde 1893 hasta 1907, muchas se convirtieron en parte del movimiento pentecostal, lo cual impactó a su vez al movimiento de la Lluvia Tardía (1950), al movimiento carismático (1960-1980) y a la actual “Tercera Ola”, durante la cual el cristianismo lleno del Espíritu se hizo más fluido y menos dogmático. En términos de creencia, práctica, y experiencias reportadas, los cristianos llenos del Espíritu, aunque representan diferentes tonalidades de la teología de sanidad, han estado al frente de la restauración del don de sanidad en la Iglesia.

Un Modelo de Sanidad “Lleno del Espíritu”

La socióloga Meredith McGuire, una médico socióloga y socióloga de la religión, que ha llevado a cabo una investigación en cristianos llenos del Espíritu, observó que la manera en que estos cristianos entendían la sanidad difiere un poco del uso secular del término – una separación que coloca su visión mundial en línea con los orígenes hebraicos del cristianismo. Dice McGuire: “No es necesario tener una enfermedad médicamente diagnosticable para experimentar la sanidad … Más importante … es que la sanidad ‘funcione’ primero y principalmente como una experiencia espiritual; los cambios físicos y socio-emocionales se esperan, pero son aspectos secundarios”. Según McGuire, “… el criterio clave para la sanidad es el proceso de “estar más cerca del Señor” (las cursivas han sido añadidas como énfasis).

Deliberadamente, elegí un marco sociológico para la sanidad divina, más bien que un marco teológico, para evitar las controversias que se suscitan frecuentemente, hasta en dirigentes llenos del Espíritu, en discusiones teológicas sobre la sanidad. La descripción y el modelo implícito de McGuire procede de su investigación sobre los cristianos carismáticos, y su abundante descripción de la data “cualitativa” (diferente de la cuantitativa o encuesta) es notablemente exacta y útil para organizar el fruto de la sanidad de la Bendición. Fue el modelo de McGuire el que Lynette Hoelter y yo usamos para analizar la data de las encuestas sobre sanidad publicadas en el Journal for the Scientific Study of Religion. El modelo incluye mediciones de rituales de avivamiento, manifestaciones, y emociones, demostrando cómo trabajan ellas juntas al efectuar cuatro clases interrelacionadas de sanidad: espiritual, interno, mental, y físico. Una relación siempre creciente con Dios es céntrica para este modelo. Sigue un resumen de estos descubrimientos, basados en los hallazgos de la encuesta TACF.

Sanidad Espiritual

La sanidad espiritual envuelve una mayor intimidad con Dios – una mayor integridad (y santidad) en la relación del creyente con él. Por supuesto, la mayor sanidad es lo que los evangélicos llaman “nacer de nuevo” – cuando la persona invita por primera vez a Jesús a entrar en su vida, comenzando así una relación que tiene el propósito de profundizarse en la intimidad divina y el amor. La encuesta de los visitantes a TACF en 1995 informó que uno por ciento de los respondientes habían hecho dedicaciones por primera vez y otro 29 por ciento habían rededicado sus vidas al Señor durante una visita al avivamiento en TACF.

Malcolm, un anglicano de 48 años de edad que escribió una carta para acompañar su encuesta, es uno de los respondientes que informaron haber rededicado su vida al Señor mientras participaba en los servicios de avivamiento. Malcolm había aceptado a Cristo como su Salvador 30 años antes y había seguido adelante con un exitoso ministerio cristiano. Según su relato, con el correr de los años, “eché a perder todo lo que hice. Es difícil comprimir la angustia diaria y mucho más durante más de 20 años en unas pocas líneas, pero créanme, no podía caer más bajo”. El contacto inicial de Malcolm con la Bendición ocurrió en Londres por medio de Eleanor Mumford, la esposa de un pastor de la Viña, cuyo ministerio había sido tocado por la visita de ella a TACF, pero él “se fue disgustado”. Malcolm afirmó que Dios había continuado persiguiéndole cuando John Arnott fue a Londres varios meses más tarde, pero Malcolm informó nuevamente que había abandonado la reunión (aunque regresó para la oración). Malcolm continúa compartiendo con otros lo que sucedió cuando visitó a TACF no mucho tiempo después de este contacto con la renovación en Londres:

Bueno, no bien hubo comenzado él (el hombre no identificado que oraba con él) cuando el Espíritu del Señor vino sobre mí; fui lleno de la sensación más increíble – y fui lanzado al suelo, derrumbado. Aunque él era un total desconocido, el Espíritu le permitió elevar oraciones tan específicas por mí, mi relación pasada con Dios, el perdón, la sanidad, la culpa, el auto-desprecio, la condenación, y hasta por mi familia que estaba lejos – aunque no había manera de que él pudiera haber sabido que yo era de otro país.

No puedo describir la maravilla… La reunión comenzó y se pone mejor cada día. Liberación instantánea de adicción a las drogas, la depresión, y los pecados sexuales; una transformación tan radical que los amigos, los colegas, y muchos de mis estudiantes de escuela preparatoria comenzaron a hacer preguntas sobre qué había sucedido para cambiarme así. Sanidad del insomnio (que me había llevado a la adicción a tabletas para dormir adquiridas ilegalmente); hasta un cambio en mi estilo de vida, actitudes al conducir el automóvil, el trabajo, el lenguaje (lenguaje de cloaca, estilo de marineros); liberación de gran ansiedad y estrés por las cuales yo era bien conocido. Un profundo sentido de total perdón, purificación, y reconciliación con Dios. Y ahora, un amor por el Señor, tan profundo, que algunas veces duele literalmente; una pasión por las almas de mis estudiantes de escuela, y otros que no conocen a Cristo; un sentido de alabanza y adoración que me pone a cantar cantos de adoración al despertar por la mañana (Caso #574).

Aunque la mayor parte de los casos tras de la cifras presentadas en este informe pueden no ser dramáticamente paulinos como el de Malcolm, la sanidad y la restauración no fue menos real. El ciclo de arrepentimiento, perdón, y un aumento en la intimidad divina continúa, y a menudo está íntimamente entrelazado con otras formas de sanidad.

Desde los primeros días, los peregrinos de TACF fueron conscientes de su pecaminosidad, su necesidad de perdón, y el llamado a una mayor santidad. Aunque rara vez se predicaron sermones durante los alegres días de las reuniones que caracterizaron los primeros años del avivamiento acerca de la necesidad de arrepentirse, el arrepentimiento todavía ocurría con regularidad al comenzar la gente a experimentar una mayor intimidad con Dios. (Nótese en la tabla más abajo que el 81% de los respondientes informaron que eran más conscientes de su pecaminosidad durante su visita a TACF durante este período). Pedro, un peregrino estadounidense a TACF, de edad mediana “nacido de nuevo” describió su experiencia como sigue:

Ciertos pecados persistentes de lascivia de los ojos y la imaginación, y accesos de ira, estaban siendo sacados a la superficie como basura y se estaba disponiendo de ellos. Entonces entendí – sólo al recibirlo pasivamente – que Dios tiene un amor implacable, interminable por mí personalmente y por cada una de las otras personas en el universo. Cuando ‘volví en mí’ (después de reposar en el Espíritu por algún tiempo) después de una de estas sesiones en el piso, le dije a Jim: “La razón de que Israel supiera que el rostro de Dios podía matarles no era la santidad justa y la justicia de Él; ¡era porque su total y directo amor les consumiría hasta dejarles en cenizas! (Caso #745).

La sanidad espiritual parece ser, pues, un proceso continuo que se construye sobre los particulares de la vida del peregrino. Para pulsar este proceso, usé varios indicadores de la encuesta para que reflejaran este fenómeno. De particular importancia eran los informes de un nuevo sentido de pecaminosidad personal, un renovado sentido del perdón de Dios, y experimentar liberación de las garras de Satanás. El arrepentimiento y el perdón continuos parecen ser centrales en el proceso de sanidad experimentada en TACF. La siguiente tabla informa de resultados de diferentes indicadores o medidas de sanidad espiritual, y también informa la incidencia de la sanidad espiritual tanto para la encuesta de 1995 como para la encuesta de 1997. Las cifras difieren un poco (dependiendo de las palabras de una pregunta particular usada para medir una faceta específica de la sanidad espiritual y debido a diferentes preguntas que se hicieron en 1997 a diferencia de 1995), pero los resultados muestran claramente que la sanidad espiritual es uno de los frutos inconfundibles de la renovación.

Es significativo que el 92 por ciento de los respondientes del seguimiento pudo informar dos años después de la encuesta de 1995 que su visita a TACF resultó en “un cambio positivo en su relación con Dios”. Aunque la discrepancia entre esta cifra y la cifra del 60 por ciento para los que reclamaron una “sanidad espiritual” indica que muchos podrían no captar un mayor amor por Dios en términos de “sanidad”, esta disparidad puede atribuirse a una diferencia semántica. Dado el hecho de que todos los ítems usados como indicadores de lo que está siendo llamado “sanidad espiritual” reflejan una actividad que tiene lugar en el espíritu de la persona (para diferenciarlo de la mente, el cuerpo, o las relaciones interpersonales), la etiqueta parece ser válida para aislar este importante fenómeno.





Frecuencias de Sanidad Espiritual

Indicadores Seleccionados Encuesta 1 Encuesta 2
Recibieron un nuevo sentido de condición pecaminosa. 81% ND
Experimentaron un renovado sentido de perdón 68% ND
Fueron librados de las garras de Satanás en la vida 55% ND
Experimentaron una sanidad espiritual ND 60%
Cambio positivo en la relación con Dios ND 92%
Dedicación en TACF por primera vez 1% ND
Rededicación a Jesús en TACF 29% ND
Llegaron a conocer el amor del Padre de una manera nueva 91% ND
Más enamorados de Jesús que nunca antes 89% ND


Lo que es de particular interés, especialmente a la luz de la discusión de la data de la encuesta presentada en Parte Uno, es el efecto que tienen las manifestaciones y las emociones en la sanidad espiritual. Todos los respondientes asistieron por lo menos a un servicio de renovación en TACF, y el 97 por ciento recibió la oración por lo menos una vez de un equipo de oración, recibiendo el 3 por ciento oración más de 50 veces. Entre estos dos extremos de la gama, había una mediana de 8, indicando que el 50 por ciento de los respondientes recibió oración menos de 8 veces y 50 por ciento más de 8 veces. El promedio fue de 13 veces, y el modo (el número solo más frecuente) fue 3. Informo este detalle porque la frecuencia de la oración elevada por un equipo de oración estuvo relacionada positivamente con la experiencia una amplia gama de manifestaciones (r=.18) y con la sanidad espiritual (r=.24). En otras palabras, los que recibieron más oración en TACF tenían más probabilidades de experimentar tanto un número mayor de manifestaciones y sanidad espiritual que lo que recibieron menos oraciones. Lo que no está claro en este análisis bivariado (usando sólo dos variables a la vez) es si alguna otra variable es la causante de la variable dependiente (la sanidad espiritual) y si las manifestaciones o la oración eran más importantes para explicar la variable dependiente.

La cuestión que mi coautora Lynette Hoelter y yo intentamos contestar al desarrollar un modelo holístico de sanidad carismática (usando el “análisis multivariado” que incluía más de dos variables en el modelo) se centró en diferentes factores ligados en correlaciones bivariadas (usando sólo dos variables). ¿Es la oración presentada por equipos de oración lo que mejor explica la sanidad? ¿Las manifestaciones? ¿Las respuestas emocionales? Todos estos ítems están interrelacionados, pero pueden hacerse intentos de desenredar el nudo retorcido usando pruebas estadísticas.

Empleando lo que los estadísticos llaman “regresión múltiple”, (un tipo de análisis multivariado), sometimos a prueba los efectos de la oración presentada por equipos de oración, la gama de manifestaciones, y las respuestas emocionales positivas sobre la sanidad espiritual. Este procedimiento nos permitió establecer cuáles de estos factores tenían la relación más fuerte con las experiencias de sanidad espiritual. Descubrimos que el solo correlativo más importante para la sanidad espiritual era los informes de efectos positivos. Sentimientos de paz, amor, gozo, etc. – lo que llamamos “respuestas emocionales positivas” – demostraron la relación más fuerte con la sanidad espiritual.

Dicho de otro modo, aunque hay relaciones estadísticamente significativas entre recibir oración por equipos de oración, la incidencia de las manifestaciones y la respuesta emocional con sanidad espiritual no son igual de fuertes. Por ejemplo, la sanidad espiritual fue experimentada por algunos que no recibieron a los miembros de equipos de oración, apoyando las observaciones de que hay peregrinos que son impactados durante el servicio (especialmente durante la adoración) sin la ayuda de la oración. De modo similar, algunos peregrinos experimentaron intensa sanidad espiritual sin mostrar ninguna manifestación física. Aunque la data de la encuesta no nos permite probar la causalidad, es probable que las respuestas emocionales positivas, gozo y amor relacionadas con la sanidad espiritual fuesen causadas por una fuerza fuera de los límites de la investigación empírica – a saber, por el poder del Espíritu Santo. Es claro que el Espíritu Santo puede moverse en los corazones sin mediación, con o sin la ayuda del equipo de oración y con o sin manifestaciones particulares.

El análisis estadística sí indica, sin embargo, que, con frecuencia, Dios usa factores externos para profundizar la intimidad divina, incluyendo la oración de otros y las manifestaciones. La oración de un equipo de oración fue el segundo factor más importante en el modelo que efectuó la sanidad espiritual. Los que experimentaron más oración eran ligeramente más probables que informasen una anotación más alta en el índice de sanidad espiritual que los que recibieron menos oración. Las manifestaciones (pero no cualquier manifestación particular) también contribuyeron a explicar una incidencia más alta de sanidad espiritual. Los que reportaron una gama más amplia de manifestaciones tuvieron más altas anotaciones en el índice de sanidad espiritual.

En suma, no podemos decir que cualquier factor solo – la oración por un equipo de oración, las manifestaciones, ni siquiera las repuestas emocionales positivas – es absolutamente necesario para la sanidad espiritual. Parecen trabajar juntos para efectuar la sanidad en la mayor parte de la gente. Lo que podemos decir con alguna certeza, sin embargo, es que todos estos factores pueden estar envueltos, a menudo uno tras del otro, en el proceso de sanidad en diferentes personas. Aunque algunos posiblemente deseen que Dios trabajase en formas más cerebrales, está claro que Él está usando las oraciones de voluntarios anónimos y sin rostro de equipos de oración, las controversiales manifestaciones, e intensas experiencias emocionales para acercar más a la gente a sí mismo.

En la base del proceso de sanidad espiritual está el reconocimiento de la pecaminosidad personal, el arrepentimiento, el perdón, y la liberación, lo cual parece facilitar un aumento en la intimidad divina. Mientras más cerca de Dios está la gente, más probable es que diga con Isaías: “¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos”. (Isa. 6:5). A su vez, reconocer la propia pobreza espiritual parece acercar a las personas más a Dios.

El proceso ha continuado, como lo indican los resultados reportados en la Tabla de Sanidad Espiritual. La sanidad espiritual es más que una fugaz “exaltación emocional” que no deja ningún impacto duradero. Más del 90 por ciento de los que respondieron a la encuesta de seguimiento indicaron que tuvieron una relación más estrecha con Dios en 1997 que la que habían tenido en 1995. Según el modelo, la restauración o la profundización de la relación del peregrino con Dios es la forma más común de sanidad. Es también la forma que es central para comprender otras formas de sanidad, especialmente para lo que se ha llamado sanidad interior o emocional.

Sanidad Interior o Emocional

La sanidad interior o emocional, también conocido algunas veces como sanidad de los recuerdos, ha estado en uso por consejeros cristianos laicos y profesionales por casi cinco décadas. Introducido en la década de 1950 por Agnes Sanford, una mujer laica episcopal, la sanidad interior ganó seguidores durante el apogeo de Movimiento Carismático (particularmente en los sectores católicos y episcopales) y continúa siendo usado en la consejería cristiana tanto profesional como eclesiástica. Se han establecido varios ministerios para enseñar y administrar la sanidad interior, incluyendo los de Neal Anderson, Chester y Betsy Kylstra, Francis y Judith MacNutt, Leanne Paine, John y Paula Sanford, Ed Smith, y Siang Yang Tan, para nombrar sólo a algunos.

Aunque las técnicas de sanidad interior han sido populares por décadas con ministros de oración y consejeros carismáticos de iglesia, en TACF hubo poco tiempo para ministrar la sanidad interior de una manera más tradicional, en la cual el consejero era un instrumento cognoscitivo por medio del cual se creía que fluía el Espíritu. Debido a las demandas de oración de los millares de personas que podrían estar esperando oración, a los oradores de TACF se les instó a no usar las tradicionales técnicas de consejo sobre la oración, en las cuales ellos dialogan primero con la persona por la cual van a orar. En ausencia del diálogo, el Espíritu Santo parecía asumir el control como Consejero, proporcionando imágenes terapéuticas y algunas veces penetraciones proféticas para facilitar el proceso, por lo general sin ningún involucramiento cognoscitivo activo por parte del que oraba.

Los testimonios sobre sanidad interior son comunes en TACF, reflejando las estadísticas de encuestas que reportan que el 88 por ciento de los respondientes aseguraron haber recibido una sanidad interior o emocional como resultado de su encuentro con la renovación. Los siguientes dos testimonios cortos añadidos a las respuestas de la encuesta de 1995 proporcionan ilustraciones de tales testimonies.

Pero, antes de que yo tuviese una oportunidad de decir nada, me miró y dijo: ‘Cathy, tienes un hermoso rostro’. Dije ‘gracias’ (pero pensé: Si sólo supiera qué fea me siento). Él no lo sabía, pero el Señor sí. Aquellas palabras dirigidas a mí por él (un miembro del equipo de oración) bajo la inspiración del Espíritu Santo me curaron de aquel sentimiento. No me he sentido fea desde entonces, la confianza en mí misma ha aumentado, y mi gratitud hacia mi Padre Creador por haberme creado me acercó a Él más y más. (Caso #244).

Regresé a TACF a fines de enero de 1995 y me sentí sumamente bendecida. Ese día recibí el toque más significativo de Dios que he recibido en mis cuatro visitas a TACF. Durante la enseñanza de Mary Audrey sobre el perdón, el Espíritu Santo me mostró la causa de mi alta presión arterial. Era acerca del odio intenso de mi (difunto) padre hacia mí. Pude perdonarle, y supe que mi presión sanguínea había regresado a la normalidad. Esto fue confirmado en la siguiente visita al médico. (Caso #050).

La sanidad interior ha sido descrita por Ruth Carter Stapleton (la difunta hermana del ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter) como “la experiencia en la cual el Espíritu Santo restaura la salud a las áreas más profundas de nuestras vidas eliminando la causa de nuestros dolores y sufrimientos”. Es en dos frentes, como puede verse en las dos citas que se acaban de dar: envuelve una aceptación/un perdón del yo y otra aceptación/un perdón de otros.

Retrospectivamente, lamento no haber hecho más preguntas para pulsar diferentes facetas de lo que se está llamando sanidad interior (algunas veces “sanidad de los recuerdos”), porque la experiencia estaba extendida en las reuniones de renovación en TACF. Su complejidad se refleja en el testimonio de Malcolm, así como en los que se han reportado arriba. Aunque las medidas usadas en la encuesta son algo bastas, los hallazgos proporcionan una importante penetración para este complejo proceso que estamos discutiendo como sanidad holística.

Podría decirse que la sanidad espiritual es acerca del Primer Gran Mandamiento, es decir, amar a Dios sobre todas las cosas – recibir poder para amarle porque primero él nos amó a nosotros. La sanidad interior está relacionada con el Segundo Gran Mandamiento, a saber, amar al prójimo como a nosotros mismos. La sanidad interior toca áreas de daño emocional, trayendo con él un cambio duradero que permite a los que son sanados entrar en una relación más amorosa con otros, así como con Dios. La interconexión entre la sanidad espiritual y el interior se refleja en la declaración de misión de TACF, que puede encontrarse en un gran letrero que se extiende en la parte trasera de la pared del auditorio: “Para que andemos en el amor de Dios, y luego lo compartamos con otros”. Como hemos visto, la abrumadora mayoría de los respondientes han sido refrescados por la Bendición del Padre. Al experimentar los hombres y las mujeres un nuevo sentido del amor, el perdón, y la sanidad espiritual de Dios, los resultados de la encuesta indican que están en mejores condiciones de amar y aceptarse a sí mismos y a los demás.

Los principales resultados de la encuesta relativos a la sanidad interior son presentados en la siguiente tabla de acuerdo a si la estadística procedió de la encuesta original (Encuesta 1) o del seguimiento (Encuesta 2).



Frecuencia de las Sanidades Interiores o Emocionales

Medida (Personal/Relacional)
Encuesta 1 Encuesta 2
1995 1997
Recibieron sanidad interior 88% ND
Más enamorados del cónyuge 88% 89%
Recibieron sanidad emocional ND 57%
Retuvieron sanidad emocional ND 90%
La visita a TACF me cambió 90% ND
Otros comentaron el cambio 70% ND

En resumen, la mayoría de los respondientes a la encuesta descubrieron que habían sido cambiados por su visita al avivamiento de TACF, indicando por lo general que otros habían comentado los cambios. Las experiencias de sanidad interior son comunes, y a menudo están acompañadas de visiones y manifestaciones. Es notable que el 90 por ciento de los respondientes al seguimiento indicaron que conservaron la sanidad interior reportada en la encuesta de 1995.

La sanidad interior no es simplemente acerca del yo, sino que también impacta las relaciones. Tal vez una de las mejores ilustraciones de este hecho es que el 88 por ciento de los respondientes de la Encuesta 1 que estaban casados aseguran que quedaron más enamorados de sus cónyuges como resultado de su visita a TACF. Este hallazgo persistió en la Encuesta 2, en la cual el 89 por ciento de los respondientes continuaron afirmando el cambio positivo reportado en su relación con sus cónyuges. Uno de varios relatos cualitativos que completa esta estadística de encuesta vino de un hombre de cuarenta y cuatro años de edad que se describió a sí mismo como “un francófono de la provincia de Québec”. Contó cómo su matrimonio se transformó por medio del don de la risa:

Las dos primeras veces que fui a la iglesia de Toronto, mi matrimonio y mi esposa habían estado sufriendo profundamente por los errores del pasado. Fue sólo en el último minuto que mi esposa decidió ir conmigo. Eso no era lo que ella esperaba hacer; estaba planeando abandonarme. Fue milagroso. Mi esposa ha recibido un gran don de gozo y ‘risa santa’ que se reactiva cada vez que hay tensión entre ella y yo. Y, usted comprende, mi matrimonio y nuestros corazones están en un continuo proceso de sanidad. Ahora tenemos una profunda confianza y un profundo amor el uno por el otro porque el espíritu del Señor nos une excepcionalmente en todo (Caso #400).

A menudo, el cónyuge era la persona que primero notaba los cambios significativos producidos por la sanidad interior. Un esposo pentecostal europeo occidental cuarentón escribió:

La razón de que yo esperase tanto para llenar el cuestionario es simple. ¡Había experimentado un cambio tan dramático en mi vida que no podía creerlo! La primera persona que lo reconoció fue, por supuesto, mi esposa. Yo sufría de una profunda ira causada por traumas en mi niñez. En esta ocasión en Toronto, el Señor me mostró la razón de mi problema (yo no era consciente de ella) e inició el proceso de sanidad. Todavía no ha terminado, pero ya no he vuelto a tener más ‘explosiones’. ¡Alabado sea Dios! (Caso #797).

Al hacer un análisis de regresión múltiple sobre la data de la encuesta para someter a prueba aún más al modelo holístico que hemos estado usando para encuadrar la data de la sanidad, se encontró que tanto las manifestaciones físicas como las respuestas emocionales (indicadas por el testimonio proporcionado en el caso #400) están relacionadas con el proceso de sanidad interior. Los que reportaron un ámbito más amplio de manifestaciones y los que indicaron tener respuestas emocionales positivas asociadas con estas manifestaciones tienen una probabilidad ligeramente mayor de reportar que recibieron una sanidad emocional.

Sin embargo, una relación mucho más fuerte se encuentra entre la sanidad espiritual y la sanidad interior, proporcionando algún apoyo estadístico para la interrelación de los dos componentes del Gran Mandamiento. Los que reportaron índices mayores de sanidad espiritual tenían también una mayor probabilidad de reportar que habían experimentado una sanidad interior o emocional. Los que experimentaron toques recientes de la presencia de Dios eran los que con mayor probabilidad experimentaron una autoaceptación santa y una capacidad para amar aún a los que antes era imposible amar. En las palabras de un buen amigo que con frecuencia testifica del cambio que TACF ha efectuado en su vida, “me sentí como si estuviera siendo bañado en ‘amor líquido’ – no sé de qué otra manera describirlo. ¡El amor de Dios fluía por completo a través de mí! Yo nunca había amado a otras personas – no realmente. Ahora Dios me ha dado una increíble cantidad de amor por los demás. Soy una persona completamente diferente”.

Sanidad Mental y Física

Aunque no recibí oración aquella noche (el lugar estaba demasiado lleno), permanecí de pie por largo tiempo, sólo esperando algo en Dios y preguntándole por qué no me sanaba de mi desorden al comer. Finalmente, me dijo: “Si me amas, ¿por qué no me obedeces?” En realidad no escuché su voz, pero el pensamiento era fuerte y claro en mi cabeza. Luego, me dio un espíritu de obediencia, junto con el reconocimiento en mi corazón de que mi cuerpo era realmente suyo y que yo ya no podía tratarlo mal. A mediados de octubre de 1994, estaba en TACF nuevamente y fue librado de la bulimia. He permanecido libre de esa compulsión por comer por más de un año (Caso #233).

Pasé ocho meses hospitalizado por depresión clínica con tendencias suicidas. Mejoré por medio de consejería, pero sólo estaba fingiendo. Desde que experimenté este movimiento del Espíritu, he estado sano de todo mi dolor del pasado. ¡Desapareció! Lo que la consejería nunca pudo hacer, Dios lo hizo en cuestión de minutos en el piso (Caso #1501).

La sanidad espiritual y la sanidad interior fueron experiencias comunes – hasta cierto punto, casi universales – entre los participantes en este estudio. Hubo también un grupo más pequeño pero significativo de respondientes que, en el cuestionario original, aseguraron haber recibido o sanidad física (21%) o sanidad de un problema de salud mental diagnosticado clínicamente (6%). El cuestionario de seguimiento incluía preguntas para establecer si la sanidad había durado. El veintisiete por ciento (27%) de los respondientes del seguimiento reportaron una sanidad física, y el 4 por ciento una sanidad de un problema mental clínicamente diagnosticado. Ambos ítems incluían una pregunta relacionada con si el respondiente todavía estaba libre del problema físico o mental que se había reportado como curado. El 27 por ciento de aquéllos que aseguraban haber recibido sanidad mental en la encuesta de 1995 y el 4 por ciento de los que reportaron una sanidad mental respondieron afirmativamente dos años más tarde. Nadie reportó haber “perdido” la sanidad que había experimentado como resultado de su visita a TACF.

La data existente indica que aproximadamente un tercio de los estadounidenses utilizan la oración para “sanidad y la conservación de la salud” en casos de enfermedad tanto aguda como crónica. La oración parece ser usada como suplemento de la biomedicina y no como reemplazo de ella. Aproximadamente el mismo número que usa la oración para sanidad también afirma que, por lo menos a veces, han recibido sanidad como resultado de la oración. Las cifras de la encuesta de TACF envuelven un tiempo y una situación particulares, más bien que el amplio espacio de tiempo cubierto en preguntas generales de encuesta sobre oración y sanidad, así que los dos grupos no son en realidad comparables. Los grupos son similares en que tanto TACF como los grupos de población en general afirman remedios biomédicos, pero también usan el poder de la oración para sanar.

Los que estudian la oración y la sanidad todavía no han proporcionado una definición satisfactoria de la oración, y este es uno de los problemas que continúa obsesionando a los investigadores mientras intentan estudiar los efectos de la oración sobre la salud. De la misma manera que la oración ha sido un fenómeno un tanto escurridizo para los científicos sociales y de la conducta que intentan medirlo, hubo problemas al medir la oración en la encuesta de TACF. La medida empírica usada fue el número de veces que un respondiente recibía oración de un equipo de oración. Los análisis bivariados que intentaron relacionar la sanidad física y mental con la oración no encontraron ninguna estadísticamente significativa entre la oración presentada por equipos de oración y la sanidad. Los informes de sanidad física y mental no estaban directamente relacionados con la oración ofrecida por equipos de oración, las manifestaciones físicas, respuestas emocionales positivas.

Sin embargo, la sanidad tanto física como mental sí demostraron relaciones pequeñas pero estadísticamente significativas con la sanidad espiritual y con la sanidad interior. La reconciliación con Dios, consigo mismo, y con el prójimo sí parece jugar un papel en ser sanado de enfermedades mentales y físicas.
Como ha observado Meredith McGuire, basándose en su investigación cualitativa sobre la sanidad carismático cristiano, la “relación con el Señor” es el punto sobre el cual gira la comprensión de la sanidad holística como lo creen y lo practican los cristianos llenos del Espíritu Santo. Su modelo, incluyendo la centralidad de la sanidad espiritual, recibe algún apoyo de la data cuantitativa presentada aquí. La sanidad espiritual parece ser una clave (aunque no la única) para explicar otras formas de sanidad. Al experimentar la gente una relación más estrecha con Dios, a menudo experimentan la sanidad de antiguas lesiones y heridas, que posiblemente traen consigo la curación de enfermedades físicas y mentales.

Jesús nos dice en Juan 10:10:“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Lo que Jesús ha prometido a sus seguidores – a lo que muchos autores modernos se refieren como sanidad holística – se está cumpliendo de una manera particularmente dramática por medio de la actual renovación y el actual avivamiento. Este patrón holístico incluye el cuerpo, la mente, el espíritu, las emociones, y las relaciones, pero se centra en alrededor de una relación con Dios renovada y revitalizada.

Al concluir esta sección y reflexionar sobre el paso a la siguiente, recuerdo las palabras de Jesús a Pedro: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Lucas 22:31). Como Pedro, muchos respondientes han experimentado sus propias debilidades y el amor perdonador y sanador de Dios. Muchos están también experimentando un nuevo y renovado poder para fortalecer a sus hermanos y hermanas.

Capacitación y Servicio

La Iglesia Episcopal de San Lucas en Akron, Ohio, tiene por lema: “Bendecidos para ser bendición”. No puede haber ninguna duda, a partir de los resultados de la encuesta, de que la vasta mayoría de los respondientes que han visitado TACF experimentaron grandes bendiciones en sus vidas. Pero, ¿han progresado de recibir simplemente la bendición para ser bendición? ¿Es la experiencia de la Bendición de Toronto tan sólo otra cúspide espiritual que refleja un “narcisismo espiritual”, como han denunciado algunos críticos, o capacita y conduce a un servicio de amor? Exploré esta cuestión de manera preliminar en la encuesta de 1995 y luego expandí el tema en la encuesta de seguimiento de 1997.

Las preguntas preliminares y exploratorias hechas en 1995 indicaron que de la Bendición había salido tanto capacitación como extensión limitada. Noventa y uno por ciento (91%) de los respondientes indicaron que habían experimentado el amor del Padre de una manera nueva, y 89 por ciento aseguraron que estaban más enamorados de Jesús que nunca antes. Este elevado sentido del amor de Dios es algo que la vasta mayoría de los respondientes estaban ansiosos por compartir – por lo menos con otros creyentes. El noventa por ciento (90%) de los respondientes invitaron a amigos cristianos a asistir a TACF y el 82 por ciento dijo que “hablar con Jesús era ahora más importante que nunca antes”.

Una significativa minoría de respondientes que completaron la encuesta de seguimiento de 1997 informaron que se habían involucrado más en alcanzar y servir a otros como resultado de sus experiencias en TACF. Teniendo en cuenta que casi la mitad de los respondientes eran pastores o dirigentes de iglesia ya muy comprometidos con sus iglesias, el 47 por ciento todavía indicó que estaba más involucrado en sus iglesias de lo que lo estaban antes de ir a TACF. En el estudio de seguimiento, yo había expandido los ítems que medían la capacitación y el alcanzar a otros, resúmenes de los cuales pueden encontrarse en las dos tablas siguientes. En la tabla siguiente, vemos las cifras sobre el aumento de la capacitación adscritos a la recepción de la bendición del Padre por medio de la actual renovación.


Respondientes del Seguimiento indicando el aumento en Capacitación

Descripción de la capacitación % de aumento % de disminución
Recibiendo palabras proféticas 62% 3%
Recibiendo palabras de conocimiento 47% 3%


Intercesión profética 48% 3%
Oraciones usadas para sanar a otros físicamente 34% 4%
Oraciones usadas para sanar a otros emocionalmente 49% 3%
Usados en liberación 27% 2%
Recibieron sueños proféticos 41% 3%

Es importante recordar que estas cifras representan un aumento y una disminución en el uso de dones espirituales particulares. Puede que algunos estén operando en estos dones, y no hayan experimentado ningún aumento particular a través de la renovación, mientras que otros posiblemente no hayan experimentado ninguno en absoluto. Parece claramente evidente que muchos individuos creen que se están moviendo en un poder mucho mayor del Espíritu en 1997 que en los días antes de la renovación. Es más probable que ellos experimenten varias formas de profecía y sean usados en ministerios de sanidad y liberación.


Respondientes de seguimiento, indicando un aumento en servicio y el alcance de otros

Descripción del Indicador % de Aumento
Alcance personal de los pobres y los sin hogar 24%
Más limosnas para los pobres 35%
Más ayuda para actividades misioneras 44%
Otras obras de misericordia (visitas a los presos) 20%
Ofrecimiento de ayuda a los amigos 64%
Ofrecimiento de ayuda a conocidos 57%
Visitas a los enfermos 34%
Servicio a la iglesia 55%
Llevar a otros a Cristo 25%


Pero, ¿está teniendo esta capacitación un impacto en la tarea de alcanzar a otros y servirles? Se hicieron preguntas adicionales sobre otras formas de ministerio a los demás en la encuesta de seguimiento de 1997, como se muestra en la tabla de más arriba. A los respondientes de la encuesta de seguimiento se les pidió que seleccionaran de una lista las áreas de servicio en que se habían involucrado más como resultado de la bendición. La tabla precedente presenta la evidencia básica que trata de la cuestión importante de vivir el Gran Mandamiento de amor y la Gran Comisión de evangelismo. Parece, basándonos en este resumen de los resultados de la encuesta, que una considerable minoría ha aumentado su alcance a otros y su servicio como resultado de sus encuentros personales con Dios en TACF. Muchos tienen mayores probabilidades de ofrecer ayuda a amigos, familiares, y miembros de iglesia, y se dice que están contribuyendo más para actividades misioneras y para los pobres.

Modelo Sociológico para la Sanidad, la Capacitación y el Servicio


Antes de que terminemos esta discusión sobre la capacitación y el servicio, me gustaría proponer un modelo que demuestre la interrelación de los temas que hemos estado considerando. Hemos estado presentando hallazgos sobre diferentes facetas de la renovación – manifestaciones, formas de sanidad, capacitación, y servicio – todas las cuales son piezas de un mosaico mayor que es necesario mantener enfocado.

Para facilitar un análisis estadístico más sofisticado, he creado una escala de capacitación de 7 ítems y una escala de servicio de 8 ítems (usando los ítems que se encuentran en las respectivas tablas). La media y la mediana de la escala de capacitación fue 3, indicando que la persona promedio reportó haber experimentado tres de las siete medidas de capacitación. Uno en cinco (20%) reportó no haber experimentado ninguno de los ítems de capacitación; uno en veinte (5%) experimentó todos los siete. El promedio para la escala de servicio era 3.6, con una mediana de 4 (indicando que el 50% de los respondientes reportaron menos de 4 alcances y 50% reportaron más de 4). Dieciséis por ciento (16%) indicó que no se habían involucrado en ningún servicio aumentado como resultado de la renovación; el 23 por ciento reportó un aumento de seis o más actividades de alcance como resultado de la bendición de la renovación.

El modelo propuesto incluye siete ítems para la prueba por medio del análisis correlacional bivariado: la experiencia de las manifestaciones físicas, la sanidad espiritual, la sanidad interior/emocional, ser sanado de un desorden mental clínicamente diagnosticado, sanidad física, y las dos nuevas escalas de capacitación y servicio. Las correlaciones o relaciones entre las variables se encuentran en la tabla siguiente.

Relación Entre Manifestaciones, Sanidad, Capacitación, y Servicio

Manifes San esp San int San men San fís Capac Serv
Manifes 1.00 .24*** .19*** NS .07* .16*** NS

Sane sp 1.00 .46*** .19*** .15*** .16** .19***
San int 1.00 .14*** .19*** .17** .12*
San ment 1.00 .12*** .13* NS
San fís 1.00 NS NS
Capacit 1.00 .32***
Servicio 1.00

Los que están más familiarizados con correlaciones estadísticas verán inmediatamente en la tabla que la mayoría de las variables seleccionadas para el modelo están relacionadas entre sí. De particular importancia es que el rango de manifestaciones (r=.16), la experiencia de sanidad espiritual (r=.16), sanidad interior (r=.17), y la sanidad de un desorden mental (r=.13) están todas relacionadas con el estar espiritualmente capacitados. También notable es que la sanidad espiritual (r=.19), la sanidad interior (r=.12), y la capacitación (.32) muestran estadísticamente significativas correlaciones con el servicio o el alcanzar a otros. Un estudio cuidadoso de la tabla demostrará también la interrelación de los ítems de sanidad o discutidos antes en esta monografía.

La cuestión que deseo explorar al terminar esta sección es ésta: ¿cuál de las variables del modelo tiene el mayor impacto sobre la capacitación y el servicio? Para esto, nos volvemos a un procedimiento usado anteriormente llamado regresión múltiple. Puede usarse para establecer la importancia relativa de cada uno de estos ítems para una mayor capacitación y un mayor servicio.

Primero, “regresé” la escala de capacitación en los cuatro tipos de sanidad y el número total de diferentes manifestaciones experimentadas. Aunque las correlaciones simples bivariadas reportadas arriba demuestran una relación entre tres de las cuatro formas de sanidad y capacitación (véase la tabla anterior), los resultados de los análisis de regresión múltiple muestran que sólo la relación para la sanidad espiritual y la capacitación es estadísticamente significativa. En otras palabras, es la sanidad espiritual (más bien que la sanidad físico, mental, o emocional, las respuestas emocionales, o las manifestaciones) lo que constituye la fuente primaria de mayor capacitación. Los que han experimentado una fuerte dosis de la divina misericordia ofrecida por la Bendición del Padre tienen más probabilidades de experimentar capacitación que los que no la tienen.

Cuando añadí la frecuencia de las manifestaciones a la anterior ecuación, la sanidad espiritual continuó siendo claramente el más importante anticipador de una mayor capacitación. Sin embargo, las manifestaciones sí parecen jugar un papel de menor importancia como indicadores de un mayor poder. Se encontró algún apoyo limitado en la ecuación multivariada para sustentar la relación bivariada entre las manifestaciones y la capacitación reportada en la tabla anterior.

En suma, por medio de los resultados proporcionados por análisis de regresión múltiple podemos clasificar dos importantes hallazgos: (1) la sanidad espiritual (conocer la pecaminosidad propia y experimentar el perdón) es esencial para una mayor capacitación en los temas estudiados, y (2) las manifestaciones parecen ser lo que el Dr. Grant Mullen ha indicado, a saber, una “luz parpadeante” que indica que el Espíritu está realmente trabajando capacitando creyentes con dones espirituales.

En otro análisis de regresión múltiple, me enfoqué en el servicio y el alcance de otros. En este modelo, usé las mismas variables que las empleadas para explorar la capacitación (manifestaciones y formas de sanidad), y añadí la escala de capacitación a la lista de variables independientes. La pregunta que estaba tratando de responder: ¿es la capacitación un catalizador al servicio de otros aunque otras variables (manifestaciones y varias experiencias de sanidad) permanezcan constantes? Las relaciones bivariadas que se muestran en la tabla anterior indican que la sanidad espiritual (r=.19), la sanidad interior (r=.12), y la capacitación (r=.32) son todos correlativos significativos de un mayor servicio y alcance a otros. Los resultados del análisis multivariado muestran que la sanidad espiritual continúa demostrando tener una pequeña relación con el aumento en servicio (hasta para los que puedan haber tenido una anotación menor en la escala de capacitación), pero que la capacitación demuestra ser el principal predictor de servicio y alcance a otros.

Los resultados de este análisis de regresión múltiple proporcionan dos importantes porciones de información acerca de los que con mayor probabilidad alcanzarán a otros en servicio: (1) obtuvieron anotaciones más altas en capacitación, para, con mayor probabilidad, experimentar el ser usados en profecía, sanidad, y otros dones espirituales; (2) obtuvieron una mayor anotación sobre sanidad espiritual, indicando una mayor conciencia de su pecaminosidad y una experiencia de perdón reciente.

Los hallazgos presentados aquí demuestran que, para muchos, hay una relación entre ser bendecidos y poder bendecir a otros. El centro del avivamiento de TACF acerca de conocer la profundidad del amor del Padre parece estar rindiendo buenos frutos – frutos que van más allá de la restauración individual para bendecir a la comunidad mayor. En el corazón de este proceso está lo que se ha llamado la sanidad espiritual, un reconocimiento de la propia condición pecaminosa y la experiencia del perdón divino. A su vez, la sanidad espiritual parece estar entrelazado con la sanidad interior, y a veces impacta la salud tanto mental como física. En suma, la sanidad espiritual parece ser un importante catalizador para la capacitación o para ser “revestido de poder de lo alto”, y la capacitación, a su vez, facilita el alcanzar a otros y servirles.

MÁS ACERCA DEL AMOR DEL PADRE

Lo que esperamos haber hecho por medio del uso de la data de las encuestas y las estadísticas en la Parte Dos ha sido demostrar que la renovación en TACF ha producido mucho fruto en las vidas personales de los participantes. La misma historia del amor del Padre puede (afortunadamente) presentarse de manera mucho más simple, como lo hicieron muchos de los respondientes cuando se les pidió, en el cuestionario de seguimiento, que “describieran una bendición especial de este avivamiento con un par de palabras”. La mayoría de estos comentarios abiertos reflejan el tedioso análisis que he compartido con mis lectores aquí. A continuación, una muestra de ellos:

Mi relación con el Padre es mucho más profunda; nunca podría estar satisfecho con lo poco que antes tenía (Caso #1465).

Dios es bueno. Es real – y poderoso. Y realmente nos ama, a ti y a mí. Y es bueno experimentar su amor. (Caso #328).

Me he acercado más a Dios, y he sentido su amor con tanto poder que puedo oír sus palabras – por medio de las Escrituras, por medio de la oración, por medio de los amigos, y por medio de las enseñanzas y las palabras que Él envía personalmente (Caso #301).

“Jesús ama; Jesús sana” (Caso #182).

“Tengo más amor hacia Dios y hacia los demás – y anhelo tener aún más” (Caso #243).

“Restauración del amor del Padre y el don profético de equipar y aconsejar en oración” (Caso #1424).

Estas respuestas de una sola línea representan cientos de comentarios similares hechos por respondientes a las encuestas que reflejan las cifras y las estadísticas proporcionadas aquí. Relatos similares han sido presentados repetidamente en forma narrativa, y pueden encontrarse en los testimonios presentados en libros y publicaciones periódicas (especialmente en Spread the Fire, la revista de TACF sobre la renovación). La evidencia anecdótica (quizás mucho menos tediosa de leer y compartir) sobre la bendición del Padre está en armonía con las estadísticas presentadas aquí.

Como dice de manera concisa Warren Marcus, productor de la película Go Inside the Toronto Blessing en su narración introductoria: “Todo se trata del amor”. La bendición del Padre es acerca del amor de Dios por sus hijos y la restauración de ellos. Es el amor de Dios el que sana y da el poder a los que han sido bendecidos para salir a bendecir a los demás.

Epílogo:
El Futuro del avivamiento


David Hilborn, Consejero Teológico de la Alianza Evangélica del Reino Unido, y Coordinador de la Comisión de la Alianza para la Unidad y la Verdad entre los Evangélicos (ACUTE), ha producido recientemente una colección editada de artículos sobre la “Bendición de Toronto”, titulada ‘Toronto’ en Perspectiva (ACUTE:2001). Uno de los que contribuyeron, Martin Davie (p. 42), hizo la siguiente observación, que me gustaría considerar en esta sección final. Davie hace la siguiente pregunta: “¿Cuáles han sido los resultados de la Bendición?”, y responde a la pregunta como sigue:

Aparte de la investigación sociológica actual de Margaret Poloma, un ejemplo muy reciente de la cual se incluye más adelante en el libro, parece haberse hecho muy poco trabajo académico sobre el impacto a largo plazo de TTB [The Toronto Blessing] en los más o menos siete años transcurridos desde que surgió por primera vez. En ausencia de esta investigación, es imposible ser más que tentativo sobre lo que ha sido su efecto más profundo. Sin embargo, la evidencia anecdótica indica que la experiencia de Toronto fue un momento crucial en las vidas de muchos individuos y muchas comunidades cristianas alrededor del mundo, dando como resultado un caminar más cerca de Dios, mayor celo y actividad evangelísticos, y la fundación de nuevas iglesias y misiones. Lo que no ha resultado, sin embargo, ha sido la ola de avivamiento que muchos esperaban en 1994 y en 1995. Tanto la iglesia en general como el mundo fuera de la iglesia han permanecido mayormente sin ser afectados por la Bendición y la declinación de la Iglesia Occidental continúa como antes.

Hay pocas dudas de que la vasta mayoría de los respondientes a la encuesta experimentaron el amor y el poder de Dios de manera dramática en TACF. El noventa y cuatro por ciento (94%) de los respondientes de 1997 concordaron o estuvieron vigorosamente de acuerdo con la declaración: “En este momento, me siento más seguro que nunca de que mis experiencias con Dios son reales”. Sólo el 6 por ciento estuvo de acuerdo o no expresó ninguna opinión sobre lo siguiente: “La renovación parece haber pasado por mi lado sin haberme tocado nunca en realidad”. La gran mayoría continuó segura, dos años después de la encuesta original, de que el avivamiento en TACF había tenido un impacto definido y duradero en sus vidas. Al mismo tiempo, las respuestas de 1997 a otros indicadores revelan alguna ambivalencia sobre el estado del avivamiento en ese momento.

La mayoría de los que respondieron a la encuesta de seguimiento todavía “nadaban en el río” (para usar una popular metáfora de la renovación) en 1997, pero sospecho que muchos de ellos han escalado las orillas. Ya en el tiempo de la segunda encuesta, los respondientes estaban divididos acerca de la situación del avivamiento. El cincuenta y seis por ciento (56%) de los respondientes discreparon con la afirmación de que el “poder (de la renovación) parece más débil de lo que una vez fue”, pero el 44 por ciento o estuvieron de acuerdo o no expresaron ninguna opinión sobre si el nivel del río estaba bajando o no.

Los respondientes estaban divididos casi en partes iguales en cuanto a si la renovación “había impactado la iglesia mayor” en su país, habiendo respondido afirmativamente el 51 por ciento y no opinando o respondiendo negativamente el 49 por ciento. También están divididos casi en partes iguales sobre el papel que han jugado los críticos en la alteración del curso del avivamiento. El cuarenta y cinco por ciento (45%) expresó la opinión de que “los críticos han jugado un papel significativo en evitar que se extendiese la renovación”, mientras que el 55 por ciento no estuvo de acuerdo o no opinó.

Sin embargo, al momento de la encuesta de 1997, pocos estuvieron dispuestos a aceptar que el río se había secado. Sólo una pequeña minoría de respondientes (9%) estuvo de acuerdo en que la temporada de renovación “parece haber casi terminado” (el 10 por ciento “no opinó”). La gran mayoría (82%) profesó una esperanza sin reservas de que lo mejor todavía estaba por venir. Era claro que esperaban otra oleada de avivamiento. Aunque no tengo data de encuestas para apoyar la afirmación de que la renovación de TACF ha entrado en la nueva fase prometida por los profetas del movimiento o reflejada en las optimistas respuestas a la encuesta, al escribir este Epílogo en 2002, sí veo señales de un mayor movimiento de capacitación – particularmente en el uso de los dones de profecía y sanidad.

Debo confesar que, si yo hubiese votado en el momento de la encuesta original, lo habría hecho a favor de la pequeña minoría de respondientes que pensaban que la renovación había “terminado” (aunque yo lo habría hecho con algún temor y temblor). Mi posición se habría alineado con otra minoría en la encuesta (37%), que temía “descarriarse y perderse lo mejor de Dios”. Quizás es esta preocupación por “lo mejor de Dios” lo que impidió que los dirigentes de TACF (en particular John y Carol Arnott) sucumbieran al escepticismo y a la crítica externas, prefiriendo más bien mantener los ojos en el mensaje central de amor. Es un mensaje que continúa en intensidad y en enfoque.

Como socióloga que examinó los hallazgos de la investigación de 1997, yo estaba convencida (y todavía lo estoy), más allá de toda duda, de que la renovación/el avivamiento ha tocado quizás a millones de personas. También estaba convencida (y todavía lo estoy) de que el avivamiento apenas ha tocado los sectores no carismáticos/pentecostales del cristianismo, mucho menos al mundo moderno no cristiano. Aunque los fuegos del avivamiento pueden estar ardiendo en África, Asía, y Sur América, como Davie ha observado en la cita de más arriba, “tanto la iglesia en general como el mundo fuera de la iglesia han permanecido mayormente sin ser afectados por la Bendición, y la declinación de la Iglesia Occidental continúa como antes”. Desde 1997, he oído más afirmaciones de que el avivamiento “ha terminado”, al haber regresado a sus vidas “normales” los anteriores peregrinos (por lo menos en América del Norte y Europa occidental). Pero también he visto esfuerzos creativos para llevar la Bendición a los que están fuera del ghetto del avivamiento. Por esta razón, la presente evaluación es algo mixta.

Desde enero de 1994, TACF ha continuado proporcionando un lugar y el espacio para que ardan los fuegos de la renovación. Durante la conferencia a la que asistí recientemente, parecía que poco había cambiado, y que mucho había cambiado. El poder y la presencia de Dios, de alguna manera, eran aún más evidentes para mí que ocho años antes. Pero, como sucedió con todas las conferencias de renovación a las que he asistido en los últimos años, vi pocos rostros familiares de los años pasados. ¿Es posible que los cristianos occidentales estén tan afectados por nuestra superestimulada cultura mayor que aun aquellos de nosotros que han probado la renovación pueden adoptar una posición de “estuve allí, hice aquello”?

Sin embargo, fue una sorpresa agradable, pero inesperada, ver que aproximadamente un tercio de los que se reunieron en TACF para conferencia El Padre Os Ama en 2002 eran visitantes por primera vez, una estadística aproximada que refleja los recién llegados en otras conferencias mensuales. Las reuniones cada noche y las conferencias mensuales, con sus testimonios del amor del Padre, continúan en el momento en que esto se escribe sin ninguna señal de disminuir. El oír hablar de iglesias (incluyendo una en mi propio pueblo natal) atraídas sólo recientemente al río del avivamiento también me hace ser cauteloso de escribir una prematura esquela de defunción para la renovación de TACF.

Parece que Dios todavía está haciendo el mismo trabajo en TACF que el que hacía cuando el avivamiento irrumpió por primera vez, el 20 de enero de 1994, en la pequeña iglesia que entonces se reunía en un anodino centro comercial justo fuera de la pista del aeropuerto. Estoy convencida de que los hallazgos de la encuesta de la década de 1990 se reproducirían nuevamente hoy día con un grupo diferente de peregrinos.

Por lo que concierne a los buscan frutos que van más allá de la espiritualidad individual, yo diría (paradójicamente, y mezclando metáforas) que muchos que todavía están en el río han echado raíces profundas en ministerios e iglesias que prosperan calladamente. Otros que han salido del río escalando las orillas refrescados por el Espíritu también están ministrando y alcanzando a otros calladamente. He considerado algunos de los “frutos institucionales” (incluyendo los Socios en la Cosecha de TACF) en el artículo que escribí para colección editada de David Hilborn mencionado al principio de este Epílogo para indicar que el vino nuevo se está fermentando calladamente en odres nuevos.

De la misma manera que los primeros comentaristas sobre el avivamiento de la calle de Azusa (que dio a luz al moderno pentecostalismo) difícilmente habrían visto los números (un estimado uno de cada cuatro cristianos) de los que serían atraídos al cristianismo lleno del Espíritu a principios del siglo 21), probablemente es demasiado temprano para evaluar el impacto del avivamiento de TACF. Mi evaluación preliminar indica que la renovación actual ha sido un catalizador primordial en la revitalización del enfoque pentecostal carismático al cristianismo reviviendo lo viejo y llevando lo joven a la capacitación para una vida llena del Espíritu.

Lo que se me ha hecho aún más claro al revisar el viejo manuscrito y considerar la data de las encuestas es que la Comunidad Cristiana del Aeropuerto de Toronto tiene un ministerio y un mensaje que ha cambiado vidas y ministerios. El simple mensaje del amor del Padre es revolucionario una vez que se arraiga en el corazón humano. Enfocarse en el amor del Padre revelado por medio de su Hijo unigénito a través del poder del Espíritu Santo es la única manera en que podemos ser capacitados para vivir el Gran Mandamiento. Sin el Gran Mandamiento de amor, no puede haber cumplimiento efectivo de la Gran Comisión del evangelismo. Tanto la data de las encuestas sobre los individuos como las observaciones de frutos institucionales producidos por medio de individuos capacitados indican que tanto el Gran Mandamiento como la Gran Comisión están siendo vividos mejor por los que se han enriquecido con la Bendición del Padre.


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Re: La Bendición de Toronto.- Respuestas

Hermanos:

Ya había leído sobre la famosa Bendición de Toronto en otro foro. Ha sido en este que he visto más detalles de ambas partes: los que la aceptan como de Dios y los que tienen serias dudas.

Hemos hablado ampliamemnte sobre el asunto de las lenguas en este foro. Vi que el 84% de los asistentes al llamado fenómeno hablaron "lenguas". Ya esto me da mala espina, pues eso de las lenguas es usado por la mayoría de los líderes de estos movimientos para manipular.

A mí me parece más un movimiento carnal bien dirigido, un show para entretener y engañar las almas. Un falso avivamiento, de lo que Apocalipsis 13 menciona como el pretender bajar "fuego del cielo".

He visto tanto de esto en mi medio siglo de experiencia critiana que me preocupa mucho el que tantos estén confundidos. Recomiendo más ayuno, oración y estudio profundo de la Biblia para entrar individualmente en el avivamiento esencial para nuestra preparación para el encuentro con nuestro Señor.

Luis Cajiga, Puerto Rico
 
Re: La Bendición de Toronto.- Respuestas

Luis Cajiga dijo:
Recomiendo más ayuno, oración y estudio profundo de la Biblia para entrar individualmente en el avivamiento esencial para nuestra preparación para el encuentro con nuestro Señor.

Luis Cajiga, Puerto Rico

Estimado Hermano Cajiga, aparte de esas cosas tan importantes que ud. nos recomienda. Yo quiero recomendarle la lectura de un buen libro con respecto al fenomeno de las lenguas, se trata de "La belleza del lenguaje espiritual" (Edit. Betania), escrito por Jack Hayford. En el se realiza un examen franco y desprejuiciado de la experiencia biblica del lenguaje espiritual. El Dr. Hayford penso en un momento de su vida que el hablar en lenguas era una aberracion, un estado de excitacion autoinducido, una via de escape. Pero, finalmente, atraves de su propia experiencia personal y un desprejuiciado examen de las Escrituras, comprobo que el Espiritu puede usar las lenguas para llevar a la gente, como dice un antiguo himno, cerca del corazon de Dios.

Ud. habla de buscar un avivamiento personal, pero resulta que para buscarlo uno tiene que tener hambre. Al respecto nos señala el pastor Fernando Sosa: "Yo no se si a ti a veces te ha pasado que deseas ver evidencias mas claras y mas firmes del poder de Dios. Muchas veces somos atraidos por lo que esta sucediendo en ciertos lugares y nos queremos acercar a ese fuego; sin embargo, nos atemorizamos del Espiritu Santo" (La manifestacion de Su Presencia. Edit. Casa Creacion)

Yo pienso que alimentamos mas nuestros temores, que nuestra fe. Es por eso que desde el principio de este tema hemos querido poner los argumentos en la mesa, para que si tu tienes expectativas de que Dios puede visitar a su pueblo, veas que lo esta haciendo en otros lugares, que tambien lo puede hacer en tu ciudad y principalmente lo quiere hacer en tu vida. Pero tienes que tener fe y no miedo.

Espero seguir comentando mas adelante, y no cerrar nuestra mente, no seguir construyendo fortalezas mentales. Por eso es importante acercarnos con humildad a releer el documento de Margaret Poloma "Frutos de la Bendicion del Padre", porque finalmente Jesus dijo que "por sus frutos buenos conoceriamos el arbol bueno". Y si somos cristianos de la PALABRA, NO PODEMOS atribuirle las obras de Dios al diablo, como lo hicieron los fariseos en los tiempos del Señor Jesus.