la armadura del creyente (La palabra de Dios) y las artimañas del enemigo

picoro

Miembro senior
3 Abril 2024
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La armadura del creyente (la palabra de Dios) y las artimañas del enemigo

Estad pues firmes ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz
La gran guerra sobrenatural que se libra a lo largo y ancho del universo y que Pablo describe que es entre Dios y sus angeles por un lado, y las fuerzas de Satanas por el otro. Puesto que los cristianos pertenecen a Dios están involucrados en este conflicto espiritual al ser atacados por medio de numerosas asechanzas del diablo. El enemigo de Dios se convierte en nuestro enemigo.
Es el enemigo que trato de impedir el nacimiento, el ministerio, y la resurrección del mismo Hijo de Dios, Jesucristo. Se trata del enemigo de maldad sin paralelo ni comparación y quien procura estorbar la segunda venida de Cristo, y quien le hara oposición con ferosidad desesperada y sin precedentes cuando en efecto Cristo vuelva por segunda vez.
Debido a que la lucha no es contra sangre y carne, el cristiano no puede librarla en el poder de su propia sangre y carne. Primero que todo es la batalla de Dios y solo puede ser peleada en el poder de Dios y con la armadura de Dios.
Satanas se opone al creyente de muchas maneras, algunas de ellas directas y obvias, otras indirectas y sutiles. Primero que todo, trata de impugnar el carácter y la credibilidad de Dios, tal como hizo con Adan y Eva. Puesto que el ser humano halla su fortaleza mas grande al confiar el Dios, el objetivo de Satanas es hacer que desconfie de Dios. Con variaciones innumerables Satanas continua tentando a los hombres para que duden de la voluntad de Dios. El deseo de Satanas es convencer al hombre de que Dios no es digno de confianza, hacerles negar la palabra de Dios y creer que El miente
Satanas ataca a los creyentes por medio de la confusión y la falsedad doctrinal. Los cristianos que no han sido enseñados en la palabra de Dios caen como presa fácil de ideas erróneas acerca de las cosas de Dios, acerca de la salvación, la santificación, la moralidad, el cielo, el infierno, la segunda venida, y todas las demás verdades bíblicas
El enemigo trata todo el tiempo de convencer a los cristianos de que la biblia es difícil de entender y que no es suficiente para tratar asuntos complejos
Ser llenos de la palabra de Dios pero no obedientes a su Espiritu es lo que ha ocacionado el descenso y la caída de muchos creyentes. La doctrina correcta sin la devoción correcta es una deficiencia bastante seria en la vida de muchos cristianos
El enemigo también ataca a los creyentes llevándoles a la hipocresía. El creyente que se preocupa mas por su reputación externa que por su espiritualidad interna, hace al fin de cuentas la obra del diablo y no la del Señor.
En tiempos de prosperidad al enemigo le resulta fácil hacer caer al pueblo de Dios en el materialismo, la complacencia, la indulgencia, el hedoismo. Juan nos recuerda “no ameis al mundo, ni a las cosas que están en el mundo, si alguno ama al mundo, el amor de Padre no esta en el, porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo”
Como Dios quiere que vivamos moralmente, el enemigo nos instiga a vivir inmoralmente
El enemigo hara todo lo que pueda hacer para menoscabar la palabra de Dios y destruir a quienes la predican y enseñan. Como Jesus aclara en la parábola del sembrador. Satanas se apresura siempre a arrebatar la palabra de Dios del corazón de quienes la escuchan antes de que tengan tiempo de echar raíz allí.