Base Bíblica
Hebreos 10:29 – “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”
Veamos estas tres abominaciones:
Pisotear al Hijo de Dios
Considerar inmunda la sangre del Nuevo Pacto
Hacer afrenta al Espíritu de Gracia
Este pasaje presenta una advertencia severa contra el desprecio de la obra redentora de Cristo, manifestado en tres formas:
Pisotear al Hijo de Dios
Rechazar deliberadamente a Cristo es un acto de desprecio absoluto. En el contexto de Hebreos, esto se refiere a aquellos judíos que, habiendo conocido la gracia de Cristo, volvieron al sistema mosaico con sus sacrificios y rituales. Hoy, esta actitud se refleja en grupos que:
Niegan la divinidad de Cristo, reduciéndolo a una mera criatura.
Los miembros de la Watchtower Society, son objeto de este engaño.
Considerar inmunda la sangre del Nuevo Pacto
La sangre de Cristo es el fundamento del pacto eterno (Heb. 9:14-15). Menospreciarla significa tratarla como algo sin valor, como si no tuviera el poder absoluto para redimir. Esto se ve en:
Hacer afrenta al Espíritu de Gracia
El Espíritu Santo es quien convence de pecado y guía a la verdad (Jn. 16:8-13). Afrentarlo significa resistir su obra y rechazar la salvación por gracia. Esto ocurre cuando:
Hoy en día, estas actitudes se reflejan en diversas prácticas religiosas:
Conclusión
Hebreos 10:39 nos recuerda que "nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."
Este llamado nos invita a defender la pureza del evangelio y rechazar cualquier sistema que menosprecie la obra de Cristo.
QUE CADA FORISTA SE EXAMINE ASÍ MISMO Y SE HAGA RESPONSABLE DELANTE DE CRISTO DEL CAMINO QUE ESTÁ TRANSITANDO, QUE PARECE DERECHO, PERO SU FIN ES CONDENACIÓN ETERNA.
LA BUENA NOTICIA ES QUE AÚN NO ABANDONA EL CUERPO Y PUEDE CORREGIR LO DEFICIENTE.
PERO SON HECHOS RESPONSABLES.
Hebreos 10:29 – “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”
Veamos estas tres abominaciones:
Pisotear al Hijo de Dios
Considerar inmunda la sangre del Nuevo Pacto
Hacer afrenta al Espíritu de Gracia
Este pasaje presenta una advertencia severa contra el desprecio de la obra redentora de Cristo, manifestado en tres formas:
Pisotear al Hijo de Dios
Rechazar deliberadamente a Cristo es un acto de desprecio absoluto. En el contexto de Hebreos, esto se refiere a aquellos judíos que, habiendo conocido la gracia de Cristo, volvieron al sistema mosaico con sus sacrificios y rituales. Hoy, esta actitud se refleja en grupos que:
Niegan la divinidad de Cristo, reduciéndolo a una mera criatura.
Los miembros de la Watchtower Society, son objeto de este engaño.
Considerar inmunda la sangre del Nuevo Pacto
La sangre de Cristo es el fundamento del pacto eterno (Heb. 9:14-15). Menospreciarla significa tratarla como algo sin valor, como si no tuviera el poder absoluto para redimir. Esto se ve en:
- Sistemas religiosos que añaden sacramentos, rituales o penitencias para obtener perdón, como si la expiación de Cristo no fuera suficiente.
- Doctrinas que enseñan que Cristo es solo un hombre y no Dios encarnado.
- Creencias que buscan una segunda oportunidad de salvación después de la muerte, negando la enseñanza de Hebreos 9:27.
Hacer afrenta al Espíritu de Gracia
El Espíritu Santo es quien convence de pecado y guía a la verdad (Jn. 16:8-13). Afrentarlo significa resistir su obra y rechazar la salvación por gracia. Esto ocurre cuando:
- Se sustituye la obra del Espíritu por tradiciones humanas, negando la suficiencia de la fe en Cristo.
- Se confía en intercesores adicionales para obtener salvación, desviando el foco de Cristo como único mediador (1 Tim. 2:5).
- Se promueven doctrinas que niegan la regeneración por el Espíritu Santo.
Hoy en día, estas actitudes se reflejan en diversas prácticas religiosas:
- Sacramentos como medios de expiación: La enseñanza de que ciertos ritos pueden purificar el alma después de la muerte.
- Legalismo extremo: La creencia de que la observancia de la ley es necesaria para la justificación.
- Intercesión de santos o líderes religiosos: La idea de que otros pueden mediar por la salvación de una persona después de su muerte.
Conclusión
Hebreos 10:39 nos recuerda que "nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."
Este llamado nos invita a defender la pureza del evangelio y rechazar cualquier sistema que menosprecie la obra de Cristo.
QUE CADA FORISTA SE EXAMINE ASÍ MISMO Y SE HAGA RESPONSABLE DELANTE DE CRISTO DEL CAMINO QUE ESTÁ TRANSITANDO, QUE PARECE DERECHO, PERO SU FIN ES CONDENACIÓN ETERNA.
LA BUENA NOTICIA ES QUE AÚN NO ABANDONA EL CUERPO Y PUEDE CORREGIR LO DEFICIENTE.
PERO SON HECHOS RESPONSABLES.