Jueces 13:1-25
[1]
Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años. [2]
Y había un hombre de Zora,
de la tribu de Dan, el cual
se llamaba Manoa; y
su mujer era estéril, y
nunca había tenido hijos. [3]
A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y
le dijo: He aquí que
tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. [4]Ahora, pues,
no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda. [5]
Pues he aquí que
concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque
el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y
él comenzará a salvar a Israel de mano
de los filisteos. [6]Y
la mujer vino y se lo contó a su marido,
diciendo: Un varón de Dios vino a mí, cuyo aspecto era como el aspecto de un ángel de Dios, temible en gran manera; y no le pregunté de dónde ni quién era, ni tampoco él me dijo su nombre. [7]
Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz un hijo; por tanto, ahora
no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte. [8]
Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer. [9]
Y Dios oyó la voz de Manoa; y el ángel de Dios volvió otra vez a la mujer, estando ella en el campo; mas su marido Manoa no estaba con ella. [10]
Y la mujer corrió prontamente a avisarle a su marido, diciéndole: Mira que
se me ha aparecido aquel varón que vino a mí el otro día. [11]
Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer;
y vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y él dijo: Yo soy. [12]
Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él? [13]
Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije. [14]No tomará nada que proceda de la vid; no beberá vino ni sidra, y no comerá cosa inmunda;
guardará todo lo que le mandé. [15]
Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová:
Te ruego nos permitas detenerte, y te prepararemos un cabrito. [16]
Y el ángel de Jehová respondió a Manoa:
Aunque me detengas, no comeré de tu pan; mas
si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Jehová.
Y no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Jehová. [17]
Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre,
para que cuando se cumpla tu palabra
te honremos? [18]
Y el ángel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable? [19]
Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová;
y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer. [20]
Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra. [21]Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer.
Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová. [22]
Y dijo Manoa a su mujer:
Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto. [23]Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anunciado esto. [24]
Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y
el niño creció, y Jehová lo bendijo.[25]
Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.
Jueces 14:1-20
[1]
Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. [2]
Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo
he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer. [3]Y
su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y
Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada. [4]
Mas su padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová,
porque él buscaba ocasión contra los filisteos; pues en aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel. [5]Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat;
y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que
venía rugiendo hacia él. [6]
Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano;
y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho. [7]
Descendió, pues, y habló a la mujer; y ella agradó a Sansón. [8]
Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león;
y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel. [9]
Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino;
y cuando alcanzó a su padre y a su madre, les dio también a ellos que comiesen; mas no les descubrió que había tomado aquella miel del cuerpo del león. [10]
Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón hizo allí banquete; porque así solían hacer los jóvenes. [11]Y
aconteció que cuando ellos le vieron, tomaron treinta compañeros para que estuviesen con él. [12]
Y Sansón les dijo: Yo os propondré ahora un enigma, y si en los siete días del banquete me lo declaráis y descifráis, yo os daré treinta vestidos de lino y treinta vestidos de fiesta. [13]
Mas si no me lo podéis declarar, entonces vosotros me daréis a mí los treinta vestidos de lino y los vestidos de fiesta. Y
ellos respondieron: Propón tu enigma, y lo oiremos. [14]
Entonces les dijo del devorador salió comida,Y del fuerte salió dulzura.Y
ellos no pudieron declararle el enigma en tres días.
[15]
Al séptimo día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare este enigma, para que no te quememos a ti y a la casa de tu padre. ¿Nos habéis llamado aquí para despojarnos? [16]
Y lloró la mujer de Sansón en presencia de él, y dijo: Solamente
me aborreces, y no me amas, pues no me declaras el enigma que propusiste a los hijos de mi pueblo. Y
él respondió: He aquí que ni a mi padre ni a mi madre lo he declarado, ¿y te lo había de declarar a ti? [17]
Y ella lloró en presencia de él los siete días que ellos tuvieron banquete; mas al séptimo día él
se lo declaró, porque le presionaba;
y ella lo declaró a los hijos de su pueblo. [18]
Al séptimo día, antes que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron:¿Qué cosa más dulce que la miel?¿Y qué cosa más fuerte que el león? Y
él les respondió: Si no araseis con mi novilla,Nunca hubierais descubierto mi enigma. [19]
Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían explicado el enigma; y encendido en enojo se volvió a la casa de su padre. [20]
Y la mujer de Sansón fue dada a su compañero, al cual él había tratado como su amigo.
Jueces 15:1-20
[1]
Aconteció después de algún tiempo, que en los días de la siega del trigo
Sansón visitó a su mujer con un cabrito, diciendo: Entraré a mi mujer en el aposento. Mas el padre de ella no lo dejó entrar. [2]
Y dijo el padre de ella:
Me persuadí de que la aborrecías, y la di a tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, pues, en su lugar. [3]
Entonces le dijo Sansón: Sin culpa seré esta vez respecto de los filisteos, si mal les hiciere. [4]
Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas. [5]
Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares. [6]
Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les contestaron: Sansón,
el yerno del timnateo, porque le quitó su mujer y la dio a su compañero.
Y vinieron los filisteos y la quemaron a ella y a su padre.
[7]
Entonces Sansón les dijo: Ya que así habéis hecho, juro que
me vengaré de vosotros, y después desistiré. [8]
Y los hirió cadera y muslo con gran mortandad; y descendió
y habitó en la cueva de la peña de Etam. [9]
Entonces los filisteos subieron y acamparon en Judá, y se extendieron por Lehi. [10]
Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos respondieron: A prender a Sansón hemos subido,
para hacerle como él nos ha hecho. [11]
Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron. [12]Ellos
entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les respondió:
Juradme que vosotros no me mataréis. [13]Y
ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos.
Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña. [14]
Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro;
pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. [15]
Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres. [16]
Entonces Sansón dijo:Con la quijada de un asno, un montón, dos montones;Con la quijada de un asno maté a mil hombres. [17]
Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi. [18]
Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo:
Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos? [19]
Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y
él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó.
Por esto llamó el nombre de aquel lugar, En-hacore, el cual está en Lehi, hasta hoy. [20]
Y juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años.
Jueces 16:1-31
[1]
Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer ramera, y se llegó a ella. [2]
Y fue dicho a los de Gaza: Sansón ha venido acá.
Y lo rodearon, y acecharon toda aquella noche a la puerta de la ciudad;
y estuvieron callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana; entonces lo mataremos. [3]
Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón. [4]
Después de esto aconteció que
se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.[5]
Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata. [6]
Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado. [7]Y le respondió Sansón: Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres. [8]Y los príncipes de los filisteos le trajeron siete mimbres verdes que aún no estaban enjutos, y ella le ató con ellos. [9]Y ella tenía hombres en acecho en el aposento. Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos contra ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando toca el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza.
[10]Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme, pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado. [11]Y él le dijo: Si me ataren fuertemente con cuerdas nuevas que no se hayan usado, yo me debilitaré, y seré como cualquiera de los hombres. [12]Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo. [13]Y Dalila dijo a Sansón: Hasta ahora me engañas, y tratas conmigo con mentiras. Descúbreme, pues, ahora, cómo podrás ser atado.
El entonces le dijo: Si tejieres siete guedejas de mi cabeza con la tela y las asegurares con la estaca. [14]Y
ella las aseguró con la estaca, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Mas despertando él de su sueño, arrancó la estaca del telar con la tela.
[15]Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. [16]
Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. [17]
Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre.
Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres. [18]
Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero. [19]
Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. [20]Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti!
Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. [21]Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. [22]
Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado.
[23]
Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para alegrarse;
y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo. [24]
Y viéndolo el pueblo, alabaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había dado muerte a muchos de nosotros. [25]
Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas. [26]
Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas. [27]
Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí;
y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón. [28]
Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo:
Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme,
te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. [29]
Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. [30]
Y dijo Sansón:
Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida. [31]
Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y le tomaron, y le llevaron, y le sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él juzgó a Israel veinte años.
S. Mateo 19:12
[12]Pues
hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y
hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos.
El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.