Kaiowas, querido, Busca al Señor con todo tu corazon.
La escritura, la Palabra del Señor no se puede "tomar al asalto", no basta solo con nuestro entendimiento, es el Espíritu Santo el que nos va revelando, mostrando, guiando. La Palabra es nuestro alimento, y a veces no tenemos el “estomago” preparado para las “viandas” y hemos de tomar leche, pero cuidado no este adulterada. Recuerdo las primeras veces que me acerque al Libro de Job, me pareció imposible de leer, espeso, confuso, aquel Job un necio insensible, y aquel dios, injusto y caprichoso. Cuanto me he deleitado, cuanto me ha consolado el Señor a través de ese mismo libro, hasta convertirse en uno de mis favoritos.
Nuestra actitud natural, la mía también, es intentar razonarlo todo, entenderlo todo, saberlo todo. Pero con la Palabra del Dios las cosas no funcionan así, desde hace algún tiempo ya, me propuse en mi corazón, cuando no entendiera algo ponerlo, con corazón sencillo, delante del Señor y rogarle me lo hiciera entender. Ni te imaginas los resultados, lo precioso que es descubrir que El cumple sus promesas “El que busca encuentra, al que llama se le abre, al que pide se le da”. Te lo recomiendo para tu vida.
De hecho, casi como una “señal” o símbolo a Dios, cuando no entiendo algo le escribo al lado una pequeña interrogación. Es maravilloso comprobar como el Señor va contestando una tras otras mis dudas, y lo ha hecho bien a través de la propia Palabra, alguna lectura, un hermano, o simplemente por traer, por medio de su Espíritu, la explicación a mi mente.
Eso no significa que lo entienda todo, entre otras cosas porque ahora “vemos por espejo”, pero entonces “veremos cara a cara y conoceremos como fuimos conocidos” (del “rabino Shaul Pablo”).
Pero te voy a contar algo intimo.
Estaba una noche leyendo un texto que siempre me habia confundido, y que tu has mencionado.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.” Mateo 16.24-28
Jesús hablaba a sus discípulos, a Pedro a Juan .... y les decía que algunos no verían la muerte hasta que vieran al Hijo del Hombre viniendo en su muerte. Pensé ¡Eso sencillamente no paso!. Todos ellos murieron, ni aun quedo uno. Y no vieron al Hijo del Hombre viniendo en su reino. Eso no era posible.....
No lo entendía, y no solo no lo entendía, sino que estaba seguro que en absoluto tenia explicación. Y fíjate como funciona nuestra mente.... No le iba a poner ninguna marca (la interrogación) ¿sabes por que? Porque no quería pasarme la vida viendo la marquita dichosa sin contestación, sabia que aquello no tenia explicación y no quería sentirme defraudado... así que lo mejor era pasarlo por alto, mirar para otro lado, y sencillamente obviarlo. PIIIIIIIIIIIIIIIIIII.
Hasta que me pare en seco, y me di cuenta de la forma necia de pensar de mi soberbia mente. ¿Y a mi que si el Señor me lo quería revelar o no?. Yo sencillamente no lo comprendía y se lo ponía delante al Señor, con corazón de niño que no entiende y le pregunta a su Padre, y si El un día me quería contestar bien, y sino bien también. El es soberano.
El caso, es que le puse la pequeña interrogación. Asunto resuelto, un día el Señor me lo revelaría, tal vez no, pero yo creía en El. En que su Palabra es perfecta.
Seguí con la Biblia abierta en la misma pagina.
Mi mente paso a otro pensamiento, llamo mi atención esto “Entonces Jesús dijo a sus discípulos:” y me puse a pensar, que como los apóstoles cambiaban el tono y el trasfondo cultural para explicar el evangelio, así también Jesús tenia formas distintas de dirigirse en función de a quien hablara, y de hecho no les decía lo mismo, aunque desde luego no se contradecía, una cosa decía a la adultera, otra a las multitudes de las que se compadecía, otras a los fariseos, y otras a los discípulos, para los que guardaba la interpretación de algunas parábolas, y pensé que seria bueno recopilar toda esa Palabra especifica que viene precedida en los evangelios por :“les dijo a sus discípulos:”
Y sin haber pasado la pagina. Allí estaba el FOGONAZO. La preciosa revelación.
- ¿Aquellos discípulos donde estaban?
- Estaban sentados a los pies del Maestro, escuchando y bebiendo la Palabra que salía de su boca.
- ¿Y donde estas tu ahora?
- Estoy a los pies de mi Maestro escuchando y bebiendo la Palabra que sale de su boca
- ¿Y que eres?
- Soy un discípulo, escucho y sigo las enseñanzas de mi Señor.
Jesús no hablaba solo a esos discípulos, hablaba a sus discípulos. El sabia exactamente quien le estaba escuchando en ese mismo instante, entre los cuales estaba-estoy-estaré yo.
“Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.” Salmo 37.18
¿Qué es para mi Señor el tiempo, esta sujeto a El?
“Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.” Salmo 90.4
Me maravillo, no es lo mismo leer un libro, leer las maravillosos pensamientos de nuestro Señor, que sentir en tu corazón que El te esta hablando, que te tiene en mente que cuando dijo esas palabras a sus discípulos, a ti se dirigía también.
El no hablaba solo para esos pescadores galileos, valientes, sencillos y ardientes que estaba purificando en su Palabra y que iban a conmover al mundo, El hablaba a sus discípulos, a la muchedumbre que iban a arder al calor de sus palabras y al fuego de su Santo Espíritu.
La pregunta estaba contestada.
Jesús, por tanto, se refería a los discípulos de los últimos tiempos.
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.”
Algunos no gustaremos la muerte hasta que hayamos visto al Hijo del Hombre viniendo en su Reino, en lo Gloria de nuestro Padre con sus ángeles. Aleluya!
“Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.” Salmo 139.4-6