Jesús en el islam

3 Junio 2005
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Jesús, hijo de María (Isa ibn Maryam, la paz sea con él) ocupa un importantísimo lugar en el Islam como profeta y mensajero de Allah, y también tiene un papel esencial en la escatología islámica. A continuación veremos qué dicen el Sagrado Corán y los Hadices sobre él.

[size=-1]Jesús en el Sagrado Corán:[/size]

[size=-1]Dice Allah en el Sagrado Corán de Jesús y María: "Y Nos hicimos del Hijo de Maryam y de su madre un signo (milagroso)" (Corán, XXIII, 50). Dice también que nació de una virgen: "Cuando dijeron los ángeles: ¡Maryam! Allah te anuncia una palabra procedente de Él, cuyo nombre será el Ungido ('Masih', o 'Mesías', en árabe), Isa hijo de Maryam; tendrá un alto rango en esta vida y en la Última; y será de los que tengan proximidad (a Allah). En la cuna, y siendo un hombre maduro, hablará a la gente y será de los justos. Dijo (María): ¡Señor mío! ¿cómo voy a tener un hijo, si ningún hombre me ha tocado? Dijo (Allah): Así será. Allah crea lo que quiere; cuando decide un asunto, le basta decir: 'Sé'. Y es." Corán, III, 45-47). También dice: "¡Gente del Libro! (expresión que engloba a cristianos, judíos y sabeos) : No saquéis las cosas de quicio en vuestra práctica de adoración, ni digáis sobre Allah nada que no sea la verdad. Ciertamente el Ungido, hijo de Maryam, es el mensajero de Allah, su palabra depositada en Maryam, y un espíritu procedente de Él. Creed, pues, en Allah y en su mensajero y no digáis 'tres'; es mejor para vosotros que desistáis. La verdad es que Allah es un Dios Único. ¡Está muy por encima, en su gloria, de tener un hijo! Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. Y Allah basta como Guardián. El Ungido no desprecia ser un siervo de Allah. Ni los ángeles que están cerca de Él. Pero aquel que desprecie adorarle y se llene de soberbia... Todos serán reunidos para volver a Él." (Corán, IV, 170-171). Más adelante, dice Allah (swt) en el Corán: "Y cuando Allah dijo: ¡Isa, hijo de Maryam! ¿Has dicho tú a los hombres: 'tomadme a mí y a mi madre como dioses aparte de Allah'? Dijo (Jesús): ¡Gloria a Tí! No me corresponde decir aquello a lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho, Tú ya lo sabrías. Tú sabes lo que hay en mi, pero yo no sé lo que hay en Tí. Ciertamente, Tú eres el conocedor de lo más recóndito. Sólo les dije lo que me ordenaste: ¡Adorad a Allah, mi Señor y el vuestro! Y he sido testigo de ellos mientras permanecí en su compañía." (Corán, V, 118-9) Así pues, Jesús es 'palabra de Allah' y 'espíritu proveniente de Allah', pero no es 'hijo' de Allah, que está por encima de todo lo que le atribuyen. Jesús es 'mensajero' de Allah ('rasul', profeta que trae una nueva revelación de Allah), que nos trajo el Inyil (Evangelio, en árabe), una reafirmación de la religión primordial de Allah: el sometimiento ('islam') a Él. El Sagrado Corán nos dice también que Jesús no fue crucificado en realidad: "Y por haber dicho: 'Nosotros matamos al Ungido, hijo de Maryam, mensajero de Allah. Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Y los que discrepan sobre él, tienen dudas y no tienen ningún conocimiento de lo que pasó, sólo siguen conjeturas. Pues con toda certeza que no lo mataron. Sino que Allah lo elevó hacia Sí, Allah es Poderoso y Sabio." (Corán, IV, 156-7). Se deduce de aquí que tanto la crucifixión como el origen sobrenatural de Jesús, claves en el Cristianismo, no juegan absolutamente ningún papel en el Islam, cuyo centro es la Unidad y Unicidad de Allah, y donde la salvación procede del reconocimiento de esa Unidad y Unicidad de Allah, de la Realidad Absoluta, y no de un sacrificio mistérico expiatorio. Dios está, pues, por encima de todas las cosas, por encima de todas sus criaturas, por encima de toda apariencia de este mundo. Conviene citar aquí, a propósito de la crucifixión, los siguientes versículos del Corán: "No digáis de los que han muerto luchando en el camino de Allah que están muertos, porque están vivos aunque no os déis cuenta." (Corán, II, 153); "Y no deis por muertos a quienes han sido muertos en el camino de Allah; están vivos y reciben provisión junto a su Señor." (Corán, III, 16). El Sagrado Corán nos habla también de los milagros de Jesús, como la resurrección de muertos, el Evangelio, o el haber hecho bajar del cielo una mesa surtida de viandas. Por último, cabe señalar aquí que Jesús (la paz sea con él) también fue enviado para anunciar la venida de un profeta posterior: "Y cuando 'Isa ibn Maryam dijo: ¡Oh, hijos de Israel! Yo soy el mensajero que Allâh os ha enviado, en confirmación de lo que fue (revelado) antes de mí en la Torá y para traer la buena nueva de un Mensajero que vendrá después de mí y cuyo nombre es el Alabado ('Ahmad', o sea, Muhammad)." (Corán LXI, 6). Esto concuerda con lo que nos dice la Biblia (tres partes de la cual son de revelación divina, según el Corán: el Pentateuco, 'Tawrah',de Moisés; los Salmos, 'Zabur', de David; y los Evangelios, 'Inyil', de Jesús) sobre la venida de un profeta posterior. Así, Jesús, según Juan, 16, 7, dice: "Pero os digo la verdad: os conviene que yo me vaya. Porque, si no me fuere, el Abogado (parakletos) no vendrá a vosotros; pero, si me fuere, os lo enviaré." Sustituyendo 'Parakletos' por 'Parakleitos', que significa 'Alabado' (en árabe: Ahmad, uno de los nombres del Santo Profeta Muhammad, saws) se ve cuál es el significado de este pasaje.[/size]



[size=-1]Jesús en los Hadices:[/size]

[size=-1]Según los Hadices, o Tradiciones Proféticas (aquello que consta como dicho o hecho por el Santo Profeta Muhammad, saws), Jesús y María, su madre, no fueron tocados por Satán al momento de nacer, por eso no lloraron, algo que sí ocurre con todos los demás seres humanos. Otros hadices nos comunican que Jesús regresará poco antes del final de los tiempos para destruir al Anticristo ('Al-Masih ed-Dayyal' en árabe), que habrá previamente hundido a la Humanidad en lo más profundo, presentando una espiritualidad corrupta, donde lo malo pasa por bueno, lo falso por auténtico, etc.[/size]



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Re: Jesús en el islam

<TABLE cellSpacing=0 cellPadding=0 width=700><TBODY><TR><TD>
Entre Jesús y Mahoma

César Vidal Manzanares, "La libertad digital", 23.X.01

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<CENTER><TABLE cellSpacing=0 cellPadding=9 width=700 border=0><TBODY><TR><TD width=120 bgColor=#f7f3f7>[font=Arial, Helvetica, sans-serif]Lo políticamente correcto[/font]</TD><TD>[font=Times New Roman, Times, serif] La nefasta moda de lo políticamente correcto se ha filtrado durante las últimas décadas en todas las áreas de la actividad humana. Por supuesto, la religión no podía constituir una excepción a su perniciosa influencia y así, por ejemplo, ha terminado por adquirir carta de naturaleza una afirmación tan disparatada como la de que todas las religiones son iguales. La frase puede representar alguna utilidad para el que sienta fobia por el ámbito de lo espiritual o para los amantes de respuestas fáciles y superficiales a temas profundos, pero no pasa de ser un despropósito para cualquiera que pueda apreciar la diferencia que media entre una cosmovisión que propugna el canibalismo o los sacrificios humanos y otra que ha dado a personajes como Agustín de Hipona o la madre Teresa de Calcuta.[/font]</TD></TR><TR><TD width=120 bgColor=#f7f3f7>[font=Arial, Helvetica, sans-serif]De hecho no es lo mismo[/font]</TD><TD>[font=Times New Roman, Times, serif] El libro de William E. Phipps, profesor de filosofía y religión en el Davis y Elkins Collins, constituye un verdadero respiro en medio de tan desalentador trasfondo. En un intento erizado de riesgos por comparar figuras tan dispares como las de Jesús y Mahoma, Phipps se esfuerza por mantener la cabeza fría y la documentación a punto. Es así cómo nos guía en una sólida y amena aproximación a los contextos culturales y espirituales de ambos, cómo conocemos su trayectoria vital o cómo contemplamos en las fuentes su posición respectiva en relación con temas como la mujer, la violencia, la pobreza o el juicio final. Al fin y a la postre, el lector saca sus propias conclusiones y termina por ver que no son lo mismo el carpintero de Nazaret –que se presentó como la encarnación del siervo sufriente anunciado por el profeta Isaías varios siglos antes– que el camellero mecano que durante la última década de su vida fue adquiriendo una nueva esposa cada año.[/font]

[font=Times New Roman, Times, serif] No resulta extraño llegar a ese punto siquiera porque uno predicó, entre otras cosas, el amor al prójimo, el perdón y la elevación de la condición de la mujer y el otro propugnó la poligamia, la guerra santa y el avance de la religión a filo de espada. A fin de cuentas, mientras que Jesús moría en cumplimiento de lo señalado en el capítulo 53 del profeta Isaías, Mahoma –y posteriormente el Islam– se mostró incapaz de entender la razón por la que un profeta debía terminar ominosamente su carrera en lugar de en olor de triunfo.[/font]

</TD></TR><TR><TD width=120 bgColor=#f7f3f7>[font=Arial, Helvetica, sans-serif]Existen algunos paralelismos que ayudan a pensar[/font]</TD><TD>[font=Times New Roman, Times, serif] A la luz de consideraciones como éstas, algunos paralelismos trazados por Phipps pueden resultar forzados y, de hecho, cuando intenta mostrar que ambos personajes han sido objeto de manipulaciones posteriores por parte de sus seguidores, en el caso de Jesús se ve obligado a mencionar a herejes de minoritaria repercusión. Sin embargo, a pesar de estos matices, el libro es una obra notable que no pretende tanto adoctrinar –mucho menos hacer apologética– como llevar al lector a reflexionar sobre los datos históricos desnudos. Para los que no conozcan la historia constituirá, por lo tanto, de una introducción valiosa y para los que dispongan de alguna información constituirá un acicate para pensar porque se trata de un texto que enseña pero que, sobre todo, impulsa a dialogar con la historia partiendo de un análisis bien sustentado, sólido e incluso aséptico y frío. No es, desde luego, de un mal punto de partida cuando, por razones bastante justificadas por otra parte, la situación no deja de caldearse.[/font] </TD></TR></TBODY></TABLE></CENTER>