JESUS, EL MEJOR EJEMPLO A SEGUIR
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.(Hebreos 12:1-2)
Esto que estoy haciendo, ¿lo haría Jesús?
Si Jesús volviera en este preciso momento, ¿me gustaría que me encontrara haciendo lo que hago?
Lo que estoy haciendo, ¿a quien glorifica, a mi mismo, a otro o a Dios?
Estas y muchas otras preguntas, deberían de salir de lo más hondo de nuestro ser, cada vez que emprendemos una acción. Quizá más de uno se preguntará: ¿no es poner el listón demasiado alto?, ¿cómo voy a parecerme a Jesús, si yo soy pecador y Él es Dios?. Hemos de pensar, sin embargo, cuál es la voluntad de Dios:” Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. “(Romanos 8:29).
La palabra de Dios nos muestra la historia de cientos de personajes, unos más resaltados, otros menos, y sin embargo, es notable que Dios quiera que nos parezcamos a Su Hijo, no a cualquier personaje bíblico; ¿se han preguntado por qué?, la Biblia misma nos da la respuesta, ya que si nos fijamos en un ser pecador, fácilmente nos escudaremos en sus debilidades y caídas; sin embargo Dios quiere que seamos perfectos y santos (1 Pedro 1:16, Mateo 5:48) y que nos fijemos en Su perfección como meta; ¿acaso el atleta de salto de altura pone el listón de un aficcionado?, no, él quiere llegar al record.
¿Cuál pues ha de ser nuestro record?: El que nos marcó Cristo, Él ha de ser nuestro verdadero ejemplo , y nuestra mejor meta a lograr el parecernos cada día un poco más a Él.
Acudamos pues al trono de la Gracia y pidamos ser cada día algo más iguales a Cristo, nuestro Señor, Salvador y Dios; y digamos como Pablo: Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.(1 Corintios 11:1)
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.(Biblia Dios Habla Hoy, Romanos 12:2)
Mari Paz (Agosto 2000)
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.(Hebreos 12:1-2)
Esto que estoy haciendo, ¿lo haría Jesús?
Si Jesús volviera en este preciso momento, ¿me gustaría que me encontrara haciendo lo que hago?
Lo que estoy haciendo, ¿a quien glorifica, a mi mismo, a otro o a Dios?
Estas y muchas otras preguntas, deberían de salir de lo más hondo de nuestro ser, cada vez que emprendemos una acción. Quizá más de uno se preguntará: ¿no es poner el listón demasiado alto?, ¿cómo voy a parecerme a Jesús, si yo soy pecador y Él es Dios?. Hemos de pensar, sin embargo, cuál es la voluntad de Dios:” Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. “(Romanos 8:29).
La palabra de Dios nos muestra la historia de cientos de personajes, unos más resaltados, otros menos, y sin embargo, es notable que Dios quiera que nos parezcamos a Su Hijo, no a cualquier personaje bíblico; ¿se han preguntado por qué?, la Biblia misma nos da la respuesta, ya que si nos fijamos en un ser pecador, fácilmente nos escudaremos en sus debilidades y caídas; sin embargo Dios quiere que seamos perfectos y santos (1 Pedro 1:16, Mateo 5:48) y que nos fijemos en Su perfección como meta; ¿acaso el atleta de salto de altura pone el listón de un aficcionado?, no, él quiere llegar al record.
¿Cuál pues ha de ser nuestro record?: El que nos marcó Cristo, Él ha de ser nuestro verdadero ejemplo , y nuestra mejor meta a lograr el parecernos cada día un poco más a Él.
Acudamos pues al trono de la Gracia y pidamos ser cada día algo más iguales a Cristo, nuestro Señor, Salvador y Dios; y digamos como Pablo: Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.(1 Corintios 11:1)
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.(Biblia Dios Habla Hoy, Romanos 12:2)
Mari Paz (Agosto 2000)