El brazo del Señor no es demasiado debil para no salvarlos, ni su oido demasiado sordo para no oir su clamor, son sus pecados los que los han separado de Dios, a causa de esos pecados el se alejo. El redentor vendra para rescatar a los que se hayan apartado de sus pecados. mi espiritu no los dejara, ni tampoco estas palabras que les he dado, estaran en sus labios y en los labios de sus hijos..