Re: Interpretacion de la bilblia
humano123,
Un gusto saludarle nuevamente, ahora en este otro tema que plantea usted. Y esperando que mi aporte en el mismo puedan serle de ayuda con sus inquietudes, paso a dejarselo. Es un poco extenso pero es porque traté de ser lo más específico posible y de darle ejemplos que le ayuden a entender lo que estoy explicando.
¿Cómo interpretar la Biblia?
Primeramente quiero decirle que en el asunto de la interpretación de la Biblia, lo más importante de todo es que el Autor de la misma no ha dejado solo al lector sino que se ha comprometido a ayudar a todo aquel que le busque con corazón sincero y dispuesto a conocer Su voluntad para someterse a ella.
Escrito está: "Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos" (Salmo 32:8)
"Clama á mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes" (Jeremías 33:3)
"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada"[/i] (Santiago 1:5)
Entoncs, lo primero que hay que hacer para buscar interpretar adecuadamente lo que manifiesta la Biblia es pedirle dirección a su Autor y depender de Él.
Después, hay que recordar que detrás de cada afirmación bíblica, como en todo escrito, hay un contexto inmediato, y una idea central, que nos dan claros indicios de lo que el autor está exponiendo.
En cada contexto inmediato hay ideas similares o recurrentes y palabras que ayudan a determinar la idea central. Una vez identificada esa idea central, se convierte en la clave para comprender el significado del texto en cuestión.
Para descubrir la corriente de pensamiento del escritor, el lector o estudiante de la Biblia tiene hacer preguntas: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Para quién? Y otras más específica ¿Quién es el autor? ¿A quién escribe? ¿De quién habla? ¿Quienes es el sujeto de la oración? ¿Qué hace?
Los lectores y estudiantes cuidadosos interrogan la página para exponer su lógica (la de la página) y el flujo de las ideas. No asume que el autor dice lo que ellos piensan que dice hasta que han hecho su trabajo preparatorio. No tratan de plantar una idea en un "terreno sin trabajar". Excavan y revuelven la tierra en búsqueda del ambiente bíblico hasta que descubren las ideas vivas, crecientes y transformadoras que Dios ha plantado.
Hay además, otra regla, además de la regla del contexto inmediato, y es la regla que dice que el lenguaje de la Biblia se puede entender por su significado literal. La palabra de Dios no tiene que descifrarse para encontrar significados escondidos más profundos. Cuando se estudian e interpretan en su contexto, los autores de la Escritura dicen lo que quieren decir, y lo dicen de verdad. Ejemplo de ello lo tenemos en el relato de Baalam y el asna que habló (Números 22). Como las asnas no hablan, algunos podrían decir que se trata simplemente de una parábola para desmostrar que hasta los animales pueden actuar con mayor tino que sus dueños humanos. Otros, sin embargo, pueden decir que hay verdades más profundas que esas en el pasaje. Por ejemplo, alguien podría señalar que esta historia es en realidad una visualización de lo que nos sucede cuando enfrebntamos un doloroso conflicto interno, y a cada uno de los elementos de la historia se le da una representación (así, el pie aplastado representa el dolor físico que muchas veces experimentamos al actuar contra nuestra propia conciencia. El asna que habla representa cómo nuestros propios pensamientos tercos pueden volverse contra nosotros y respondernos. etc.).
El problema de esa interpretación es que dice mucho más sobre la imaginación del interprete que sobre el texto, y pro más espiritual que parezca, lo que hace es torcer, ignorar y negar el significado verdadero de lo que está escrito. Eliminar el significado llano de las palabras y llenarlas de un contenido espiritual no honra ni las palabras ni al Autor de la Biblia.
El diccionario es una herramienta hecha para entender el significado de las palabras, así como sus diferentes aplicaciones. Y en ese sentido es útil en la interpretación bíblica.
Ahora bien, no debemos perder de vista a las figuras del lenguaje, mismas que nosotros usamos en la conversación diaria, no para esconder el significado de nuestras palabras, sino para expresarlo.
Tomemos como ejemplo la expresión "me estoy enfriando". el contexto y el uso normal hacen obvio su significado. Si una persona hiciera ese comentarios mientras pesca sobre hielo, seguido de las palabras "debí haberme puesto los otros calcetínes", obviamente el significado de sus palabras sería literal. Pero si una persona dijera estas mismas palabras un par de días antes de firmar una hipoteca, podríamos asumir que quiere decir algo muy diferente, especialmente si luego dice: "Voy a revisar el presupuesto". ¿Me explico?
Es verdad que nuestro Señor Jesús usó muchas veces figuras del lenguaje de significado llano y obvio. En una ocasión, por ejemplo, dijo al apóstol Pedro: "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:19). Nadie tiene que cuestionar si el Señor Jesús hablaba de llaves físicas reales o llaves figuradas. El reino de los cielos no se encuentra encerrado en un muro material con una puerta que requiere de una llave real.
Cuando se leen las cosas en su contexto, las figuras de lenguaje y el lenguaje simbólico (que no es lo mismo que ls parábolas) tienen generalmente un significado simple y ordinario. En muchos casos, la Biblia hasta explica inmediatamente sus propios simbolismos. Pero ¿Qué sucede cuando la intención del autor no está clara? ¿Qué hacemos cuando no está claro si la Biblia utiliza las palabras de forma simple o figurada? En ese caso, la regla más segura es tomar el significado literal del texto en su contexto inmediato. Debido a la integridad de la Escritura podemos confiar en que la verdad final que consideramos corresponderá al sentido simple y ordinario de las palabras ("Buenos frutos" no significará nunca "malos resultados").
En el caso de las parábolas o similes, siempre hay un expositor que las explique, y siempre se explica que son parábolas, esto es, comparaciones. Y en el caso de los versículos señalados, no hay comparaciones, sino declaraciones.
Espero
Atte.
Joaco <><