Impotencia de un Adventista

18 Noviembre 2005
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JUAN ROGERS. El 4 de febrero 1555, Juan Rogers fue súbitamente despertado del sueño en la lúgubre prisión donde se encontraba encerrado, esperando que se cumpliese la sentencia que pocas semanas antes había sido pronunciada en su contra. Se le notificó que había llegado la hora de morir. Cuando llegó a Smithfield, donde se había levantado la hoguera, vio entre el gentío a su esposa que lo esperaba con un niño en sus brazos y diez a su alrededor. Sólo pudo despedirse de ella con una mirada. Sus perseguidores
habían creído que ante el triste cuadro que le ofrecía su pobre esposa e hijos, no vacilaría en apostatar de su fe, pero se equivocaron. Confiado en “el Padre de huérfanos y defensor de las viudas” se dirigió resueltamente al poste. La leña ya estaba preparada y todo listo para la ejecución, cuando le ofrecieron el perdón si se retractaba. “Lo que he predicado—respondió Rogers heroicamente— lo sellaré con mi sangre.” “Eres un hereje,” le contestaron. “Eso lo sabremos en el día postrero” respondió. Se arrimó la
antorcha, el fuego se encendió y pronto las llamas lo rodearon. Levantó las manos al cielo y así las mantuvo hasta que exhaló su último suspiro.



Ojalá algún día Maripaz tenga el mínimo amor cristiano para comprender siquiera un poquito el tremendo daño que ha causado. Yo soy adventista, egresado de Derecho y actual estudiante de teología. Me he inscrito en este foro para participar respetuosamente y ser un aporte en todo lo que sea la predicación del Evangelio. No es mi propósito denunciar ninguna iglesia ni ofender a mis hermanos de otras denominaciones. Tengo muchísimos amigos evangélicos, pentecostales, carismáticos. Los amo a todos. Conversamos mucho, nos juntamos, compartimos como amigos y hermanos.

Por eso me da mucha pena, y más que nada impotencia de no poder estar frente a frente, que me mires a los ojos, poderte escuchar, poderte hablar. Este medio nunca será propicio para dialogar de verdad.

He leído las informaciones de irregularidades que han acontecido en iglesias adventistas en España y Brasil. La verdad es que no estaba al tanto y es triste que cosas así sucedan, y sobretodo porque perjudican la imagen de la iglesia, ya que no la representan en lo que es en verdad. En mi país y en la gran mayoría de países del mundo no ocurren estas situaciones puntuales que han llamado tanto la atención de los foristas. Son casos de falsos pastores como los hay en todas las denominaciones.

Por eso mi deseo es que aquí se pueda discutir sanamente sobre doctrina, no sobre casos tristes y absurdos que NO REPRESENTAN la imagen verdadera de la Iglesia Adventista del 7° Día.

Que Dios les bendiga mucho. Con aprecio,

El Apologista
Miembro de la Iglesia Adventista del 7° Día