IGNORAR ES UNA FORMA DE DORMIR

DURMIENDO:¿ EN LOS LAURELES?


"... los halló durmiendo a causa de la tristeza, y les dijo: Por qué dormís? levantaos y orad" Lucas 22:45-46.

Hay quien se duerme en los laureles, es decir,sobre la almohada de unos cuantos éxitos pasados. Otros, se duermen como los gallos, con un ojo abierto y otro cerrado y están también los que hacen como el avestruz, que esconde su cabeza enterrándola cuando ve el peligro.

Jesús estaba a punto de ser sometido a la crisis de la decisión, cumplir su misión o dejarla a causa del dolor que ello implicaba. El le dice a su Padre Celestial que no se haga su voluntad y no su humano deseo de no pasar por ese trago amargo.

Entre tanto los discípulos tenían que estar orando. El mismo -Jesús- se puso a orar más intensamente conforme aumentaba la agonía psicológica que lo llevó hasta sudar gotas como de sangre. Pero, los discípulos prefirieron frente a tanta angustia, dormir.

Frente a la angustia, a la realidad del dolor, de la tragedia, de la amenaza, de la fragilidad humana, muchas veces preferimos evadir, en otros términos "dormir" a causa de la angustia, tal y como hicieron estos santos varones.

Cuando un adolescente recurre a las drogas para no enfrentar toda su problemática de crecimiento, ejerce una manera de dormirse frente a la realidad. El alto índice de alcoholismo de algunos países refleja una manera cultural de "dormirse" frente a las exigencias de la vida. Cuando una mujer prefiere enfrascarse en la trama de una telenovela para no ver la realidad de su existencia, "duerme" cual drogactico bajo la influencia de su tóxico. Cuando se trata de un mentiroso, éste se refugia en su mito para disfrutar el dulce sueño que lo exima de la responsabilidad de confrontar su fracturada existencia.

Cuando algo nos amenaza o angustia se recurre al mecanismo de IGNORAR, pero su existencia persiste y nuestra incertidumbre será cada vez peor.

En fin, todos sufrimos tristeza, pero el Señor nos llama a asumirla sin evadirse, sin ignorar al otro, porque ignoraría la imagen de Dios que compartirmos.

Esto es muy serio, quizá muy duro, pero es el único camino real de liberación y solución a los conflictos y problemas de nuestra vida. Dejarse hipnotizar por el entretenimiento, por el afán del consumo, por los magos de la religión de la prosperidad, por los profetas del optimismo y por todas las diversas formas de sucumbir en los sueños energéticos de la Nueva Era, son formas sutiles de "dormir", de fugarse y perecer.

Orad dice el Señor Jesús. El muestra un camino muy interesante que comienza con "levantaos", en otras palabras: abre los ojos a la realidad. Allí empieza el verdadero camino, asumir la realidad, su historia, su problemática, su dificultad, su disfuncionalidad, su tragedia, su herencia sufriente, su trauma personal y familiar, su frustración, su amargura, su condición social y laboral. Levantaos, despierten, nos dice el Maestro. No se dejen hipnotizar, abandonen el estado de "somnolencia" y ahora sí, entren en la primera actividad productiva: Orar.

Orar no es un acto pasivo, es la dinámica de dialogar con Dios desde la realidad de nuestras vidas.

Jesús orando, en su angustia y congoja, recibe la presencia divina de una manera especial, se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo.

Dos indicaciones bien claras: despertémonos, pongámonos a orar con fe y conforme el problema aumente, hagamos de la oración un ejercicio más intenso. A mayor angustia, a mayor problema, a mayor dificultad, respondamos con mayor intensidad de oración, de espiritualidad, de comunión con El.

Como consecuencia recibiremos un ángel, una presencia alentadora, una unción del Espíritu capaz de pudrir yugos, una gracia suficiente para hacer como Jesús, la Voluntad de Dios.

La Voluntad de Dios es lo mismo que el Plan de Dios, el Proyecto de Dios, lo que Dios tiene para Ud, su propósito, el cual se va a realizar siempre y cuando dejemos de dormir, oremos y trabajemos para lograrlo esforzándonos en su Gracia.




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Rvdo.Dr.Rodrigo Díaz
 
Amen hermano.
Buenas palabras y muy edificantes.
Dios bendiga grandemente su vida y su ministerio.

En Cristo Jesús.

Maripaz