El Vaticano decidió cerrar un seminario
Pertenece a la comunidad del Verbo Encarnado · La medida se tomó por "desobediencia" a la Iglesia Después de una larga y espinosa investigación, uno de los seminarios más concurridos del país, ubicado en San Rafael, Mendoza, comenzará hoy a ser desactivado por decisión del Vaticano. El papa Juan Pablo II tomó la drástica determinación por considerar que el centro formativo religioso cometió "actitudes de desobediencia" a la Iglesia y además protagonizó "malentendidos y dificultades" con la diócesis local.
El seminario —con más de 200 alumnos en sus tres niveles (novicios, seminaristas menores y mayores)— pertenece a la Asociación de Fieles Instituto del Verbo Encarnado, una institución de menor rango que una congregación, fundada en 1984 por el sacerdote argentino Alberto Buela. La asociación fue desde sus orígenes sindicada en medios eclesiásticos como muy conservadora.
De hecho, el seminario fue abierto en tiempos en que la diócesis de San Rafael estaba a cargo de monseñor León Kruk —ya fallecido—, uno de los obispos más conservadores que tuvo el Episcopado. Además, cuando monseñor Estanislao Karlic (hoy presidente del Episcopado) sucedió en el arzobispado de Paraná a monseñor Adolfo Tortolo y dispuso en 1985 una reorganización del seminario de Paraná por considerarlo ultraortodoxo, una decena de seminaristas optó por el seminario del Verbo Encarnado.
El último encargado de estudiar el caso fue el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, en calidad de "comisario pontificio". Su elección fue significativa: es el único arzobispo argentino que surgió de las filas del Opus Dei, entidad conocida por su ortodoxia. Lo que se interpretó como un deseo de la Iglesia de darle seguridades al Verbo Encarnado de que quien conduciría el tramo final del proceso no mostraría una mala predisposición.
Sin embargo, el rector del seminario, el padre Gabriel Zapata, acusó a Delgado de haber aconsejado a la Santa Sede sin conocer en detalle el quehacer de ese centro de formación religiosa. "Por su trabajo en su diócesis, no vivió en nuestro seminario, no compartió con nosotros nuestra vida", declaró Zapata a Clarín.
En cuanto a las actitudes de "desobediencia, malentendidos y dificultades" con el obispado local, Zapata dijo desconocer cuáles fueron: "Se lo pregunté a monseñor Delgado, pero no me dio una respuesta concreta". Negó, además, que el Verbo Encarnado sea ultraconservador, al señalar:
"Estamos a favor de una sana actualización de la Iglesia".
Pertenece a la comunidad del Verbo Encarnado · La medida se tomó por "desobediencia" a la Iglesia Después de una larga y espinosa investigación, uno de los seminarios más concurridos del país, ubicado en San Rafael, Mendoza, comenzará hoy a ser desactivado por decisión del Vaticano. El papa Juan Pablo II tomó la drástica determinación por considerar que el centro formativo religioso cometió "actitudes de desobediencia" a la Iglesia y además protagonizó "malentendidos y dificultades" con la diócesis local.
El seminario —con más de 200 alumnos en sus tres niveles (novicios, seminaristas menores y mayores)— pertenece a la Asociación de Fieles Instituto del Verbo Encarnado, una institución de menor rango que una congregación, fundada en 1984 por el sacerdote argentino Alberto Buela. La asociación fue desde sus orígenes sindicada en medios eclesiásticos como muy conservadora.
De hecho, el seminario fue abierto en tiempos en que la diócesis de San Rafael estaba a cargo de monseñor León Kruk —ya fallecido—, uno de los obispos más conservadores que tuvo el Episcopado. Además, cuando monseñor Estanislao Karlic (hoy presidente del Episcopado) sucedió en el arzobispado de Paraná a monseñor Adolfo Tortolo y dispuso en 1985 una reorganización del seminario de Paraná por considerarlo ultraortodoxo, una decena de seminaristas optó por el seminario del Verbo Encarnado.
El último encargado de estudiar el caso fue el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, en calidad de "comisario pontificio". Su elección fue significativa: es el único arzobispo argentino que surgió de las filas del Opus Dei, entidad conocida por su ortodoxia. Lo que se interpretó como un deseo de la Iglesia de darle seguridades al Verbo Encarnado de que quien conduciría el tramo final del proceso no mostraría una mala predisposición.
Sin embargo, el rector del seminario, el padre Gabriel Zapata, acusó a Delgado de haber aconsejado a la Santa Sede sin conocer en detalle el quehacer de ese centro de formación religiosa. "Por su trabajo en su diócesis, no vivió en nuestro seminario, no compartió con nosotros nuestra vida", declaró Zapata a Clarín.
En cuanto a las actitudes de "desobediencia, malentendidos y dificultades" con el obispado local, Zapata dijo desconocer cuáles fueron: "Se lo pregunté a monseñor Delgado, pero no me dio una respuesta concreta". Negó, además, que el Verbo Encarnado sea ultraconservador, al señalar:
"Estamos a favor de una sana actualización de la Iglesia".