Hoy es el mejor día a pesar de todo, porque es el único que existe y con el que cuento. Es mi gran oportunidad para creer, para luchar, para hacer que triunfe el bien sobre el mal en mi ser. Para abrir todas las puertas a la influencia de Dios. Para abrir mi corazón a Cristo, mi único salvador y ayudador.
Hoy es el mejor día para comenzar de nuevo lo que ayer no hice bien, para darme un segundo chance, para creer que con fe es posible, para darme cuenta que sin fe es imposible agradar a Dios.
Hoy es un día para amanecer con pensamientos de esperanza y de consuelo. Esperanza en el futuro y consuelo por lo que no fue como esperaba.
Hoy es un día muy bueno para aceptar lo que no se puede cambiar con mucha valentía. Para desecharlo de mi ser porque no es más que basura que cargo sobre mis espaldas y aflije mi corazón. Es un buen día para entender que no hay nada hacia atrás y que todo el camino está por recorrer.
Hoy es un buen día para comprender que no hay otro espacio en donde me encuentro parado o parada que este que tengo ahora. El que no tuve nunca volverá, si este no acepto y aprovecho nunca tendré nada.
Hoy es un buen día para aceptar lo que murió y entender que todo lo que muere lo hace dando vida a algo nuevo, diferente, más profundo, más hermoso, más luminoso si en ello está la voluntad de Dios.
Hoy es un buen día para sujetar toda fuerza a la Voluntad de Dios y agradecer. Agradecer lo que se fue, agradecer lo que está, agradecer lo que vendra.
Hoy es un buen día para no pensar tanto en mí, es un buen día para extender una mano, hacer un favor sin esperar recibir, sonreir a quien nada tiene que darme, mirar el mar y entender que todo pasa y que el futuro puede ser mejor.
Hoy es un buen día para llorar o para dejar de hacerlo. Llorar para aliviar el alma de cargas y dejar de hacerlo para ocupar las manos en la edificación de la obra de Dios.
Hoy es un buen día para caminar o para detenerse. Caminar hacia las metas del progreso, la santidad, la creatividad, el amor genuino. Deternse y revisar lo que no anda bien y enderezar nuestros pasos hacia mejores derroteros.
Hoy es un buen día para ser revolucionario y rebelarse. Rebelarse contra la hipocrecía, contra la amargura, contra todo aquello que el mundo considera que está bien y sabemos que anda mal.
Hoy es un buen dia para pensar en la herencia. La herencia que dejemos a nuestros hijos. Herencia que se acaba. Herencia que no se acaba. Herencia que se agota es aquella que consiste en lo material. Herencia inagotable es la que se forma con lo espiritual.
Hoy es un buen día para hacer una buena siempre y para cosechar lo sembrado. No os engañeis, dice la Palabra de Dios, todo lo que el hombre siembra eso (tarde o temprano) segará.
Hoy es un buen día para sembrar aunque sea con lágrimas. Porque se recogerá con gozo.
Dios te bendiga.
Hoy es el mejor día para comenzar de nuevo lo que ayer no hice bien, para darme un segundo chance, para creer que con fe es posible, para darme cuenta que sin fe es imposible agradar a Dios.
Hoy es un día para amanecer con pensamientos de esperanza y de consuelo. Esperanza en el futuro y consuelo por lo que no fue como esperaba.
Hoy es un día muy bueno para aceptar lo que no se puede cambiar con mucha valentía. Para desecharlo de mi ser porque no es más que basura que cargo sobre mis espaldas y aflije mi corazón. Es un buen día para entender que no hay nada hacia atrás y que todo el camino está por recorrer.
Hoy es un buen día para comprender que no hay otro espacio en donde me encuentro parado o parada que este que tengo ahora. El que no tuve nunca volverá, si este no acepto y aprovecho nunca tendré nada.
Hoy es un buen día para aceptar lo que murió y entender que todo lo que muere lo hace dando vida a algo nuevo, diferente, más profundo, más hermoso, más luminoso si en ello está la voluntad de Dios.
Hoy es un buen día para sujetar toda fuerza a la Voluntad de Dios y agradecer. Agradecer lo que se fue, agradecer lo que está, agradecer lo que vendra.
Hoy es un buen día para no pensar tanto en mí, es un buen día para extender una mano, hacer un favor sin esperar recibir, sonreir a quien nada tiene que darme, mirar el mar y entender que todo pasa y que el futuro puede ser mejor.
Hoy es un buen día para llorar o para dejar de hacerlo. Llorar para aliviar el alma de cargas y dejar de hacerlo para ocupar las manos en la edificación de la obra de Dios.
Hoy es un buen día para caminar o para detenerse. Caminar hacia las metas del progreso, la santidad, la creatividad, el amor genuino. Deternse y revisar lo que no anda bien y enderezar nuestros pasos hacia mejores derroteros.
Hoy es un buen día para ser revolucionario y rebelarse. Rebelarse contra la hipocrecía, contra la amargura, contra todo aquello que el mundo considera que está bien y sabemos que anda mal.
Hoy es un buen dia para pensar en la herencia. La herencia que dejemos a nuestros hijos. Herencia que se acaba. Herencia que no se acaba. Herencia que se agota es aquella que consiste en lo material. Herencia inagotable es la que se forma con lo espiritual.
Hoy es un buen día para hacer una buena siempre y para cosechar lo sembrado. No os engañeis, dice la Palabra de Dios, todo lo que el hombre siembra eso (tarde o temprano) segará.
Hoy es un buen día para sembrar aunque sea con lágrimas. Porque se recogerá con gozo.
Dios te bendiga.