HOLA
HOLA
Dios te bendiga, soy de Pamama, tambien le servo al Señor con un grupo de jovenes, sigue adelante es lindo trabajar para el Señor, te envio una enseñanza si se la puedes compartir a los jovenes:
Que sea de Bendicion sigue adelante....
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LA PRESION DEL MUNDO
Por: Gustavo <:><
A lo largo de mi vida he estado expuesto a un sin número de presiones por parte de mis amigos, familiares, vecinos, jefes, autoridades, etc., para hacer o participar de algo que no me gusta, no quiero o bien no es correcto delante de Dios. Y al igual que a mi, sé que esto le sucede a todas las personas en algún momento de su vida.
Por citar algunos ejemplos contemporáneos, los jóvenes hoy en día reciben mucha presión de índole sexual, recuerdo una señorita de quien sus compañeras hacían mofa por ser virgen, ya que eso “es anticuado” le decían, y lo que sucede con los jóvenes varones en cuyas pláticas alardean de sus supuestos y “frecuentes” encuentros sexuales. Lo mismo sucede con las invitaciones y presiones para beber alcohol, fumar o drogarse; “total una no es ninguna” reza un refrán popular, o a escuchar música, chistes o conversaciones que no tienen nada de edificante y si un alto contenido de inmoralidad. Los cristianos (débiles) por no “desentonar” participamos de ello, para luego doblar nuestras rodillas y pedir perdón a Dios, ¿cierto?.
En mi experiencia como Cristiano, he comprendido que la presión del mundo nunca va a desaparecer, así que lo mejor es afrontarla y estar dispuestos a pagar el precio si es que en verdad amamos a Dios. Quisiera que reflexionemos en dos casos bíblicos, y me refiero a José el hijo de Jacob y al joven Daniel.
En Génesis 39 se lee el caso de José, quien fuera vendido como esclavo por sus propios hermanos, y estando en esa condición fue comprado por un importante y rico hombre oficial del faraón de Egipto llamado Potifar quien le dio toda la confianza y le puso a cargo de su casa. Este hombre tenía una bella mujer que asediaba a José pues le deseaba sexualmente. Para quien no tiene la mente de Cristo puede pensar que José debió aprovechar la “oportunidad” de poseer a esa bella mujer engañando al esposo y aprovecharse de su confianza (¿no es eso lo que enseña el mundo en sus novelas y películas?), sin embargo José que amaba a Dios no accedió a tales impulsos, lo que provocó que esta mujer despechada lo acusara falsamente ante su marido diciendo que José quiso abusar de ella y el precio fueron nada menos que recluirlo en la cárcel, por mas de dos años. José pagó el precio de no ofender a Dios con sus actos (Gen 39:9) y no cedió a la presión del mundo.
En el caso de Daniel (Daniel capítulos del 1 al 6), fue apresado por el ejército del Rey Nabucodonosor de Babilonia, Daniel halló gracia ante los ojos de este hombre quien le brindó toda su confianza y llegó a quererle fraternalmente y a ponerlo como su principal consejero (Daniel 2:46-48), la envidia de los hombres hizo que bajo engaños el rey dictara una ley consistente en que durante los siguientes 30 días posteriores al edicto de esta ley, cualquiera que hiciera una petición a Dios o a hombre fuera del Rey (como si él fuera un dios) había que echarlo al foso de los leones (Daniel 6:7). Como Daniel se rehusó a hacer esto, incluso continuó con su práctica de adorar a Dios en su cámara con las ventanas abiertas que daban a Jerusalén, a la vista de todos, fue condenado a morir devorado por los leones hambrientos en un foso. Daniel aceptó pagar tan alto precio antes de sucumbir a las presiones del mundo por amor a Dios.
¿Cuál es la diferencia entre estos dos hombres y los cristianos de hoy en día?, en realidad no hay diferencia en lo que a su humanidad se refiere, y aunque vivieron en épocas muy diferentes la presión del mundo es la misma, lo que sí es digno de resaltar, es la entrega que ambos tenían para con Dios misma que se traducía en una confianza plena y por supuesto un amor verdadero hacia Dios.
El resultado de su obediencia al Señor, en el caso de José, fue que llegó a ser el hombre mas poderoso después de faraón en Egipto (Génesis 41:40-44) y salvó a su pueblo Israel de la hambruna (Génesis 45:7). Por su parte Daniel no murió devorado por los leones pues Dios hizo el milagro que no fuera atacado, destruyó a sus enemigos e hizo de Daniel el hombre más importante y cercano al rey Nabucodonosor, quien adicionalmente ordenó a su pueblo el exaltación de Jehová el Dios de Israel (Daniel 6:25-28).
Hay muchos mas casos como estos dos en la Biblia, que nos muestran que la clave para resistir la presión del mundo esta cifrada en la confianza, comunión y amor para con Dios, y es la misma que hoy en día debemos hacer nuestra para salir victoriosos, y estar dispuestos a pagar el precio por muy alto que este parezca.
Como hijos de Dios hemos sido dotados con la capacidad de vencer al mundo pues “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo?, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios” (I Juan 5:4-5).
Dios te bendiga.
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