Hermanos Mios:
Lo prometido es deuda, y aquí estoy para cubrirla.
A continuación comparto este tema apologéticamente, tomando la Biblia y haciendo de lado los dogmas católicos, para poder dar un panorama claro de algunas de las muchas razones por la cual, los católicos guardamos una devoción especial por María de Nazaret, la madre de Jesús, el Cristo.
Desde el mismo momento de la desobediencia de nuestros padres; Adán y Eva, El Señor pensó en una mujer; María de Nazaret, a la cual predestinó como enemiga de Satanás y como madre de Jesucristo; **Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: Él te pisará la cabeza mientras tú acechas su calcañar** dijo Dios a satán en el Edén. (Gen. 3,15)
Muchos dirán que María aún no existía y es cierto, pero ya vivía en la mente de Dios como todos nosotros en Jesús ** Por cuanto nos ha elegido en Él (Cristo) para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor(Ef. 1,4). ** Es decir, EXISTIMOS DESDE SIEMPRE EN LA MENTE DE DIOS. (Cfr. 1Pe. 1, 20)
Por tanto, Dios ha predestinado, no solo a María, SINO A TODOS NOSOTROS, A LA SANTIDAD Y A LA SALVACIÓN. La libertad consiste precisamente en elegir este camino de amor de Dios y seguirlo en fe, esperanza, caridad, humildad y obediencia. Esta fue la gran virtud de María, quien al recibir el anuncio del arcángel Gabriel un día de Elul (sexto mes) respondió **Hágase en mi según tu palabra** (Lc 1,38).
Con El Salvador en su vientre, y llena del Espíritu Santo, salió a una ciudad ubicada en los cerros de Judá (posiblemente Ain Karin) a más de 120 km de camino. ¡Hay que ver las ansias de servicio que despierta el Espíritu Santo!. La versión católica de la Biblia traduce al español el saludo del ángel: **Alégrate, llena de gracia, El Señor está contigo**(Lc 1,28) que parece el más acertado en virtud del saludo de Isabel, que llena del Espíritu Santo exclamó **¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme?. De los labios de María salió una alabanza sublime al Eterno, puesta en sus labios por el mismo Espíritu, que todos debemos conocer y hacer oración con ella (Lc. 1, 42-56).
La decisión de María; su Fiat le trajo serias dificultades; estaba comprometida con José, hombre de buenos sentimientos, que cuando se enteró de su embarazo pensó en secreto en despedirla para no hacerle daño, a pesar de sentirse engañado, solo que Dios lo hizo desistir al revelarle la verdad en un sueño (Mt 1, 18-20).
Habriendo un pequeño paréntesis:
¿Cuál es la razón por la que la iglesia católica proclama a María como corredentora?
Cristo ES EL ÚNICO REDENTOR (1Tim. 2,5), Nos salva con su cuerpo y con su sangre; esta carne y sangre que obtiene de María al encarnarse en ella por obra del Espíritu Santo; la carne que nos fortalece y la sangre que nos embriaga de Dios, son sangre y carne de María, presente también en el sacramento del altar: La ecuación de este sacramento es:
María + Espíritu Santo = Jesús
María siempre ha estado con Jesús en la tierra, desde la encarnación hasta la cruz. También está con Él en el cielo, como demostraré más adelante.
Hay varios errores y confusiones muy serios acerca de María, dos de ellos pueden dilucidarse a la luz de la Biblia:
Los hermanos de Jesús.
Hay 4 apóstoles que en el evangelio se nombran explícitamente como hermanos de Jesús: Santiago y Juan; Simón el Zelote y Judas Tadeo.
Acerca de Santiago y Juan, algunos teólogos piensan que eran hijos de José, esposo de María, de un matrimonio anterior.
Esto es inexacto, ya que Santiago y Juan son hijos de Zebedeo (Mt. 4,21); más adelante, en el mismo evangelio se habla de la intercesión de la madre de estos hermanos ante Jesús (Mt. 20, 20-23; cfr Mc. 10, 35-39).
Hay otra María, la mujer de Cleofas, que al pie de la cruz de Jesús estaba con María, la madre de Jesús (Jn. 19,25). Nótese como se dice que son hermanas (¿se llaman igual y son dos hermanas?). Esta mujer probablemente sea la madre de Simón y Judas Tadeo, los otros dos “Hermanos” de Jesús. Este pasaje resulta esclarecedor acerca de la costumbre de llamar hermanos a los parientes, al igual que en el antiguo testamento, y es el principal motivo de confusión entre aquellas personas que estudian la Biblia sin tomar en cuenta las costumbres y el ambiente de los pueblos y el tiempo en que ocurrieron, en el mejor de los casos.
Desafortunadamente también están aquellos que deliberadamente, por sectarismos hacen afirmaciones infamantes sin tomar en cuenta que María de Nazaret es la madre de Jesús, El Señor.
Otro paréntesis. Siendo Dios un Dios celosos, que pide una entrega total; ¿Se habría permitido nacer de una mujer que tuviera mácula y hacerla su madre?. María es sin lugar a dudas la primer redimida por Jesús; no es de extrañar que sea llamada “Madre de Su Padre”. La discrepancia se encuentra en que los católicos trasladamos esta fecha desde su mismísima concepción. La principal razón es la misma libertad que El señor nos da a elegir entre la salvación y el fuego, y seguramente no corrió los riesgos de dejarla sin su gracia, es decir, una gran hambre de oración y una fortaleza especial para alejarla del pecado.
Bueno, evitando un tanto los dogmas tratemos de imaginar la intimidad de María en esos momentos; ¿Qué sentimientos y pensamientos llenarían su corazón y su mente, cuando el Eterno Verbo, recién nacido, se alimentaba con la leche de sus pechos? ¿Qué pensaría al estar observando el esplendor del firmamento y saber que ese pequeño lo había hecho? Carne de su carne y Sangre de su sangre ¡Dios hecho hombre!, En esos momentos un pequeño como cualquiera que lloraba, se alimentaba y hacia sus necesidades. TODO POR AMOR. Un corazón de madre rebosante de asombro, de júbilo y de paz de aquellos que se llenan del Espíritu Santo.
¿Qué lugar tiene María, madre de Jesús en el reino celestial?
**Apareció en el cielo una señal grandiosa; una mujer vestida de sol, (cfr. Cant. 6, 10) con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; estaba embarazada y grita de dolor; porque le ha llegado el momento de dar a luz.
Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete coronas; con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándose sobre la tierra.
El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto naciera, y la mujer dio a luz un hijo varón, QUE HA DE GOBERNAR A TODAS LAS NACIONES CON VARA DE HIERRO; pero su hijo fue arrebatado (resucitó) y llevado ante Dios y su trono (a su derecha)** (Ap. 12, 1-5).
Una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas ¡cada una de las tribus de Israel!. Esta mujer está coronada porque es la madre del Rey, por tanto es reina. El dragón es la representación del malo, que tiene como aliados a la tercera parte de los ángeles creados que se rebelaron contra Dios (con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo). Desde el inicio, el malo intentó malograr los planes divinos de salvación a través de sus servidores, intentando matar al niño Jesús (Mt. 2, 3-17).
Tiempo más adelante, en su vida adulta, fue alcanzado por estos servidores del malo y murió en la cruz, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y le concedió un nombre que está sobre todo nombre; a nosotros nos da nueva vida y esperanza, haciéndonos herederos celestiales y dándonos una fortaleza especial en las pruebas (1 Pe. 1, 3-7).
¿En que consisten estas pruebas?
Ap. 12, 17
**Entonces el dragón se enfureció contra la mujer (la que dio a luz en Ap. 12, 1-5) y se fue a hacer la guerra CONTRA EL RESTO DE SUS HIJOS; es decir, A LOS QUE OBSERVAN LOS MANDAMIENTOS DE DIOS Y GUARDAN EL MENSAJE DE JESÚS**
Este pasaje bíblico resulta sumamente revelador; el hijo de la mujer es Jesús, carne y sangre de María, el RESTO DE SUS HIJOS somos nosotros, los que OBSERVAMOS LOS MANDAMIENTOS DE DIOS Y GUARDAMOS EL MENSAJE DE JESÚS, es decir, LOS TESTIGOS DE JESÚS. Es el conjunto de aquellos que al creer en su Santo Nombre, son hijos del Padre Celestial (Jn. 1, 3-5), y a la luz de este pasaje del Apocalipsis, hijos de una misma madre; María de Nazaret.
Estamos destinados a presentar batalla al dragón y a sus huestes, ya que el malo ha venido a hacer la guerra contra nosotros, es por eso que nuestros caminos están plagados de tentaciones, de persecuciones y de incomprensión, pero siempre, aunque caigamos tenemos la mano de Jesús que nos levanta, cuando arrepentidos clamamos a Su Santo Nombre.
¿Hay otros pasajes que apoyen esta afirmación?
Sí, el primero:
Cuando a Jesús le avisan que a la puerta del lugar donde se encuentra con sus discípulos están su madre y sus hermanos responde; **¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?** y mirando a los que estaban alrededor dijo: **Estos son mi madre y mis hermanos, porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío, hermana y madre** (Mc.3, 34-35). Este pasaje muchos lo toman como un reproche pero; ¿Acaso no fue esto lo que hizo aquella jovencita que respondió al pedido del Señor **He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra**? (Lc. 1, 38).
Más que un reproche, da a conocer el porqué de la elección de María como su madre, aquella mujer sencilla y humilde, llena de fe y de obediencia, que fue lo que le ganó el infinito favor de encarnar al Salvador. No el conocimiento de la Biblia sin la práctica de la caridad, propia de los fariseos.
María está en medio de la corriente de infinito amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre; por eso es que está llena del Espíritu Santo, y por el Espíritu Santo encarna constantemente a Jesús en el sacramento del altar, y también el Espíritu Santo encarna en el corazón de aquel que busca con sinceridad y humildad a Jesús, haciéndolo nace de nuevo de María, por eso es que en Ap. 12,17 es nombrada madre de todos cuantos hemos renacido del Espíritu Santo y somos testigos de Jesús, que con Jesús y María en el Espíritu Santo y la gloria del Padre formamos la familia celestial.
Por cierto que esta es la razón por la cual uno sale triunfante de pruebas que uno mismo piensa que jamás podría pasar, porque es la gracia de Dios y su fortaleza, la que nos sostiene, no nuestra fuerza porque somos débiles, ni nuestra sola voluntad.
El segundo:
En el antiguo testamento, Salmo 45; versículos del 10 en adelante dice, textualmente e intercalando comentarios:
** Hijas de reyes son tus muy amadas, UNA REINA SE ENCUENTRA A TU DERECHA, oro de Ofir en sus vestiduras luce**(Sal. 45, 10)
¡Este es el lugar de María en el cielo, a la derecha de Jesús!, Por eso es que no le cedió este lugar ni a Santiago ni a Juan, hijos de Zebedeo, cuando la madre de ellos y ellos mismos se lo pidieron (Mt. 20, 20-23; Mc. 10, 35-39).
Esta es la decisión de Dios Hijo; ES LA REINA PORQUE ES LA MADRE DEL REY, Y ESTÁ CORONADA DE GLORIA Y A SU DERECHA. ESTO NO ES UN INVENTO DE LOS CATÓLICOS.
** Ahora tú hija, atiéndeme y escucha, olvida a tu pueblo y la casa de tu padre, y tu hermosura al Rey conquistará. Es Tu Señor **(Sal. 45, 11-12)
En su momento, María dio su consentimiento de colaborar con Dios, ciertamente tuvo dificultades que no se detallan en la Biblia, pero que están implícitas en el rechazo inicial de José, que solo se disipó después del sueño revelador, y por la posterior persecución que sufrieron y que los obligó a huir hacia Egipto.
La hermosura de que se habla es la belleza interior de aquellas personas, que con sinceridad y humildad, se acercan a Dios constantemente en la oración, para pedir las gracias necesarias para poder vivir según su voluntad.
** Los grandes de Tiro ante Él se postrarán, ahí vienen los ricos del país. A rendirte homenaje**(Sal. 45, 13)
La presencia de los Reyes Magos y los pastores en un principio. Los ricos del país (Israel) son aquellos que reconocen con humildad y sencillez sus carencias ante Dios. Y Dios los colma de todo tipo de bienes, principalmente espirituales.
** La hija del Rey, con oro engalanada es introducida al interior. Vestida de brocados al Rey es conducida. La siguen SUS COMPAÑERAS VÍRGENES que te son presentadas.
Escoltadas de alegría y júbilo van entrando al palacio real** (Sal. 45, 14-16)
¡Cómo no estarán estas personas triunfantes, llenas de júbilo si van a la presencia del Rey!
Nótese que es la hija del Rey quien es conducida, que las vírgenes que representan al resto fiel de Israel, le acompañan, siendo presentadas a Dios. Es el conjunto de aquellas personas que guardan fielmente, el testimonio de Jesús.
** En lugar de tus padres tendrás hijos, que en todas partes príncipes serán** (Sal. 45, 17).
Aquí es el momento en que esta mujer es nombrada madre de toda la creación, sus hijos serán príncipes, porque son hijos del Rey, al creer en Jesús, El Hijo que El Padre Celestial entregó al mundo para el que créa en Él se salve (Jn. 1, 12-13). Es además la respuesta a la parte final del Magnificat; la formidable oración de alabanza y acción de gracia que el Espíritu Santo puso en labios de María:
**Socorrió a Israel, su siervo, se acordó de su misericordia, como había prometido A NUESTROS PADRES, A ABRAHAM Y A SU DESCENDENCIA PARA SIEMPRE** (Lc. 1, 54-55)
Es decir, incluso a quienes ella en su momento consideró sus padres, por voluntad divina son ahora sus hijos; es decir, TODOS LOS QUE CREEN Y OBEDECEN A DIOS EN TODO TIEMPO Y LUGAR. Jesús ratificó estas palabras en la cruz, cuando viendo a su madre con Juan, junto con María, mujer de Cleofas, y María de Magdala dijo:
**Mujer, ahí tienes a tu hijo** y dirigiéndose a Juan dijo; **Ahí tienes a tu madre** (Jn. 19, 26-27); Fue así como en Juan, la entregó por madre a todos quienes creen en Él.
Termina el salmo 45 diciendo:
**Gracias a Mí (Jesús) yo quiero que tu nombre viva de una a otra generación, y que los pueblos te aclamen para siempre** (Sal. 45, 18).
Dios expresa claramente que desea que el nombre de la reina que está a su derecha, sea recordado en virtud de su formidable maternidad sobre Él, y que aclamemos su nombre para siempre. Por esta razón es que los católicos, obedeciendo el mandato divino **que los pueblos te aclamen para siempre** es que poniendo toda nuestra confianza en Dios decimos:
** DIOS TE SALVE MARÍA
LLENA ERES DE GRACIA
EL SEÑOR ES CONTIGO** (Lc. 1,28)
** BENDITA TÚ ERES
ENTRE TODAS LAS MUJERES
Y BENDITO ES EL FRUTO
DE TU VIENTRE** (Lc. 1,42)
(Y terminamos diciendo)
JESÚS.
Hay quienes difaman el nombre de María, y al hacerlo, deforman la imagen de Jesús. Ponen a Dios como soberbio y prepotente, diciendo que no necesitaba a María para salvarnos.
Es cierto, pero no en el sentido que se dice. DIOS NO NECESITA DE NINGUNO DE NOSOTROS, PERO NO SE PUEDE NEGAR QUE DIOS DESEA QUE LE AYUDEMOS POR NUESTRA PROPIA VOLUNTAD. No nos necesita, es cierto, pero quiso que María le sirviera encarnándolo; y de cada uno de nosotros desea algo en particular; ¿Cuál será nuestra respuesta?. Ojalá que sea similar a la de María.
Algunos textos para meditar:
1 El rechazo a la imagen de la madre amamantando a su hijo divino, educándolo y guiándolo hacia El Padre Celestial de la *Iglesia Romana* que muchos dicen que es repugnante:
**El niño se alimentará de leche cuajada y miel, hasta que sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno** (Is. 7, 15).
María tiene exactamente esta función, el texto no necesita explicación, es demasiado claro. Jesús, el Dios-con-nosotros depende incluso de la guía temprana de la educación recibida cuando niño.
2 La prepotencia de Jesús, que raya en el adolescente malcriado primero, y hombre soberbio, que muchos dan con sus interpretaciones en:
a) El niño Jesús perdido y hallado en el templo.
b) Las bodas de Caná.
a) **Él les contestó *¿y porque me buscaban?. ¿No saben que Yo debo estar donde Mi Padre.?* Pero ellos no comprendieron esta respuesta. Jesús entonces, regresó con ellos, llegando a Nazaret. POSTERIORMENTE SIGUIÓ OBEDECIÉNDOLOS, su madre por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón**
Aquí es evidente un Jesús adolescente, ansioso de prestar un buen servicio y perfectamente consciente de su origen y destino. Pero como percibe que María y José no lo entienden y sufren con su actitud, Jesús SE SUJETA A ELLOS PARA NO LASTIMARLOS. Este es el verdadero rostro del Señor, que toma en cuenta nuestros sentimientos, un Dios amoroso, tierno y delicado con quienes le aman y lo buscan, muy diferente al Dios rencoroso, prepotente y déspota que muchos deforman con tal de difamar a María.
b) ** Sucedió que se había terminado el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces, la madre de Jesús le dijo: *No tienen vino.* Jesús le respondió: *Mujer, ¿Porqué te metes en mis asuntos?. Aún no ha llegado mi hora.* Pero su madre dijo a los sirvientes: * Hagan lo que Él les diga *. ** (Jn. 2, 3-5).
Es importante darse cuenta del entorno de este pasaje, María de Nazaret fue invitada, Jesús también estaba ahí con sus discípulos, departiendo con ellos. El vino es la representación de la alegría y felicidad en una boda, y que se terminara era una tragedia. María, pendiente y consciente de la necesidad de aquel matrimonio recién formado, acudió a quien todo lo puede resolver, a su hijo Jesús. No hizo grandes discursos, solo expuso la situación.
Seguramente la dulzura y la confianza de aquella mujer que lo encarnó, al pedirle con gran fe, y conociendo la infinita bondad de nuestro Señor, pidió a los sirvientes que le obedecieran a pesar de la respuesta de Jesús. Este hizo aquel milagro por pedido de su madre y para que sus discípulos creyeran en Él. Todo esto a pesar de que NO HABIA LLEGADO SU HORA. Con esta misma confianza debemos pedir a nuestro Señor su favor. Aunque aún no haya llegado nuestra hora.
Este pasaje pone de relieve una cosa muy importante; El poder de intercesión. María pide con una gran fe, con la fe de conocer mejor que nadie a Jesús. Este Jesús al cual nadie conoce mejor que ella, carne de Su Carne y sangre de Su Sangre. Este mismo poder tienen todos los que confían en Jesús, pidiéndole con la fe de quien lo conoce porque ha tenido un encuentro con Él, aunque nadie lo conoce mejor que María.
Para terminar:
María es el camino de Dios. En ella descendió el Espíritu Santo y Dios se hizo hombre y vino a nosotros; encontrando a María encontramos a Jesús, porque están indisolublemente unidos en la carne y en la sangre.
EN NINGÚN MOMENTO HE ASEGURADO QUE SEA UNA DIOSA, NI QUE OCUPE EL LUGAR DE DIOS, NI QUE LA TENGAMOS QUE ADORAR. LA ADORACIÓN SE DEBE SOLO A DIOS. A María la venera la iglesia católica en virtud de su formidable maternidad. Esta maternidad sobre Jesús y sobre cada uno de nosotros.
Por otro lado es innegable que a causa de la ignorancia, muchos fieles católicos exaltan a María, sin tomar demasiado en cuenta que la fuente de toda su santidad es Dios-con-nosotros, Jesús. A María se le debe el amor y la veneración del pueblo de Dios, pero sin que llegue a ocupar el lugar de Jesús, cuyo nombre esta sobre todo nombre.
Espero que esta exposición sea suficiente para que entiendan el fondo bíblico, espero no haberlos aburrido con esta exposición tan larga para un foro.
QDLB+
En Jesús y María:
Francisco Javier
Lo prometido es deuda, y aquí estoy para cubrirla.
A continuación comparto este tema apologéticamente, tomando la Biblia y haciendo de lado los dogmas católicos, para poder dar un panorama claro de algunas de las muchas razones por la cual, los católicos guardamos una devoción especial por María de Nazaret, la madre de Jesús, el Cristo.
Desde el mismo momento de la desobediencia de nuestros padres; Adán y Eva, El Señor pensó en una mujer; María de Nazaret, a la cual predestinó como enemiga de Satanás y como madre de Jesucristo; **Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: Él te pisará la cabeza mientras tú acechas su calcañar** dijo Dios a satán en el Edén. (Gen. 3,15)
Muchos dirán que María aún no existía y es cierto, pero ya vivía en la mente de Dios como todos nosotros en Jesús ** Por cuanto nos ha elegido en Él (Cristo) para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor(Ef. 1,4). ** Es decir, EXISTIMOS DESDE SIEMPRE EN LA MENTE DE DIOS. (Cfr. 1Pe. 1, 20)
Por tanto, Dios ha predestinado, no solo a María, SINO A TODOS NOSOTROS, A LA SANTIDAD Y A LA SALVACIÓN. La libertad consiste precisamente en elegir este camino de amor de Dios y seguirlo en fe, esperanza, caridad, humildad y obediencia. Esta fue la gran virtud de María, quien al recibir el anuncio del arcángel Gabriel un día de Elul (sexto mes) respondió **Hágase en mi según tu palabra** (Lc 1,38).
Con El Salvador en su vientre, y llena del Espíritu Santo, salió a una ciudad ubicada en los cerros de Judá (posiblemente Ain Karin) a más de 120 km de camino. ¡Hay que ver las ansias de servicio que despierta el Espíritu Santo!. La versión católica de la Biblia traduce al español el saludo del ángel: **Alégrate, llena de gracia, El Señor está contigo**(Lc 1,28) que parece el más acertado en virtud del saludo de Isabel, que llena del Espíritu Santo exclamó **¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme?. De los labios de María salió una alabanza sublime al Eterno, puesta en sus labios por el mismo Espíritu, que todos debemos conocer y hacer oración con ella (Lc. 1, 42-56).
La decisión de María; su Fiat le trajo serias dificultades; estaba comprometida con José, hombre de buenos sentimientos, que cuando se enteró de su embarazo pensó en secreto en despedirla para no hacerle daño, a pesar de sentirse engañado, solo que Dios lo hizo desistir al revelarle la verdad en un sueño (Mt 1, 18-20).
Habriendo un pequeño paréntesis:
¿Cuál es la razón por la que la iglesia católica proclama a María como corredentora?
Cristo ES EL ÚNICO REDENTOR (1Tim. 2,5), Nos salva con su cuerpo y con su sangre; esta carne y sangre que obtiene de María al encarnarse en ella por obra del Espíritu Santo; la carne que nos fortalece y la sangre que nos embriaga de Dios, son sangre y carne de María, presente también en el sacramento del altar: La ecuación de este sacramento es:
María + Espíritu Santo = Jesús
María siempre ha estado con Jesús en la tierra, desde la encarnación hasta la cruz. También está con Él en el cielo, como demostraré más adelante.
Hay varios errores y confusiones muy serios acerca de María, dos de ellos pueden dilucidarse a la luz de la Biblia:
Los hermanos de Jesús.
Hay 4 apóstoles que en el evangelio se nombran explícitamente como hermanos de Jesús: Santiago y Juan; Simón el Zelote y Judas Tadeo.
Acerca de Santiago y Juan, algunos teólogos piensan que eran hijos de José, esposo de María, de un matrimonio anterior.
Esto es inexacto, ya que Santiago y Juan son hijos de Zebedeo (Mt. 4,21); más adelante, en el mismo evangelio se habla de la intercesión de la madre de estos hermanos ante Jesús (Mt. 20, 20-23; cfr Mc. 10, 35-39).
Hay otra María, la mujer de Cleofas, que al pie de la cruz de Jesús estaba con María, la madre de Jesús (Jn. 19,25). Nótese como se dice que son hermanas (¿se llaman igual y son dos hermanas?). Esta mujer probablemente sea la madre de Simón y Judas Tadeo, los otros dos “Hermanos” de Jesús. Este pasaje resulta esclarecedor acerca de la costumbre de llamar hermanos a los parientes, al igual que en el antiguo testamento, y es el principal motivo de confusión entre aquellas personas que estudian la Biblia sin tomar en cuenta las costumbres y el ambiente de los pueblos y el tiempo en que ocurrieron, en el mejor de los casos.
Desafortunadamente también están aquellos que deliberadamente, por sectarismos hacen afirmaciones infamantes sin tomar en cuenta que María de Nazaret es la madre de Jesús, El Señor.
Otro paréntesis. Siendo Dios un Dios celosos, que pide una entrega total; ¿Se habría permitido nacer de una mujer que tuviera mácula y hacerla su madre?. María es sin lugar a dudas la primer redimida por Jesús; no es de extrañar que sea llamada “Madre de Su Padre”. La discrepancia se encuentra en que los católicos trasladamos esta fecha desde su mismísima concepción. La principal razón es la misma libertad que El señor nos da a elegir entre la salvación y el fuego, y seguramente no corrió los riesgos de dejarla sin su gracia, es decir, una gran hambre de oración y una fortaleza especial para alejarla del pecado.
Bueno, evitando un tanto los dogmas tratemos de imaginar la intimidad de María en esos momentos; ¿Qué sentimientos y pensamientos llenarían su corazón y su mente, cuando el Eterno Verbo, recién nacido, se alimentaba con la leche de sus pechos? ¿Qué pensaría al estar observando el esplendor del firmamento y saber que ese pequeño lo había hecho? Carne de su carne y Sangre de su sangre ¡Dios hecho hombre!, En esos momentos un pequeño como cualquiera que lloraba, se alimentaba y hacia sus necesidades. TODO POR AMOR. Un corazón de madre rebosante de asombro, de júbilo y de paz de aquellos que se llenan del Espíritu Santo.
¿Qué lugar tiene María, madre de Jesús en el reino celestial?
**Apareció en el cielo una señal grandiosa; una mujer vestida de sol, (cfr. Cant. 6, 10) con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; estaba embarazada y grita de dolor; porque le ha llegado el momento de dar a luz.
Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete coronas; con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándose sobre la tierra.
El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto naciera, y la mujer dio a luz un hijo varón, QUE HA DE GOBERNAR A TODAS LAS NACIONES CON VARA DE HIERRO; pero su hijo fue arrebatado (resucitó) y llevado ante Dios y su trono (a su derecha)** (Ap. 12, 1-5).
Una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas ¡cada una de las tribus de Israel!. Esta mujer está coronada porque es la madre del Rey, por tanto es reina. El dragón es la representación del malo, que tiene como aliados a la tercera parte de los ángeles creados que se rebelaron contra Dios (con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo). Desde el inicio, el malo intentó malograr los planes divinos de salvación a través de sus servidores, intentando matar al niño Jesús (Mt. 2, 3-17).
Tiempo más adelante, en su vida adulta, fue alcanzado por estos servidores del malo y murió en la cruz, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y le concedió un nombre que está sobre todo nombre; a nosotros nos da nueva vida y esperanza, haciéndonos herederos celestiales y dándonos una fortaleza especial en las pruebas (1 Pe. 1, 3-7).
¿En que consisten estas pruebas?
Ap. 12, 17
**Entonces el dragón se enfureció contra la mujer (la que dio a luz en Ap. 12, 1-5) y se fue a hacer la guerra CONTRA EL RESTO DE SUS HIJOS; es decir, A LOS QUE OBSERVAN LOS MANDAMIENTOS DE DIOS Y GUARDAN EL MENSAJE DE JESÚS**
Este pasaje bíblico resulta sumamente revelador; el hijo de la mujer es Jesús, carne y sangre de María, el RESTO DE SUS HIJOS somos nosotros, los que OBSERVAMOS LOS MANDAMIENTOS DE DIOS Y GUARDAMOS EL MENSAJE DE JESÚS, es decir, LOS TESTIGOS DE JESÚS. Es el conjunto de aquellos que al creer en su Santo Nombre, son hijos del Padre Celestial (Jn. 1, 3-5), y a la luz de este pasaje del Apocalipsis, hijos de una misma madre; María de Nazaret.
Estamos destinados a presentar batalla al dragón y a sus huestes, ya que el malo ha venido a hacer la guerra contra nosotros, es por eso que nuestros caminos están plagados de tentaciones, de persecuciones y de incomprensión, pero siempre, aunque caigamos tenemos la mano de Jesús que nos levanta, cuando arrepentidos clamamos a Su Santo Nombre.
¿Hay otros pasajes que apoyen esta afirmación?
Sí, el primero:
Cuando a Jesús le avisan que a la puerta del lugar donde se encuentra con sus discípulos están su madre y sus hermanos responde; **¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?** y mirando a los que estaban alrededor dijo: **Estos son mi madre y mis hermanos, porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío, hermana y madre** (Mc.3, 34-35). Este pasaje muchos lo toman como un reproche pero; ¿Acaso no fue esto lo que hizo aquella jovencita que respondió al pedido del Señor **He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra**? (Lc. 1, 38).
Más que un reproche, da a conocer el porqué de la elección de María como su madre, aquella mujer sencilla y humilde, llena de fe y de obediencia, que fue lo que le ganó el infinito favor de encarnar al Salvador. No el conocimiento de la Biblia sin la práctica de la caridad, propia de los fariseos.
María está en medio de la corriente de infinito amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre; por eso es que está llena del Espíritu Santo, y por el Espíritu Santo encarna constantemente a Jesús en el sacramento del altar, y también el Espíritu Santo encarna en el corazón de aquel que busca con sinceridad y humildad a Jesús, haciéndolo nace de nuevo de María, por eso es que en Ap. 12,17 es nombrada madre de todos cuantos hemos renacido del Espíritu Santo y somos testigos de Jesús, que con Jesús y María en el Espíritu Santo y la gloria del Padre formamos la familia celestial.
Por cierto que esta es la razón por la cual uno sale triunfante de pruebas que uno mismo piensa que jamás podría pasar, porque es la gracia de Dios y su fortaleza, la que nos sostiene, no nuestra fuerza porque somos débiles, ni nuestra sola voluntad.
El segundo:
En el antiguo testamento, Salmo 45; versículos del 10 en adelante dice, textualmente e intercalando comentarios:
** Hijas de reyes son tus muy amadas, UNA REINA SE ENCUENTRA A TU DERECHA, oro de Ofir en sus vestiduras luce**(Sal. 45, 10)
¡Este es el lugar de María en el cielo, a la derecha de Jesús!, Por eso es que no le cedió este lugar ni a Santiago ni a Juan, hijos de Zebedeo, cuando la madre de ellos y ellos mismos se lo pidieron (Mt. 20, 20-23; Mc. 10, 35-39).
Esta es la decisión de Dios Hijo; ES LA REINA PORQUE ES LA MADRE DEL REY, Y ESTÁ CORONADA DE GLORIA Y A SU DERECHA. ESTO NO ES UN INVENTO DE LOS CATÓLICOS.
** Ahora tú hija, atiéndeme y escucha, olvida a tu pueblo y la casa de tu padre, y tu hermosura al Rey conquistará. Es Tu Señor **(Sal. 45, 11-12)
En su momento, María dio su consentimiento de colaborar con Dios, ciertamente tuvo dificultades que no se detallan en la Biblia, pero que están implícitas en el rechazo inicial de José, que solo se disipó después del sueño revelador, y por la posterior persecución que sufrieron y que los obligó a huir hacia Egipto.
La hermosura de que se habla es la belleza interior de aquellas personas, que con sinceridad y humildad, se acercan a Dios constantemente en la oración, para pedir las gracias necesarias para poder vivir según su voluntad.
** Los grandes de Tiro ante Él se postrarán, ahí vienen los ricos del país. A rendirte homenaje**(Sal. 45, 13)
La presencia de los Reyes Magos y los pastores en un principio. Los ricos del país (Israel) son aquellos que reconocen con humildad y sencillez sus carencias ante Dios. Y Dios los colma de todo tipo de bienes, principalmente espirituales.
** La hija del Rey, con oro engalanada es introducida al interior. Vestida de brocados al Rey es conducida. La siguen SUS COMPAÑERAS VÍRGENES que te son presentadas.
Escoltadas de alegría y júbilo van entrando al palacio real** (Sal. 45, 14-16)
¡Cómo no estarán estas personas triunfantes, llenas de júbilo si van a la presencia del Rey!
Nótese que es la hija del Rey quien es conducida, que las vírgenes que representan al resto fiel de Israel, le acompañan, siendo presentadas a Dios. Es el conjunto de aquellas personas que guardan fielmente, el testimonio de Jesús.
** En lugar de tus padres tendrás hijos, que en todas partes príncipes serán** (Sal. 45, 17).
Aquí es el momento en que esta mujer es nombrada madre de toda la creación, sus hijos serán príncipes, porque son hijos del Rey, al creer en Jesús, El Hijo que El Padre Celestial entregó al mundo para el que créa en Él se salve (Jn. 1, 12-13). Es además la respuesta a la parte final del Magnificat; la formidable oración de alabanza y acción de gracia que el Espíritu Santo puso en labios de María:
**Socorrió a Israel, su siervo, se acordó de su misericordia, como había prometido A NUESTROS PADRES, A ABRAHAM Y A SU DESCENDENCIA PARA SIEMPRE** (Lc. 1, 54-55)
Es decir, incluso a quienes ella en su momento consideró sus padres, por voluntad divina son ahora sus hijos; es decir, TODOS LOS QUE CREEN Y OBEDECEN A DIOS EN TODO TIEMPO Y LUGAR. Jesús ratificó estas palabras en la cruz, cuando viendo a su madre con Juan, junto con María, mujer de Cleofas, y María de Magdala dijo:
**Mujer, ahí tienes a tu hijo** y dirigiéndose a Juan dijo; **Ahí tienes a tu madre** (Jn. 19, 26-27); Fue así como en Juan, la entregó por madre a todos quienes creen en Él.
Termina el salmo 45 diciendo:
**Gracias a Mí (Jesús) yo quiero que tu nombre viva de una a otra generación, y que los pueblos te aclamen para siempre** (Sal. 45, 18).
Dios expresa claramente que desea que el nombre de la reina que está a su derecha, sea recordado en virtud de su formidable maternidad sobre Él, y que aclamemos su nombre para siempre. Por esta razón es que los católicos, obedeciendo el mandato divino **que los pueblos te aclamen para siempre** es que poniendo toda nuestra confianza en Dios decimos:
** DIOS TE SALVE MARÍA
LLENA ERES DE GRACIA
EL SEÑOR ES CONTIGO** (Lc. 1,28)
** BENDITA TÚ ERES
ENTRE TODAS LAS MUJERES
Y BENDITO ES EL FRUTO
DE TU VIENTRE** (Lc. 1,42)
(Y terminamos diciendo)
JESÚS.
Hay quienes difaman el nombre de María, y al hacerlo, deforman la imagen de Jesús. Ponen a Dios como soberbio y prepotente, diciendo que no necesitaba a María para salvarnos.
Es cierto, pero no en el sentido que se dice. DIOS NO NECESITA DE NINGUNO DE NOSOTROS, PERO NO SE PUEDE NEGAR QUE DIOS DESEA QUE LE AYUDEMOS POR NUESTRA PROPIA VOLUNTAD. No nos necesita, es cierto, pero quiso que María le sirviera encarnándolo; y de cada uno de nosotros desea algo en particular; ¿Cuál será nuestra respuesta?. Ojalá que sea similar a la de María.
Algunos textos para meditar:
1 El rechazo a la imagen de la madre amamantando a su hijo divino, educándolo y guiándolo hacia El Padre Celestial de la *Iglesia Romana* que muchos dicen que es repugnante:
**El niño se alimentará de leche cuajada y miel, hasta que sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno** (Is. 7, 15).
María tiene exactamente esta función, el texto no necesita explicación, es demasiado claro. Jesús, el Dios-con-nosotros depende incluso de la guía temprana de la educación recibida cuando niño.
2 La prepotencia de Jesús, que raya en el adolescente malcriado primero, y hombre soberbio, que muchos dan con sus interpretaciones en:
a) El niño Jesús perdido y hallado en el templo.
b) Las bodas de Caná.
a) **Él les contestó *¿y porque me buscaban?. ¿No saben que Yo debo estar donde Mi Padre.?* Pero ellos no comprendieron esta respuesta. Jesús entonces, regresó con ellos, llegando a Nazaret. POSTERIORMENTE SIGUIÓ OBEDECIÉNDOLOS, su madre por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón**
Aquí es evidente un Jesús adolescente, ansioso de prestar un buen servicio y perfectamente consciente de su origen y destino. Pero como percibe que María y José no lo entienden y sufren con su actitud, Jesús SE SUJETA A ELLOS PARA NO LASTIMARLOS. Este es el verdadero rostro del Señor, que toma en cuenta nuestros sentimientos, un Dios amoroso, tierno y delicado con quienes le aman y lo buscan, muy diferente al Dios rencoroso, prepotente y déspota que muchos deforman con tal de difamar a María.
b) ** Sucedió que se había terminado el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces, la madre de Jesús le dijo: *No tienen vino.* Jesús le respondió: *Mujer, ¿Porqué te metes en mis asuntos?. Aún no ha llegado mi hora.* Pero su madre dijo a los sirvientes: * Hagan lo que Él les diga *. ** (Jn. 2, 3-5).
Es importante darse cuenta del entorno de este pasaje, María de Nazaret fue invitada, Jesús también estaba ahí con sus discípulos, departiendo con ellos. El vino es la representación de la alegría y felicidad en una boda, y que se terminara era una tragedia. María, pendiente y consciente de la necesidad de aquel matrimonio recién formado, acudió a quien todo lo puede resolver, a su hijo Jesús. No hizo grandes discursos, solo expuso la situación.
Seguramente la dulzura y la confianza de aquella mujer que lo encarnó, al pedirle con gran fe, y conociendo la infinita bondad de nuestro Señor, pidió a los sirvientes que le obedecieran a pesar de la respuesta de Jesús. Este hizo aquel milagro por pedido de su madre y para que sus discípulos creyeran en Él. Todo esto a pesar de que NO HABIA LLEGADO SU HORA. Con esta misma confianza debemos pedir a nuestro Señor su favor. Aunque aún no haya llegado nuestra hora.
Este pasaje pone de relieve una cosa muy importante; El poder de intercesión. María pide con una gran fe, con la fe de conocer mejor que nadie a Jesús. Este Jesús al cual nadie conoce mejor que ella, carne de Su Carne y sangre de Su Sangre. Este mismo poder tienen todos los que confían en Jesús, pidiéndole con la fe de quien lo conoce porque ha tenido un encuentro con Él, aunque nadie lo conoce mejor que María.
Para terminar:
María es el camino de Dios. En ella descendió el Espíritu Santo y Dios se hizo hombre y vino a nosotros; encontrando a María encontramos a Jesús, porque están indisolublemente unidos en la carne y en la sangre.
EN NINGÚN MOMENTO HE ASEGURADO QUE SEA UNA DIOSA, NI QUE OCUPE EL LUGAR DE DIOS, NI QUE LA TENGAMOS QUE ADORAR. LA ADORACIÓN SE DEBE SOLO A DIOS. A María la venera la iglesia católica en virtud de su formidable maternidad. Esta maternidad sobre Jesús y sobre cada uno de nosotros.
Por otro lado es innegable que a causa de la ignorancia, muchos fieles católicos exaltan a María, sin tomar demasiado en cuenta que la fuente de toda su santidad es Dios-con-nosotros, Jesús. A María se le debe el amor y la veneración del pueblo de Dios, pero sin que llegue a ocupar el lugar de Jesús, cuyo nombre esta sobre todo nombre.
Espero que esta exposición sea suficiente para que entiendan el fondo bíblico, espero no haberlos aburrido con esta exposición tan larga para un foro.
QDLB+
En Jesús y María:
Francisco Javier