Las discusiones entre algunos participantes del foro se vé bastante acaloradas en algunos momentos, sobre todo entre los participantes de creencia católica y evangélica. Los argumentos doctrinales sobresalen en la lucha, como tratando de imponer el que tiene la razón o, por último la verdad total. El que cree tener la verdad se dice a sí mismo –conciente o inconscientemente- yo tengo la razón, él dice o cree tener la razón apoyándose en sus estudios y preparación o instrucción recibida.
Pero creo que se debe diferenciar entre la convicción doctrinal religiosa y la convicción que viene de la revelación del Espíritu. La convicción religiosa y doctrinal puede terminar en un fanatismo peligroso, cerrado y hasta demoníaco. Satanás és un fanático de su credo, por eso lucha hasta la muerte por convencer a otros de sus ideas.
Mientras Jesús dijo: “El que cree y el que no cree”. Libre es la persona de decidir. Mientras que otros están obsesionados por IMPONER, sea directa o indirectamente. La revelación no solo produce la convicción y la certeza, sino que da libertad.
Aunque reconozco que en España la lucha religiosa es fuerte (pienso yo), pero recordemos lo escrito por Zacarías: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu” (4:6) Así actuaban los viejos profetas, y la iglesia ha recibido el mismo Espíritu, luchaban por medio del Espíritu.
¿Hay algún participante que sea profeta?
Porque detrás de todos los argumentos, sean válidos o no, se requiere la Palabra de Dios para ser liberados, no me refiero a la palabra doctrinal, sino a la que nos da el verdadero crecimiento. Si algún incrédulo o participante de alguna religión será salvo, será por voluntad y poder de Dios, y nunca porque lo convencieron de una doctrina distinta, no se trata de ganar adeptos, se trata de nacimiento nuevo y esto, solo de Dios viene.
Al apreciar algunos epígrafes tan doctrinales, desde el punto de vista religioso, que la verdad llega aburrir, cansar, agotar, pero sus participantes, disfrutan su intervención y participación, no será raro ver a los mismos protagonistas participando en estos epígrafes, es el caldo de sus disfrutes. Finalmente, siempre la cofradía religiosa y sectaria, luchará hasta la muerte por imponer sus ideas doctrinales. El fanático religioso luchará, será burlón, irónico, grotesco entre otras estrategias más, nunca reconocerá que está equivocado, está demasiado convencido para ver más allá de sus ideas religiosas.
Incluso, sé que algunos de éstos personajes aparecerá, y buscará el punto clave para resaltar su idea fanática. Aunque reiteradamente algunos lo han dicho, éstos personajes –aparentemente- sólo tienen oídos para oír su propia razón.
Les saluda, UN TESTIGO DE JEHOVÁ.
Pero creo que se debe diferenciar entre la convicción doctrinal religiosa y la convicción que viene de la revelación del Espíritu. La convicción religiosa y doctrinal puede terminar en un fanatismo peligroso, cerrado y hasta demoníaco. Satanás és un fanático de su credo, por eso lucha hasta la muerte por convencer a otros de sus ideas.
Mientras Jesús dijo: “El que cree y el que no cree”. Libre es la persona de decidir. Mientras que otros están obsesionados por IMPONER, sea directa o indirectamente. La revelación no solo produce la convicción y la certeza, sino que da libertad.
Aunque reconozco que en España la lucha religiosa es fuerte (pienso yo), pero recordemos lo escrito por Zacarías: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu” (4:6) Así actuaban los viejos profetas, y la iglesia ha recibido el mismo Espíritu, luchaban por medio del Espíritu.
¿Hay algún participante que sea profeta?
Porque detrás de todos los argumentos, sean válidos o no, se requiere la Palabra de Dios para ser liberados, no me refiero a la palabra doctrinal, sino a la que nos da el verdadero crecimiento. Si algún incrédulo o participante de alguna religión será salvo, será por voluntad y poder de Dios, y nunca porque lo convencieron de una doctrina distinta, no se trata de ganar adeptos, se trata de nacimiento nuevo y esto, solo de Dios viene.
Al apreciar algunos epígrafes tan doctrinales, desde el punto de vista religioso, que la verdad llega aburrir, cansar, agotar, pero sus participantes, disfrutan su intervención y participación, no será raro ver a los mismos protagonistas participando en estos epígrafes, es el caldo de sus disfrutes. Finalmente, siempre la cofradía religiosa y sectaria, luchará hasta la muerte por imponer sus ideas doctrinales. El fanático religioso luchará, será burlón, irónico, grotesco entre otras estrategias más, nunca reconocerá que está equivocado, está demasiado convencido para ver más allá de sus ideas religiosas.
Incluso, sé que algunos de éstos personajes aparecerá, y buscará el punto clave para resaltar su idea fanática. Aunque reiteradamente algunos lo han dicho, éstos personajes –aparentemente- sólo tienen oídos para oír su propia razón.
Les saluda, UN TESTIGO DE JEHOVÁ.