Querido amigo David,tienes mucha razón en lo que dices, sin embargo, te recuerdo que no todos asumen en su vida con igual convicción la centralidad de jesús en su vida, por desgracias son una gran mayoría los que se equivocan en sus motivaciones religiosas hacia el matrimonio. Otra veces, aunque con buena intención y la mayor de Fe, se encuentran en encrucijadas dramaticas en su vida matrimonial que les impide vivir una vida y convivencia pacifica. Bueno, no podemos partir de un supuesto de fe en situaciones donde la fragilidad humana acompaña a muchas personas en su vida. Lo cual no quiere decir que no haya desde el Padre Dios una posibilidad real de conversión, una posibilidad de rehacer nuevamente su opción de pareja. Sabemos que en la Iglesia católica, el matrimonio siendo sacramento es indisoluble por el poder humano, nadie puede dislverlo. Sin embargo la Iglesia en su práctica, en ocacsiones sugiere incluso hasta la misma separación, y en algunos casos la disolución del vínculo. Ojalá todos pudieran ver en una forma tan clara la centralidad de Cristo en vida matrimonial. En tanto, oramos, y buscamos caminos de solución eclesiales a tantos hombres y mujeres que hoy buscancon fe sincera la comunión eclesial. Un saludo especial y Dios te bendiga y Gracias. Tu amigo Juan