hacia una teología del fracaso matrimonial

31 Enero 2001
6
0
Bueno queridos amigos mi nombre es Juan Alberto, durante algún tiempo traje en Roma, el problema del fracaso matrimonial y su respuesta por parte de la Iglesia Católica. Son muchos quizá los interrogantes y preguntas. Me encantaría hablar y abrir un debate abierto inter-religioso rspecto al tema.
 
Juan Alberto: El Senor Jesucristo es vida.
Hablando sobre el fracaso matrimonial quiero decirte que cuando el hombre oh la mujer no toma a Jesucristo como su misma vida y vivir el proposito del matrimonio se pierde. Porque viendolo bien el matrimonio es un miniatura del deseo del corazon de Dios en su proposito eterno. Dios quiere ser uno con el hombre. Afin de que el hombre sea su expresion y representacion en la tierra. Por tanto el matrimomio nos habla de unidad y cuando no se tiene esta vision y este proposito la mayor parte de los matrimonios fracasan.
 
Una señora me platicaba que ella de muy chica se habia casado con un tipo al cual tuvo que abandonar por que era drogadicto y la maltrataba.

Rehizo su vida, y se volvio a casar.
La ley le permitio rehacer su vida, el divrocio le ayudo y pudo reconstruir un hogar.

Sin embargo la iglesia no le ha perdonado su pecado???, dice que ningun sacerdote catolico le ha permitido tomar la comunión a menos que deje su "adulterio????" Ya que comentan que la ilgesia catolica no permite el divorcio.

Ya con nietas, dice que la vez en que fue bautizada su nieta, no pudo ella participar como madrina, por que el sacerdote se lo impidio.

Bueno, gracias a Dios esa hipocrecia de la iglesia catolica, le ha permitido voltear sus ojos a Jesucristo y en el está encontrando el perdon y la verdad de la buena notica del amor de Dios.
 
Querido amigo David,tienes mucha razón en lo que dices, sin embargo, te recuerdo que no todos asumen en su vida con igual convicción la centralidad de jesús en su vida, por desgracias son una gran mayoría los que se equivocan en sus motivaciones religiosas hacia el matrimonio. Otra veces, aunque con buena intención y la mayor de Fe, se encuentran en encrucijadas dramaticas en su vida matrimonial que les impide vivir una vida y convivencia pacifica. Bueno, no podemos partir de un supuesto de fe en situaciones donde la fragilidad humana acompaña a muchas personas en su vida. Lo cual no quiere decir que no haya desde el Padre Dios una posibilidad real de conversión, una posibilidad de rehacer nuevamente su opción de pareja. Sabemos que en la Iglesia católica, el matrimonio siendo sacramento es indisoluble por el poder humano, nadie puede dislverlo. Sin embargo la Iglesia en su práctica, en ocacsiones sugiere incluso hasta la misma separación, y en algunos casos la disolución del vínculo. Ojalá todos pudieran ver en una forma tan clara la centralidad de Cristo en vida matrimonial. En tanto, oramos, y buscamos caminos de solución eclesiales a tantos hombres y mujeres que hoy buscancon fe sincera la comunión eclesial. Un saludo especial y Dios te bendiga y Gracias. Tu amigo Juan
 
Anton, recibe un cordial saludo y los mejores deseos de paz y bienestar a ti y atu familia. la experiencia que me compartes es la situación real de miles de hombres y mujeres en la Iglesia católica. Es un situación que nos interroga a todos. Pienso que cada caso es en sí mismo un universo personal que merita ser tratado en su particularidad. La Iglesia aunque aun no no se ha pronunciado abiertamente por motivos de su comprensión sacramental del matrimonio, no se haya del todo cerrada a las situaciones que hoy vive el creyente en tales situaciones. Primero, no se si tu amiga hizo la demanda de nulidad de su matrimonio argullendo las causales por las que que consideraba su matrimonio nulo> es decir, el inicio de un proceso de separación o nulidad según el caso. Una cosa es cierta, la Iglsia no excluye estas personas de la vida de la Iglesia. habría que entrar a considerar el concepto comunión y sus muchas posibilidades. pienso que estas personas en ocacsiones viven una experiencia de comunión en sus nuevos hogares que son un verdadero signo, pienso que mientras la disciplina de la Iglesia no modifique su disciplina al respecto, debemos vivir en sana conciencia esta situación y vivir la comunión con Dios y ofrecer esta situación. Como sabes, la misiricordia de Dios es inmensamente mas grande que la nuestra. En tanto, pidamos a Dios que nos ayude a aportar a nuestra Iglesia nuestra experiencias y reflexiones para buscar una solución eclesial al problema. Yo me estoy empeñando en indagar en la Sagrada scritura, la tradición y el magisterio las bases para aportar a nuestra iglsia luces que le permitan obrar pastoralmente en estas situaciones. De una cosa estoy completamente convencido, desde Dios no existe el fracaso como última palabra, la Revelcaión de Dios nos demuestra la actitud de Dios con su pueblo de renovar siempre una alianza más estable y feliz. Pidámosle nos ilumine en esta búsqueda. Tu amigo, juan