¿GOBIERNO UNIPERSONAL O PLURALISTA?

28 Febrero 1999
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¿GOBIERNO UNIPERSONAL O PLURALISTA?
(Originalmente ingresado en el Foro del Reino de Dios para proveer a los evangélicos de tópicos de discusión propios, no católicos.)


Serie: Elementos disuasivos Nro. 2
Procuraremos estudiar a la luz de las Escrituras, la historia y nuestra realidad circundante, aspectos de nuestra doctrina y práctica que suelen
ser elementos disuasivos para inconversos que invitamos a la predicación.
- Seguimos con otro hecho repetido desde hace mucho y en todas las
ciudades, villas, pueblos y aldeas de nuestros países o en los barrios de
la ciudad dónde vivimos.
A poco de instalarse una familia misionera en la zona y alquilar un local
para sus reuniones, se ve al misionero haciendo de todo; desde barrer el salón hasta pasar un plumero sobre los bancos, repartir los himnarios, tocar la guitarra (y su esposa quizás al piano), predicar, y luego correr a la puerta sin que se le escape nadie sin saludarlo atenciosamente.
Lo que es comprensible en el comienzo de cualquier obra nueva, plantea una seria duda cuando después de veinte, cincuenta o cien años,
se sigue repitiendo, aunque la congregación haya crecido en número y
ya cuenten con un edificio propio con aspecto de templo religioso.
Si bien el pastor (substituto del misionero ya fallecido o trasladado a
otra parte) cuenta con algunos ayudantes, mayormente damas voluntariosas de la congregación, suele ser él quien personalmente
predica el sermón dominical, dirige los estudios bíblicos, bautiza,
aconseja, disciplina, bendice las bodas, da gracias y distribuye el pan y
la copa en la Cena del Señor, cumple con su señora las visitas pastorales
en torno a una taza de té con galletitas, y finalmente da el sermón fúnebre en el velatorio y en el cementerio.
El control de toda la iglesia parece recaer sobre un solo hombre.
La pregunta podría ser: ¿sería mejor o resultaría impráctico volver al modelo bíblico de que una pluralidad de ancianos-pastores surjan de la
misma congregación en lugar de traer uno importado de otro lado?
¿O está bien que el Pastor sea mirado como el "cura evangélico" del
lugar? Este es un tema de controversia evangélica, y los católicos o de otras
confesiones que quieran participar podrán hacerlo, pero obviamente que ubicándose desde nuestra perspectiva cristiana evangélica. De lo
contrario, volveremos a enredarnos en las interminables polémicas de
las que unos y otros ya estamos bastante cansados.
Comencemos pues a debatir vuestras ponencias y comentarios.
El Señor ilumine nuestro estudio para el provecho de todos en el Foro.
Ricardo.
 
Buen tema Ricardo.

Mi opinión, desde la perspectiva evangélica de la denominación a la que pertenezco, ya la conoces; por lo tanto creo que sería bueno volver a los modelos bíblicos de los primeros años de la iglesia; pero........... ¿porque no un punto intermedio?, es decir: iglesias locales con ancianos surgidos de un periodo de oración de la asamblea y además un pastor que tenga un sueldo y se encargue de todos aquellos temas en que los ancianos no llegan por falta de tiempo debido a sus trabajos seculares; esto podría ser una opción, pero necesitamos también, según mi opinión, una mayor incidencia en el estudio de los dones y ministerios, para que cada miembro se sienta "como un pastor" y asuma sus responsabilidades dentro del "cuerpo de Cristo" ejerciendo el don o dones que Dios le ha dado como miembro de la Iglesia ; es decir, miembros que sean visitadores-as, consejeros-as, exhortadores-as, maestros-as de la Palabra etc.........
¿No te parece?

Bendiciones.

Maripaz
 
Buen tema efectivamente.

Sin embargo disentiría de organizar una congregación a base de ancianos surgidos de la comunidad (modelo bíblico) más otro a sueldo. La opción de contar sólo con hermanos surgidos de la misma congregación y con el apoyo de ésta, es para mi la más acertada (Asambleas de hermanos). Por mi parte considero importante el hecho de que no existan pastores a sueldo, ni en combinación con otros ni solos.
Es más, considero importante que los ancianos tengan trabajos seculares y por tanto se integren en la lucha diaria por la “supervivencia”.
En una ocasión conocí una comunidad que veía insuficientes a sus ancianos y decidieron “fichar” uno a sueldo con la esperanza de que éste solucionaría todos sus problemas. Por desgracia la fórmula no suele funcionar. Los problemas sólo pueden encararse con corazón humilde, lúcido y acatador de la voluntad Divina. Ninguna persona puede cambiar nuestro corazón salvo nosotros mismos. Si, en cambio, considero necesario que la comunidad se ocupe de formar apropiadamente a aquellos hermanos en los que se entrevé el don del pastoreo. Al final resulta evidente que una comunidad la llevan cada uno de los miembros que la componen, cada uno en su lugar del cuerpo (o así debería ser).
Es importante que se distinga entre la figura del pastor y la del misionero. Éste último necesita, obviamente, apoyo económico para desarrollar su labor pionera.

Tomás
 
Apreciada hermana MARIPAZ: Celebro que apruebes la conveniencia de
tratar este tema. Aunque tu "punto intermedio" propone una solución
en apariencia conveniente, en la práctica no ha funcionado, por lo menos en lo que yo conozco. Es posible que en algunos lugares diera
resultado, pero actualmente no la recomendaría. Tomás ha contestado
muy bien este punto, así que él ya ha dicho lo que yo pudiera decirte.
Es importante, sin embargo, lo que tú señalas en cuanto a que cada
miembro del cuerpo de Cristo en su asamblea local, asuma la responsabilidad por la que Dios lo ha puesto allí, facultándole el
Espíritu Santo con el don o dones necesarios para cumplir su función.
Cuando se le paga a un hermano para que él cumpla la función de Pastor, no habría problema si éste pudiera mantener a todos activos
en sus diferentes puestos y ministerios. Pero la deficiencia humana se
percibe a dos puntas: por un lado, el Pastor, al pretender ser responsable y cumplir con su cometido, suele excederse invadiendo el
campo de actividad de otros miembros; y por otro lado, los co-ancianos y demás miembros se retraen para no estorbar ni entrar
en competencia con el Pastor. Algunas iglesias tienen el sistema de
un Pastor con varios ancianos (primero entre iguales) pero éste no es
auténticamente el modelo bíblico, y cae en los mismos vicios que el
sistema tradicional. El desafío parece replantearse: si en el primer
siglo fue efectivo ¿por qué no ahora?
Veré si el mensaje de Tomás me provee algún otro comentario.
Que el Señor te siga bendiciendo mucho. Con todo mi amor en Cristo,
Ricardo.
 
En el modelo biblico siempre hay un líder fuerte que marca la PAUTA. PABLO,es un buen ejemplo de apostol y pastor misionero.

Siempre tiene que haber una cabeza pero no sola para que no se vuelva "cabeza loca" como muchos pastores que se convierten en papitas locales.

Debe haber un gropo de oficiales o ancianos que ayuden al pastor y le vigilen también en su santidad y sanidad para bien del cuerpo.


Ricardo, por qué no registraste tu email, yo quisiera comunicarme con ud. pienso que es interesante su forma de pensar.

Escríbeme, yo sí registré mi correo electrónico por si acaso alguien quiera compartir y me reservo el derecho de responder. Seguro que te responderé.
 
Hermano Tomás: Me complace en gran manera que el tema te parezca
bueno. Soy conciente que mantengo una gran deuda contigo, pues luego de pedirte con urgencia tu E-Mail nunca te escribí. Ojalá comprendas que la situación en los dos Foros cristianos me tuvo tan
involucrado como preocupado, y no fue por falta de tiempo o de interés que no te escribiera, sino porque mi propio ánimo necesitaba
de una disposición especial para hacerlo de modo que te bendijera.
Te escribiré cuando yo mismo me encuentre más reconfortado, pues
he vivido tu misma situación (la de dejar de congregarse) y si bien ya
hace años que he vuelto a congregarme "formalmente" en una asamblea
de hermanos, sigo siendo para muchos un "Hermano" algo informal.
Lamentablemente, cuantos suspiremos por alcanzar una vida cristiana
normal, que a lo menos no pretenda más que un discipulado auténtico,
genuino, arriesgamos la incomprensión -primero-, y la persecusión
-después-, por parte de aquellos que nos ven como una plomada que
marca los desvíos de la vertical.
Pasando a nuestro tema, te diré que aunque coincido totalmente con
lo que has expuesto, en cuanto a la conveniencia de que los ancianos
se autosostengan con su propio trabajo secular, recordamos aquella
Escritura que no podemos dejar de lado en 1Timoteo 5:17: "Los
ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar". El texto que
sigue recoge las palabras de nuestro Señor: "Digno es el obrero de su
salario", con lo que muchos interpretan como que se alude en ese
"doble honor" al sustento digno de los que edifican la asamblea local.
Así que te compartiré la luz que he recibido al respecto por lecturas,
exposiciones bíblicas y testimonios de otros hermanos. La compensación monetaria a uno o varios de los ancianos que componen
el presbiterio de una iglesia, se brinda únicamente en este caso: cuando
los frutos espirituales en la congregación, y la edificación de la iglesia
por el ministerio de la Palabra de estos hermanos es tal, que la ocupación de estos en sus empleos, oficios o profesiones seculares,
vaya en pérdida para la iglesia. O sea, que la iglesia se beneficiará más al sostenerles económicamente, pero permitiendo con ello la total
dedicación de estos siervos al Señor, que lo que ganaría ahorrándose
el mantenimiento de estas familias, en un ministerio más reducido y
limitado en tiempo y esfuerzos. Como ves, este parece ser un método
sencillo y justo. Con todo, los demás ancianos que continúan ministrando pero autososteniéndose con sus trabajos habituales, y toda
la congregación, deberán tener presente que los que reciben su sostén
de la iglesia, no reciben por ello mayor autoridad, ni su servicio puede
suplantar al de todos y cada uno de los miembros de la iglesia. Tampoco su condición de estar siendo pagados por la iglesia, les pone
en un sitio inferior de dependencia de los demás ancianos o de la misma
congregación. La paga o no paga, ni jerarquiza ni desautoriza.
Creo que si ésto está bien claro para todos, y se mantienen atentos y
vigilantes para que nadie se extralimite, el modelo bíblico debe seguir
dando buenos dividendos aún hoy en la actualidad.
Me gustaría conocer tu parecer al respecto, e incluso me olvidé de
sugerir a Maripaz si ella se atrevería a imprimir estos conceptos y
exponerlos a algunos de los ancianos de su iglesia; siempre que,
claro está, ésto no le acarrease a ella ningún problema con ellos.
Seguimos dialogando, si Dios quiere.
Con todas mis disculpas por mi silencio, recibe ahora hermano Tomás
mi más fraterno y cálido abrazo en el amor de Cristo.
Ricardo.
 
Estimado Ricardo,

Gracias por tu calor cristiano, te lo agradezco profundamente.
Respecto a tu observación acerca de 1ª Timoteo 5: 17, pienso sería también interesante para el tema analizar 1ª Corintios 9: 1-18.
Efectivamente a la luz del texto mencionado Pablo defiende el derecho que tienen los apóstoles a ser mantenidos quedando bastante clara su posición y por tanto la de la Palabra. Sin embargo no sé si la actividad de apóstol o evangelizador se puede trasladar globalmente a la realidad de nuestras comunidades. Pues como muy bien dice Pablo: ¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas?, pienso el texto menciona a quienes dedican su tiempo a “sembrar lo espiritual” de forma continua y por tanto estarían en el segundo supuesto que yo mencionaba en mi mensaje anterior. De todas formas si se diera el caso de que un pastor de una iglesia local realizase realmente esa misma labor, tal y como se describe en la cita mencionada, también deberíamos incluirlo en esa categoría, teniendo por tanto derecho a sostenimiento.
Otro tema es si algunos (muchos) se aprovechan de las circunstancias y “beben la leche de rebaño ajeno”, pues hacen del don del pastoreo una profesión como otra cualquiera.

Un fuerte abrazo en Cristo.

Tomás.