Conste que no dije ateos o agnósticos (estos no preocupan) sino “sin Dios”.
Hacia el final del presente año, algunos países del Nuevo Mundo tendremos Elecciones para un nuevo gobierno (Argentina, Uruguay).
Escuchando a los candidatos presidenciales exponer sus planes de gobierno, hay en todos ellos una coincidencia aterradora: ¡Dios no cuenta para nada!
Peor todavía, hay consenso de que suena mal nombrar a Dios.
Se considera que hacerlo es discriminar a la población no creyente ¡como si los que no lo son lo fueran!
Se piensa que nuestras Constituciones republicanas descansaban sobre una democracia laica, cuando de ser realmente laica no es posible excluir a Dios ni a cuantos creen en Él.
Actualmente nuestras sociedades no aciertan con ningún plan efectivo que acabe con la corrupción, la inseguridad ciudadana y el constante incremento de la criminalidad y delincuencia.
Se miente formulando planes de dura represión, cuando el problema de fondo no son los delitos sino el pecado.
- ¿Qué opinan?
Saludos cordiales
Hacia el final del presente año, algunos países del Nuevo Mundo tendremos Elecciones para un nuevo gobierno (Argentina, Uruguay).
Escuchando a los candidatos presidenciales exponer sus planes de gobierno, hay en todos ellos una coincidencia aterradora: ¡Dios no cuenta para nada!
Peor todavía, hay consenso de que suena mal nombrar a Dios.
Se considera que hacerlo es discriminar a la población no creyente ¡como si los que no lo son lo fueran!
Se piensa que nuestras Constituciones republicanas descansaban sobre una democracia laica, cuando de ser realmente laica no es posible excluir a Dios ni a cuantos creen en Él.
Actualmente nuestras sociedades no aciertan con ningún plan efectivo que acabe con la corrupción, la inseguridad ciudadana y el constante incremento de la criminalidad y delincuencia.
Se miente formulando planes de dura represión, cuando el problema de fondo no son los delitos sino el pecado.
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