fundamentalismo

20 Octubre 2004
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¿Qué es el fundamentalismo?


¿Es fundamentalista el fanático o quien se niega a escuchar razones? Un análisis para conocer la naturaleza del concepto y cómo se aplica en el terreno religioso, político o social.



Por Robert Spaemann


¿Qué es un fundamentalista? «Alguien que niega todo discurso, un fanático con el que no se puede hablar» Ésta sería la definición crítica del fundamentalismo. Otra de carácter apologético diría quizá: «Un hombre para el que algo es sagrado, y que no está dispuesto a negociarlo» De este modo podemos dibujar los contornos del problema que en nuestra civilización se esconde tras el término fundamentalismo.

Origen del fundamentalismo

El concepto ha dejado su ámbito de origen hace mucho tiempo. Pero hay que tener presente ese ámbito, para comprender este fenómeno universal. Fundamentalistas eran, en primer lugar, los protestantes americanos que—en contra de la ilustración científica y la hermenéutica teológica—insistían en tomar al pie de la letra la Biblia y, especialmente, lo que dice sobre la creación, rechazando la teoría moderna de la evolución. El problema adquirió relevancia política con la cuestión de si el sistema educativo del Estado podía favorecer alguna de esas opiniones, concretamente, la teoría de la evolución.

Es bueno dejar claro que un fundamentalismo suficientemente radical no entra en conflicto ni con la lógica ni con la experiencia. Desde David Hume sabemos que el common sense extrapola la validez de las leyes de la experiencia hacia el pasado y hacia el futuro, y esto hasta ahora nos ha ido bien. Pero no es posible hallar ni rastro de un argumento convincente contra aquellos que afirman que un día dejará de irnos bien, o que las leyes de la naturaleza empezaron a tener vigencia exactamente hace seis mil años, porque en aquel momento fue creado el universo, junto con su «pasado»—irreal—,es decir, junto con los fósiles. También en sueños vemos con frecuencia un pasado que trasciende la actualidad soñada, pero que es esencialmente pasado y nunca fue presente. E incluso dentro de la época en la que rigen nuestras leyes de la naturaleza, éstas no deciden sobre las excepciones, es decir, los milagros. Sólo dan la medida de su improbabilidad, pero esa medida carece de interés para lo que es esencialmente único. El sentido, visto como un todo, siempre es algo improbable, y una fe que se refiere al sentido de un acontecimiento se refiere por tanto, precisamente a lo inverosímil.

El fundamentalismo cristiano es un fenómeno en gran medida protestante. «Que dejen prevalecer la Palabra y no se les dé las gracias por ello...» Este verso de Lutero presenta la Reforma como un movimiento fundamentalista, de regreso a los orígenes, lo que significa, sobre todo, regresar a las Sagradas Escrituras. Detrás de este movimiento latía la convicción de una falta de autenticidad de la corriente surgida en esa fuente, y de la falta de competencia de la instancia de interpretación que pretendía unir constantemente la evolución del cristianismo con su origen.

Toda tradición es al mismo tiempo historia de la interpretación. Sócrates, preguntado acerca de por qué no escribió nunca un libro, respondió: «Un libro está indefenso, siempre precisa que su padre acuda en su ayuda.» Allí donde esta ayuda no se produce, mediante la delegación de poderes a una instancia que interprete—«quien a vosotros escucha, a mí me escucha»—,se puede cuestionar la legitimidad de la evolución de esa doctrina. Siempre puede y tiene que ver revisada por cada individuo. Pero la última instancia de revisión tiene que ser el propio texto, y a su vez éste sólo se da como interpretado, porque leer es ya interpretar. El fundamentalismo cree poder sustraerse a este círculo hermenéutico, que parece tornar todo arbitrario y todo —hasta el ateísmo compatible con la Biblia, mediante una literalidad del texto aparentemente libre de interpretaciones. «Que dejen prevalecer la Palabra...»

La historia enseña que de tales lecturas literales de determinados textos siempre han emanado impulsos de revitalización y renovación de tradiciones. Como ejemplo, puede bastar San Francisco con su interpretación literal de algunas partes del Evangelio referidas a la pobreza. Pero igualmente claro es que cada una de estas reformas tenía a su vez que constituir algo así como una ortodoxia, es decir, una tradición interpretativa vinculante y fundante de una identidad.

Naturalmente, en el protestantismo la ortodoxia siempre ha tenido un estatuto precario, porque los escritos en los que se basa no pueden apoyarse por su parte en una autoridad interpretativa específica, basada en la escritura. De este modo, la ortodoxia protestante siempre estuvo amenazada por dos lados: por el lado de la crítica histórica o la ilustración científica y por el lado del utopismo, que invoca directamente el testimonio del Espíritu Santo en el iluminado lector de la Escritura. La ortodoxia, en cambio, es una construcción intelectual católica. Presupone una instancia legitimadora de la evolución de la doctrina, es decir, una instancia que se remonte al origen y la tradición. El fundamentalismo es, por así decirlo, su contrafigura «protestante».

El tradicionalismo católico

La contraprueba de esta tesis es el tradicionalismo católico del arzobispo cismático Lefebvre. Él adoptó de hecho una postura fundamentalista, pero no en relación a la Biblia, sino en relación a antiguas manifestaciones doctrinales de la Iglesia que parecen difícilmente compatibles con las declaraciones del Concilio Vaticano II, sobre todo las referidas a la libertad religiosa. Sin duda, el Concilio ha declarado que «la doctrina, que nos ha sido transmitida de la obligación moral del hombre y las sociedades respecto de la verdadera religión y la única Iglesia de Jesucristo, permanece inalterada», pero no ha hecho intento alguno por garantizar la continuidad de la tradición y con ello la propia legitimidad haciendo que las nuevas manifestaciones mantuvieran una relación de re-interpretación con las antiguas. De este modo, era provisible el recurso fundamentalista a la validez «literal» de anteriores manifestaciones doctrinales eclesiásticas, aparentemente necesitadas de interpretación. Naturalmente, el fundamentalismo católico está en una situación tan trágicoparadójica como la ortodoxia protestante. Si el primero presupone de hecho un magisterio auténtico, esta última presupone el libre examen de los textos canónicos, es decir, un principio protestante.

El fundamentalismo islámico

Esta frase: «que dejen prevalecer la Palabra» podría servir también como grito de guerra de aquellos musulmanes que en Occidente se califica de fundamentalistas. También el fundamentalismo islámico es la reacción a la ruptura de una tradición y a la crisis de un identidad legitimadora de una evolución. Para que los cambios culturales puedan ser entendidos como progreso, hay que tener escalas que permitan distinguir las mejoras de los empeoramientos. Tales escalas aseguran la identidad, al unir la evolución a los propios orígenes, al entenderla como «cumplimiento» de lo que se ha dicho desde el principio.

En sus tiempos de grandeza, el Islam desplegó un poderoso potencial creativo, filosófico y científicoartístico, superior en su época al del Occidente cristiano. Sin embargo, la moderna revolución científico-técnica no ha surgido en suelo islámico, sino que ha irrumpido en éste desde fuera, la mayoría de las veces bajo el signo del colonialismo. No fue casualidad que el tenebroso y sangriento fundamentalismo tuviera su centro en el país al que un déspota ilustrado había sido el primero en importar ideas occidentales de reforma agraria, tecnocracia, emancipación de la mujer y alfabetización. La truculencia del régimen iraní y el desafío a la comunidad de Estados civilizados producido por la llamada al asesinato de un escritor, no dejaron lugar a duda sobre la seriedad del fenómeno. La peligrosidad es tan sólo la otra cara de una pretensión seria.

Un ciudadano occidental medio difícilmente puede imaginar que alguien se tome en serio el honor de Alá y el respeto a lo que los creyentes consideran una revelación divina. El hecho de que la revelación tenga en el Islam la forma de la transmisión de un libro, y no como en el cristianismo—la de la aparición de un hombre, hace del fundamentalismo, de la «literalidad», de la sola scriptura, un fenómeno genuinamente islámico, y de la cuestión de cómo «el padre puede venir en ayuda del libro» una cuestión abierta. Sólo una autoconciencia recobrada y fortalecida dará a los pueblos islámicos la tranquilidad, que es la única que puede hacer posible algunas respuestas creativas.

Fanatismo y funcionalismo

La civilización occidental preparó desde el siglo XVII el vocablo despreciativo «fanatismo» para aplicarlo a las convicciones incondicionadas, que escapaban al discurso universal. Al principio la palabra fue empleada por los católicos contra los protestantes, después por los protestantes ortodoxos contra los utopistas y, por último, por los protagonistas de la ilustración contra toda forma de fe revelada. El Islam pasaba por ser la forma de fe revelada más resistente a la transformación en «religión natural», y por tanto—como dijera Voltaire—,el prototipo del fanatismo.

El fanatismo es la contrafigura del ideal del imperio de la razón, es decir, del discurso universal, racional y sin presupuestos sobre lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo. Un discurso así debía ser posible y fecundo porque la razón, como escribió Descartes, es la cosa más uniformemente repartida del mundo. Imperio de la razón y derechos humanos parecían ser casi sinónimos. El historicismo del siglo XIX nos ha hecho conscientes de que el universalismo de la razón, los derechos humanos y la ciencia misma sólo pueden surgir en el territorio de una determinada cultura, con presupuestos muy específicos. El relativismo cultural del siglo xx afirma que estos postulados permanecen ligados a sus presupuestos históricos, es decir, que precisamente no pueden pretender una vigencia universal. En este sentido, hace algunos anos que Georg Picht salió al paso del universalismo de los derechos humanos como la expresión tardía de una metafísica fracasada en Europa. No tomaba en consideración que, para aquel que ha sido privado de ellos, la evidencia de los derechos humanos podría ser quizá un argumento a favor de la metafísica que llevan implícita. En la medida en que el universalismo europeo se emancipa de sus propios fundamentos, se autodisuelve. El resultado de esta autodisolución es un concepto teórico de racionalidad que se refleja sólo en la funcionalidad de los elementos del sistema y en los eventuales impulsos a la evolución producidos por las disfuncionalidades.

El funcionalismo es una forma de pensar que, al entender todos los contenidos como funciones, los hace sustituibles por sus equivalentes funcionales. Convicciones dogmáticas, veredictos morales incondicionales —por ejemplo, frente a la tortura o el aborto , vínculos personales irrevocables, son cuerpos extraños en una civilización funcionalista. Sólo es capaz de entender los problemas morales que plantea la tecnología genética en términos de aceptación, pero no contribuye en nada a legitimar o impedir esa aceptación. Libertad y dignidad le parecen, a un cientifista ilustrado como Skinner, reliquias fundamentalistas que sólo pueden ser un impedimento en la construcción de una sociedad satisfecha y funcional. Se consideran obstáculos, como lo era para el teórico moderno de la soberanía, Thomas Hobbes, la frase bíblica «hay que obedecer más a Dios que a los hombres».

Fundamentalismo y nacionalismo

Una civilización que rompe de manera rotunda con sus orígenes provoca un fundamentalismo radical, que se remonta a toda la tradición histórica de Europa, y es el biológico. Este comienza ya a finales del siglo XIX. El cristianismo había pedido a los pueblos de Europa que se dejaran adoptar como «gentiles» por una nueva genealogía, que llamaran a Abraham «nuestro padre» e imitasen a sus reyes David y Salomón. El reino de los alemanes no había sido un reino alemán, sino el mismo Imperio Romano. Liberado de esta historia «colonial» e «invasora», el fundamentalismo biológico esperaba el despliegue del genuino potencial de la raza céltica o germánica. El nacionalsocialismo fue la primera toma de poder del fundamentalismo naturalista, que, aunque hijo de la ilustración cientifista, contemplaba su universalismo racional en materia de derechos humanos como parte de la herencia judeo-romana que había que superar.

Por lo demás, el nacionalsocialismo fue una enseñanza respecto al destino que espera a todo fundamentalismo que alcanza el poder político: dejar de ser fundamentalismo (esto también es válido para el Islam). No por casualidad Hitler hizo reescribir la historia en la segunda mitad de su período de gobierno imperialista: Carlos, el «asesino de los sajones», volvió a ser «Carlomagno», y fueron precisamente los nacionalsocialistas los que eliminaron la antigua escritura germánica y la sustituyeron por la latina, usual en el resto de Europa, de forma que hoy los niños ya no saben leer las cartas de juventud de sus abuelos.

El fundamentalismo verde

El fundamentalismo biológico ha sobrevivido a su variante nacional, estatal-terrorista, y ha acogido en su seno nuevos motivos. También el fundamentalismo verde es un movimiento de deslegitimación. Se deslegitima una evolución civilizadora en nombre de algo originario, elemental, que en esta evolución no se desplegó, sino que fue reprimido y negado. Este algo originario ya no son las razas humanas, sino las especies naturales de la Tierra, y entre ellas la especie homo sapiens y sus amenazadas condiciones naturales de supervivencia. Este movimiento es fundamentalista en tanto que rechaza toda mediación social-histórica para su escala de valores. El si tema social de las culturas más avanzadas se basaba, desde su punto de vista, en la represión de la naturaleza y, por así decirlo, de la mujer como representante de la naturaleza dentro del sistema social. El racionalismo europeo no sería sino la culminación de tal historia de represión, que habría marcado y envenenado de forma sexista nuestras estructuras lingüísticas.

La fuerza de este nuevo fundamentalismo estriba en un hecho indiscutible y en una opinión igualmente indiscutible. El hecho: el sistema industrial ha llevado al límite de lo tolerable nuestras condiciones naturales de vida. Eso ha hecho que por primera vez, éstas sean tematizadas, y que se tome conciencia de que todos los seres humanos estamos en el mismo barco en lo que a este peligro se refiere. La opinión: en este sentido, lo bueno y lo malo son magnitudes más o menos fijas. Son como son, independientemente del consenso o aceptación de que gocen. Si en relación a las condiciones de supervivencia tiene lugar un consenso y aceptación erróneos, posiblemente sea demasiado tarde para aprender del error.

En este sentido, estamos ante uno de los muchos retornos inevitables del Derecho Natural, es decir, de lo correcto e incorrecto «por naturaleza». Cuando el fundamentalista no negocia algo es porque no está a su disposición. Rousseau decía que si los Estados infringían el Derecho Natural caerían en un estado de caos hasta que «la invencible naturaleza de las cosas vuelva a tomar el poder». Rousseau, al afirmar esto, pensaba en el caos social y político. Para los fundamentalistas verdes, el caos social es preferible, en determinadas circunstancias, a un orden social que produce tanto más caos externo cuanto más perfecta es su organización interna. Sin duda, también aquí vencerá al final «la invencible naturaleza de las cosas», pero en determinadas circunstancias eso llevará consigo la desaparición del homo sapiens de la superficie de la Tierra.

Del hecho de que las condiciones de supervivencia no dependen de él, el fundamentalista deduce, equivocadamente por otra parte, que tampoco sus ideas al respecto están disponibles para ser corregidas, y del hecho de que la verdad no admite compromisos deduce que los compromisos siempre serán malos a la hora de alcanzar lo que cree correcto.

En relación con esto, también es muy instructiva la forma de entender los derechos humanos del fundamentalismo verde. En primer lugar, está determinada por la tendencia a hacer desaparecer la diferencia entre derechos civiles y derechos humanos. Ni el pasado histórico común, ni la comunidad lingüística, ni la disposición para formar parte de una comunidad solidaria con fines a largo plazo definen de manera relevante la unidad política, sino la categoría puramente natural de la «afectación» común actual. Esta concepción se vuelve explosiva cuando se une a una idea de los derechos humanos que no los entiende como derechos de defensa, sino como derechos de exigencia incondicionados de cada persona, ejecutables directamente. Por ejemplo, el derecho de ser acogido en nuestra comunidad—por principio en toda—mientras la acogida del «afectado» se vea como una mejora de su situación vital, es decir, mientras se eliminen los declives de sus expectativas de vida, condicionados histórica y geográficamente, y la ley de la entropía de la sociedad mundial nivele todas las estructuras de la «buena vida».

Fundamentalismo político

El fundamentalismo político está en estrecho contacto con lo que Max Weber llamaba «ética de la convicción». En todo caso, parece que la distinción entre «ética de la convicción» y «ética de la responsabilidad» no existe en realidad. Weber llama «ética de la responsabilidad» a la que desarrolla una acción política que quiere alcanzar o provocar a medio plazo situaciones que considera deseables en el área limitada que le ha sido confiada. En cambio, la «ética de la convicción» es o bien la que contempla la responsabilidad como directa y limitada, es decir, que hay un responsable del resultado de una acción concreta, por ejemplo, la muerte de un hombre, o bien la que pone sus acciones al servicio de una estrategia a largo plazo en el marco de una visión global de los objetivos, y cuya justificación escapa, por tanto, a la valoración del common sense.

Weber mostraba mayor respeto por la «ética de la convicción» en el primer sentido. Pero advertía que ésta no es una ética política. Sólo sería capaz de poner límites a la ética política. La segunda pretende ser ética política, pero tampoco lo consigue, porque, al fin y al cabo, sólo lleva a privar a las cosmovisiones políticas de su comprobación racional, y a exigir a su servicio una libertad de actuación ilimitada. Es por tanto, fanatismo en el sentido auténtico del término.

La distinción entre las dos formas de «ética de la convicción» nos permite diferenciar también dos formas de fundamentalismo. El fundamentalismo es una postura esencialmente apolítica, porque el espacio de lo político es el espacio de la mediación, de la relativización funcional, de la ruptura con todas las exigencias de incondicionalidad. La absolutización del punto de vista político, la interpretación de todas las realizaciones humanas a través de su función política positiva o negativa es la característica del totalitarismo. Todo totalitarismo es antifundamentalista, aunque a menudo tenga un origen fundamentalista. Pero su antifundamentalismo no significa nihilismo, porque para la «humanidad común» podría decirse: cualquier persona es fundamentalista en algo. Hay símbolos de lo incondicionado que, aunque de naturaleza finita, contienen una exigencia incondicional para los seres finitos. Sin tales símbolos, la incondicionalidad se convierte en una palabra vacía y el hombre en un ser despreciable para el que nada es «sagrado», es decir, al que todo le está permitido.

Por otra parte, lo incondicionado se presenta como objeto de respeto, no de imposición. Una política que impusiera los derechos humanos nunca podría tener la misma incondicionalidad que el mandato moral de respetar esos derechos.

El análisis de estos temas es antiguo. Está expuesto insuperablemente en dos tragedias griegas, la Antigona de Sófocles y la Orestiada de Esquilo. Antígona es el prototipo insuperable de una fundamentalista negadora del discurso. La obligación de enterrar a su hermano se basa en una ley inmemorial de los dioses, que a la vez responde a la ley del corazón: «No estoy aquí para odiar, sino para amar.» Creón, el rey, fundamenta su prohibición en razones de Estado. Su insolencia radica en imponer un cálculo racional que no respeta como medida aquello que es más antiguo y «más fundamental» que el sistema político. Sin embargo, todavía no ha caído en la trampa de Hobbes de devaluar la frase «hay que obedecer más a Dios que a los hombres», declarándose como soberano y único intérprete auténtico de ese mandato divino. Pero en este caso el fundamentalismo que encierra esa frase, igual que el que hay detrás del comportamiento de Antígona no es directamente amenazador, desde el punto de vista político, por cuanto da pie a acciones sin duda desobedientes, de resistencia activa, de rebelión, pero no políticas.

Antígona no quiere que su hermana Ismene tome parte en la empresa La actuación política sólo tiene sentido cuando es eficaz. Y sólo puede ser eficaz cuando sigue las leyes de la lógica política, cuando se aventura fuera de los muros de la fortaleza inexpugnable del fundamentalismo La tragedia clásica tiene también una obra maestra sobre el trato político legítimo con el fundamentalismo: la Orestiada de Esquilo. El poder político, el poder fundador de la polis de la paz, aparece aquí en la figura de Atenea, que ante el Areópago deposita su voto en la balanza a favor de Orestes, asesino de su madre: hay que poner fin a la cadena de muertes Pero las furias Erinias rugen. No quieren sacrificar su derecho fundamentalista y feminista a la vindicación del asesinato, a la nueva lógica de la paz. En realidad, Atenea no impone el derecho a las Erinias, sino que intenta, con éxito, apaciguarlas. Las invita a permanecer en la ciudad como «Euménides», como diosas benéficas, «despolitizadas» por así decirlo, y liga el bienestar de la ciudad a que estas diosas, que son más antiguas que ella misma, tengan siempre un lugar sagrado en su seno. Al ser privadas del poder político, su presencia se convierte en una garantía de que lo político no perderá su mesura y su respeto a lo «sagrado», que precede a toda política y que ella misma no puede generar.

Revista Atlántida, Junio 1992<!-- End despliegadocimprimelo.php -->
 
Re: fundamentalismo

Fundamentalista, y a mucha honra

César Vidal

Es curiosa la mutación que experimentan algunas palabras con el paso del tiempo. Nacidas con un trasfondo noble y digno acaban siendo utilizadas por sus adversarios como si de un insulto se tratara pretendiendo descalificar – de manera pobre, dicho sea de paso – a los que no piensan como ellos.

El burgués era un sujeto emprendedor que se caracterizaba en la Edad Media por hacer avanzar a la sociedad mediante la industria y la artesanía y al que debemos algunos de los avances y obras de arte más extraordinarios de los siglos siguientes pero el calificativo, por obra y gracia de las izquierdas, ha terminado convirtiéndose en un insulto e incluso se ha creado un neologismo – aburguesar – para indicar el apoltronamiento vital.

Algo similar ha sucedido lo mismo con la palabra “protestante”. Originalmente, indicaba simplemente a aquellos que daban “testimonio ante” (pro testare en latín) pero el catolicismo lo acuñó como una manera despectiva de referirse a los partidarios de la Reforma del siglo XVI insistiendo más en el aspecto de protesta – supuestamente injustificada - que en el de testimonio. Naturalmente, todo esto se arreglaría con una saludable mezcla de buena fe y conocimiento histórico pero me consta que por muy sana que sea la combinación no siempre es posible.

Es lo que sucede con el término
fundamentalista. Que las televisiones, radios y otros medios de comunicación lo utilizan con crasa ignorancia cuando no con evidente mala fe al referirse a las iglesias evangélicas lo sabe cualquiera que no esté cegado por los prejuicios. Por obra y gracia de ese lenguaje políticamente correcto, las iglesias bautistas o pentecostales de la América hispana se convierten en “sectas fundamentalistas” que, por añadidura, avanzan (¡horror!). Además, por si fuera poco, el fundamentalista es un ser fanático, cerrado, intolerante, atrasado y – no me extrañaría nada – bajito, gordo y con calvicie más o menos pronunciada.

La verdad histórica, sin embargo, es que pocos calificativos pueden resultar más honrosos para un evangélico que el de
fundamentalista. El término surgió en el protestantismo anglosajón con el trasfondo del Tercer Gran avivamiento (Avivamiento, ¡qué miedo! ¡qué palabra tan fundamentalista!) y tan sólo pretendía reafirmar el valor de determinadas doctrinas cristianas – la inerrancia de las Escrituras, la Segunda Venida de Cristo, la Redención mediante la expiación realizada por Cristo en la cruz, la Resurrección corporal de Cristo y su concepción virginal – frente a la teología modernista que cuestionaba aspectos que, efectivamente, son esenciales para la fe cristiana.

Lejos de mantener una mentalidad estrecha desde un punto de vista denominacional en el seno del fundamentalismo militaban metodistas y reformados, episcopalianos y bautistas y gente de cualquier extracción que estuviera dispuesta a defender el núcleo mínimo del mensaje cristiano. Por supuesto, el fundamentalismo fue objeto de ataques terribles desde su aparición. Para los católicos era una muestra de fanatismo protestante nada dispuesto a someterse a la dogmática nacida en Trento; para sectas como los mormones, la Ciencia cristiana y otras resultaba intolerable en la medida en que negaba revelaciones posteriores. Para los teólogos modernistas parecía algo monstruoso al pretender, por ejemplo, que la Biblia no contenía errores o que la salvación derivaba de la gracia de Dios y se aplicaba por la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo. Desde entonces acá no han cesado los ataques.

Las sectas aborrecen el fundamentalismo porque se enraíza directamente en un mensaje bíblico que choca frontalmente con el suyo. Los católicos lo desprecian porque se opone a toda la teología modernista que, lamentablemente, se ha apoderado de sus seminarios tras el Vaticano II y además porque crece espectacularmente en territorios, como Hispanoamérica, que consideraban coto cerrado hasta el final de los tiempos. Finalmente, los modernistas se sienten enfermos cuando gente que quizá no tiene más formación que la piadosa y continua lectura de la Biblia se atreve a decirles que su teología está tan profundamente enferma como la de los saduceos que negaban la resurrección porque ni conocían las Escrituras ni el poder de Dios.

Teólogos como Tillich – que confesaba que no creía en un Dios personal y que hacía años que no oraba – o Schweitzer – que negaba el sacrificio expiatorio de Cristo, su resurrección y su divinidad afirmando que Jesús había muerto desesperado en la cruz – nunca los pudieron ver pero la verdad es que seguramente eso es más un elogio que un demérito. Personalmente, nunca me he sentido acomplejado de ser un protestante clásico que, por encima de matices denominacionales, cree en el Sola Scriptura, Sola gratia y Solo Christo. Tampoco me causa vergüenza el definirme como
fundamentalista porque, diga lo que diga la propaganda ignorante o mal intencionada, pocas cosas más nobles puede hacer un creyente que asentarse en el fundamento de su fe y porque es imposible ser sal y luz en este mundo si se está dispuesto a aguar el mensaje del Evangelio y a apagar velas para satisfacción de progres y bienpensantes.

Yo soy
fundamentalista y, si me permiten caritativamente mis hermanos el exabrupto, me atrevería a preguntar: ¿Pasa algo?


César Vidal Manzanares es un conocido escritor, historiador y teólogo.
© C. Vidal, Libertad digital, 2003, España. I+CP (
www.ICP-e.org)
 
Re: fundamentalismo

La otra cara de la moneda.
Va de chiste:
Un sujeto está a punto de saltar de un puente en los Estados Unidos en eso pasa otro y dándose cuenta de lo que iba a hacer trata de disuadirle:
Peatón: NOOO!!! ¿Está loco? ¿Qué quiere hacer?
Suicida: Voy a acabar con mi vida
Peatón: No lo haga ¿Usted cree en Dios?
Suicida: Si creo
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿Usted es Judío, Hundú, Cristiano o que?
Suicida: Soy cristiano
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿Católico, ortodoxo o protestante?
Suicida: Protestante
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿De qué denominación?
Suicida: Bautista
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿Bautista del norte o del sur?
Suicida: Bautista del Norte
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿Bautista del norte conservador o liberal?
Suicida: Bautista del norte conservador
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿Bautista del norte conservador fundamentalista o Bautista del norte conservador reformado?
Suicida: Bautista del norte conservador fundamentalista
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿Bautista del norte conservador fundamentalista de los grandes lagos o Bautista del norte conservador fundamentalista del este?
Suicida: Bautista del norte conservador fundamentalista de los grandes lagos
Peatón: Pero que coincidencia yo también ¿ Bautista del norte conservador fundamentalista de los grandes lagos que celebraron el concilio de 1879 o Bautista del norte conservador fundamentalista de los grandes lagos que celebraron el concilio de 1912?
Suicida: Bautista del norte conservador fundamentalista de los grandes lagos que celebraron el concilio de 1912
Peatón:¡¡¡¡¡MUERE HEREJE!!!!! (y le dio un empujon)
 
Re: fundamentalismo

toni dijo:
Fundamentalista, y a mucha honra

César Vidal

Es curiosa la mutación que experimentan algunas palabras con el paso del tiempo. Nacidas con un trasfondo noble y digno acaban siendo utilizadas por sus adversarios como si de un insulto se tratara pretendiendo descalificar – de manera pobre, dicho sea de paso – a los que no piensan como ellos.

El burgués era un sujeto emprendedor que se caracterizaba en la Edad Media por hacer avanzar a la sociedad mediante la industria y la artesanía y al que debemos algunos de los avances y obras de arte más extraordinarios de los siglos siguientes pero el calificativo, por obra y gracia de las izquierdas, ha terminado convirtiéndose en un insulto e incluso se ha creado un neologismo – aburguesar – para indicar el apoltronamiento vital.

Algo similar ha sucedido lo mismo con la palabra “protestante”. Originalmente, indicaba simplemente a aquellos que daban “testimonio ante” (pro testare en latín) pero el catolicismo lo acuñó como una manera despectiva de referirse a los partidarios de la Reforma del siglo XVI insistiendo más en el aspecto de protesta – supuestamente injustificada - que en el de testimonio. Naturalmente, todo esto se arreglaría con una saludable mezcla de buena fe y conocimiento histórico pero me consta que por muy sana que sea la combinación no siempre es posible.

Es lo que sucede con el término
fundamentalista. Que las televisiones, radios y otros medios de comunicación lo utilizan con crasa ignorancia cuando no con evidente mala fe al referirse a las iglesias evangélicas lo sabe cualquiera que no esté cegado por los prejuicios. Por obra y gracia de ese lenguaje políticamente correcto, las iglesias bautistas o pentecostales de la América hispana se convierten en “sectas fundamentalistas” que, por añadidura, avanzan (¡horror!). Además, por si fuera poco, el fundamentalista es un ser fanático, cerrado, intolerante, atrasado y – no me extrañaría nada – bajito, gordo y con calvicie más o menos pronunciada.

La verdad histórica, sin embargo, es que pocos calificativos pueden resultar más honrosos para un evangélico que el de
fundamentalista. El término surgió en el protestantismo anglosajón con el trasfondo del Tercer Gran avivamiento (Avivamiento, ¡qué miedo! ¡qué palabra tan fundamentalista!) y tan sólo pretendía reafirmar el valor de determinadas doctrinas cristianas – la inerrancia de las Escrituras, la Segunda Venida de Cristo, la Redención mediante la expiación realizada por Cristo en la cruz, la Resurrección corporal de Cristo y su concepción virginal – frente a la teología modernista que cuestionaba aspectos que, efectivamente, son esenciales para la fe cristiana.

Lejos de mantener una mentalidad estrecha desde un punto de vista denominacional en el seno del fundamentalismo militaban metodistas y reformados, episcopalianos y bautistas y gente de cualquier extracción que estuviera dispuesta a defender el núcleo mínimo del mensaje cristiano. Por supuesto, el fundamentalismo fue objeto de ataques terribles desde su aparición. Para los católicos era una muestra de fanatismo protestante nada dispuesto a someterse a la dogmática nacida en Trento; para sectas como los mormones, la Ciencia cristiana y otras resultaba intolerable en la medida en que negaba revelaciones posteriores. Para los teólogos modernistas parecía algo monstruoso al pretender, por ejemplo, que la Biblia no contenía errores o que la salvación derivaba de la gracia de Dios y se aplicaba por la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo. Desde entonces acá no han cesado los ataques.

Las sectas aborrecen el fundamentalismo porque se enraíza directamente en un mensaje bíblico que choca frontalmente con el suyo. Los católicos lo desprecian porque se opone a toda la teología modernista que, lamentablemente, se ha apoderado de sus seminarios tras el Vaticano II y además porque crece espectacularmente en territorios, como Hispanoamérica, que consideraban coto cerrado hasta el final de los tiempos. Finalmente, los modernistas se sienten enfermos cuando gente que quizá no tiene más formación que la piadosa y continua lectura de la Biblia se atreve a decirles que su teología está tan profundamente enferma como la de los saduceos que negaban la resurrección porque ni conocían las Escrituras ni el poder de Dios.

Teólogos como Tillich – que confesaba que no creía en un Dios personal y que hacía años que no oraba – o Schweitzer – que negaba el sacrificio expiatorio de Cristo, su resurrección y su divinidad afirmando que Jesús había muerto desesperado en la cruz – nunca los pudieron ver pero la verdad es que seguramente eso es más un elogio que un demérito. Personalmente, nunca me he sentido acomplejado de ser un protestante clásico que, por encima de matices denominacionales, cree en el Sola Scriptura, Sola gratia y Solo Christo. Tampoco me causa vergüenza el definirme como
fundamentalista porque, diga lo que diga la propaganda ignorante o mal intencionada, pocas cosas más nobles puede hacer un creyente que asentarse en el fundamento de su fe y porque es imposible ser sal y luz en este mundo si se está dispuesto a aguar el mensaje del Evangelio y a apagar velas para satisfacción de progres y bienpensantes.

Yo soy
fundamentalista y, si me permiten caritativamente mis hermanos el exabrupto, me atrevería a preguntar: ¿Pasa algo?


César Vidal Manzanares es un conocido escritor, historiador y teólogo.
© C. Vidal, Libertad digital, 2003, España. I+CP (
www.ICP-e.org)

SERVANDO:

Amén.
 
Re: fundamentalismo

¿Existen los fundamentalistas cientificos?
Me refiero a todos aquellos que tienen a la ciencia como la verdad absoluta y aunque la Biblia diga otra cosa, ellos siguen con la mente fija en la ciencia, aún cuando han visto como la ciencia dice algo nuevo cada 20 años renegando lo que decian anteriormente.
Aquellos que la palabra fe, que es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, es ridicula cuando se opone a la ciencia.
¿Son fundamentalistas?
 
Re: fundamentalismo

Alcarruz:
¿Existen los fundamentalistas cientificos?
Me refiero a todos aquellos que tienen a la ciencia como la verdad absoluta y aunque la Biblia diga otra cosa, ellos siguen con la mente fija en la ciencia, aún cuando han visto como la ciencia dice algo nuevo cada 20 años renegando lo que decian anteriormente.
Aquellos que la palabra fe, que es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, es ridicula cuando se opone a la ciencia.
¿Son fundamentalistas?


Excelente pregunta:

Respuesta categórica ........No!

La ciencia no pretende ser verdad absoluta. La ciencia sólo pretende encontrar la verdad material.
No pretende en ningún momento involucrarse en el aspecto metafísico (entiendase lo que está más allá de la física)

Toda ciencia debe someterse al Método científico
Este es: Observación, Hipótesis, investigación, análisis de lo observado e investigado, y conclusiones.

Los científicos no utilizan la Biblia para interpretar ciencia, contrario a lo que sí hacen los fundamentalitas que pretenden ajustar los hallazgos de la ciencia a la Biblia.

La ciencia no reniega.
Cuando se plantea una hipótesis la misma puede ser cierta o falsa.
Si resulta falsa la hipótesis, la ciencia no teme en reconocerlo:

Lobato en el foro de la edad de la Tierra:
Dentro del método científico la hipótesis inicial si no es probada o concluída debe tomarse como válida la hipótesis contraria. Pongo como ejemplo uno que nos trajo por ahí Gabriel

Hipótesis:
Las ratas se generan espontáneamente de los trapos apilados

Hipótesis contraria:
Las ratas no se generan espontáneamente de lso trapos apilados

La ciencia no pretendió probar que las ratas se generaban de los trapos apilados. Por eso entonces tomó igual validez la hipótesis contraria

Cuál es la hipótes del creacionismo?
Hipótesis:
Dios creó al mundo.

Darían crédito los creacionistas a la hipótesis contraria?

La misma hipótesis es válida tanto para Creacionistas cristianos como musulmanes.
Si la Hipótesis se prueba válida, el mundo lo hubrá hecho Alá o Jehová?
La ciencia no pretende riduculizar a nadie.
Los fundamentalistas no necesitan ayuda de nadie para hacer el ridículo.

Ayer estudiaba con mi hijo de 8 años de 3r grado de primaria lo siguiente:

Materia: Ciencias Naturales
Tema: Energía térmica.
La Energía termica es la energía que se producen cuando se aceleran las particulas de la materia.
3 maneras transmitir energía termica
Conducción: Energía termica que se transmite por contacto Ej. El Calor acelera las particulas del agua, si metes una cuchara fría al contacto del agua caliente esta última hace que se aceleren las partículas de la cucharra. Por consiguiente esta se calienta.
Convección: Energía termica que se transmite por el cambio de aceleracion de la partículas de gases y o líquidos. Ej. Un radiador produce aceleración en las particulas del aire, este se calienta y el aire frio de abajo empuja el caliente hacia arriba
RAdiacion: Energía termica que se transmite sin necesidad de contacto. Ej: el sol calienta la tierra y lo que hay sobre ella. El sol no toca la tierra.

Que fé hay ahí? Es que acaso eso no es un hecho? No es la verdad material? No es lo que sucedes?

Como verás no se utiliza la Biblia.
Meterle Biblia a esa explicación es promover el fundamentalismo y la ignorancia.

Seguro dirán que es una clase herética.............en el colegio episcopal.
 
Re: fundamentalismo

Lobato dijo:
Toda ciencia debe someterse al Método científico
Este es: Observación, Hipótesis, investigación, análisis de lo observado e investigado, y conclusiones.

Los científicos no utilizan la Biblia para interpretar ciencia, contrario a lo que sí hacen los fundamentalitas que pretenden ajustar los hallazgos de la ciencia a la Biblia.

La ciencia no reniega.
Cuando se plantea una hipótesis la misma puede ser cierta o falsa.
Si resulta falsa la hipótesis, la ciencia no teme en reconocerlo:
A mi me gusta mucho la ciencia, mis canales de Tv favoritos son el Discovery Channel, NG, AE mundo y otros, pero no me gusta cuando las personas asumen como realidad las hipotesis o las teorias. o muchas veces no dejan claro que las teorias no son aun leyes.
Me gustan los nuevos descubrimientos de la ciencia en lo que se refiere a la nanoelectronica (ya que es el campo que me llama la atencion) ya que es son muy variados los usos que estos pueden tener, incluso para que chips te digan el estado de salud de las personas (aunque algunas personas digan que esto es la marca del diablo).

Pero respondeme otra pregunta:

¿Son fundamentalistas las personas amantes de la ciencia, que asumen todo lo que diga como verdad, incluso las hipotesis y las teorias?

Sé que las leyes se deben aceptar, ya que no tienen refutacion alguna (a menos que ocurra algo como lo que paso con la fisica mecanica, que fue sobrepasada por la fisica cuantica) pero las teorias y las hipotesis deben tener su espacio para la duda, ya que no han sido comprovadas al 100%


Bendiciones
 
Re: fundamentalismo

agrippa:
¿Es fundamentalista el fanático o quien se niega a escuchar razones? Un análisis para conocer la naturaleza del concepto y cómo se aplica en el terreno religioso, político o social.



Por Robert Spaemann


¿Qué es un fundamentalista? «Alguien que niega todo discurso, un fanático con el que no se puede hablar» Ésta sería la definición crítica del fundamentalismo. Otra de carácter apologético diría quizá: «Un hombre para el que algo es sagrado, y que no está dispuesto a negociarlo» De este modo podemos dibujar los contornos del problema que en nuestra civilización se esconde tras el término fundamentalismo.




SERVANDO: Otra definición...................

lobato:

Meterle Biblia a esa explicación es promover el fundamentalismo y la ignorancia.
 
Re: fundamentalismo

Alcarruz
A mi me gusta mucho la ciencia, mis canales de Tv favoritos son el Discovery Channel, NG, AE mundo y otros, pero no me gusta cuando las personas asumen como realidad las hipotesis o las teorias. o muchas veces no dejan claro que las teorias no son aun leyes.
Me gustan los nuevos descubrimientos de la ciencia en lo que se refiere a la nanoelectronica (ya que es el campo que me llama la atencion) ya que es son muy variados los usos que estos pueden tener, incluso para que chips te digan el estado de salud de las personas (aunque algunas personas digan que esto es la marca del diablo).

Pues te felicito.
Yo por mi parte considero que quien catalogue esos chips como la marca del diablo es un cuentista de brujas.


Pero respondeme otra pregunta:

¿Son fundamentalistas las personas amantes de la ciencia, que asumen todo lo que diga como verdad, incluso las hipotesis y las teorias?

Pues no dejan de ser interesantes tus preguntas.
Como dije: la ciencia para que sea ciencia, tiene que someterse al método científico del cual mencioné los pasos.

En Discovery channel hubo una sería que pretendía conocer los animales del futuro basados en tendencias evolutivas. Pura especulación. No hay ciencia ahí. Quien se haya creido esas historias textualmente y crea que va a existir un pulpo que pase de rama en rama como los monos (como se planteaba en ese programa), no es solo un fundamentalista sino también un ignorante de la ciencia.

Ahora, la ciencia verdadera solo asume para demostrar si es verdad o es mentira lo asumido. No le importa que el resutado sea la hipotesis contraria.

Las hipótesis están para probarse, ciertas o falsas, no importa que resulte.
Pero deben probarse.

Las teorías estan sujetas a demostración, si son demostradas son hechos y no teorías.
Ahora, como se demuestra una teoría? A traves del metodo cientifico.

Si el metodo cientifico demuestra su falsedad pues es falsa. no hay problema.

Sé que las leyes se deben aceptar, ya que no tienen refutacion alguna (a menos que ocurra algo como lo que paso con la fisica mecanica, que fue sobrepasada por la fisica cuantica)

No es del todo exacto tu afirmación. Las leyes de Mendel por ejemplo, genetistas han descubierto que no siempre se cumplen. Sin embargo, no significa tampoco que no sean válidas bajo las condiciones observadas.

pero las teorias y las hipotesis deben tener su espacio para la duda, ya que no han sido comprovadas al 100%

Interesante afirmación también.
En la ciencia todo tiene espacio para la duda. Todo.
Es aquí en donde la convergencia de las otras ciencias de la observación juegan un importante papel. Así pues, para el caso de la evolución, la genética, la termodinámica, la física, la paleontología, la antropología, hacen estudios individualistas de sus respectivas ramas y lo bonito de todo esto es que concuerdan en sus hallazgas sin forzarlos.

Así, matemáticamente hablando, la tendencia de los hallazgos es hacia la certidumbre.
 
Re: fundamentalismo

Cita:
agrippa:
¿Es fundamentalista el fanático o quien se niega a escuchar razones? Un análisis para conocer la naturaleza del concepto y cómo se aplica en el terreno religioso, político o social.



Por Robert Spaemann


¿Qué es un fundamentalista? «Alguien que niega todo discurso, un fanático con el que no se puede hablar» Ésta sería la definición crítica del fundamentalismo. Otra de carácter apologético diría quizá: «Un hombre para el que algo es sagrado, y que no está dispuesto a negociarlo» De este modo podemos dibujar los contornos del problema que en nuestra civilización se esconde tras el término fundamentalismo.






SERVANDO: Otra definición...................


Cita:
lobato:

Meterle Biblia a esa explicación es promover el fundamentalismo y la ignorancia.
 
Re: fundamentalismo

Gracias Lobato por tus respuestas, es muy bueno discutir con personas como tú, que te respetan aún cuando alguien tiene una opinion distinta de la tuya.
Me quedó claro lo que me explicaste aunque tengo que confesar que soy un fundamentalista, no de todo lo que se diga en las iglesias, sino de lo que voy aprendiendo y viviendo en mi vida de cristiano.....

Bendiciones Lobato
 
Re: fundamentalismo

Moderador:

Agradecería el llamado de atención al forista Servando Suaste. Por la insistencia en tomar mis palabras y sacarlas del contexto emitido.

Note el contexto correcto de mi participación:

Lobato:
Ayer estudiaba con mi hijo de 8 años de 3r grado de primaria lo siguiente:

Materia: Ciencias Naturales
Tema: Energía térmica.
La Energía termica es la energía que se producen cuando se aceleran las particulas de la materia.
3 maneras transmitir energía termica
Conducción: Energía termica que se transmite por contacto Ej. El Calor acelera las particulas del agua, si metes una cuchara fría al contacto del agua caliente esta última hace que se aceleren las partículas de la cucharra. Por consiguiente esta se calienta.
Convección: Energía termica que se transmite por el cambio de aceleracion de la partículas de gases y o líquidos. Ej. Un radiador produce aceleración en las particulas del aire, este se calienta y el aire frio de abajo empuja el caliente hacia arriba
RAdiacion: Energía termica que se transmite sin necesidad de contacto. Ej: el sol calienta la tierra y lo que hay sobre ella. El sol no toca la tierra.

Que fé hay ahí? Es que acaso eso no es un hecho? No es la verdad material? No es lo que sucedes?

Como verás no se utiliza la Biblia.
Meterle Biblia a esa explicación es promover el fundamentalismo y la ignorancia.
Es claro que me refiero a la explicación de la energía termica que estoy citando.

No tengo ningún inconveniente en continuar leyendo las burlas, faltas de respeto y a las normas de netiqueta constantemente violadas por el forista en cuestión.

Pero ya se me hizo intolerable las constantes sacadas de contexto de mis participaciones. Le remito al acápite de los masones para que note a que me refiero.
Intenté comunicarme con Ud. por el correo pero no supe como hacerlo.

Le pido disculpas por incumplir la norma que dice que hay que hacerlo directamente con Ud. pero como le dije no encontré como hacerlo.
 
Re: fundamentalismo

Alcarruz
Gracias Lobato por tus respuestas, es muy bueno discutir con personas como tú, que te respetan aún cuando alguien tiene una opinion distinta de la tuya.
Me quedó claro lo que me explicaste aunque tengo que confesar que soy un fundamentalista, no de todo lo que se diga en las iglesias, sino de lo que voy aprendiendo y viviendo en mi vida de cristiano.....

Bendiciones Lobato

Alcarruz
Agradezco también tu tolerancia. Yo no pretendo jamás demeritar las creencias de ninguna persona.
Yo intento sólo mantener la ecuanimidad en mis exposiciones. Si no se está de acuerdo, pues no hay problemas.

Yo por mi parte creo que el problema con el fundamentalismo, es cuando el mismo se traduce en intolerancia.

Dios te bendiga a tí también.
 
Re: fundamentalismo

lobato:
Es claro que me refiero a la explicación de la energía termica que estoy citando.

SERVANDO:

Pues es mas claro el tema de este epigrafe. Y si tu, o alguien mas ha desviado el tema; pues no es mi problema.
 
Re: fundamentalismo

Un cordial saludo a todos los foristas.

A continuación les comparto una interesante reflexión la cual consideré pertinente compartir con ustedes ya que tiene gran relación con el tema en custión. A ver qué les parece.

Tomado de: www.conocereislaverdad.org
Autor: Daniel Sapia.

Fundamentalismo

Desde el punto de vista de la fe el Fundamentalismo no necesariamente debe (por definición) ser algo a priori, diríamos, “nefasto”. Tal cual define el Diccionario de la Real Academia Española en términos generales, “fundamentalismo” es:

“3. Exigencia intransigente de sometimiento (obediencia fiel) a una doctrina o práctica establecida.”

Este fundamentalismo radica básicamente en la observancia intransigente o “no negociable”, de las bases de lo que se cree. Si su práctica no raya lo patológico, hasta me animo a decir que no sólo no es pernicioso sino que es saludable y hasta “envidiable” por aquellos que lo tienen como regla de vida.

Incluso podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que este “fundamentalismo” ya era predicado por el mismo apóstol San Pablo a los Efesios (y como Palabra inspirada que es, a toda la Cristiandad):

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,... para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error...” (Efesios 4:11-14)

o a los Gálatas:

“…si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” (Gálatas 1:8-10)

o a su discípulo Timoteo:

Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1 Ti 4:16)... “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo,... que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que... apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas..” (2 Timoteo 4:1-4)

o el apóstol San Judas cuando en tono fervoroso dice:

“..me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos..” (Judas 1:3)

Pues, sirvan estas cinco citas como ejemplo de la idea que en general expresa la Escritura respecto a la “transigencia o intransigencia” con que debe ser obedecida y practicada Su “establecida doctrina”.

En este sentido... ¿podríamos decir que los apóstoles San Pablo y San Judas eran FUNDAMENTALISTAS? Si dejamos los prejuicios de lado, no tendríamos razones para decir que no, ya que evidentemente enseñaban a ser INTRANSIGENTES con la doctrina recibida y posteriormente practicada y enseñada.


Fanatismo Religioso

Aunque algunos se ocupen en pretender igualar el Fundamentalismo con el Fanatismo Religioso está claro que desde su específica definición son cosas totalmente diferentes. Y el hecho que pueda haber “Fundamentalistas” que ADEMÁS sean “Fanáticos Religiosos" no invalida la real diferencia que existe entre ambos.

Si bien el Fanatismo Religioso podría tener connotaciones meramente privadas y personales (como la propia mortificación corporal, incluso a niveles aterradores), la faceta más perniciosa de este fanatismo es la que se relaciona con una acción netamente beligerante (de palabra o de hecho) emprendida para con OTRAS personas que no comparten las propias convicciones. Claro que no estoy incluyendo en esto al intercambio apologético de argumentos, sino lisa y llanamente al ataque dirigido A LA PERSONA en lugar de a lo que ella predica.

Este fanatismo CIEGA por completo a quien lo ejerce, incluso hasta el punto de predisponerlo a considerar que CUALQUIER cosa vale si de atacar al “enemigo” se trata. En esta línea una de las herramientas más recurrentemente utilizadas es la burda CALUMNIA, basada en prejuicios o meras suposiciones, tejidas a la luz de una carencia extrema de argumentos verdaderos.

A mis amados hermanos en cristo les recuerdo que no debemos olvidar la exortación que nos hace la bendita Palabra de nuestro Dios y Padre:

“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo (1 Pedro 3:8-16)

En el amor de Cristo,
Joaco
 
Re: fundamentalismo

Joaco dijo:
Un cordial saludo a todos los foristas.

A continuación les comparto una interesante reflexión la cual consideré pertinente compartir con ustedes ya que tiene gran relación con el tema en custión. A ver qué les parece.



A mis amados hermanos en cristo les recuerdo que no debemos olvidar la exortación que nos hace la bendita Palabra de nuestro Dios y Padre:

“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo (1 Pedro 3:8-16)

En el amor de Cristo,
Joaco

SERVANDO:

Amén y amén Joaco; aunque, claro, que a estos versículos hermosos de la Bendita palabra de Dios, tenemos que agregarle los principales de la 1ª Carta de pedro para poder darnos cuenta a quien está dirijida y porqué.

[1ª Pedro 1:1.2] Pedro, apóstol de Jesucristo, A LOS ESPATRIADOS DE LA DISPERSION en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos SEGÚN LA PRESCENCIA DE DIOS PADRE ES SANTIFICASION DEL ESPÍRITU, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo.
 
Re: fundamentalismo

Lobato dijo:
Moderador:

Agradecería el llamado de atención al forista Servando Suaste. Por la insistencia en tomar mis palabras y sacarlas del contexto emitido.

Note el contexto correcto de mi participación:


Es claro que me refiero a la explicación de la energía termica que estoy citando.

No tengo ningún inconveniente en continuar leyendo las burlas, faltas de respeto y a las normas de netiqueta constantemente violadas por el forista en cuestión.

Pero ya se me hizo intolerable las constantes sacadas de contexto de mis participaciones. Le remito al acápite de los masones para que note a que me refiero.
Intenté comunicarme con Ud. por el correo pero no supe como hacerlo.

Le pido disculpas por incumplir la norma que dice que hay que hacerlo directamente con Ud. pero como le dije no encontré como hacerlo.

En ambos sujetos pierdes el tiempo Lobato.
A uno ya lo tengo entre los ignorados. Me ahorro el disgusto de leerle.
Al otro. Observo lo que a colocado:
Alcarruz:
¿Existen los fundamentalistas cientificos?
Me refiero a todos aquellos que tienen a la ciencia como la verdad absoluta y aunque la Biblia diga otra cosa, ellos siguen con la mente fija en la ciencia, aún cuando han visto como la ciencia dice algo nuevo cada 20 años renegando lo que decian anteriormente.
Aquellos que la palabra fe, que es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, es ridicula cuando se opone a la ciencia.
¿Son fundamentalistas?

¿Quien que haya estudiado culquiera de las ramas de ciencia la tiene por una verdad absoluta? Ni tampoco cualquier persona que tenga una inteligencia normal. Sabe que se sigue investigando y lo que hoy se tiene por axiomático, nuevos descubrimientos y estudios pueden mostrar no solo variaciones en el mismo tema, sino incluso cambios radicales.
En cambio, aquello que critica en otros, lo practica el mismo. Observa esta frase:
y aunque la Biblia diga otra cosa
¿Lo que dice la Biblia o lo que el cree que dice la Biblia? ¿Lo que dice la Biblia o una interpretacion mediatizada de la misma?
¿Y todo, Por qué? Pues porque temen que su fe flaquee. No estan seguros de la misma. Luego lo que tienen son creencias y no fe.
Mi fe no flaquea ni un ápice si entiendo que el Inicio del Universo fué mediante el Big Bang.
Mi fe no flaquea si la creación de los seres vivos ser realizó mediante la evolución. Examino lo que la ciencia dice y las pruebas que aporta y lo máximo que hago es preguntarme: ¿Por qué el Creador lo hizo de esta manera? Para eso aun no he encontrado una respuesta Y seguidamente: ¿Quie implicaciones tiene para el hombre y por tanto para mí?
Aquí sí que he encontrado respuesta: Para que aprenda a respestar a todos los seres vivos. Todos ellos coadyuvaron a mi existéncia. Veo que cualquier animal salvaje puede ser "domesticado" por el hombre pero, a la vez no tenemos derecho a somesticarles ya que dejan de cumplir la misión de equilibrio ecológico que les ha sido encomendada por su Creador.

Por último, coloca esta fracesita:
Aquellos que la palabra fe, que es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, es ridicula cuando se opone a la ciencia.

¿Para quien es ridicula? ¿Y cuando la fe se opone a la ciencia?
Solo la llamada "fe del carbonero" se opone a la ciencia.
(En mi pais se consideraba a los carboneros, como las personas más ignorantes -justa o injustamente- de la sociedad) Eran aquellos, tanto si eran carboneros com de cualquier otro oficio, que, a esta pregunta: ¿Por que cree que esto es así? Su inevitable respuesta era y es:
¡¡¡POR QUE SI!!!

De aquí, que, me atrevo a decirte que pierdes el tiempo todo y que tus argumentos sean sensatos e incontrovertibles.
Un abrazo, Lobato.
 
Re: fundamentalismo

Tobi dijo:
En ambos sujetos pierdes el tiempo Lobato.
A uno ya lo tengo entre los ignorados. Me ahorro el disgusto de leerle.
Al otro. Observo lo que a colocado:


¿Quien que haya estudiado culquiera de las ramas de ciencia la tiene por una verdad absoluta? Ni tampoco cualquier persona que tenga una inteligencia normal. Sabe que se sigue investigando y lo que hoy se tiene por axiomático, nuevos descubrimientos y estudios pueden mostrar no solo variaciones en el mismo tema, sino incluso cambios radicales.
En cambio, aquello que critica en otros, lo practica el mismo. Observa esta frase:

¿Lo que dice la Biblia o lo que el cree que dice la Biblia? ¿Lo que dice la Biblia o una interpretacion mediatizada de la misma?
¿Y todo, Por qué? Pues porque temen que su fe flaquee. No estan seguros de la misma. Luego lo que tienen son creencias y no fe.
Mi fe no flaquea ni un ápice si entiendo que el Inicio del Universo fué mediante el Big Bang.
Mi fe no flaquea si la creación de los seres vivos ser realizó mediante la evolución. Examino lo que la ciencia dice y las pruebas que aporta y lo máximo que hago es preguntarme: ¿Por qué el Creador lo hizo de esta manera? Para eso aun no he encontrado una respuesta Y seguidamente: ¿Quie implicaciones tiene para el hombre y por tanto para mí?
Aquí sí que he encontrado respuesta: Para que aprenda a respestar a todos los seres vivos. Todos ellos coadyuvaron a mi existéncia. Veo que cualquier animal salvaje puede ser "domesticado" por el hombre pero, a la vez no tenemos derecho a somesticarles ya que dejan de cumplir la misión de equilibrio ecológico que les ha sido encomendada por su Creador.

Por último, coloca esta fracesita:


¿Para quien es ridicula? ¿Y cuando la fe se opone a la ciencia?
Solo la llamada "fe del carbonero" se opone a la ciencia.
(En mi pais se consideraba a los carboneros, como las personas más ignorantes -justa o injustamente- de la sociedad) Eran aquellos, tanto si eran carboneros com de cualquier otro oficio, que, a esta pregunta: ¿Por que cree que esto es así? Su inevitable respuesta era y es:
¡¡¡POR QUE SI!!!

De aquí, que, me atrevo a decirte que pierdes el tiempo todo y que tus argumentos sean sensatos e incontrovertibles.
Un abrazo, Lobato.


SERVANDO:

Yo tambien te quiero mucho Tobi.

Tus pensamientos no son mis pensamientos, ni tus caminos mis caminos dice el Señor.................
 
Re: fundamentalismo

Tobi
De aquí, que, me atrevo a decirte que pierdes el tiempo todo y que tus argumentos sean sensatos e incontrovertibles.
Un abrazo, Lobato.

Pero qué del moderador?

No pretendo ser poseedor de la verdad Tobi.
No me molestan las actitudes burlescas de algunos. Ni tampoco me rebajaré a exteriorizar burdos modales.
Lo que en realidad me molesta es que tergiversen mis intervenciones.
Gracias por tu solidaridad.
 
Re: fundamentalismo

Lobato dijo:
Tobi
De aquí, que, me atrevo a decirte que pierdes el tiempo todo y que tus argumentos sean sensatos e incontrovertibles.
Un abrazo, Lobato.

Pero qué del moderador?


No pretendo ser poseedor de la verdad Tobi.
No me molestan las actitudes burlescas de algunos. Ni tampoco me rebajaré a exteriorizar burdos modales.
Lo que en realidad me molesta es que tergiversen mis intervenciones.
Gracias por tu solidaridad.


SERVANDO:

Pregunta directo amigo y en privado.