FRASES ESPIRITUALES 2

NuriaCristiana

Miembro senior
1 Junio 2022
120
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Hay muchas cosas con las que Dios quiere ayudarnos, pero en el centro de todo, anhela ayudarnos a atravesar el proceso de ser hechas a la imagen de Cristo. Él es nuestro ejemplo final de luchar bien entre la fe divina y los sentimientos humanos, así que, cuanto más nos parezcamos a Él, más aprenderemos a confiar en Dios sin importar lo que nuestros ojos humanos vean.​

 

Jesús tuvo muchos momentos señalados. A menudo leemos sobre cómo se apartaba a orar y a estar con su Padre celestial. Él enfrentaba algo difícil y necesitaba un momento señalado con su Padre para poder cambiar su deseo humano por la voluntad de Dios.​

 

Dios no quiere que tú o yo suframos.Pero Él lo permitirá en dosis que aumenten nuestra confianza. El dolor y el sufrimiento no son para dañarnos. Son para salvarnos. Para salvarnos de una vida en donde somos autosuficientes, autosatisfechas y ensimismadas, y estamos predispuestas al mayor dolor de todos: la separación de Dios.​

 

Dios ve cosas que yo no veo. Él conoce cosas que yo no conozco. Solo Dios sabe cuál es el buen plan y lo que llevará que yo llegue allí. Y, sobre todo, Él sabe que si yo viera todo el tramo que viene por delante, me pararía a mitad de camino y nunca elegiría continuar con su plan. Pensaría que el precio es muy alto, que el sendero es muy escabroso, que el camino es intimidante y el enemigo es aterrador. Ningún ser humano es tan fuerte como para resistir ver demasiado del plan de Dios por anticipado. Debe ser revelado diariamente. Y debemos ser guiados hacia él lentamente​

 

Salomón, el hombre con más poder, riquezas y gloria de su época nos está diciendo que no vale de nada ganar el mundo si perdemos nuestra relación de amor y dependencia al Dios verdadero, solamente Dios le puede dar sentido eterno a nuestro efímero paso por la tierra.​

 

Mostró Cristo que amase la humildad, (entendida como esta pobreza de espíritu) en todo estado de vida y en todo tiempo. Por eso dice san Pablo: “Se anonadó a sí mismo, y tomó forma de siervo, y se hizo obediente hasta la muerte”. Además mostró su humildad huyendo de los honores y de las alabanzas mundanas, lavando los pies a los discípulos, y conviviendo con los pecadores, y en general en todos sus dichos y hechos. Por eso les dijo a los discípulos: “Aprended de mí a ser humildes de corazón”.​

 

Ayúdame a cambiar la incredulidad por la maravillosa sensación de alivio de que ya no tengo que preocuparme por cómo termine todo. Simplemente tengo que fijar mi vista en Jesús y en lamanera en que Él me guía. Señalo este momento como un momento de confianza. No tengo por qué entenderlo todo. Solo tengo que confiar. En el nombre de Jesús. Amén.​

 

Cuando buscamos a Dios, lo vemos. No lo vemos de forma física, pero lo vemos obrando. Así podemos ver más como Él ve y nuestra confianza crece. Si nuestros corazones están dispuestos a confiar en Él, nos dará más y más de su perspectiva.​

 

Los momentos de debilidad no debilitan la fe. Nos hacen más conscientes de que necesitamos fortalecerla. Una fe en Dios que nos ayude a saber que aquello que vemos no es todo lo que hay.​